domingo, 6 de febrero de 2022

Párate un momento: El Evangelio del dia 8 - DE FEBRERO – MARTES – 5ª – SEMANA DEL T.O. – C Santa Josefina Bakhita

 


 

8 - DE FEBRERO – MARTES –

5ª – SEMANA DEL T.O. – C

Santa Josefina Bakhita

 

Lectura del primer libro de los Reyes (8,22-23.27-30):

 

En aquellos días, Salomón, en pie ante el altar del Señor, en presencia de toda la asamblea de Israel, extendió las manos al cielo y dijo:

«¡Señor, Dios de Israel! Ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra hay un Dios como tú, fiel a la alianza con tus vasallos, si caminan de todo corazón en tu presencia.

Aunque, ¿es posible que Dios habite en la tierra? Si no cabes en el cielo y lo más alto del cielo, ¡cuánto menos en este templo que he construido! Vuelve tu rostro a la oración y súplica de tu siervo Señor, Dios mío, escucha el clamor y la oración que te dirige hoy tu siervo.

Día y noche estén tus ojos abiertos sobre este templo, sobre el sitio donde quisiste que residiera tu nombre.

¡Escucha la oración que tu siervo te dirige en este sitio! Escucha la súplica de tu siervo y de tu pueblo, Israel, cuando recen en este sitio; escucha tú, desde tu morada del cielo, y perdona.»

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 83,3.4.5.10.11

 

R/. ¡Qué deseables son tus moradas,

Señor del universo!

 

Mi alma se consume y anhela

los atrios del Señor,

mi corazón y mi carne

retozan por el Dios vivo. R/.

 

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;

la golondrina, un nido donde colocar sus polluelos:

tus altares, Señor de los ejércitos,

Rey mío y Dios mío. R/.

 

Dichosos los que viven en tu casa,

alabándote siempre.

Fíjate, oh, Dios, en nuestro Escudo,

mira el rostro de tu Ungido. R/.

 

Vale más un día en tus atrios

que mil en mi casa,

y prefiero el umbral de la casa de Dios

a vivir con los malvados. R/.

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos (7,1-13):

 

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos (los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)

Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús:

«¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»

Él les contestó:

«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.»

Y añadió:

«Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición.

Moisés dijo:

"Honra a tu padre y a tu madre" y "el que maldiga a su padre o a su madre tiene pena de muerte"; en cambio, vosotros decís: Si uno le dice a su padre o a su madre: "Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco al templo", ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os trasmitís; y como éstas hacéis muchas.»

 

Palabra del Señor

 

1.-  Seguramente, este es el pasaje de los evangelios donde se ve con más claridad la diferencia tan profunda que existe entre la religión de Jesús y la religión de los fariseos. Porque el problema de la "pureza ritual" es central en la mayoría de las religiones. Y es central por el tema de la pureza y por el tema de los ritos. Dos asuntos en los que los predicadores religiosos suelen insistir machaconamente.

Insisten hasta tal punto que, como es bien sabido, lo mismo a la pureza que a la observancia de los rituales, se les conceda (en los ambientes religiosos) más importancia que a los comportamientos éticos que afectan a las relaciones interpersonales.

Los estudiosos del "puritanismo griego" suelen decir que, a partir de Pitágoras, "la pureza, más que la justicia, es el medio cardinal de la salvación" (E. R. Dodds).

Los que le dan más importancia la "pureza" que a la "justicia", sin duda alguna, es que son más "griegos" que cristianos".

 

2.- Jesús vio que esta forma de entender y practicar la religión es un engaño, para el que la defiende y, sobre todo, para quien la pone en práctica. Porque tranquiliza su conciencia con unas observancias que no pasan de ser actos de magia.

No olvidemos que las prácticas rituales son siempre "mediaciones" para encontrar a Dios. Pero, según las enseñanzas de Jesús, Dios no se ha encarnado" en los "rituales", sino en las "personas". De ahí que, por medio de la mejor relación posible con las personas, es como encontramos a Dios. Eso es lo que se nos va a decir en el juicio final (Mt 25, 31-46).            

 

3.- Lo que ocurre es que practicar ritos de purificación (mediante lavatorios es más fácil y cómodo que llevarse bien con los demás, con todos, sean quienes sean. Esto es lo que explica el gran fraude que cometían los letrados cuando le decían a la gente que dejaran su dinero para el templo y con eso estaban dispensados de cuidar de sus padres ancianos o enfermos. Por eso les dice Jesús que el culto que practican no sirve para nada.

En la Curia Vaticana hay una Sagrada Congregación del Culto Divino" o Congregación de Ritos. Pero no hay allí una Congregación dedicada a velar por el comportamiento evangélico de obispos, sacerdotes, religiosos y laicos. Siendo esto último lo más importante que tiene que cuidar la Iglesia. En todo esto, el ejemplo del papa Francisco es una fuente de esperanza para los cristianos y para el mundo.

 

Santa Josefina Bakhita

 


Santa Josefina Bakhita, virgen, nacida en la región de Darfur, en Sudán, que siendo aún niña fue raptada y vendida en diversos mercados africanos de esclavos, sufriendo dura cautividad, pero al obtener la libertad abrazó la fe cristiana e ingresó en el Instituto de la Hijas de la Caridad (Canossianas), pasando el resto de su vida en Schio, cerca de Vicenza, entregada a Cristo y al servicio de los demás y donde murió en 1947.

 

Vida de Santa Josefina Bakhita

 

Infancia

Bakhita, que significa "afortunada", es el nombre que se le puso cuando fue secuestrada, ya que, por la fuerte impresión, nunca llegó a recordar su verdadero nombre. Josefina es el nombre que recibió en el bautismo.

No se conocen datos exactos sobre su vida, se dice que podría ser del pueblo de Olgossa en Darfur, y que 1869 podría ser el año de su nacimiento. Creció junto con sus padres, tres hermanos y dos hermanas, una de ellas su gemela.

La captura de su hermana por unos negreros que llegaron al pueblo de Olgossa, marcó mucho en el resto de la vida de Bakhita, tanto así que más adelante en su biografía escribiría: "Recuerdo cuánto lloró mamá y cuánto lloramos todos".

En su biografía Bakhita cuenta su propia experiencia al encontrarse con los buscadores de esclavos. "Cuando aproximadamente tenía nueve años, paseaba con una amiga por el campo y vimos de pronto aparecer a dos extranjeros, de los cuales uno le dijo a mi amiga: “Deja a la niña pequeña ir al bosque a buscarme alguna fruta. Mientras, tú puedes continuar tu camino, te alcanzaremos dentro de poco”. El objetivo de ellos era capturarme, por lo que tenían que alejar a mi amiga para que no pudiera dar la alarma.

Sin sospechar nada obedecí, como siempre hacía. Cuando estaba en el bosque, me percate que las dos personas estaban detrás de mí, y fue cuando uno de ellos me agarró fuertemente y el otro sacó un cuchillo con el cual me amenazó diciéndome: “Si gritas, morirás !Síguenos!”.

Los mismos secuestradores fueron quienes le pusieron Bakhita al ver su especial carisma.

 

En esclavitud

Luego de ser capturada, Bakhita fue llevada a la ciudad de El Obeid, donde fue vendida a cinco distintos amos en el mercado de esclavos.

Nunca consiguió escapar, a pesar de intentarlo varias veces. Con quien más sufrió de humillaciones y torturas fue con su cuarto amo, cuando tenía más o menos 13 años. Fue tatuada, le realizaron 114 incisiones y para evitar infecciones le colocaron sal durante un mes. "Sentía que iba a morir en cualquier momento, en especial cuando me colocaban la sal", cuenta en su biografía.

El comerciante italiano Calixto Leganini compró a Bakhita por quinta vez en 1882, y fue así que por primera vez Bakhita era tratada bien.

"Esta vez fui realmente afortunada - escribe Bakhita - porque el nuevo patrón era un hombre bueno y me gustaba. No fui maltratada ni humillada, algo que me parecía completamente irreal, pudiendo llegar incluso a sentirme en paz y tranquilidad".

En 1884 Leganini se vio en la obligación de dejar Jartum, tras la llegada de tropas Mahdis. Bakhita se negó a dejar a su amo, y consiguió viajar con él y su amigo Augusto Michieli, a Italia.

La esposa de Michieli los esperaba en Italia, y sabiendo la llegado de varios esclavos, exigió uno, dándosele a Bakhita. Con su nueva familia, Bakhita trabajo de niñera y amiga de Minnina, hija de los Michieli.

En 1888 cuando la familia Michieli compró un hotel en Suakin y se trasladaron para allá, Bakhita decidió quedarse en Italia.

 

La conversión a la religión

Bakhita y Minnina ingresaron al noviciado del Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia, tras ser aconsejadas por las hermanas. Esta congregación fue fundada en 1808 con el nombre de Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia, pero son más conocidas como Hermanas de Canossa.

Recién llegada, en el Instituto, Bakhita conoció al Dios de los cristianos y fue así como supo que "Dios había permanecido en su corazón" y le había dado fuerzas para poder soportar la esclavitud, "pero recién en ese momento sabía quién era". Recibió el bautismo, primera comunión y confirmación al mismo tiempo, el 9 de enero de 1890, por el Cardenal de Venecia. En este momento, tomó el nombre cristiano de Josefina Margarita Afortunada.

"¡Aquí llego a convertirme en una de las hijas de Dios!", fue lo que manifestó en el momento de ser bautizada, pues se dice que no sabía cómo expresar su gozo. Ella misma cuenta en su biografía que mientras estuvo en el Instituto conoció cada día más a Dios, "que me ha traído hasta aquí de esta extraña forma".

La Señora de Michieli volvió de Sudán a llevarse a Bakhita y a su hija, pero con un gran coraje, Bakhita se negó a ir y prefirió quedarse con las Hermanas de Canossa. La esclavitud era ilegal en Italia, por lo que la señora de Michieli no pudo forzar a Bakhita, y es así como permaneció en el Instituto y su vocación la llevó a convertirse en una de las Hermanas de la Orden el 7 de diciembre de 1893, a los 38 años de edad.

 

Bakhita, la religiosa

Fue trasladada a Venecia en 1902, para trabajar limpiando, cocinando y cuidando a los más pobres. Nunca realizó milagros ni fenómenos sobrenaturales, pero obtuvo la reputación de ser santa. Siempre fue modesta y humilde, mantuvo una fe firme en su interior y cumplió siempre sus obligaciones diarias.

 

Algo que le costó demasiado trabajo fue escribir su autobiografía en 1910, la cual fue publicada en 1930. En 1929 se le ordena ir a Venecia a contar la historia de su vida. Luego de la publicación de sus memorias, se convirtió en un gran personaje, viajando por todo Italia dando conferencias y recolectando dinero para la orden.

La salud de Bakhita se fue debilitando hacia sus últimos años y tuvo que postrarse a una silla de ruedas, la cual no le impidió seguir viajando, aunque todo ese tiempo fue de dolor y enfermedad. Se dice que le decía la enfermera: "¡Por favor, desatadme las cadenas… es demasiado!". Falleció el 8 de febrero de 1947 en Schio, siendo sus últimas palabras: "Madonna! Madonna!"

Miles de personas fueron a darle el último adiós, expresando así el respeto y admiración que sentían hacia ella. Fue velada por tres días, durante los cuales, cuenta la gente, sus articulaciones aún permanecían calientes y las madres cogían su mano para colocarla sobre la cabeza de sus hijos para que les otorgase la salvación. Su reputación como una santa se ha consolidado. Josefina ha sido recordada y respetada como Nostra Madre Moretta, en Schio.

 

De esclava a santa

Fue santificada por el pueblo, por lo que en 1959 la diócesis local comenzó las investigaciones para encontrarla venerable. Todo salió muy bien y fue así como el 1 de diciembre de 1978 fue declarada Venerable. Por tanto, el proceso para declararla santa empezó con gran auge y el 17 de mayo de 1992 fue beatificada por Juan Pablo II junto a San Josemaría Escrivá y se declaró día oficial de culto el 8 de febrero.

 

En la ceremonia de beatificación, el Santo Padre reconoció el gran hecho de que transmitiera el mensaje de reconciliación y misericordia.

Ella misma declaró un día: "Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa".

S.S. Juan Pablo II la canonizó el 1 de octubre del 2000. Lo cual, para los católicos africanos es un gran símbolo que era necesario, para que así los cristianos y las mujeres africanas sean honradas por lo que sufrieron en momentos de esclavitud.

Verdaderamente, Bakhita es la santa africana y la historia de su vida es la historia de un continente, válida para los católicos, protestantes, musulmanes o seguidores de cualquier otro tipo de religión tradicional. Su espiritualidad y fuerza la han convertido en Nuestra Hermana Universal, como la llamó el Papa.

(aciprensa)

   

 

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