miércoles, 11 de mayo de 2022

Párate un momento: El Evangelio del dia 13 - DE MAYO – VIERNES – 4 – SEMANA DE PASCUA – C – Bienaventurada Virgen María de Fátima

 

 


13 - DE MAYO – VIERNES –

4 – SEMANA DE PASCUA – C –

Bienaventurada Virgen María de Fátima

 

    Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (13,26-33):

 

EN aquellos días, cuando llegó Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga:

«Hermanos, hijos del linaje de Abrahán y todos vosotros los que teméis a Dios: a nosotros se nos ha enviado esta palabra de salvación. En efecto, los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni entendieron las palabras de los profetas que se leen los sábados, pero las cumplieron al condenarlo. Y, aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y, cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. También nosotros os anunciamos la Buena Noticia de que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo:

“Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy”».

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 2,6-7.8-9.10-11

 

    R/. Tu eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy

 

«Yo mismo he establecido a mi Rey

en Sión, mi monte santo».

Voy a proclamar el decreto del Señor;

él me ha dicho: «Tú eres mi Hijo:

yo te he engendrado hoy. R/.

 

Pídemelo:

te daré en herencia las naciones,

en posesión, los confines de la tierra:

los gobernarás con cetro de hierro,

los quebrarás como jarro de loza». R/.

 

Y ahora, reyes, sed sensatos;

escarmentad, los que regís la tierra:

servid al Señor con temor,

rendidle homenaje temblando. R/.

 

    Lectura del santo evangelio según san Juan (14,1-6):

 

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».

Tomás le dice:

«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».

Jesús le responde:

«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí».

 

Palabra del Señor

 

1.  Cuando terminó la cena de despedida, en la que se mezclaron la cercanía humana (Jesús como esclavo lavando los pies y el mandamiento del amor) y la tensión violenta de los trágicos anuncios de la traición de Judas y la negación de Pedro, Jesús inicia un largo discurso. Y lo primero que les dice es que no toleren la inquietud, la turbación, las perturbaciones del corazón (mé talasses-zo ymon hé kardía). Solo así, se puede vivir "en calma".

La conmoción de nuestra intimidad más profunda (corazón) nos hace sufrir inútilmente y nos roba los mejores sentimientos: la esperanza, la ilusión y hasta las ganas de vivir.

 

2.  Jesús les dice que no les abandona para siempre. Todo lo contrario: les va a preparar un sitio (tópos) en la casa del Padre común de todos los humanos. Y será el mejor sitio de la casa. El sitio en que van a estar junto a Jesús.

Se trata de un lenguaje. Porque cuando se trasciende la historia, ya no hay espacios, ni tiempos, ni casas. Solo habrá lo que es específicamente humano: la cercanía humana de quien nos quiere y a quien queremos.

 

3.  Cuando Jesús es la meta de los más nobles anhelos, por eso mismo es también el camino para alcanzar esos anhelos. 

Cuando anhelamos estar siempre con alguien, ese deseo, mantenido siempre, es el camino para lograr la presencia y la intimidad que nunca acaban. Pero es claro que esto no se improvisa cuando notamos que se nos acerca el final de esta vida.

El deseo sincero de identificarnos con Jesús nos tiene que acompañar largos años. Para que se haga vida en nuestra vida.

 

Bienaventurada Virgen María de Fátima

 



 

El 13 de mayo de 1917, la Virgen María se aparece por primera vez en Cova de Iría, cerca de Aljustrel (Portugal), a tres pequeños pastores: Jacinta, Francisco Marto y su prima Lucía, que tomó el hábito ­carmelitano.

En Fátima, el mensaje de María invita a los fieles a interceder por la conversión de los corazones y a rezar el rosario para que venga la paz. Este lugar atrae, al igual que Lourdes, numerosos peregrinos.

 

Historia de Bienaventurada Virgen María de Fátima

 

Desde el 13 de mayo de 1917 la Stma. Virgen María se apareció en seis ocasiones en Fátima (Portugal) a tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta. En un hermoso libro titulado "Memorias de Lucía" (cuya lectura recomendamos) la que vio a la Virgen cuenta todos los detalles de esas apariciones.

El 13 de mayo se produjo el siguiente diálogo: - ¿De dónde es su merced? - Mi patria es el cielo.

¿Y qué desea de nosotros? - Vengo a pedirles que vengan el 13 de cada mes a esta hora (mediodía). En octubre les diré quién soy y qué es lo que quiero.

¿Y nosotros también iremos al cielo? - Lucía y Jacinta sí.

¿Y Francisco?

Los ojos de la aparición se vuelven hacia el jovencito y lo miran con expresión de bondad y de maternal reproche mientras va diciendo: - El también irá al cielo, pero antes tendrá que rezar muchos rosarios. Y la Stma. Virgen continuó diciéndoles:

¿Quieren ofrecerse al Señor y estar prontos para aceptar con generosidad los sufrimientos que Dios permita que les lleguen y ofreciéndolo todo en desagravio por las ofensas que se hacen a Nuestro Señor?

Sí, Señora, queremos y aceptamos.

Con un gesto de amable alegría, al ver su generosidad, les dijo:

Tendrán ocasión de padecer y sufrir, pero la gracia de Dios los fortalecerá y asistirá.

 

Segunda aparición: 13 de Junio de 1917.

La Stma. Virgen les dice a los tres niños: "Es necesario que recen el rosario y aprendan a leer".

Lucía le pide la curación de un enfermo y la Virgen le dice: "Que se convierta y el año entrante recuperará la salud".

Lucía le suplica: "Señora: ¿quiere llevarnos a los tres al cielo?".

Sí a Jacinta y a Francisco los llevaré muy pronto, pero tú debes quedarte aquí abajo, porque Jesús quiere valerse de ti para hacerme amar y conocer. El desea propagar por mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María.

¿Y voy a quedarme solita en este mundo?

¡No hijita! ¿Sufres mucho? Pero no te desanimes, que yo no te abandonaré. Mi corazón inmaculado será tu refugio y yo seré el camino que te conduzca a Dios.

 

Tercera aparición: 13 de julio de 1917.

Ya hay 4,000 personas. Nuestra Señora les dice a los videntes: "Es necesario rezar el rosario para que se termine la guerra. Con la oración a la Virgen se puede obtener la paz. Cuando sufran algo digan: ‘Oh Jesús, es por tu amor y por la conversión de los pecadores’". La Virgen abrió sus manos y un haz de luz penetró en la tierra y apareció un enorme horno lleno de fuego, y en él muchísimas personas semejantes a brasas encendidas, que levantadas hacia lo alto por las llamas volvían a caer gritando entre lamentos de dolor. Lucía dio un grito de susto. Los niños levantaron los ojos hacia la Virgen como pidiendo socorro y Ella les dijo:

¿Han visto el infierno donde van a caer tantos pecadores? Para salvarlos, el Señor quiere establecer en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María. Si se reza y se hace penitencia, muchas almas se salvarán y vendrá la paz. Pero si no se reza y no se deja de pecar tanto, vendrá otra guerra peor que las anteriores, y el castigo del mundo por sus pecados será la guerra, la escasez de alimentos y la persecución a la Santa Iglesia y al Santo Padre. Vengo a pedir la Consagración del mundo al Corazón de María y la Comunión de los Primeros Sábados, en desagravio y reparación por tantos pecados. Si se acepta lo que yo pido, Rusia se convertirá y vendrá la paz. Pero si no una propaganda impía difundirá por el mundo sus errores y habrá guerras y persecuciones a la Iglesia. Muchos buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá que sufrir mucho. Varias naciones quedarán aniquiladas. Pero al fin mi Inmaculado Corazón triunfará.

Y añadió Nuestra Señora: Cuando recen el Rosario, después de cada misterio digan: "Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia".

 

Cuarta aparición: Agosto 1917.

 

Cuarta aparición. Esta no fue posible el 13 de agosto, porque ese día el alcalde tenía prisioneros a los 3 niños intentando hacerlos decir que ellos no habían visto a la Virgen. Aunque el alcalde[ma1] [ma2]  no logró su propósito, la aparición sucedió unos días después.

La Stma. Virgen les dijo en la 4ª. Aparición: "Recen, recen mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Tienen que recordar que muchas almas se condenan porque no hay quién rece y haga sacrificios por ellas". (El Papa Pío XII decía que esta frase era la que más le impresionaba del mensaje de Fátima y exclamaba: "Misterio tremendo: que la salvación de muchas almas dependa de las oraciones y sacrificios que se hagan por los pecadores).

Desde esta aparición los tres niños se dedicaron a ofrecer todos los sacrificios posibles por la conversión de los pecadores y a rezar con más fervor el Rosario.

 

Quinto aparición: 13 de Septiembre 1917.

 

Ya hay unas 12,000 personas. Nuestra Señora les recomienda a los videntes que sigan rezando el Rosario y anuncia el fin de la guerra. Lucía le pide por varios enfermos. La Virgen le responde que algunos sí curarán, pero que otros no, porque Dios no se confía de ellos, y porque para la santificación de algunas personas es más conveniente la enfermedad que la buena salud. E invita a todos a presenciar un gran milagro el próximo 13 de octubre.

 

Sexta y última aparición. 13 de octubre de 1917.

 

En este día hay 70.000 personas. La aparición dice a los tres niños: "Yo soy la Virgen del Rosario. Deseo que en este sitio me construyan un templo y que recen todos los días el Santo Rosario".

Lucía les dice los nombres de bastantes personas que quieren conseguir salud y otros favores muy importantes. Nuestra Señora le responde que algunos de esos favores serán concedidos y otros serán reemplazados por favores mejores. Y añade: "Pero es muy importante que se enmienden y que pidan perdón por sus pecados".

Y tomando un aire de tristeza la Stma. Virgen dijo estas sus últimas palabras de las apariciones: QUE NO OFENDAN MÁS A DIOS QUE YA ESTÁ MUY OFENDIDO (Lucía afirma que, de todas las frases oídas en Fátima, esta fue la que más le impresionó).

La Stma. Virgen antes de despedirse señaló con sus manos hacia el sol y entonces los 70,000 espectadores presenciaron un milagro conmovedor, un espectáculo maravilloso, nunca visto: la lluvia cesó instantáneamente (había llovido desde el amanecer y era mediodía) las nubes se alejaron y el sol apareció como un inmenso globo de plata o de nieve, que empezó a dar vueltas a gran velocidad, esparciendo hacia todas partes luces amarillas, rojas, verdes, azules y moradas, y coloreando de una manera hermosísima las lejanas nubes, los árboles, las rocas y los rostros de la muchedumbre que allí estaba presente. De pronto el sol se detiene y empieza a girar hacia la izquierda despidiendo luces tan bellas que parece una explosión de juegos pirotécnicos, y luego la multitud ve algo que la llena de terror y espanto.

Ven que el sol se viene hacia abajo, como si fuera a caer encima de todos ellos y a carbonizarlos, y un grito inmenso de terror se desprende de todas las gargantas. "Perdón, Señor, perdón", fue un acto de contrición dicho por muchos miles de pecadores. Este fenómeno natural se repitió tres veces y duró diez minutos. No fue registrado por ningún observatorio astronómico porque era un milagro absolutamente sobrenatural.

Luego el sol volvió a su sitio y los miles de peregrinos que tenían sus ropas totalmente empapadas por tanta lluvia, quedaron con sus vestidos instantáneamente secos. Y aquel día se produjeron maravillosos milagros de sanaciones y conversiones.

Y nosotros queremos recordar y obedecer los mensajes de la Stma. Virgen en Fátima: "Rezar el Rosario. Hacer oración y sacrificios por la conversión de los pecadores y NO ofender más a Dios, que ya está muy ofendido".

 

Apariciones del Ángel de La Paz

 

Un tiempo antes de la manifestación de Nuestra Señora de Fátima, los niños Videntes, tuvieron tres apariciones de un Ángel. La primera tuvo lugar en la primavera de 1916 en la cueva "Loca de Cabeco". 

El Ángel les dijo: " No teman. Soy el Ángel de la Paz. Recen conmigo."

Luego se arrodillo en la tierra, se inclinó y dijo: "Mi Dios, Yo creo en ti, Yo te adoro y Yo te amo. Te pido perdón por todos aquellos que no creen, que no te adoran y no te aman."

Lo repitió tres veces, se levantó y le dijo a los pequeños "Recen de esta manera. Los corazones de Jesús y María están atentos a sus súplicas." Luego desapareció.

En la segunda aparición, entre otras cosas, el Ángel les dijo: "Yo soy el Ángel de su guardia, el Ángel de Portugal. Sobre todo, acepten y soporten con sumisión el sufrimiento que el Señor les envíe".

En la tercera aparición: El Ángel nuevamente se apareció en la cueva Loca de Cabeco, llevaba consigo un cáliz y sostuvo sobre él, una Hostia. Repitió tres veces esta oración:

"Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los tabernáculos del mundo, en acto de reparación por los sacrilegios, ultrajes e indiferencia por la cual Él Mismo es ofendido. Y mediante los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, yo le pido la conversión de los pobres pecadores."

Después le dio la Hostia a Lucía y ofreció el contenido del Cáliz a Jacinta y Francisco para que lo bebieran. Repitió la oración y se marchó.

Un observador de los hechos el Doctor Garrett, profesor de la Facultad de Ciencias de Coimbra, Portugal, relato lo sucedido así:

"El cielo, que había estado nublado todo el día, súbitamente se aclaró; la lluvia paró y parecía como si el sol estuviera a punto de llenar de luz el campo que la mañana invernal había vuelto tan lóbrego. Yo miraba el lugar de las apariciones en un estado sereno, aunque frío, en espera de que algo pasara, y mi curiosidad disminuía, pues ya había transcurrido bastante tiempo sin que pasara nada que llamara mi atención. Unos momentos antes, el sol se había abierto paso entre una capa gruesa de nubes que lo escondían y brillaba entonces clara e intensamente. De repente escuché el clamor de miles de voces, y vi a la multitud desparramarse en aquel vasto espacio a mis pies ... darle la espalda a aquel lugar, que hasta ese momento había sido el foco de sus expectativas, y mirar hacia el sol en la otra dirección. Yo también di la vuelta hacia el punto que atraía su atención y pude ver el sol, como un disco transparente, con su agudo margen, que brillaba sin lastimar la vista. No se podía confundir con el sol que se ve a través de una neblina (en ese momento no había neblina), pues no estaba velado ni opaco. En Fátima, el sol conservó su luz y calor, y se destacó claramente en el cielo, con un margen agudo, parecía una mesa de juego. Lo más sorprendente era que se podía mirar directamente al disco solar, sin que los ojos se lastimaran o se dañara la retina. Durante ese tiempo, el disco del sol no permaneció inmóvil, se mantuvo en un movimiento vertiginoso, pero no como el titilar de una estrella con todo su brillo, pues el disco giraba alrededor de sí mismo en un furioso remolino ...".

El Secreto de Fátima

 

Nuestra Señora de Fatima. En la tercera aparición la Santísima Virgen les contó un secreto a los Videntes, éste está dividido en tres partes, las dos primera han sido públicamente reveladas en el libro "Memorias de Lucía" en la década de 1940. Y son: La Visión del infierno, el anunció de una futura guerra, la petición de la Santísima Virgen sobre la Consagración de Rusia, como condición para la paz mundial y la práctica de la comunión de los primeros sábados.

La Tercera parte o Tercer Secreto: Se hizo público el 13 de mayo del 2000.

Lucía Dos Santos

 

Nació en Aljustrel, a casi 1 kilómetro de Fátima, Portugal. El 22 de marzo de 1907, hija de Antonio y María Rosa Dos Santos. Prima de Francisco y Jacinta. Desde la primera aparición de la Virgen tuvo que soportar muchos sufrimientos, porque era criticada y se dudaba de ella. Los sacerdotes de la parroquia de Fátima insinuaron que ella podría ser un "pequeño instrumento del demonio". Por todo esto la niña sentía mucho temor en regresar al lugar de las apariciones, pero pudo vencerlo ante el pedido de sus primos y regresó a la Cova de Iría, como la Santísima Virgen se lo había solicitado. Uno de sus mayores dolores fue cuando a Virgen le dijo que se llevaría muy pronto al Cielo a Francisco y a Jacinta y le expresó que ella permanecería en la tierra, para difundir la devoción al Corazón Inmaculado de María.

En 1921, Lucía fue enviada al convento de las Hermanas Doroteas de Villar en Oporto, por decisión del Obispo de Leiria, tenía entonces 14 años. En 1928, se convirtió en religiosa y en 1946, ingresó al convento de las Hermanas Carmelitas de Coimbra, Portugal. Tomo el nombre de María Lucía del Inmaculado Corazón, pero es más conocida como la Hermana Lucía. La Santísima Virgen María se manifestó a Lucía cuando ella era postulante, y le reveló la promesa de los Cinco Primeros Sábados, cinco años después, en Junio del 1929, tuvo la visión de la Trinidad, con la petición de la consagración de Rusia.

 

Beato Francisco Marto

 

Videntes de Fátima. Nació en Aljustrel, a casi 1 kilómetro de Fátima, Portugal. El 11 de junio de 1908, era hijo de Manuel y Olimpia de Jesús Marto, hermano de Jacinta y primo de Lucía.

Cuando ocurrieron los acontecimientos de Fátima, éste pequeño tenía nueve años.

Durante de la primera aparición, Lucía preguntó si Francisco iría al Cielo, y la Señora contesto: "Sí, va a ir al Cielo, pero tendrá que rezar muchas veces el Rosario."

Después de las apariciones Francisco mostraba poco interés en ir a la escuela, frecuentemente les decía a Lucía y a Jacinta al momento de aproximarse al colegio: "Sigan, que yo voy a ir a la iglesia a hacerle compañía al Jesús escondido" (ésta expresión se refiere al Santo Sacramento).

A fines de 1918, Francisco y su hermanita, enfermaron gravemente por una epidemia de bronconeumonía y el 4 de abril de 1919, el niño falleció. Lucía escribió en su libro "Memorias... " al narrar sobre su primo: "Voló al Cielo en los brazos de Nuestra Madre Celestial."

 

Beata Jacinta Marto

 

También nació en Aljustrel, a casi un kilómetro de Fátima, Portugal. El 11 de marzo de 1910. Era hija de Manuel y Olimpia de Jesús Marto, hermana de Francisco y prima de Lucía.

Cuando ocurrieron los sucesos de Fátima, tenía siete años, era la menor de los tres niños. Jacinta después de haber tenido la visión del infierno, se ofreció completamente a la salvación de las almas.

Poco tiempo después de las apariciones enfermo, primero junto su hermano en la epidemia de bronconeumonía, después se le declaró una pleuresía purulenta, luego de dos meses de internación la llevaron nuevamente a su hogar, pero los médicos encontraron que tenía una inflamación abierta y ulcerosa en el pecho. Más tarde le diagnosticaron tuberculosis. Fue internada en el hospital de Lisboa en donde la Santísima Virgen se le apareció en varias oportunidades. Jacinta en su agonía ofrecía sus sufrimientos por los pecadores. Falleció en la noche del 20 de febrero de 1920.

Francisco y Jacinta Martos estuvieron enterrados en el cementerio municipal de Fátima, hasta que los trasladaron a la Basílica de Nuestra Señora a principios de la década de 1950.

Los Cinco Primeros Sábados

 

El 10 de diciembre de 1925, Lucía era postulante en el Convento de las Doroteas en España, cuando de repente tuvo la manifestación de la Virgen María y del Niño Jesús.

 

Nuestra Señora le habló así:

 

"Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas, que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos que durante cinco meses en el primer sábado se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, reciten el Rosario y hágame compañía durante 15 minutos, al mismo tiempo mediten sobre los quince misterios del Rosario, con un espíritu de expiación, que Yo les prometo asistirlos a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación de sus almas."

Párrafo de una carta que escribió la Hermana Lucía en 1927, acerca de la devoción expiatoria de los cinco sábados al Corazón Inmaculado de María:

"La devoción consiste en esto: Durante cinco meses, el Primer Sábado, recibir a Jesús en la Comunión, recitar el Rosario, hacerle compañía a Nuestra Señora durante quince minutos mientras se medita sobre los misterios del Rosario y confesarse. La confesión puede hacerse unos días antes, y si en esta confesión previa usted ha olvidado la intención (obligatoria), se puede ofrecer la siguiente intención, siempre y cuando uno reciba la Santa Comunión en estado de gracia el primer Sábado, con el propósito de expiar las ofensas contra la Santísima Virgen y que afligen Su Inmaculado Corazón."

 

La Visión de la Trinidad

 

El 13 de Junio de 1929, en Tuy, España, Lucía tuvo una visión que representaba a la Santísima Trinidad.

La Hermana Lucía habló así acerca de lo sucedido: "...entendí que era el Misterio de la Santa Trinidad que se me enseñó, y yo recibí luces acerca de este misterio, que no se me permite revelar".

En ese instante Nuestra Señora le dijo: "el momento ha llegado para que Dios le pida al Santo Padre que lleve a cabo, en unión de todos los obispos del mundo, la consagración de Rusia a Mi Inmaculado Corazón. De esta manera, El promete salvar a Rusia."

 

La Basílica

 

Fue iniciada en 1928 y consagrada el 7 de Octubre de 1953. Tiene quince altares que corresponden a las quince decenas del Rosario en honor de Nuestra Señora, quien en ese lugar declaró:

 

"Yo soy la Señora del Rosario". EL edificio está construido de piedra caliza sólida, y tiene una torre de 65 metros. Las tumbas de Francisco y Jacinta, están ubicadas detrás del Altar Mayor. El cuadro del altar mayor simboliza el mensaje de Nuestra Señora a los niños, preparados por el Ángel de Portugal, por medio del encuentro con Jesús en la Eucaristía. Los vitrales representan escenas de las apariciones y algunas invocaciones de la Letanía de la Virgen. El órgano, fue instalado en 1952, tiene cerca de 12 mil tubos.

En la entrada del Santuario, por la parte sur de la Rectoría, se encuentra, un monumento inaugurado el 13 de agosto de 1994, que contiene una porción del Muro de Berlín, demolido a partir del 9 de Noviembre de 1989.

 

La Capilla

 

Fue el primero edificio construido en Cova de Iría, y es precisamente el lugar de las apariciones de Nuestra Señora. Hay una columna de mármol sobre la cual está colocada la Imagen de Virgen.

Está compuesto por 15 capillitas, catorce recordando la Pasión del Señor y una décima quinta por su Resurrección. El Vía Crucis comienza en la rotonda de Santa Teresa y recorre parte del camino entre Aljutrel y el lugar de las apariciones en Cova de Iría.

Por debajo del Calvario hay una Capilla dedicada a San Esteban. Las primeras 14 estaciones, fueron inauguradas el 12 de Mayo de 1964, la 15ª, el 13 de octubre de 1992.

Monumento del Sagrado Corazón de Jesús: Se eleva en el centro de la plaza y sobre un pozo, cuya agua ha sido el medio de muchas gracias.

Fechas importantes después del milagro de Fátima:

 

28 de abril de 1919: Comienza la Construcción de la Capillita.

13 de octubre de 1921: Se permite por primera vez celebrar la Santa Misa.

3 de mayo de 1922: El Obispo de Leiría, manda instaurar el proceso canónico, sobre los acontecimientos de Fátima.

10 de diciembre de 1925: Lucía era postulante en el Convento de las Doroteas en España, cuando tuvo la manifestación de la Virgen María y del Niño Jesús.

13 de Junio de 1929, Tuy, España: Lucía tuvo una visión que representaba a la Santísima Trinidad.

13 de octubre de 1930: El Obispo de Leiria declara, dignas de fe las apariciones y autoriza el culto de Nuestra Señora de Fátima.

13 de mayo de 1931: Se consagra por primera vez a Portugal, al Inmaculado Corazón de María.

31 de octubre de 1942: Pío XII, hablando en portugués por la radio, consagra el mundo al Inmaculado Corazón de María.

2 de enero de 1944: La hermana Lucía puso por escrito la tercera parte del Secreto de Fátima.

13 de mayo de 1946: La Imagen de Nuestra Señora de Fátima de la capillita es coronada por el Cardenal Marsella.

21 de noviembre de 1964: El Papa Pablo VI, cuando clausura la tercera sesión del Concilio Ecuménico, anuncia, la concesión de la Rosa de Oro al Santuario de Fátima, la que entregaría el Cardenal Cento, el día 13 de mayo de 1965.

13 de mayo de 1967: S.S. Pablo VI, viaja a Fátima en el cincuentenario de la primera aparición de Nuestra Señora.

12 y 13 de mayo de 1982: S.S. Juan Pablo II viaja a Fátima como peregrino, para agradecer el haber sobrevivido del brutal atentado, sufrido un año antes en la plaza de San Pedro y consagra a la Iglesia, a los hombres y a los pueblos, al Inmaculado Corazón de María.

25 de marzo de 1984: En la plaza de San Pedro en Roma, delante de la Imagen de la Virgen, Juan Pablo II consagra una vez más, el mundo, al Inmaculado Corazón de María, en unión con todos los Obispos del Mundo.

12 y 13 de mayo de 1991: El Santo Padre Juan Pablo II, vuelve a Fátima por segunda vez, como peregrino, en el décimo aniversario de su atentado.

13 mayo de 2000: El Santo Padre preside la ceremonia de beatificación de Jacinta y Francisco Marto.

 

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