miércoles, 13 de enero de 2016

Párate un momento: Evangelio del día 14 de Enero -JUEVES- San JUAN DE RIBERA, obispo




14 de Enero -JUEVES-
1ª Semana del Tiempo Ordinario
San JUAN DE RIBERA, obispo

PRIMERA LECTURA
Israel fue derrotado y el Arca de Dios fue apresada

Lectura del primer libro de Samuel 4, 1-11

En aquellos días, salió Israel a la guerra contra los filisteos y acamparon en Ebenézer, mientras los filisteos acamparon en Afec.
Los filisteos formaron frente a Israel, la batalla se extendió e Israel fue derrotado por los filisteos.
Abatieron en el campo unos cuatro mil hombres de la formación.
Cuando la tropa volvió al campamento, dijeron los ancianos de Israel:
-«¿Por qué nos ha derrotado hoy el Señor frente a los filisteos? Traigamos de Siló el Arca de la Alianza del Señor. Que venga entre nosotros y nos salve de la mano de nuestros enemigos.»
Mandaron gente a Siló, a por el arca de la alianza del Señor de los ejércitos, entronizado sobre querubines. Los dos hijos de Elí, Jofra y Fineés, fueron con el arca de la alianza de Dios.
El publo envió gente de Siló para que trajeran de allí el Arca de la Alianza del Señor del universo, que se sienta sobre querubines. Allí, junto al Arca de la Alianza de Dios, se encontraban Jofni y Pinjás, los dos hijos de Elí.
Cuando el Arca de la Alianza del Señor llegó al campamento, todo Israel prorrumpió en un gran alarido y la tierra se estremeció.
Los filisteos oyeron la voz del alarido, y se preguntaron:
-«¿Qué es ese gran alarido en el campamento de los hebreos?»
Y supieron que el Arca del Señor había llegado al campamento Los filisteos se sintieron atemorizados y dijeron:
-«Dios ha venido al campamento».
Después gritaron:
¡Ay de nosotros! nada parecido nos había ocurrido antes. ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de estos poderosos dioses? Estos son los dioses que golpearon a Egipto con todo tipo de plagas en el desierto. Filisteos, cobrad fuerzas y portaos como hombres, para que no tengáis que servir a los hebreos, como os han servido a vosotros. Portaos como hombres y luchad »
Los filisteos lucharon e Israel fue derrotado. Cada uno huyó a su tienda.
Fue una gran derrota; cayeron treinta mil infantes de Israel.
El Arca de Dios fue apresada y murieron Jofni y Pinjás, los dos hijos de Elí.
El arca de Dios fue capturada, y los dos hijos de Elí, Jofril y Fineés, murieron.

Palabra de Dios.

SALMO  43, 10-11. 14-15. 24-25

R. Redímenos, Señor, por tu misericordia.
Ahora nos rechazas y nos avergüenzas,
y ya no sales, Señor, con nuestras tropas:
nos haces retroceder ante el enemigo,
y nuestro adversario nos saquea. R.

Nos haces el escarnio de nuestros vecinos,
irrisión y burla de los que nos rodean;
nos has hecho el refrán de los gentiles,
nos hacen muecas las naciones. R.

Despierta, Señor, ¿por qué duermes?
Levántate, no nos rechaces más.
¿Por qué nos escondes tu rostro
y olvidas nuestra desgracia y opresión? R.

EVANGELIO
La lepra se le quitó, y quedó limpio

Lectura del santo evangelio según San Marcos 1,40-45

En aquel tiempo, se acerca a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
-«Si quieres, puedes limpiarme.»
Compadecido, extendió la mano y lo tocó, diciendo:
-«Quiero: queda limpio.»
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente:
-«No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu, purificación lo que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio ».
Pero, cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así acudían a el de todas partes.

1.- Al leer estos relatos de enfermedades, que eran duramente rechazadas en las sociedades antiguas (como es el caso de la lepra), corremos el riesgo de imaginar que las gentes de aquellas sociedades eran más brutales e inhumanas que lo que somos nosotros ahora. No es verdad. Ahora precisamente, porque disponemos de unos medios terapéuticos que entonces no existían, por eso justamente nuestra deshumanización es mayor que la deshumanización (terapéutica y sanitaria) que había en aquellos tiempos.

2.- Baste pensar en los recientes y patéticos casos de enfermos de ébola que se vienen produciendo en África. El ébola actual es mucho más cruel y mortal que la lepra antigua. Y las distancias que nosotros ponemos ahora a la pandemia de ébola en África es indeciblemente más violenta que la ingenuas precauciones que los antiguos tomaban frente a los que ellos llamaban “lepra” (Lev 13-14) (J, Milgrom). Ya no es posible saber los miles de muertos que ha causado el ébola en África. Ni hablamos de “impurezas religiosas”, como ocurría en la antigüedad con la lepra (Num 12,12; Job 18,13 etc). El problema esta ahora en la salud de los enfermos, la vida y la muerte de las personas, algo tan grave como eso depende de los intereses de las multinacionales bioquímicas, farmacéuticas y de la alimentación.

3.- El problema de la salud humana le preocupó a Jesús muy por encima de la observancia de las normas y rituales de la religión. Esto le ocasionó a Jesús verse excluido hasta el extremo de no poder entrar abiertamente en las ciudades (Mc 1,45b). Si nosotros ahora tomamos en serio el Evangelio, ¿no tendrían que vernos como una amenaza quienes mejor viven sólidamente instalados en el sistema?

San JUAN DE RIBERA, obispo



     San Juan nació en Sevilla. Sus padres se llamaban Pedro y Teresa, familia que se distinguía entre la nobleza por su generosidad. Enviaron a Juan a estudiar a Salamanca, donde se convirtió en discípulo de Vitoria y de otros teólogos que brillaban a la vez en Trento. No tenía aún 30 años cuando fue nombrado por el Papa Pio IV Obispo de Badajoz, dedicándose de lleno a la santificación de sus ovejas, enviando misioneros por toda la diócesis.

A la edad de 36 años fue trasladado a la sede de Valencia, donde pronto advirtió las necesidades de esta gran arquidiócesis. Al santo, entre otras cosas, le tocó aplicar las reformas de Trento en su jurisdicción, así como también la catequización de los moriscos pero con pocos frutos, siendo éstos expulsados en 1609 por el rey Felipe III. Frente a esto, San Juan fue nombrado virrey de Valencia; el santo aceptó este cargo a ruegos del rey, y Valencia disfrutó largos años de paz y de mejor administración de la justicia.

San Juan recorrió varias veces la diócesis y entre 1570 y 1610 llevó a cabo 2.715 visitas pastorales, y celebró siete sínodos. Fundó el Colegio de Corpus Christi para la formación del clero y honrar solemne al Santísimo Sacramento.

San Juan de Ribera falleció en enero de 1611.







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