miércoles, 11 de noviembre de 2015

Párate un momento: Evangelio del día 12 DE NOVIEMBRE – JUEVES – XXXIIª - SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO San Josafat, Obispo





12 DE NOVIEMBRE – JUEVES –
XXXIIª -  SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
San Josafat, Obispo

Evangelio: Lc 17,20-25

   En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el Reino de Dios, Jesús les contestó: “El Reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el
Reino de Dios está dentro de vosotros”.   Dijo a sus discípulos: “Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo del Hombre y no podréis.
   Si os dicen que está aquí o está allí, no os vayáis detrás.   Como el fuego del relámpago, brilla de un horizonte a otro, y así será el Hijo del Hombre en su día.   Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta
generación”.

1.   A la pregunta de los fariseos, que seguramente pensaban en una manifestación portentosa del Reino de Dios, Jesús responde que “el Reino de Dios está dentro de vosotros”.    Frente a las ideas de la teología liberal del s. XIX, que presentaba el Reino de Dios como una realidad más allá de la historia (“meta-histórica”), desde A. Ritsch se presta la debida atención a estas palabras de Jesús: el Reino está “en vosotros” (entos ymón).    Es decir, el Reino de Dios es una realidad ética, que está ligada a la conducta humana.

2.   Por eso Jesús insiste en que el Reino de Dios no es una realidad aparatosa y espectacular.   No se ha de buscar en nada de eso, sino en la verdad de la vida honrada y justa de cada uno.   Porque, en definitiva, el “Reino de Dios” es “Dios”.   Encontrar el Reino (o Reinado) de Dios es encontrar a Dios.
  En la expresión “Reino de Dios”, la palabra “Dios” está en genitivo.   Se trata de un genitivo explicativo.   Es decir, el “reinado de Dios” nos explica dónde está y lo que podemos saber sobre Dios.   ¿Dónde está Dios, por tanto?  Donde se cura el mal y el dolor, donde se imparte felicidad a la gente,
donde se contagia bondad.   “Regnum Dei Deus est” = “el reino de Dios es Dios” (B. D. Chilton).   Y sabemos, por los evangelios, que el Reino está donde se da paz, alegría y felicidad.

3.   Por eso Jesús advierte que antes de la presencia del Reino él tendrá que pasar por el dolor y la humillación de la cruz.   La exigencia ética máxima es el motor de la presencia y la eficacia del Reino en este mundo.

San Josafat - Obispo Y Mártir Año 1623 –

La nación de Lituania es ahora de gran mayoría católica. Pero en un tiempo en ese país la religión era dirigida por los cismáticos ortodoxos que no obedecen al Sumo Pontífice. Y la conversión de Lituania al catolicismo se debe en buena parte a San Josafat. Pero tuvo que derramar su sangre, para conseguir que sus paisanos aceptaran el catolicismo.
Nació en 1580 en Volinia de padres pertenecientes a la nobleza rutena, y a la iglesia ortodoxa; Juan se formó en Vilna (la actual Lituania) en un periodo caracterizado por el intenso combate entre la Iglesia ortodoxa tradicional y la Iglesia Greco-Católica Bielorrusa de rito griego, los cuales, en el Concilio de Florencia (1451 - 1452), entraron en comunión con la Iglesia romana reconociendo al Papa con una jerarquía superior sobre los otros obispos.
Juan, decidiendo adherirse al credo de la Iglesia Greco-Católica Bielorrusa en el 1604 se hizo monje con el nombre de Josafat y entró al monasterio de la Santa Trinidad, de la Orden de San Basilio, situado en Vilna, donde, en el 1617, inició la reforma que llevó al nacimiento de la Orden Basiliana de San Josafat.
Se convirtió en sacerdote en el 1609; a pesar de que, decían sus contemporáneos, tenía un carácter reservado, se entregó a la predicación consiguiendo así un gran logro: en el 1617 fue hecho el primerarchimandrita de su monasterio y poco tiempo después, fue nombrado obispo de Polatsk, situado en la actual Bielorrusia.
Inició en la diócesis una serie de reformas para afirmar el credo de la Iglesia Greco-Católica: restauró completamente la catedral, compuso un catecismo para el pueblo y realizó innumerables visitas pastorales. En una de estas, mientras se encontraba en Vítebsk, fue rodeado de un grupo de cismáticos focianos, quienes lo golpearon hasta dejarlo sin sentido y lo arrojaron en un torrente de agua donde se ahogó. Fue canonizado por la Iglesia Católica en el 1867 y su memoria se celebra el 12 de noviembre, día de su martirio.



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