viernes, 22 de julio de 2016

Párate un momento: El Evangelio del día 23 DE JULIO - SÁBADO 16ª ~ SEMANA DEL T.-O.-C Stª. Brígida





23 DE JULIO - SÁBADO
16ª ~ SEMANA DEL T.-O.-C
Stª. Brígida

       Evangelio según san Mateo 13, 24-30
       En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la gente:
       “El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó.
       Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga, apareció también la cizaña.
       Entonces fueron los criados a decirle al amo:
       Señor, ¿no sembraste buena semilla en
tu campo?
       ¿De dónde sale la cizaña?
Él les dijo:
       “Un enemigo lo ha hecho”.
        Los criados le preguntaron:
       “¿Quieres que vayamos a arrancarla?” Pero él les contestó:
       “No, que podríais arrancar también el trigo.
       Dejadlos crecer juntos hasta la siega, y cuando llegue la siega diré a los segadores: “Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas
 para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”.

       1.   Los mejores estudios de las parábolas evangélicas están de acuerdo en que, para entender lo que nos quieren enseñar estas historias (tomadas de la vida real), hay que tener presente que están redactadas de manera que, en cada historia, se produce un corte con lo normal.
       Es lo que se ha llamado la extravagancia o la impertinencia del relato (D. O. Via, P. Ricoeur, W. Harnisch, H. J. Meuer.. .).
       Cuando se comprende dónde está el “corte” con lo que sería lógico, ahí está la clave de interpretación de la enseñanza de la parábola (J. M. Castillo).
       2.   ¿Dónde y en qué está ese “corte” o esa “extravagancia” en esta parábola de la cizaña? Resulta extravagante que Jesús quiera que se respete la presencia de la cizaña, que es una forma degenerada del trigo, debido a su toxicidad por causa de un hongo que daña toda la cosecha.
       Además, la cizaña es perfectamente distinguible del trigo casi desde el nacimiento de ambas hierbas (G. Dalman, U. Luz). Entonces, ¿cómo se puede explicar que Jesús prohíba a los discípulos de Jesús que se dediquen a arrancar la mala hierba que tanto daño le hace a los buenos, a la gente en
general y concretamente a la Iglesia?
       ¿Es que Jesús quiere que nos crucemos de brazos ante la presencia del mal en el mundo?

       3.   Jesús justifica el respeto a la mala hierba porque puede suceder que “al arrancar la cizaña, arranquéis con ella el trigo”.
       O sea, Jesús quiere tal y tanto respeto a los caminos que cada cual toma en la vida, que no tolera en absoluto que se atente contra nadie. Porque nos podemos equivocar. Y, pensando que estamos acabando con el mal, lo que hacemos (muchas veces) es destrozar el bien.    Solo así es posible terminar, de una vez, con las posturas “cainitas”, que solo producen violencia, luchas, enfrentamientos...
       La Iglesia lo ha hecho así tantas veces... Y muchos cristianos lo seguimos haciendo. Porque una cosa es “corregir” al que hace el mal. Y otra cosa es “arrancar” al que pensamos que hace el mal.
       La corrección es “remedio”.
       El arrancar es “exterminio”.
       Jesús quiere que ayudemos a los que no piensan como nosotros. Lo que no quiere es que los matemos.

Stª. Brígida

Santa Brígida
Viuda
Fundadora
Año 1373

Dios quiera enviar a su Iglesia muchas Brígidas,
que con sus oraciones y sus buenos ejemplos y palabras
logren enfervorizar por Cristo a muchas personas más.

Cristo murió por mí. ¿Y yo, qué haré por Él?
Brígida significa: Fuerte y brillante.
Esta santa mujer tuvo la dicha de nacer en una familia que tenía como herencia de sus antepasados una gran religiosidad. Sus abuelos y bisabuelos fueron en peregrinación hasta Jerusalén y sus padres se confesaban y comulgaban todos los viernes, y como eran de la familia de los gobernantes de Suecia, y tenían muchas posesiones, empleaban sus riquezas en construir iglesias y conventos y en ayudar a cuanto pobre encontraban. Su padre era gobernador de la principal provincia de Suecia.

Brígida nació en Upsala (Suecia), en 1303.
De niña su mayor gusto era oír a la mamá leer las vidas de los Santos.
Cuando apenas tenía seis años ya tuvo su primera revelación. Se le apareció la Stma. Virgen a invitarla a llevar una vida santa, totalmente del agrado de Dios. En adelante las apariciones celestiales serán frecuentísimas en su vida, hasta tal punto que ella llegó a creer que se trataba de alucinaciones o falsas imaginaciones. Pero consultó con el sacerdote más sabio y famoso de Suecia, y él, después de estudiar detenidamente su caso, le dijo que podía seguir creyendo en esto, pues eran mensajes celestiales.
Cuando tenía 13 años asistió a un sermón de cuaresma, predicado por un famoso misionero. Y este santo sacerdote habló tan emocionantemente acerca de la Pasión y Muerte de Jesucristo, que Brígida quedó totalmente entusiasmada por nuestro Redentor. En adelante su devoción preferida será la de Jesucristo Crucificado.
Un día rezando con todo fervor delante de un crucifijo muy chorreante de sangre, le dijo a Nuestro Señor: - ¿Quién te puso así? - y oyó que Cristo le decía: "Los que desprecian mi amor". "Los que no le dan importancia al amor que yo les he tenido". Desde ese día se propuso hacer que todos los que trataran con ella amaran más a Jesucristo.
Su padre la casó con Ulf, hijo de otro gobernante. Tuvieron un matrimonio feliz que duró 28 años. Sus hijos fueron 8, cuatro varones y cuatro mujeres. Una de sus hijas fue Santa Catalina de Suecia. Un hijo fue religioso. Otros dos se portaron muy bien, y Carlos fue un pícaro que la hizo sufrir toda la vida. Sólo a la hora en que él se iba a morir logró la santa con sus oraciones que él se arrepintiera y pidiera perdón de sus pecados a Dios. Dos de sus hijas se hicieron religiosas, y otra fue "la oveja negra de la familia", que con sus aventuras nada santas martirizó a la buena mamá.
Fue pues una familia como muchas otras: con gente muy buena y gente que hace sufrir.
Brígida era la dama principal de las que colaboraban con el rey y la reina de Suecia. Pero en el palacio se dio cuenta de que se gastaba mucho dinero en lujos y comilonas y se explotaba al pueblo. Quiso llamar la atención a los reyes, pero estos no le hicieron caso. Entonces pidió permiso y se fue con su esposo en peregrinación a Santiago de Compostela en España. En el viaje enfermó Ulf gravemente. Brígida oró por él y en un sueño se le apareció San Diosnisio a decirle que se le concedía la curación, con tal de que se dedicara a una vida santa. El marido curó y entró de religioso cisterciense y unos años después murió santamente en el convento.
En una visión oyó que Jesús Crucificado le decía: "Yo en la vida sufrí pobreza, y tú tienes demasiados lujos y comodidades". Desde ese día Brígida dejó todos sus vestidos elegantes y empezó a vestir como la gente pobre. Ya nunca más durmió en camas muy cómodas, sino siempre sobre duras tablas. Y fue repartiendo todos los bienes entre los pobres de manera que ella llegó a ser también muy pobre.
Con su hija Santa Catalina de Suecia se fue a Roma y en esa ciudad permaneció 14 años, dedicada a la oración, a visitar y ayudar enfermos, a visitar como peregrina orante muchos santuarios, y a dictar sus revelaciones que están contenidas en ocho tomos (Sufrió muy fuertes tentaciones de orgullo y sensualidad). Desde Roma escribió a muchas autoridades civiles y eclesiásticas y al mismo Sumo Pontífice (que en ese tiempo vivía en Avignon, Francia) corrigiendo muchos errores y repartiendo consejos sumamente provechosos. Sus avisos sirvieron enormemente para mejorar las costumbres y disminuir los vicios.
Por inspiración del cielo fundó la Comunidad de San Salvador. El principal convento estaba en la capital de Suecia y tenía 60 monjas. Ese convento se convirtió en el centro literario más importante de su nación en esos tiempos. Con el tiempo llegó a tener 70 conventos de monjas en toda Europa.
Se fue a visitar los santos lugares donde vivió, predicó y murió Nuestro Señor Jesucristo, y allá recibió continuas revelaciones acerca de cómo fue la vida de Jesús. Las escribió en uno de los tomos de sus revelaciones, y son muy interesantes. En Tierra Santa parecía vivir en éxtasis todos los días.
Al volver de Jerusalén se sintió muy débil y el 23 de julio de 1373, a la edad de 70 años murió en Roma con gran fama de santidad. A los 18 años de haber muerto, fue declarada santa por el Sumo Pontífice. Sus revelaciones eran tan estimadas en su tiempo, que los sacerdotes las leían a los fieles en las misas.



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