16
de Noviembre – LUNES –
XXXIIIª
– Semana del Tiempo Ordinario
-Santas
Margarita de Escocia y Gertrudis-
Evangelio: Lc 18,35-43
En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a
Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír
que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: “Pasa Jesús
Nazareno”.
Entonces gritó: “Jesús, hijo de David, ten
compasión de mí”. Los que iban delante
le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte:“Hijo de David,
ten compasión de mí”. Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo
cerca, le preguntó: “¿ Qué quieres que haga por
ti?”. Él
dijo: “Señor, que vea otra vez”. Jesús le contestó: ‘Recobra la vista, tu fe te
ha curado”. Enseguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios. Y todo
el pueblo al ver esto, alababa a Dios”.
1. Jesús se acerca ya a Jerusalén. Y antes de
llegar, en Jericó, le devuelve la vista a un ciego. Esta curación se relata
también en los otros sinópticos (Mc 10, 46-52; Mt 9, 27-31 y 20, 29-34).
Estamos ante un hecho que interesó vivamente a la Iglesia primitiva. Sin duda
porque indica que Jesús
hizo todo su camino,
hacia el conflicto y la muerte, aliviando sufrimientos, dando luz y vida a
quienes van por la vida sin posibilidad de ver la realidad que les rodea.
2. Además el relato termina diciendo que el
mendigo que recobró la vista y “todo el pueblo”, al ver lo que Jesús había
hecho, glorificaba y alababa a Dios. Como es bien sabido, la glorificación y la
alabanza a Dios son dos experiencias y dos manifestaciones fundamentales de la
religiosidad en casi todas las tradiciones religiosas de la humanidad. Pero lo
notable, en este caso, es que la gloria y la alabanza no se expresan en el
culto sagrado del templo, sino cuando la gente ve la alegría de quien se siente
liberado de sus limitaciones y sufrimientos.
3. ¿No tendríamos que pensar la religión de otra
manera y practicarla de forma distinta? Cada día que pasa, la gente es más
insensible al culto sagrado y a las ceremonias rituales de los templos. Y esto
ocurre de forma que, a medida que decrece el interés por lo sagrado, en esa
misma
medida se acentúa y
aumenta el interés por lo humano. Pues bien, si algo nos dejó claro Jesús, es
que Él vio que la gente (la de entonces y la de ahora) alaba a Dios en
experiencias que representan el desplazamiento de lo sagrado a lo humano.
SANTA MARGARITA
Reina de Escocia
(1046-1093) Patrona de Escocia
Reina de Escocia
(1046-1093) Patrona de Escocia
Margarita
era hija del rey San Eduardo. Luego de caer Inglaterra en poder de Guillermo el
Conquistador, Margarita y sus hermanos se refugiaron en Escocia, donde era rey
Malcon III, quien al reparar en las cualidades de la joven, se casó con ella,
convirtiéndose en Reina de Escocia. Durante su reinado, se dedicó ardorosamente
a las labores caritativas, especialmente con los más necesitados y pobres.
Tuvo seis hijos y dos hijas. Su esposo Malcon
III era cruel y rudo, pero la amabilidad de Margarita lo fue volviendo amable y
caritativo, tanto que él mismo le ayudaba a servir a los pobres que llegaban a
pedir alimentos. De los hijos de Margarita, dos llegaron a ser santos y tres
fueron reyes, y del esposo de una hija de ella, Enrique I, proviene la actual
familia real de Inglaterra.
Hizo numerosas donaciones que permitieron la
construcción de conventos y templos, y organizó una asociación de señoras para
dedicarse con ellas a tejer y bordar ornamentos para las parroquias. A sus
hijos los educó muy cuidadosamente en la religión católica y se esmeró porque
aprendieran muy bien el catecismo y la doctrina cristiana. En su casa y entre
la gente del pueblo hacía leer las vidas de santos, y puso bastante esmero y
énfasis en conseguir sacerdotes fervorosos y preparados para las parroquias.
Santa Margarita falleció el 16 de noviembre del
año 1093. Es recordada sobre todo por su admirable generosidad para con los
pobres y afligidos.
Santa Gertrudis la Grande
(+1301)
Fiesta 16 de Noviembre
Religiosa de clausura, virgen, vidente del Sagrado Corazón,
(+1301)
Fiesta 16 de Noviembre
Religiosa de clausura, virgen, vidente del Sagrado Corazón,
Santa Gertrudis la Grande (1256-1301(2)). Religiosa
benedictina alemana, de gran cultura filosófica y literaria, que destacó
por su don de contemplación. Una de los primeros apóstoles del Sagrado Corazón
de Jesús.
Del su libro de las Insinuaciones de la divina
piedad: Tuviste sobre mí designios
de paz y no de aflicción
Nació
el 6 de enero de 1256 en Eisleben (Turingia). A los cinco años de edad,
fue enviada a estudiar al monasterio benedictino de Helfta donde su
maestra, Santa Matilde, era
su hermana de sangre y abadesa. Las dos santas eran muy unidas en el amor al
Señor. Gertrudis era muy atractiva e inteligente. Con el tiempo tomó el
hábito en el mismo convento. Era amiga de Santa Mechtilde of Hackeborn
+1298, quien era de la misma comunidad y también tenía una especial
devoción al Corazón de Jesús.
Aun
antes que Nuestro Señor se apareciera a Santa Margarita María,
Santa Gertrudis la Grande tuvo una experiencia mística del Sagrado Corazón de
Jesús.
Santa
Gertrudis se adelantó a su tiempo en ciertos puntos, como la comunión
frecuente, la devoción a San José y la devoción al Sagrado Corazón. Con
frecuencia hablaba del Sagrado Corazón con Santa Matilde y se cuenta que en dos
visiones diferentes reclino la cabeza sobre el pecho del Señor y oyó los
latidos de su corazón.
Murió
el 17 de Noviembre del 1301
Se
discute si Santa Gertrudis fue benedictina o cisterciense ya que ambas órdenes
reclaman la pertenencia de su convento en aquella época y ambas veneran a Santa
Gertrudis.
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