20 - DE
ENERO – LUNES –
2ª-
SEMANA DE T.O. – C
San Fabián, papa y San Sebastián, mártires
Lectura de la carta a los Hebreos (5,1-10):
TODO sumo
sacerdote, escogido de entre los hombres, está puesto para representar a los
hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.
Él puede comprender a los ignorantes y
extraviados, porque también él está sujeto a debilidad. A causa de ella, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados,
como por los del pueblo. Nadie puede
arrogarse este honor sino el que es llamado por Dios, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino
que la recibió de aquel que le dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado
hoy»; o, como dice en otro pasaje: «Tú eres sacerdote para siempre según el
rito de Melquisedec».
Cristo, en los días de su vida mortal, a
gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de
la muerte, siendo escuchado por su piedad filial. Y, aun siendo Hijo, aprendió,
sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se convirtió, para todos
los que lo obedecen, en autor de salvación eterna, proclamado por Dios sumo
sacerdote según el rito de Melquisedec.
Palabra de Dios
Salmo: 109,1.2.3.4
R/. Tú eres sacerdote eterno, según el rito
de Melquisedec
V/. Oráculo del Señor a mi Señor: «Siéntate a
mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies». R/.
V/. Desde Sión extenderá el Señor el poder de
tu cetro: somete en la batalla a tus
enemigos. R/.
V/. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te
engendré, desde el seno, antes de la aurora». R/.
V/. El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: «Tú eres
sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec». R/.
Lectura del santo evangelio según san Marcos
(2,18-22):
EN aquel
tiempo, como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vinieron
unos y le preguntaron a Jesús:
«Los discípulos de Juan y los discípulos de
los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?».
Jesús les contesta:
«¿Es que pueden ayunar los amigos del esposo,
mientras el esposo está con ellos? Mientras el esposo está con ellos, no pueden
ayunar.
Llegarán días en que les arrebatarán al
esposo, y entonces ayunarán en aquel día.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a
un manto pasado; porque la pieza tira del manto —lo nuevo de lo viejo— y deja
un roto peor.
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos;
porque el vino revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino
nuevo, odres nuevos».
Palabra del Señor
1.-
Con Jesús empieza todo. En él queda cumplida y superada la
Antigua Alianza. Con él todo acaba y todo empieza. Su mensaje consiste en una
llamada a la renovación, a no perderse en añoranzas del pasado, sino a vivir en
alegría el tiempo presente con la esperanza del futuro. Con Jesús ha llegado la
plenitud de los tiempos y todo lo creado debe ser medido y valorado con
relación a él.
Cristo es el Sumo Sacerdote que se hizo
obediente para destruir el pecado de desobediencia. Por ello se ha convertido
en autor de salvación para todos los que le obedecen. Y ha sido declarado
“pontífice” entre Dios y los hombres.
La
presencia del Sumo Sacerdote en el mundo significa la renovación total. Se
trata de una nueva vida orientada hacia Dios. La medida de las cosas, su valor,
no la dan los ritos, ni las tradiciones, ni cosa alguna creada por el hombre,
sino el Hijo de Dios encarnado. El es la medida de todo. La nueva forma de vida
consiste en imitarle a él. Este puente entre Dios y los hombres es como la
unión nupcial entre Dios y la humanidad. Cristo es comparado al esposo. La
humanidad está de fiesta.
2.- Los
discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban. Si los discípulos de Jesús
no ayunan es porque esta unión con Dios, a la que aspira toda la humanidad, ya
se ha realizado. Está realizada en la persona de Jesús. Por eso, no es el
momento de ayunar y entristecerse como si estuviéramos aún lejos de Dios, sino
de celebrarlo y alegrarse. El novio está ya entre nosotros. La unión de Dios
con nuestra pobre humanidad ya está realizada.
Estas palabras de Jesús nos invitan a pasar
de una religión de prácticas humanas, muy dignas de respeto, a una religión de
unión personal con el Hijo de Dios, a una religión centrada en el conocimiento
de la persona de Jesús y en un deseo de parecernos cada vez más a Él en nuestra
forma concreta de vivir. Esta unión con el Hijo de Dios es lo que celebramos
sacramentalmente en la Eucaristía.
San Fabián, papa y San Sebastián, mártires
San
Fabián, Sumo Pontífice (250)
Fue Sumo Pontífice del año 236 al 250, por 14
años.
Jesús es bajado de la Cruz. El historiador
Eusebio cuenta que, al morir el Papa San Antero, el clero de Roma se reunió
junto con los fieles creyentes, para elegir al nuevo Papa, y que estando allí
reunidos, vieron descender una paloma sobre la cabeza de Fabián. No habían
pensado elegirlo a él porque todavía no era sacerdote. Pero ante esta señal, lo
eligieron, y fue ordenado sacerdote y consagrado obispo. San Cipriano dijo de
él: "Fue un hombre muy santo, y la gloria de su martirio correspondió a la
gran pureza de su vida". El emperador Decio ordenó en el 250 una terrible
persecución contra los cristianos y al primero que mandó matar fue al Papa San
Fabián.
San Sebastián, soldado
mártir. Año 300.
Transfiguración de nuestro
Señor. Se dice de él que entró a la vida militar para poder ayudar a los
cristianos que estaban prisioneros. Una vez un mártir estaba para desanimarse a
causa de las lágrimas de sus familiares, pero el militar Sebastián lo animó a
ofrecer su vida por Jesucristo, y así aquel creyente obtuvo el glorioso
martirio. Dicen los antiguos documentos que Sebastián era Capitán de la Guardia
en el Palacio Imperial en Roma, y aprovechaba ese cargo para ayudar lo más
posible a los cristianos perseguidos.
Pero un día lo denunciaron ante el emperador
por ser cristiano. Maximino lo llamó y lo puso ante la siguiente disyuntiva: o
dejar de ser cristiano y entonces ser ascendido en el ejército, o si persistía
en seguir creyendo en Cristo ser degradado de sus cargos y ser atravesado a
flechazos. Sebastián declaró que sería seguidor de Cristo hasta el último
momento de su vida, y entonces por orden del emperador fue atravesado a
flechazos. En Roma le levantaron desde muy antiguos tiempos una basílica en su
honor. Ha sido invocado por muchos siglos como su Patrono contra las flechas
envenenadas y para librarse de plagas y enfermedades. San Ambrosio pronunció
hermosos sermones acerca de San Sebastián. Es patrono de los arqueros, los
soldados y los atletas.
El nombre "Sebastián" significa:
"Digno de respeto. Venerable".
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