14 de Enero
-JUEVES-
1ª Semana
del Tiempo Ordinario
San
JUAN DE RIBERA, obispo
PRIMERA LECTURA
Israel
fue derrotado y el Arca de Dios fue apresada
Lectura del primer libro de Samuel 4, 1-11
En aquellos días, salió
Israel a la guerra contra los filisteos y acamparon en Ebenézer, mientras los
filisteos acamparon en Afec.
Los filisteos formaron frente a Israel,
la batalla se extendió e Israel fue derrotado por los filisteos.
Abatieron en el campo unos
cuatro mil hombres de la formación.
Cuando la tropa volvió al
campamento, dijeron los ancianos de Israel:
-«¿Por qué nos ha
derrotado hoy el Señor frente a los filisteos? Traigamos de Siló el Arca de la
Alianza del Señor. Que venga entre nosotros y nos salve de la mano de nuestros
enemigos.»
Mandaron gente a Siló, a
por el arca de la alianza del Señor de los ejércitos, entronizado sobre
querubines. Los dos hijos de Elí, Jofra y Fineés, fueron con el arca de la
alianza de Dios.
El publo envió gente de Siló para que
trajeran de allí el Arca de la Alianza del Señor del universo, que se sienta
sobre querubines. Allí, junto al Arca de la Alianza de Dios, se encontraban
Jofni y Pinjás, los dos hijos de Elí.
Cuando el Arca de la
Alianza del Señor llegó al campamento, todo Israel prorrumpió en un gran
alarido y la tierra se estremeció.
Los filisteos oyeron la voz del alarido,
y se preguntaron:
-«¿Qué es ese gran alarido
en el campamento de los hebreos?»
Y supieron que el Arca del Señor había
llegado al campamento Los filisteos se sintieron atemorizados y dijeron:
-«Dios ha venido al
campamento».
Después gritaron:
¡Ay de nosotros! nada
parecido nos había ocurrido antes. ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la
mano de estos poderosos dioses? Estos son los dioses que golpearon a Egipto con
todo tipo de plagas en el desierto. Filisteos, cobrad fuerzas y portaos como
hombres, para que no tengáis que servir a los hebreos, como os han servido a
vosotros. Portaos como hombres y luchad »
Los filisteos lucharon e
Israel fue derrotado. Cada uno huyó a su tienda.
Fue una gran derrota;
cayeron treinta mil infantes de Israel.
El Arca de Dios fue
apresada y murieron Jofni y Pinjás, los dos hijos de Elí.
El arca de Dios fue capturada, y los dos
hijos de Elí, Jofril y Fineés, murieron.
Palabra de Dios.
SALMO 43,
10-11. 14-15. 24-25
R. Redímenos, Señor, por
tu misericordia.
Ahora
nos rechazas y nos avergüenzas,
y ya no sales, Señor, con
nuestras tropas:
nos haces retroceder ante
el enemigo,
y nuestro adversario nos
saquea. R.
Nos
haces el escarnio de nuestros vecinos,
irrisión y burla de los
que nos rodean;
nos has hecho el refrán de
los gentiles,
nos hacen muecas las
naciones. R.
Despierta,
Señor, ¿por qué duermes?
Levántate, no nos rechaces
más.
¿Por qué nos escondes tu
rostro
y olvidas nuestra
desgracia y opresión? R.
EVANGELIO
La lepra se le quitó, y
quedó limpio
Lectura del santo evangelio según San Marcos 1,40-45
En aquel tiempo, se acerca
a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
-«Si quieres, puedes
limpiarme.»
Compadecido, extendió la
mano y lo tocó, diciendo:
-«Quiero: queda limpio.»
La lepra se le quitó
inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió,
encargándole severamente:
-«No se lo digas a nadie;
pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu,
purificación lo que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio ».
Pero, cuando se fue,
empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no
podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares
solitarios; y aun así acudían a el de todas partes.
1.-
Al leer estos relatos de enfermedades, que eran duramente rechazadas en las
sociedades antiguas (como es el caso de la lepra), corremos el riesgo de
imaginar que las gentes de aquellas sociedades eran más brutales e inhumanas
que lo que somos nosotros ahora. No es verdad. Ahora precisamente, porque
disponemos de unos medios terapéuticos que entonces no existían, por eso
justamente nuestra deshumanización es mayor que la deshumanización (terapéutica
y sanitaria) que había en aquellos tiempos.
2.-
Baste pensar en los recientes y patéticos casos de enfermos de ébola que se
vienen produciendo en África. El ébola actual es mucho más cruel y mortal que
la lepra antigua. Y las distancias que nosotros ponemos ahora a la pandemia de
ébola en África es indeciblemente más violenta que la ingenuas precauciones que
los antiguos tomaban frente a los que ellos llamaban “lepra” (Lev 13-14) (J,
Milgrom). Ya no es posible saber los miles de muertos que ha causado el ébola
en África. Ni hablamos de “impurezas religiosas”, como ocurría en la antigüedad
con la lepra (Num 12,12; Job 18,13 etc). El problema esta ahora en la salud de
los enfermos, la vida y la muerte de las personas, algo tan grave como eso
depende de los intereses de las multinacionales bioquímicas, farmacéuticas y de
la alimentación.
3.-
El problema de la salud humana le preocupó a Jesús muy por encima de la
observancia de las normas y rituales de la religión. Esto le ocasionó a Jesús
verse excluido hasta el extremo de no poder entrar abiertamente en las ciudades
(Mc 1,45b). Si nosotros ahora tomamos en serio el Evangelio, ¿no tendrían que
vernos como una amenaza quienes mejor viven sólidamente instalados en el
sistema?
San JUAN DE RIBERA, obispo
San Juan nació en Sevilla. Sus padres se
llamaban Pedro y Teresa, familia que se distinguía entre la nobleza por su
generosidad. Enviaron a Juan a estudiar a Salamanca, donde se convirtió en
discípulo de Vitoria y de otros teólogos que brillaban a la vez en Trento. No
tenía aún 30 años cuando fue nombrado por el Papa Pio IV Obispo de Badajoz,
dedicándose de lleno a la santificación de sus ovejas, enviando misioneros por
toda la diócesis.
A
la edad de 36 años fue trasladado a la sede de Valencia, donde pronto advirtió
las necesidades de esta gran arquidiócesis. Al santo, entre otras cosas, le
tocó aplicar las reformas de Trento en su jurisdicción, así como también la
catequización de los moriscos pero con pocos frutos, siendo éstos expulsados en
1609 por el rey Felipe III. Frente a esto, San Juan fue nombrado virrey de
Valencia; el santo aceptó este cargo a ruegos del rey, y Valencia disfrutó
largos años de paz y de mejor administración de la justicia.
San
Juan recorrió varias veces la diócesis y entre 1570 y 1610 llevó a cabo 2.715
visitas pastorales, y celebró siete sínodos. Fundó el Colegio de Corpus Christi
para la formación del clero y honrar solemne al Santísimo Sacramento.
San
Juan de Ribera falleció en enero de 1611.
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