domingo, 31 de enero de 2016

Párate un momento: Evangelio del día 1 DE FEBRERO – LUNES - Stª Brígida, abadesa




1 DE FEBRERO – LUNES -
Stª Brígida, abadesa
4a SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según san Mc 5, 1-20

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la orilla del lago en la región de los Gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en las tumbas, un hombre poseído de espíritu inmundo; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para domarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras. Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó a voz en cuello:
“¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús Hijo de Dios Altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes”. Porque Jesús le estaba diciendo: “Espíritu inmundo, sal de este hombre”.
Jesús le preguntó: “¿Cómo te llamas?” Él respondió: “Me llamo Legión, porque somos
muchos”. Y le rogaba con insistencia que no lo expulsara de aquella comarca. Había cerca una gran piara de cerdos hozando en la falda del monte. Los espíritus le rogaron: “Déjanos ir a meternos en los cerdos”. Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al lago y se ahogó en el lago. Los porquerizos echaron a correr y
dieron la noticia en el pueblo y en el campo. Y la gente fue a ver qué había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país. Mientras se marchaba, el endemoniado le pedía que lo admitiese en su compañía. Pero no se lo permitió, sino que le dijo: “Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia”. El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho.

1.   Este relato es importante. Así lo indica el hecho de que se encuentre repetido por Mateo y Lucas (Mt 8, 28-34; Lc 8, 26-39). Mientras que Marcos sitúa el suceso en la región de Gerasa, Mateo lo pone cerca de Gadara. Seguramente tiene razón Mateo, ya que Gerasa está a casi 60 Kms. del lago, mientras que Gadara se encuentra
a poca distancia. En cualquier caso, lo que parece seguro es que el episodio sucedió en una zona de gente rica, ya que sus habitantes tenían una fortuna en la enorme piara de cerdos, unos dos mil (Mc 5, 13).

2.   Lo que queda claro, en todo el episodio, es la extraña relación entre riqueza y muerte. Los demonios (las fuerzas del mal) llevan a la esclavitud y a la muerte (cementerio, sepulcros, autocastigo, cadenas...) y acaban hundiendo en la muerte a los cerdos, que se ahogan.
3.   Jesús hizo allí dos cosas: libró al hombre de los demonios y mató a los cerdos. O sea, Jesús dio vida a costa de acabar con la riqueza opulenta. Pero los ricos del lugar, al ver que aquello les costó su fortuna, le pidieron que se fuera de allí. Jesús no soporta lo que más apetecemos los que tanto soñamos con el dinero y el capital. Pero nosotros preferimos el capital, aunque cueste esclavitud y muerte.

Stª Brígida, abadesa

Santa Brígida de Kildare, Abadesa. Es sin
dudas la santa más conocida y veneradas de todos los santos irlandeses.
Nació en Faughart, en el Ulster , al norte de Irlanda , hacia el año 450, y es sin duda la más conocida y veneradas de todos los santos irlandeses ,siendo superado su culto solamente por el del propio San Patricio. Pero pese a su a su forma y culto, son pocos los pormenores que se conocen de su biografía. Se dice que siendo una jovencita se consagró a Dios en la virginidad y que recibió el velo de las vírgenes de Mano de San Melo, sobrino de San Patricio
Quiso vivir entregada a la divina contemplación y para ella se fabricó una celda debajo de un roble , que recibió el nombre de Kildare o celda bajo el roble. En esta celda llevó llevó una vida de extrema austeridad y penitencia, entregada solamente a la oración .
Pero otras mujeres se sintieron atraída por este género de vida y le pidieron permiso para seguir su ejemplo, lo que dio origen a una comunidad religiosa femenina. Esto se constituye en motivo de inspiración para otras fundaciones, y por toda Irlanda comienza a surgir monasterio cuya regla de vida calcada del de Kildare, lo que hace que la influencia de brigada se extienda por toda la Isla. Estos monasterios influyeron asimismo en toda la vida religiosa irlandesa y ello realzó el papel de Brigada en la vida católica del país. Hay muchas tradiciones referentes a Brígada que no tienen comprobación históricas y que sin dudas se inspiraron en este papel preponderante que la Santa llegó a tenerla a través de estos monasterios en toda Irlanda.

Características
Ella personalmente fue una mujer de un carácter excelente y gran necesidad, que le hizo estar abierta a las necesidades, tanto espirituales como temporales, de quienes se pusieron en contacto con ella y su monasterio. Venerada como madre espiritual por muchísimas religiosas, ya antes de morir era tenida por Santa.

Muerte

Por lo que no puedo extrañar que habiendo muerto el 1 de febrero de 1525, su culto apareciera y se extendiera enseguida. Pero no solamente por el país donde discurrió su vida. Su culto pasó a Inglaterra y a Escociay así mismo al continente, dedicándosela iglesias en Alemania y en Francia.
Enterrada inicialmente en Kildare, y su reliquias fueron llevadas a Pawnpatrick cuando la invasión danesa y sus restos descansaban junto a los de San Patricio. Estas reliquias fueron dispersadas cuando el rey Enrique VIII mandó suprimir el culto de las reliquias de las Santos .



sábado, 30 de enero de 2016

Párate un momento: evangelio del día 31 de enero – DOMINGO - IVª Semana del Tiempo Ordinario – C






31 de enero – DOMINGO -
IVª Semana del Tiempo Ordinario – C

1ª lectura: Jeremías 1, 4-5. 17-19

En los días de Josías, el Señor me dirigió la palabra:
"Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te constituí profeta de las naciones.
Tú cíñete los lomos: prepárate para decirles todo lo que yo te mande.
No les tengas miedo, o seré yo quien te intimide.
Desde ahora te convierto en plaza fuerte, en columna de hierro y muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y al pueblo de la tierra.
Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte - oráculo del Señor -».

SALMO RESPONSORIAL
R. Mi boca contará tu salvación, Señor.

·     A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, inclina a mí tu oído, y sálvame. R.
·     Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú, Dios mío, líbrame de la mano perversa. R.
·     Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me sostenías. R.
·     Mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación. Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R.

Segunda lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 31-13, 13

Hermanos:
Ambicionad los carismas mayores. Y aún os voy a mostrar un camino más excelente.
Si hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, no sería más que un metal que resuena o un címbalo que aturde.
Si tuviera el don de profecía y conociera todos los secretos y todo el saber; si tuviera fe como para mover montañas, pero no tengo amor, no sería nada.
Si repartiera todos mis bienes entre los necesitados; si entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me serviría.
El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, no presume, no se engríe; no es indecoroso ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.
Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no pasa nunca.
Las profecías, por el contrario, se acabarán; las lenguas cesarán; el conocimiento se acabará.
Porque conocemos imperfectamente e imperfectamente profetizamos; más, cuando venga lo perfecto, lo imperfecto se acabará.
Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre acabé con las cosas de niño.
Ahora vemos como en un espejo, confusamente; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es ahora limitado; entonces conoceré como he sido conocido por Dios.
En una palabra: quedan estas tres: la fe, la esperanza y el amor. La más grande es el amor.

EVANGELIO
Jesús, como Elías y Elíseo, no solo es enviado a los judíos

Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 21-30

En aquel tiempo, Jesús comenzó a decir en la sinagoga:
- «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír.»
Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían:
- «¿No es éste el hijo de José?»
Pero Jesús les dijo:
- «Sin duda me diréis aquel refrán: "Médico, cúrate a ti mismo"; haz también aquí, en tu pueblo, lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.»
Y añadió:
- «En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio.»
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se seguía su camino.

1.- Fracaso de Jesús en Nazaret.

Como en una serie de televisión, el evangelio de este domingo comienza recordando lo último contado en el anterior. Jesús ha leído en la sinagoga de Nazaret un texto de Isaías que proclama una buena noticia a los pobres, ciegos, prisioneros, oprimidos. Cuando termina, afirma: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír». ¿Cómo reaccionará el auditorio a estas palabras? Es lo que se cuenta en el evangelio de hoy, en el que podemos distinguir tres momentos: la reacción inicial del auditorio, un ataque desconcertante de Jesús, y la reacción final de los nazarenos.

2.- La reacción inicial del auditorio
En aquel tiempo, comenzó Jesús a decir en la sinagoga: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír».
 Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»    

            Aparte de leer a Isaías, Jesús no ha dicho prácticamente nada. Sin embargo, Lucas indica de inmediato la triple reacción de los presentes: aprobación, admiración y desconcierto. Al parecer, les gusta lo que han oído, pero no comprenden que lo diga alguien a quien conocen desde pequeño.

3.- Un ataque desconcertante de Jesús

            Si Jesús hubiera sido un político, habría aprovechado la ocasión para ganarse más aún al auditorio, solventando las posibles dudas sobre su autoridad. Sabe lo que esperan de él: no que lea textos de la Biblia sino que haga milagros. Le bastaría realizar algunos parecidos a los que ha hecho en Cafarnaúm para que todos le aplaudan y crean en él.
            Sin embargo, se niega a ello e incluso adopta una postura agresiva. Sin que los nazarenos hayan dado motivo, Jesús da por supuesto que lo van a rechazar. No se basa en nada concreto que hayan hecho o dicho, sino en un proverbio: “Ningún profeta es bien mirado en su tierra”. En consecuencia, tampoco él mira bien a los nazarenos y no hará allí ningún milagro. Igual que Elías fue enviado por Dios a ayudar a una viuda fenicia, y Eliseo a un leproso sirio, él también se siente enviado a los paganos.

Y Jesús les dijo: - «Sin duda me recitaréis aquel refrán: "Médico, cúrate a ti mismo"; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm.» Y añadió: «Os aseguro ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel habla muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos habla en Israel en tiempos del profeta Elíseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.»

4.- Reacción final de los nazarenos

            ¿Cuál sería la reacción lógica de los nazarenos? Levantarse e irse de la sinagoga, soltando probablemente bastantes maldiciones contra Jesús. Sin embargo, lo que cuenta Lucas es mucho más fuerte:

Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo.

5.- Un relato desconcertante

            Cuando se lee con atención el relato de Lucas surgen varias preguntas:
            ¿Por qué adopta Jesús una postura tan agresiva?
            ¿Por qué da por supuesto que lo van a rechazar?
            ¿Por qué compara su actitud con la de Elías y Eliseo, enviados a los paganos, cuando reconoce haber hecho milagros en Cafarnaúm, que no es una ciudad pagana sino israelita?
            ¿Por qué reaccionan los nazarenos de forma tan terrible, queriendo matarlo?
            Para responder a estas preguntas conviene recordar cómo cuenta Marcos la visita de Jesús a Nazaret.

6.- La versión de Marcos

            Marcos cuenta la visita de forma muy distinta. Jesús ya es bastante conocido cuando vuelve a Nazaret con sus discípulos. Y ocurre lo siguiente:

“Un sábado se puso a enseñar en la sinagoga. Muchos al escucharlo comentaban asombrados: ¿De dónde saca éste todo eso? ¿Qué clase de sabiduría se le ha dado? Y, ¿qué hay de los grandes milagros que realiza con sus manos? ¿No es éste el artesano, el hijo de María, el hermano de Santiago y José, Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas? Y esto lo sentían como un obstáculo. Jesús les decía: “A un profeta sólo lo desprecian en su tierra, entre sus parientes y en su casa”. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo sanar a unos pocos enfermos a quienes impuso las manos. Y se asombraba de su incredulidad.”

            Las diferencias son claras. En Marcos, la reacción del auditorio no es de aprobación, admiración y desconcierto, sino de desconcierto y rechazo. Entonces es cuando Jesús recuerda que “a un profeta solo lo desprecian en su tierra”. Pero nadie intenta matarlo. Simplemente, no creen en él ni en su poder. Y Jesús se admira de su incredulidad.

7.- Nazaret como símbolo

            ¿Por qué ha escrito Lucas un relato tan distinto? Porque él no ha pretendido contar lo ocurrido, sino convertir la visita de Jesús a Nazaret en símbolo de la relación de Jesús con el pueblo judío y con los paganos.
            Para ello, lo primero que hace es comenzar la actividad de Jesús con esta visita. Mientras Mateo y Marcos dicen que Jesús comenzó predicando por los pueblos y aldeas de Galilea, sin concretar cuáles, Lucas nos sitúa en la sinagoga de Nazaret. Sabe que Jesús no fue aceptado por los nazarenos, ni tampoco por su familia, que lo consideraba medio loco. Recoge y lleva al límite ese rechazo, convirtiéndolo en símbolo de la oposición de la mayor parte del pueblo judío, que terminó provocando su muerte.
            En el Nuevo Testamento se indican distintos motivos por los que Jesús entró en conflicto con las autoridades judías: por no observar el sábado, por ser un peligro desde el punto de vista político… En el relato de Lucas, el motivo principal de conflicto es el nacionalismo de los que quieren un Mesías al servicio exclusivo de Israel, mientras que Jesús se ve enviado a toda la humanidad. Pero nadie debe escandalizarse de eso, mucho menos los judíos: también Elías y Eliseo fueron enviados por Dios a los paganos en unos momentos en que los israelitas estaban muy necesitados de ayuda.

La primera lectura (Jeremías 1,4-5. 17-19)

            Ha sido elegida como prueba de que “ningún profeta es bien visto en su tierra”. Al contrario, encuentra la oposición de los más diversos estamentos del país: reyes, príncipes, sacerdotes, grandes propietarios (el término “gente del campo” fue cambiando de sentido, pero parece que aquí se refiere a los propietarios de grandes fincas).

En los días de Josías, recibí esta palabra del Señor:
«Antes de formarte en el vientre, te escogí;
antes de que salieras del seno materno, te consagré:       te nombré profeta de los gentiles.
Tú cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando.
No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos.
Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá,
frente a los sacerdotes y la gente del campo.
Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.»
            Oráculo del Señor.

            Las palabras finales coinciden muy bien con el final del evangelio, donde Jesús pasa serenamente entre quienes intentan matarlo y se aleja. Con una gran diferencia: Jeremías se verá libre gracias a la compañía de Dios; Jesús tiene en sí mismo el poder para enfrentarse al enemigo. Cuando muera será porque él lo acepta libremente.

Pregunta final


            ¿No nos parecemos demasiado los cristianos a los nazarenos de Lucas? ¿No somos demasiado exclusivistas al hablar de la salvación de Dios?

viernes, 29 de enero de 2016

Párate un momento: Evangelio del día 30 DE ENERO – SÁBADO - Santa Martina





30 DE ENERO – SÁBADO -
Santa Martina 
3ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según san Mc 4, 35-41

Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: “Vamos a la otra orilla”. Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; y otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron, diciéndole: “Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?”. Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: “¡Silencio, cállate!”. El viento cesó y vino una gran calma. Les dijo: “¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?”. Se quedaron espantados y se decían unos a otros: “Pero, ¿quién es este?  ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!”.

1.   Cuando se leen relatos como el que nos encontramos aquí, resulta inevitable la pregunta que se refiere a si lo que se cuenta en este episodio es un hecho histórico; o si no será, más bien, una forma de exaltar y enaltecer a Jesús, para presentarlo como verdadero Dios presente en Jesús. Esta pregunta suele llevar a muchos lectores de los evangelios a la duda, la incredulidad o sencillamente al abandono de la
religión. Por eso vendrá bien recordar que las historias de milagros, en la literatura antigua, eran una forma literaria, que se usaba en aquellos tiempos para explicar cómo “lo trascendente” se hace visible y tangible en “lo inmanente”. Los evangelios no son libros de religión. Son libros que contienen un mensaje religioso. Y lo que importa es el mensaje que nos transmite el relato que tenemos presente.

2.   En este episodio de la tempestad calmada, se trata obviamente de un “mil de salvamento” Ci. P. Meier, G. Theissen). Que viene a decir que, a veces, superamos situaciones o salimos de peligros que humanamente parecen no tener explicación. La finalidad de este tipo de relatos está en decirnos que nunca es bueno darse por
perdidos. Porque, a veces, intervienen en nuestras vidas fuerzas que humanamente
no tienen solución.

3.   Nunca sabremos explicar con seguridad si, en tantas ocasiones, lo que ocurre es que Dios interviene en favor nuestro. O más bien, lo que aquí se nos quiere decir es que hemos de ser personas que, como Jesús, dan seguridad, ofrecen protección y garantizan que estaremos dispuestos a sacar a los demás de las peores situaciones de peligro o amenaza. Eso es la fe: dar seguridad, ofrecer protección, hacer que los demás se sientan seguros cuando estamos unidos de verdad.


Santa Martina

  
La historia de esta joven santa comienza por su tumba, 1400 años después de su martirio; es decir, cuando en 1634 el activísimo Urbano VIII, empeñado en lo espiritual en la contrareforma católica, y en lo material en la restauración de famosas iglesias romanas, descubrió las reliquias de la mártir, les propuso a los romanos la devoción a Santa Martina y fijó la celebración para el 30 de enero. El mismo compuso el elogio con el himno: “Martinae celebri plaudite nomini, Cives Romulei, plandite gloriae”, que era una invitación a honrar a la santa en la vida inmaculada, en la caridad ejemplar y en el valiente testimonio que demostró a Cristo con su martirio.
Son pocas las noticias históricas. La más antigua es del siglo VI, cuando el Papa Onorio le dedicó una iglesia en Roma. Quinientos años después, al hacer excavaciones en esta iglesia, se encontraron efectivamente las tumbas de tres mártires. En el siglo VIII ya se celebraba la fiesta de la santa. No se sabe nada más, y por eso es necesario buscar noticias en una Passio legendaria. Según esta narración, Santa Martina era una diaconisa, hija de un noble romano. Debido a su abierta profesión de fe, la arrestaron y la llevaron al tribunal del emperador Alejandro Severo (222-235). Este príncipe semi-oriental, abierto a todas las curiosidades, hasta el punto de incluir a Cristo entre los dioses venerados en la familia imperial, fue muy tolerante con los cristianos y su gobierno marcó un fructuoso paréntesis de calma respecto de la Iglesia, que en ese tiempo logró una gran expansión misionera.
El autor de la Passio ignora todo esto, y hace más bien una lista de las atroces tortures con que el emperador martirizó a la santa. Cuenta que cuando Martina fue llevada ante la estatua de Apolo, la convirtió en pedazos y ocasionó un terremoto que destruyó el temple y mató a los sacerdotes del dios.
El prodigio se repitió con la estatua y el templo de Artemidas. Todo esto hubiera debido hacer pensar a sus perseguidores; pero no, se obstinaron más y sometieron a la jovencita a crueles tormentos, de los que salió siempre ilesa. Entonces resolvieron cortarle la cabeza con una espada, y su sangre corrió a fertilizar el terreno de la Iglesia romana.


jueves, 28 de enero de 2016

35 frases del mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2016






      35 frases del mensaje del Papa Francisco     
                      para la Cuaresma 2016                   

“Misericordia quiero y no sacrificio (Mt 19, 13): Las obras de misericordia en el camino jubilar” es el lema del mensaje papal

1.- María, icono de una Iglesia que evangeliza y es evangelizada
        
(1). En la bula de convocatoria del Jubileo, invite a que “la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios” (Misericordiae vultus, 17).

(2). Con la invitación a escuchar la Palabra de Dios y a participar en la iniciativa “24 horas para el Señor”, quise hacer especial hincapié en la primicia de la escucha orante de la Palabra, especialmente de la palabra profética.

(3). La misericordia de Dios, en efecto, es un anuncio al mundo, pero cada cristiano está llamado a experimentar en primera persona este anuncio. Por eso, en el tiempo de la Cuaresma enviaré a los Misioneros de la Misericordia, a fin de que sean todos unos signos concretos de la cercanía y del perdón de Dios.

(4). María, después de haber acogido la Buena Noticia que le dirige el arcángel Gabriel, canta proféticamente en el Magníficat la misericordia con la que Dios la ha elegido.

(5). La Virgen de Nazaret, prometida con José, se convierte así en el icono perfecto de la Iglesia que evangelizada, porque fue y sigue siendo evangelizada por obra del Espíritu Santo, que hizo fecundo su vientre virginal.

(6). En la tradición profética, en su etimología, la misericordia está estrechamente vinculada, precisamente con las entrañas maternas (rohamin) y con una bondad generosa, fiel y compasiva (hersed) que se tiene en el seno de las relaciones conyugales y parentales.

2.- La alianza de Dios con los hombres: una historia de misericordia

 (7). El misterio de la misericordia divina se revela a lo largo de la historia de la alianza entre Dios y su pueblo Israel. Dios, en efecto, se muestra siempre rico en misericordia, dispuesto en su pueblo, en cada circunstancia, una ternura y una compasión visceral, especialmente en los momentos más dramáticos, cuando la infidelidad rompe el vínculo del Pacto y es preciso ratificar la alianza de modo estable en la justicia y la verdad.

(8). Aquí estamos ante un auténtico drama de amor, en el cual Dios desempeña un papel de padre y de marido traicionado, mientras que Israel el de hijo/a y el de esposa infiel.

(9). Este drama de amor encuentra su culmen en el Hijo hecho hombre. En él, Dios derrama su ilimitada misericordia hasta el punto que hace de él, la “misericordia encarnada” (Misericordiae vultus, 8).

(10). En efecto, como hombre, Jesús de Nazaret es hijo de Israel a todos los efectos. Y lo es hasta tal punto que encarna la escucha perfecta de Dios que Shemà requiere de todo judío y que todavía hoy es el corazón de la alianza de Dios con Israel.
(11).El Hijo de Dios es el Esposo que hace cualquier cosa para ganarse el amor de su Esposa, con quien está unido con un amor incondicional, que se hace visible en las nupcias eternas con ella.

(12). Es este el corazón del kerygma apostólico, en el cual la misericordia divina ocupa un lugar central y fundamental. Es “la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado (Evangelii gaudium, 36), el primer anuncio, que “siempre hay que volver de diversas maneras y siempre hay que volver a anunciar de una forma u otra a lo largo de la catequesis” (Ibíd. 164).

(13). La Misericordia “entonces expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse, convertirse y creer” (Misericordiae vultus, 21), restableciendo de este modo la relación con él. Y, en Jesús crucificado, Dios quiere alcanzar al pecador incluso en su lejanía más extrema, justamente donde se perdió y se alejó de Él.

(14). Y esto lo hace con la esperanza de poder así, finalmente, enternecer el corazón endurecido de su Esposa.

3.- Las obras de misericordia

(15). La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre, haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia.

(16). Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que  la tradición llama las obras de misericordia corporales y espirituales.

(17). Ellas –las obras de misericordia- nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados: nutrirlo, visitarlo, consolarlo y educarlo.

(18). Por eso, expresé mi deseo de que “el pueblo cristiano reflexione en el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo de despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina” (Ibíd. 15).

(19). En el pobre, en efecto, la carne de Cristo “se hace de nuevo visible en el cuerpo martirizado, llagada, flagelado, desnutrido, en fuga… para que nosotros lo reconozcamos, los notemos y lo asistamos con cuidado” (Ibíd. ).

(20). Misterio inaudito y escandaloso es la continuación en la historia del sufrimiento del Cordero inocente, zarza ardiente de amor gratuito ante el cual, como Moisés, solo podemos quitarnos las sandalias (cf. Ex, 3,5), más aún cuando el pobre es el hermano o la hermana en Cristo que sufre a causa de su fe.

(21). Ante este amor fuerte como la muerte (cf. Ct 8,6), el pobre más miserable es quien no acepta reconocerse como tal. Cree que es rico, pero en realidad es el más pobre de los pobres. Esto es así porque es esclavo del pecado, que lo empuja a utilizar la riqueza y el poder no para servir a Dios y a los demás, sino para sofocar dentro de sí la íntima convicción de que no es un pobre mendigo.

(22). Y cuanto mayor es el poder y la riqueza a su disposición, tanto mayor puede llegar a ser este engañoso ofuscamiento. Llega hasta tal punto que ni siquiera ve al pobre Lázaro que mendiga a la puerta de su casa (cf. Lc, 16, 20-21), y que es figura de Cristo que en los pobres mendiga nuestra conversión.

(23). Lázaro es la posibilidad de conversión que Dios nos ofrece y que quizás no vemos. Y este ofuscamiento va acompañado de un soberbio delirio de omnipotencia, en el cual resuena siniestramente el demoniaco “seréis como diócesis” (Gn 3,5), que es la raíz de todo pecado.

(24). Ese delirio también puede sumir sociales y políticas, como han mostrado los totalitarismos del siglo XX y como muestran hoy las ideologías del pensamiento único y de la tecnociencia, que pretenden hacer que Dios sea irrelevante y que el hombre se reduzca a una masa para utilizar.

(25). Y actualmente también pueden mostrarlo las estructuras del pecado vinculadas a un modelo falso de desarrollo, basado en la idolatría del dinero, como consecuencia del cual las personas y las sociedades más ricas se vuelven indiferentes al destino de los pobres, a quienes cierran sus puertas, negándose incluso a mirarlos.

Conclusión: Misericordia para salir de nuestra alienación

(26). La Cuaresma de este Año Jubilar, pues, es para todos unos tiempos favorables para salir por fin de nuestra alienación espiritual gracias a la escucha de la Palabra y a las obras de misericordia.

(27). Mediante las corporales, tocamos la carne de Cristo en los hermanos y hermanas que necesitan ser nutridos, vestidos, alojados, visitados, mientras que las espirituales tocan más directamente nuestra condición de pecadores: aconsejar, enseñar, perdonar, amonestar, rezar.

(28). Por tanto, nunca hay que separar las obras corporales de las espirituales. Precisamente tocando en el mísero la carne de Jesús crucificado el pecador podrá recibir como don la conciencia de que él mismo es un pobre mendigo.

(29).A través de este camino, también los “soberbios”, los “poderosos” y los “ricos”, de los que habla el Magníficat, tienen la posibilidad de darse cuenta de darse cuenta de que son inmerecidamente amados por Cristo crucificado, muerto y resucitado por ellos.

(30). Solo en este amor está la respuesta a la sed de felicidad y de amor infinitos que el hombre –engañándose- cree poder colmar con los ídolos del saber, del poder y del poseer.

(31). Sin embargo, siempre queda el peligro de que, a causa de un cerrarse cada vez más herméticamente a Cristo, en el pobre que llama a la puerta de su corazón, los soberbios, los ricos y los poderosos acaben por condenarse a sí mismos a caer en el eterno abismo de la soledad que es el infierno.

(32). He aquí, pues, que resuenan, de nuevo, para ellos, al igual que para todos nosotros, las lacerantes palabras de Abraham: “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen” (Lc 16,29).

(33). Esta escucha activa nos preparará del mejor modo posible para celebrar la victoria definitiva sobre el pecado y sobre la muerte del Esposo ya resucitado, que desea purificar a su Esposa prometida, a la espera de su venida.

(34). No perdamos este tiempo de Cuaresma favorable para la conversión.

(35). Lo pedimos por intercesión materna de la Virgen María, que fue la primera que, frente a la grandeza de la misericordia divina que recibió gratuitamente, confesó su propia pequeñez (cf. Lc 1, 48), reconociéndose como la humilde esclava del Señor (cf. Lc 1, 38).
·         CUARESMA 2016


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29 DE ENERO – VIERNES-
San Valero, obispo
3ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Mc 4,26-34

En aquel tiempo Jesús decía a las turbas: “El Reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche, y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega”. Dijo también: “¿Con qué podemos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al
Sembrar lo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después, brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas”.      
Con muchas parábolas parecidas les exponía la Palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.

1.   La parábola de la semilla, que es eficaz por sí misma y mientras el sembrador se dedica a sus quehaceres y tareas de cada día, es la parábola que deja patente la fuerza de crecimiento y eficacia que tiene el Reino de Dios por sí solo y por sí mismo.
Esto quiere decir que el reinado de Dios crece, se amplía, se extiende y llega hasta el fondo de la vida, no por el esfuerzo y los desvelos de nosotros, los humanos. El reinado de Dios se impone y se funde con la vida de los individuos y de la sociedad por la fuerza que tiene en sí mismo y por sí mismo.

2.   ¿Qué quiere decir esto? El Reino de Dios se hace presente donde se expulsan las fuerzas del mal. Es decir, donde se les quita su fuerza a los poderes que causan las injusticias, sufrimientos y violencias, que rompen la paz, el bienestar, la convivencia hasta terminar matando toda esperanza y toda ilusión. Jesús lo dijo: “Si yo echo los demonios con el Espíritu de Dios, señal que el reinado de Dios ha llegado hasta vosotros” (Mt 12, 28; Lc 11, 20).

3.   En los tiempos que vivimos, tiempos de crisis y cambios profundos, de injusticias y opresiones, ¿se puede asegurar tranquilamente que el reinado de Dios sigue creciendo y se va imponiendo en el mundo? Es evidente que este mundo está demasiado desquiciado y en él abunda el sufrimiento. Sin embargo, tan cierto como eso es que también va creciendo la sensibilidad ante la injusticia y la corrupción, ante las desigualdades y la dolorosa situación de los débiles y excluidos. La gente soporta cada día menos los poderes opresores, las dictaduras, la violación de los derechos humanos. En este momento, lo más urgente y apremiante es integrar en nuestras vidas la libertad al servicio de la misericordia.

San Valero, obispo

Los nombres de Valeriano, Valerio y Valero proceden de la noble estirpe romana de los Valerios, y derivan del verbo valere, de donde procede también el nombre de Valentín. En todos ellos subyace la idea de valiente, fuerte, eficaz, vigoroso.

OBISPO DE ZARAGOZA

San Valero, fue elegido obispo de Zaragoza, en el año 290, y dedicó su vida a predicar la fe cristiana y evangelizar a sus fieles. Había nacido en Zaragoza y murió desterrado en Anet (Eure y Loira), el año 315. Su biógrafo, el poeta cristiano-romano Prudencio, nos cuenta que pertenecía a la familia consular de los Valerios.

LA FORTALEZA CRISTIANA

Alcanzó una larga longevidad. Hubo de resistir durante su episcopado, la persecución de Diocleciano y Maximiano. Pero digno heredero de la tradición de fortaleza de los cristianos, sabiendo, como los mártires que le habían precedido, que estaba arriesgando su vida, no dejó nunca de predicar y de reconfortar a los perseguidos. Es el santo patrón de la ciudad de Zaragoza.

PERSEGUIDO POR DACIANO

Llegó a oídos de Daciano, gobernador de Hispania, que el obispo Valero y su diácono Vicente predicaban abiertamente la fe cristiana. Mandó detenerlos y conducirlos cargados de cadenas a Valencia, donde él residía. No se arredró Valero ante Daciano; pero éste, que entendía que hacer mártires cristianos fortalecía la fe que pretendía desarraigar, en vez de debilitarla; y no deseando ensañarse con un pobre anciano, lo condenó al destierro, reteniendo preso en Valencia a su discípulo y diácono Vicente, a que cruelmente martirizó.

DATOS ESCASOS DE SU VIDA

De su vida se nos han transmitido pocos datos, lo que no es extraño, teniendo en cuenta que estamos en los inicios del siglo IV. Los últimos años de su episcopado no podía cumplir con el cargo de la predicación, por un problema en la lengua, por lo que fue llamado "el tartamudo". Pero encontró un magnífico ayudante en el diácono Vicente, San Vicente Mártir, que fue traído por sus padres desde Huesca, para que lo educara. Como hemos dicho anteriormente en esta época, a principios del siglo IV, todo lo cristiano resultaba una clara amenaza para el imperio romano y Diocleciano y Maximino desencadenaron una cruel persecución contra la Iglesia, principalmente contra obispos, presbíteros y diáconos. Valero y Vicente fueron llevados prisioneros a Valencia para ser juzgados por un tribunal. Vicente halló el martirio y Valero fue desterrado a Enate, pueblo cercano a Barbastro. Como San Valero por su problema de locución, no se pronunció ante el tribunal valenciano, tomó Vicente la palabra y dirigió su atención principal hacia él, y pagó con la vida su discurso, siendo San Valero desterrado.                                                                                                                                                                                                                                                                 

CONCILIO DE ELVIRA

Sabemos que estuvo presente en el primer Concilio español del que existe noticia: el de Elvira, en Granada. Prudencio, en su Peristéphanon nos dice que Vicente, natural de Huesca y martirizado en Valencia era su diácono. Juntos fueron apresados en Zaragoza y le acompañó en su cautiverio hasta la ciudad del Turia durante la persecución de Diocleciano, y en donde salvó la vida, tal vez en vista de su ancianidad. Hubo más de un obispo cesaraugustano con el nombre de Valero, en la Edad Antigua. Y no hay duda -por las Actas del Concilio de Elvira- acerca de que era un Valero quien gobernaba la diócesis Zesarausgustana a comienzos del siglo IV.

RETIRADO A LA ORACION Y PENITENCIA

Valero se retiró al pueblo de Anet, donde se entregó unos doce años a la oración y penitencia en el templo que había hecho edificar en honor de su diácono el mártir Vicente, una vez conocido su martirio, hasta su fallecimiento en el año 315. Murió lleno de años y méritos. Su cuerpo fue sepultado cerca de Anet, en el castillo de Strada, de donde fue trasladado a Rota en 1065 y de allí a Zaragoza en 1170 por orden del rey Alfonso II de Aragón.

SUS RELIQUIAS

Después de la invasión musulmana, cuando acababa de nacer el Reino de Aragón, llegaron noticias de que se habían descubierto sus restos en el Pirineo. Se supuso que el obispo había sido exilado a aquellas tierras poco hospitalarias. En 1050, lo que se creyó que era su cuerpo venerable fue llevado a la sede episcopal de Roda de Isábena, entonces cabeza eclesial de Aragón. Sus reliquias, entonces muy veneradas y solicitadas, sufrieron varios traslados, sobre todo durante la ocupación de España por los árabes. Estuvieron primero en el castillo de Estrada y posteriormente fueron trasladados a Roda de Isábena, entonces cabeza eclesial de Aragón.

LA ENTRADA DE ALFONSO I

Cuando las tropas de Alfonso I y de Gastón de Bearn entraron en Zaragoza en 1118, la restauración de la diócesis cristiana exigía la presencia física de las reliquias de San Valero. El capítulo de Roda fue generoso y envió, en sucesivos momentos, primero un brazo y, más tarde, en 1170, ya bajo el cetro de Alfonso II, el cráneo del obispo confesor. Cuando Don Pedro de Luna fue elegido papa, regaló a la Seo, en 1397, el relicario para guardar el cráneo del obispo patrono y protector de Zaragoza. Hecho por orfebres y esmaltadores del taller de Aviñón, en plata sobredorada y con pedrerías, es una de las mejores piezas góticas que guarda Aragón

SU RETRATO EN EL MUSEO

Un retrato de San Valero, que reproduce los rasgos de Benedicto XIII, se guarda en el Museo Capitular de Zaragoza. Su festividad se celebra el día 29 de enero en la ciudad de Zaragoza, siendo este día el postre popular de todos los zaragozanos el típico "Roscón de San Valero". Ya es tradición que en la plaza del Pilar se reparta cada año un gran roscón bendecido y repartido entre 10.000 personas y que se coloca a las 10 de la mañana en la Plaza del Pilar.




miércoles, 27 de enero de 2016

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28 DE ENERO -JUEVES-
Sto. Tomás de Aquino,
presbítero y doctor de la Iglesia
3ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según san Mc 4, 21-25

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: “¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír que oiga”. Les dijo también: “Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”.

1.   Esta advertencia, que los evangelios sinópticos ponen a continuación de la parábola del sembrador (Mc 4, 21-23; Mt 13, 10-17; Lc 8, 9-10), no se refiere a los cobardes que no se atreven a decir en público lo que tendrían que decir para que lo sepa todo el mundo, y lo mantienen oculto, como el que mete una lámpara debajo de la cama o el que oculta la luz para que todo se quede en oscuridad y tinieblas. ¿No sería eso una postura irracional, sin pies ni cabeza?

2.   Pero no. Jesús se refiere a otra cosa. El problema está en la siguiente pregunta: ¿por qué, con tanta frecuencia, el Evangelio se enseña, se explica, se exhorta a su cumplimiento, y, sin embargo, la mayoría de los oyentes ni se enteran, ni se interesan por lo que se les dice, ni se preocupan de verdad por lo que se preocupó
Jesús? Lo más obvio (y lo más frecuente) es que las explicaciones del Evangelio, en el mejor de los casos, comunican ideas, conocimientos, teorías... Pero no contagian vida. Porque el centro del Evangelio no es lo que se piensa, sino que es lo que se vive. La teología es “dogma”. El Evangelio es “una forma de vida”. Jesús transmitió el Evangelio viviendo y conviviendo con los discípulos. Los que “siguen” a Jesús, no
los que “estudian” cristología, son los que se enteran del Evangelio.

3.   En la nueva cultura, que se está imponiendo, ya no interesan ni los conocimientos. Lo que interesa es la satisfacción de los deseos que nos seducen. Los conocimientos están en las técnicas de la comunicación (Internet...). Lo que se nos fomenta y nos domina es la seducción. Y nos sometemos a los seductores que satisfacen los deseos de bienestar ilimitado. Solo el Evangelio, que nos humaniza, podrá dar sentido a nuestras vidas.


Santo Tomás de Aquino

 (Llamado Doctor Angélico; Roccaseca, actual Italia, 1224 - Fossanuova, id., 1274) Teólogo y filósofo italiano. Hijo de una de las familias aristócratas más influyentes de la Italia meridional, estudió en Montecassino, en cuyo monasterio benedictino sus padres quisieron que siguiera la carrera eclesiástica. Posteriormente se trasladó a Nápoles, donde cursó estudios de artes y teología y entró en contacto con la Orden de los Hermanos Predicadores.
En 1243 manifestó su deseo de ingresar en dicha Orden, pero su familia se opuso firmemente, e incluso su madre consiguió el permiso de Federico II para que sus dos hermanos, miembros del ejército imperial, detuvieran a Tomás. Ello ocurrió en Acquapendente en mayo de 1244, y el santo permaneció retenido en el castillo de Santo Giovanni durante un año. Tras una queja de Juan el Teutónico, general de los dominicos, a Federico II, éste accedió a que Tomás fuera puesto en libertad. Luego se le permitió trasladarse a París, donde permaneció desde 1245 hasta 1256, fecha en que obtuvo el título de maestro en teología.
Durante estos años estuvo al cuidado de Alberto Magno, con quien entabló una duradera amistad. Les unía -además del hecho de pertenecer ambos a la Orden dominica- una visión abierta y tolerante, aunque no exenta de crítica, del nuevo saber greco árabe, que por aquellas fechas llegaba masivamente a las universidades y centros de cultura occidentales. Tras doctorarse, ocupó una de las cátedras reservadas a los dominicos, tarea que compatibilizó con la redacción de sus primeras obras, en las cuales empezó a alejarse de la corriente teológica mayoritaria, derivada de las enseñanzas de San Agustín de Hipona.
En 1259 regresó a Italia, donde permaneció hasta 1268 al servicio de la corte pontificia en calidad de instructor y consultor del Papa, a quien acompañaba en sus viajes. Durante estos años redactó varios comentarios al Pseudo-Dionisio y a Aristóteles, finalizó la Suma contra los gentiles, obra en la cual repasaba críticamente las filosofías y teologías presentes a lo largo de la historia, e inició la redacción de su obra capital, la Suma Teológica, en la que estuvo ocupado entre 1267 y 1274 y que representa el compendio último de todo su pensamiento.
Tomás de Aquino supo resolver la crisis producida en el pensamiento cristiano por el averroísmo, interpretación del pensamiento aristotélico que resaltaba la independencia del entendimiento guiado por los sentidos y planteaba el problema de la doble verdad, es decir, la contradicción de las verdades del entendimiento y las de la revelación.
En oposición a esta tesis, defendida en la Universidad de París por Siger de Brabante, afirmó la necesidad de que ambas fueran compatibles, pues, procediendo de Dios, no podrían entrar en contradicción; ambas verdades debían ser, además, complementarias, de modo que las de orden sobrenatural debían ser conocidas por revelación, mientras que las de orden natural serían accesibles por el entendimiento; filosofía y teología son, por tanto, distintas y complementarias, siendo ambas racionales, pues la teología deduce racionalmente a partir de las premisas reveladas.
A medio camino entre el espiritualismo agustiniano y el naturalismo emergente del averroísmo, defendió un realismo moderado, para el cual los universales (los conceptos abstractos) existen fundamentalmente in re (en las cosas) y sólo formalmente post rem (en el entendimiento). En último término, Tomás de Aquino encontró una vía para conciliar la revalorización del mundo material que se vivía en Occidente con los dogmas del cristianismo, a través de una inteligente y bien trabada interpretación de Aristóteles.