lunes, 11 de enero de 2016

Párate un momento: Evangelio del día 12 de Enero – MARTES- 1ª Semana del Tiempo Ordinario San Martino de León, presbítero




12 de Enero – MARTES-
1ª Semana del Tiempo Ordinario
San Martino de León, presbítero

Evangelio según san Marcos (1,21-28):

       En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
       Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él.»
       El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
       Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

       1.- Es notable que el primer relato de la actividad de Jesús, en el evangelio de Marcos, se refiere a los “letrados” y a los “demonios”. Letrados y demonios, relacionados los unos con los otros, son los protagonistas del primer episodio que se recuerda de Jesús. Letrados y demonio, aliados sí, marcan el punto de partida de lo que fue la actividad de Jesus.

       2.- En cuanto Jesús se puso a explicar lo que tiene que ser  el Reinado de Dios (Mc. 1,15) los letrados vieron amenazada su “autoridad” anta la gente (Mc. 1,22). Los letrados era: a) Los exegetas que interpretaban la Escritura.  B) Los maestros que explicaban los Libros Sagrados de la Biblia.  C) Los jueces que aplicaban con autoridad la Ley a las obligaciones de la gente (G. Baumbach).  ¿Por qué estos hombres vieron en Jesús una amenaza y un peligro para su autoridad?

       3.´- No se sabe si en la sinagoga aquella había “letrados”. Lo que si había era “demonios”, que se habían metido en un hombre poseso por “un espíritu inmundo” (Mc. 1,23). Y en cuanto los demonios se dieron cuenta de que los letrados perdían su autoridad, “empezaron a gritar… ¿has venido a destruirnos?” (Mc 1,24). Es claro pues que, para Marcos, la causa de los letrados y la causa de los demonios eral la misma. En la cultura judía del s.I, los demonios eran por excelencia los causantes del sufrimiento humano (Hen 15, 11 s; Jub 10,5) (O. Böcher). Y eso exactamente es lo mismo que hacían los letrados. Cuando los funcionarios de la religión se dedican a someter a la gente imponiendo normas y obligaciones…, eso es actuar en la vida como auténticos demonios. Y con eso es con lo que vino a acabar Jesús, anunciando la llegada del Reinado de Dios. Eso mismo es lo que tienen que hacer la Iglesia y los cristianos.

San Martino de León, presbítero

       Como cada día 12 de enero la Diócesis de León celebra la fiesta de Santo Martino de León, figura señera que centró los trabajos de investigación de quien fuera abad emérito de la Real Colegiata deSan Isidoro, Antonio Viñayo, quien en su obra Santo Martino de León (Isidoriana Editora, León, 1984) considera a este "santo, teólogo, exégeta y escritora" como "gloria de las letras hispanas y hasta el presente no justipreciado en su auténtico valor". En esa labor de recuperación de la figura de Santo Martino y de su auténtico valor, ha jugado un papel muy destacado el trabajo de Antonio Viñayo y su preocupación para profundizar en la figura del santo desde su trabajo como investagación en la tesis doctoral con la que culminó sus estudios eclesiáticos.
Según relata otro destacado autor, Julio de Prado, en su obra El santoral leonés "nació Martín o Martino de León hacia el año 1120. Su principal biógrafo y coetáneo, Don Lucas de Tuy, sin revelar el verdadero lugar de su nacimiento, se limita a decir que es nacido en nobles nacimientos e hijo de padres muy católicos llamados Juan y Eugenia, que eran de tierra y juridicción de León. Muerta su madre, fue el progenitor quien pidió el ingreso en el Monasterio de San Marcelo de León. Martino acompañó a su padre, preparándose con esmero en la ciencia y en la piedad antes de hacer una opción definitiva. Madurada su decisión, recibió la Órdenes Sagradas, a lo que se había opuesto sistemáticamente por considerarse indigno. Pasados los años de la niñez, el joven Martino, una vez ordenado subdiácono emprendió numerosos viajes peregrinando a pie y de esta manera visitó Oviedo, Santiago de Compostela, Roma y finalmente Tierra Santa adonde llegó acompañado del judío Benjamín de Tudela. Estuvo dos años en Palestina ejercitando la caridad y realizando estudios. A su regreso se detuvo en Cosntantinopla donde adquirió una rica casulla con destino a la Iglesia de San Marcelo de León y en su regreso pudo visitar Francia para postrarse ante los cuerpos de San Dionisio en París y de San Martín en Tours".
Ya de vuelta a León el prelado legionense Don Manrique de Lara le ordena sacerdote y más tarde es admitido como canónigo regular en San Marcelo, donde hacía una vida de verdadera observancia y ejemplaridad. Relevados los canónigos de su asistencia a la Iglesia de San Marcelo, se traslada a la Colegiata de San Isidoro, donde es recibido con gran regocijo. A pesar de su ancianidad se dedicó intensamente a partir del año 1185 a redactar sus escritos, en cuya labor fue ayudado por siete clérigos. Según la biografía de Lucas de Tuy, ocho días antes de morir, Santo Martino, sintiendo que se agravaba la enfermedad que le había ocasionado tantos achaques, mandó llamar a la comunidad para despedirse de ella. Después suplicó al abad que lo bendijera, entregando su alma al Señor el día 12 de enero de 1203. En 1513 se le sepultó en el lugar y capilla donde hoy se le venera y que lleva su nombre.
La obra de Santo Martino de León, Veteris ac Noui Testamenti Concordia o simplemente Concordia, se encuentra en un manuscrito único, conservado en la Real Colegiata de San Isidoro. Es un códice encuadernado en tabla y cuero, que consta de dos volúmenes. Está escrito sobre pergamino en letra carolina del siglo XII. Los dos volúmenes tienen preciosas miniaturas en las mayúsculas iniciales de cada sermón y en los márgenes, con representaciones de figuras humanas, animales, flores y figuras geométricas. Toda su obra está escrita en un latín suelto y elegante y abarca todas las cuestiones que entonces trataba la teología, presentadas en forma de sermones. Las Concordia de Santo Martino contienen 54 sermones y cuatro explanationes –tres referentes a epístolas del Nuevo Testamento y, la cuarta, al Apocalipsis–, en los que intenta conciliar el Antiguo y el Nuevo testamento, así como una recopilación de sentencias de los Padres de la Iglesia . También da directrices para la vida santa de los eclesiásticos, que deben obedecer a los superiores y evitar el ocio interior y exterior, dedicándose al trabajo, la lectura y la oración. Muestra en su obra un especial interés en la defensa de las ideas cristianas frente al judaísmo y se le considera el teólogo más importante de la España del siglo XII.
Toda esta riqueza de la figura de Santo Martino se resalta hoy en toda la Diócesis con la celebración de la memoria obligatoria y se hace con especial intensidad en la Real Colegiata de San Isidoro, vinculada íntimamente a la figura de este santo leonés, por lo que la celebración de la misa capitular de las 20,00 horas se realizará con especial solemnidad y estará centrada en la figura señera de Santo Martino de León.


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