lunes, 31 de octubre de 2016

Párate un momento: El Evangelio del dia 1 de Noviembre - martes – Festividad de TODOS LOS SANTOS



1 de Noviembre - martes –
Festividad de TODOS LOS SANTOS

Lectura del libro del Apocalipsis (7,2-4.9-14):
Yo, Juan, vi a otro Ángel que subía del Oriente y tenía el sello de Dios vivo; y gritó con fuerte voz a los cuatro Ángeles a quienes había encomendado causar daño a la tierra y al mar:
«No causéis daño ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que marquemos con el sello la frente de los siervos de nuestro Dios.»
Y oí el número de los marcados con el sello: ciento cuarenta y cuatro mil sellados, de todas las tribus de los hijos de Israel. Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y el Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.
Y gritan con fuerte voz:
«La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero.»
Y todos los Ángeles que estaban en pie alrededor del trono de los Ancianos y de los cuatro Vivientes, se postraron delante del trono, rostro en tierra, y adoraron a Dios diciendo:
«Amén, alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fuerza, a nuestro Dios por los siglos de los siglos, amén.»
Uno de los Ancianos tomó la palabra y me dijo:
«Esos que están vestidos con vestiduras blancas quiénes son y de dónde han venido?»
Yo le respondí:
«Señor mío, tú lo sabrás.»
Me respondió:
«Esos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestiduras y las han blanqueado con la Sangre del Cordero.»

Sal 23,1-2.3-4ab.5-6

R/. Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (3,1-3):
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él porque le veremos tal cual es. Todo el que tiene esta esperanza en él se purificará a sí mismo, como él es puro.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,1-12):
Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
 «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.»

1. Las bienaventuranzas expresan los efectos sorprendentes y las inesperadas consecuencias  que  produce el mensaje  del Evangelio cuando tal mensaje no  se reduce  a una mera "creencia", sino que llega a ser la "convicción" que determina la forma de vida de un grupo humano.  Un grupo, que se rige y organiza su vida a partir de lo que vivió y dijo Jesús, en un espacio humano en el que se producen hechos increíbles: los pobres dejan de ser desgraciados y se sienten felices; los que sufren y lloran encuentran remedio para sus males; los perseguidos y calumniados se dan cuenta de que el odio y la maldad de los demás no les hacen daño y que vale la pena
pasar por encima de todo eso. Porque un grupo humano, que vive a partir de esta
"convicción", es un colectivo en el que la dicha, que se vive en el grupo, tiene más peso y es más determinante que cualquier otro criterio, deseo o forma de vida.

2. ¿Se puede pensar que, de acuerdo con lo dicho, el mensaje de las bienaventuranzas es solo para los "cristianos" o sirve a todos los "humanos"?
Cuando "interpretamos" las bienaventuranzas   como "creencias", es evidente que solo serán aceptables para los "creyentes".
Cuando "interpretamos" las bienaventuranzas como "convicciones", entonces serán la forma de vida aceptable para los "convencidos" de que eso es lo mejor para todo ser humano.
El propio interesado y la sociedad entera. Cuando el Evangelio no se interpreta como "religión", sino como "proyecto de vida", puede ser vivido por cualquier ser humano.
Esto es posible —y sucede— cuando caemos en la cuenta de que Jesús no vivió su relación con el Padre como un conjunto  de "prácticas sagradas", sino como un proyecto para "vivir en la bondad y en la libertad que contagian felicidad y justicia para los demás".

3. ¿Es posible que todo   ser humano viva las "convicciones" que son las "bienaventuranzas"?
Mientras el ideal siga siendo el "homo  economicus", no es posible.
El día que ese ideal, que inventó la burguesía, sea sustituido por el "homo evangelicus", ese día el centro de la vida  humana se desplazará desde la "codicia del lucro" hasta la "donación  del respeto, la tolerancia, la justicia, la bondad y el amor sin fin".
Así nace el hombre evangélico. Y la Iglesia se hace posible.

Día de Todos los Santos


- Historia
El Día de todos los Santos conmemora a todos los santos, adorados y anónimos. La historia de esta fiesta data del siglo IV, período en el que se produjo la Gran persecución, hecho histórico en el que murieron tantos cristianos que la Iglesia decidió decretar este día como una forma de honrar la memoria de aquellos mártires, considerados santos, ante la dificultad de asignar una fecha específica a cada uno. Frecuentemente grupos de mártires morían el mismo día, lo cual condujo naturalmente a una celebración común. Adicionalmente las celebraciones de los Santos católicos se han reducido para que estas no prevalezcan sobre el misterio más importante del catolicismo: Cristo.
Se festeja cada 1 de noviembre.

Día de Todos los Santos - Datos y Frases Célebres
San Pablo en este relato nos invita a santificar nuestra propia vida entregando incluso nuestro cuerpo como sacrificio, que es morada del Espíritu Santo. Dios es el fundamento del culto cristiano: Ahora, hermanos, por la misericordia de Dios, los invito a ofrecerse como sacrificio vivo, santo, aceptable a Dios: éste es el verdadero culto. No se acomoden a este mundo, por el contrario transfórmense interiormente con una mentalidad nueva, para discernir la voluntad de Dios, lo que es bueno y aceptable y perfecto (Romanos 12, 1-2).
Todo se acaba -y solamente queda la alegría de haber sido leal a la ley del Señor, de haber amado al prójimo, de haberse dado por el prójimo, dado en generosidad, en amor, en servicio- (…) benditos de mi Padre a poseer el Reino de los Cielos, porque fuiste caritativo, porque no fuisteis groseros, porque todo lo que hiciste con uno de mis hermanos chiquitos a mí me lo hiciste. A mí me golpeaste cuando torturaste, a mí me mataste cuando hiciste aquel crimen, a mí también me serviste con amor cuando me defendían cuando dabas tu cara por mí, cuando enseñabas el catecismo a los niños, cuando atendías a los enfermos, cuando dabas al necesitado por amor  - Homilía del Beato Monseñor Arnulfo Romero, El Paisnal-El Salvador, 1/11/1977.
Día de Todos los Santos, día de la Redención realizada, gran fiesta del Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este día lo llevo grabado indeleblemente en mi memoria, pues en la Solemnidad de Todos los Santos de hace cuarenta y siete años recibí el don del sacerdocio de Cristo y me convertí en servidor de la Eucaristía. Recuerdo con perenne devoción a los que me acompañaron en mi preparación para este ministerio. A ellos me uno en el misterio de la comunión de los santos  - San Juan Pablo II, 1/11/1993.
Los Santos no son superhombres, sino amigos de Dios que han vivido una vida normal y tienen la alegría en el corazón que transmiten a los demás (…) la meta de nuestra existencia no es la muerte, sino el Paraíso. Los Santos son los amigos de Dios, que han transcurrido su existencia terrena en comunión profunda con Dios, hasta el punto de llegar a ser semejantes a Él, porque han visto en el rostro de los hermanos más pequeños y despreciados el rostro de Dios, y ahora lo contemplan cara a cara en su belleza gloriosa (…) no es un privilegio de pocos, sino que es una vocación para todos  - Papa Francisco, Vaticano, 1/11/2013.
La santidad no consiste en saber mucho ni en mucho meditar; la santidad es un secreto: el secreto de mucho amar  - Santo Tomás de Aquino.



domingo, 30 de octubre de 2016

Párate un momento: El Evangelio del día 31 de Octubre – Lunes – 31ª – Semana del T.O.-C San Alonso Rodríguez,religioso




31 de Octubre – Lunes –
31ª – Semana del T.O.-C
San Alonso Rodríguez,religioso
Lectura del santo evangelio según san Lucas (14,12-14):
En aquel tiempo, dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había invitado:
«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.
Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.»
1.-  ¡Justicia! ¡Justicia! Todos queremos justicia. Es un grito que nace desde lo más profundo de la humanidad. Queremos decir que se nos de lo que es justo, lo que es nuestro, aquello a lo que tenemos derecho.
      Entonces vienen los abogados, los legisladores, los sabios. Y nos empiezan a explicar que justicia es dar a cada uno lo suyo, que la justicia no es más que una especie de mercado en el que todos tienen que quedar contentos porque se han de llevar lo que es suyo, lo que tienen en propiedad. Luego, viene la segunda parte de la explicación: ¿qué es lo mío? ¿qué es lo suyo? Ese “mío” se termina definiendo en papeles, en documentos, que justifican la propiedad. “Dar a cada uno lo suyo”, una de las definiciones más antiguos de justicia, se puede terminar reduciendo a una suerte de compadreo, donde los que saben, los que tienen papeles, abusan de los demás. O bien en una suerte de “te doy para que me des”. Dicho en otras palabras, si te hago un favor, me lo tienes que pagar con un favor de similar categoría.
      Este es el tipo de justicia a que nos tienen acostumbrados los tribunales de justicia que hay en nuestros países. Quizá no sea mala justicia. Quizá es lo mejor a que podemos aspirar en este mundo nuestro tan limitado. La aplicación de esa justicia ha hecho mucho bien a la humanidad. De otra forma, este mundo habría estado dominado por el abuso de los poderosos.

     2.-    Pero Jesús no se conforma con esta justicia. Quiere ir más allá. Rompe la limitación de esta justicia como un “dar a cada uno lo suyo” y se sitúa en el plano de la gratuidad. “Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.”
      Alguno le podía haber respondido: “largo me lo fiais”. Y tendría algo de razón. Esos a quienes Jesús nos dice que tenemos que invitar no nos van a poder pagar nunca. Pero en el mundo de la gratuidad no hay nada que pagar. El regalo es regalo, don. No se pide nada a cambio. Porque la paga está en el mismo dar, en el compartir.

     3.-    Lo que Jesús no dice en este texto, pero que es obvio, es que para construir el Reino hay que saltar del plano de la justicia al de la gratuidad. En el plano de la justicia se puede conseguir algo, pero tiene sus límites insalvables. Siempre habrá alguien que cumpliendo estrictamente la justicia abuse de sus hermanos. Hay que pasar a una relación con nuestros hermanos y hermanas basada en la gratuidad, en el dar y compartir sin esperar paga ninguna. Aunque sólo sea porque, si somos sinceros, hemos de reconocer que lo mejor que tenemos –la vida– la hemos recibido gratis de nuestro Padre Dios.

San Alonso Rodríguez, religioso
de la Compañía de Jesús
Vida de San Alonso Rodríguez
Estaba un día enfermo y le llevó el enfermero la comida a la cama con un mandato de parte del Padre Superior: «que se coma todo el plato». Cuando regresa el enfermero, le encuentra deshaciendo el plato y comiéndolo pulverizado. El santo se impuso a sí mismo una obediencia ciega; se exigió a sí mismo tanto que uno de los padres le dijo un buen día «que obedecía a lo asno».
Nació en Segovia en el año 1533, segundo de los once hijos del matrimonio formado por Diego Rodríguez y María Gómez que vivían del comercio de paños.
Su niñez y juventud estuvieron ligadas a la Compañía de Jesús. A los doce años fueron alojados en su casa Pedro Fabro y otro jesuita, cuyas enseñanzas atesoró. Estudió en el Colegio de los jesuitas de Alcalá de Henares.
A la muerte de su padre se encarga de sacar adelante el negocio familiar, pero su incompetencia es notable para el negocio de los paños.
Contrae matrimonio con María Juárez con quien tiene dos hijos. Pero la mala fortuna parece que le persigue: muere uno de sus hijos y su mujer y el negocio va de mal en peor; luego fallece su otro hijo y su madre. Alonso se ha quedado solo.
Se produce entonces una crisis fuerte que resuelve con confesión general y con el deseo de comenzar una nueva vida tomando un impresionante ritmo interior de trato con Dios y que mantiene por seis años. Cede a sus hermanos sus bienes y marcha a Valencia en 1569 con el propósito de ingresar en la Compañía; pero no contaba con insalvables obstáculos: su edad, la falta de estudios y escasa salud.
Trabaja entonces en comercio y de ayo.
Por fin es admitido en el Colegio Monte Sión en el año 1571; desde el año 1572 ocupa el cargo de portero hasta el 1610 que hacen casi cuarenta años
Es considerado en la Compañía como modelo para los hermanos legos por su ejercicio permanente para lograr auténtica familiaridad con Dios, por su obediencia absoluta y por su amor y deseo de tribulación.
Este humilde y santo portero fue durante su vida un foco radiante de espiritualidad de la que se beneficiaron tanto los superiores que le trataron como los novicios con los que tuvo contacto; un ejemplo representativo está en San Pedro Claver, el apóstol de los esclavos.
Con sus cartas ejerce un verdadero magisterio. Su lenguaje es sencillo y el popular de la época, pero logra páginas de singular belleza al tratar temas de mayor entusiasmo. La santidad que describe en sus escritos no es aprendida en los libros, es fruto de su experiencia espiritual.
Fue canonizado por el papa León XIII junto con San Pedro Claver.



viernes, 28 de octubre de 2016

Parate un momento: El Evangelio del dia 29 DE OCTUBRE - SÁBADO 30ª - SEMANA DEL T.O.-C San Narciso de Jerusalén




29 DE OCTUBRE - SÁBADO
30ª - SEMANA DEL T.O.-C
San Narciso de Jerusalén

Evangelio según san Lucas14, 7-11
       En aquel tiempo, entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos
para comer, y ellos le estaban espiando.
Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso este ejemplo:
"Cuando te conviden a una boda, no te
   sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría
que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro, y te dirá: "Cédele el puesto a este".
Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga:
        "Amigo, sube más arriba".
 Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.
       Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido”.

1. Como ya se ha dicho, repetidas veces, el banquete ("simposio") era, en las culturas mediterráneas de la Antigüedad, el acto social más significativo y elocuente a la hora de fijar el puesto que cada cual ocupaba en la sociedad, la importancia que tenía una persona o su capacidad de influencia en los asuntos públicos. Esto es lo que explica, en gran medida, la significación y la importancia que representa este relato.
Por tanto, los que se reclinaban (en divanes) en un banquete estaban indicando su status social en general. Así consta en el Banquete de Platón, en el de Luciano o en las discusiones de Plutarco sobre los diferentes modos en que griegos y romanos   manifestaban la posición que cada  cual desempeñaba   en la sociedad (Dennis E. Smith).

2. Estas costumbres y hábitos de convivencia social fueron también determinantes en la sociedad de Israel, en tiempos de Jesús. Por eso, en lo que se refiere a este evangelio, lo que tenemos delante no es simplemente un problema de  soberbia o humildad. Se trata, sobre todo, de que los criterios de Jesús sobre la importancia  social y el papel que cada cual desempeña en una sociedad determinada, eran criterios opuestos a los que tenían las clases sociales más altas entre los judíos.

3. Pues bien, estando así las cosas, se comprende  que este relato trasciende la
ascética, la espiritualidad, la religiosidad y, en general, los problemas y los temas que se suelen tratar en un retiro espiritual o en una casa de espiritualidad.
Lo que Jesús afirma, cuando habla de irse al último puesto en la mesa, lo que en realidad
estaba diciendo es que quienes están abajo, en la escala social, son los más influyentes y determinantes, para bien o para mal, en una sociedad determinada.
Jesús opta por los últimos. Porque ve claramente que es desde ellos de donde se producen las transformaciones sociales que más condicionan la prosperidad o la desgracia de un pueblo o de un país entero. Y lo más importante de todo está en comprender aquí
la felicidad o la desgracia de un pueblo es un tema central en el mensaje de Jesús. Porque es así, y mediante eso, como los humanos tenemos que buscar y encontrar, Dios y el futuro de nuestra esperanza en toda su plenitud y todas sus dimensiones

San Narciso de Jerusalén



   San Narciso Jerusalén obispo abogado contra habladurias

Obispo de Jerusalén. Presidió un consejo en donde se decidió que la fiesta de celebración de la Pascua debía ser siempre en Domingo 
San Narciso de Jerusalén. Patrono contra las habladurías
Fiesta: 29 de octubre
Martirologio romano: Conmemoración de San Narciso, obispo de Jerusalén, con una santidad ejemplar, paciencia y fe de que, en total acuerdo con el Papa San Víctor en la fecha de la celebración de la Pascua, dijo que el misterio de la Resurrección del Señor sólo podía celebrarse el día Domingo y en la madurez de su vida, a los ciento dieciséis años, pasó felizmente a la Gloria del Señor.

Biografía
San Narciso desde su juventud se dedicó con gran cuidado al estudio de las disciplinas religiosas y humanas. Él luego, decidió ingresar a la vida eclesiástica, y en él se vieron todas las virtudes sacerdotales en su perfección; fue llamado el santo sacerdocio.
Estuvo rodeado de gran estima en su pueblo, pero fue consagrado obispo de Jerusalén alrededor del año 180, cuando ya era un octogenario.
Gobernó la Iglesia con un vigor que era como el de un hombre joven, y su vida austera y penitente estuvo totalmente dedicada al bienestar de la iglesia.
En el año 195, con Teófilo de Cesarea, presidió un consejo sobre la fecha de la celebración de la Pascua; se decidió entonces que esta gran fiesta siempre se debería celebrar el día domingo y no en el día de la antigua Pascua.

Los milagros en su vida
Dios le hizo testigo de sus méritos con muchos milagros, los cuales, los cristianos de Jerusalén, celebraron en su memoria por largo tiempo.
Un sábado Santo los fieles fueron puestos en apuro, porque no se podía encontrar aceite para las lámparas de la iglesia que iban a ser utilizados en la vigilia pascual. San Narciso ordenó que extrajeran agua de un buen vecino y después de que él la bendijera, la pusieran en las lámparas. Inmediatamente el agua se transformó en aceite. Mucho tiempo después, algunos de estos aceites aún se conservan en Jerusalén en memoria de este milagro.

El momento de la prueba
La virtud de este Santo, con el tiempo le trajo enemigos. Tres hombres miserables, afanados por el poder, lo acusaron de un crimen atroz. Alimentaron su falso testimonio con imprecaciones terribles. Los tres de ellos juraron ante Dios que lo que decían era cierto y cada uno se impuso un castigo si las acusaciones contra el obispo eran encontrada falsas. El primero rogó a Dios que lo dejase morir por el fuego, el segundo juró que se muriera infestado por la lepra y el tercero dijo que quedase ciego. El santo obispo, quien desde hacía tiempo había deseado una vida de soledad, tomó esta prueba con humildad y decidió que lo mejor era retirarse al desierto y dejar a la Iglesia en paz.
Poco tiempo después, Dios intervino en nombre de Su amado siervo, cuando los tres acusadores del obispo sufrieron las penalidades que ellos mismos habían invocado.
Desde ese entonces, Narciso no pudo resistir las peticiones de su pueblo; quienes lo llamaban con gran vehemencia para que regresara a Jerusalén y volviera a tomar las riendas de la Iglesia. Y así lo hizo por muchos años, hasta que, ya entrado en años, murió en la vejez extrema

Oración
Dios, Tú hizo San Narciso un ejemplo sobresaliente de amor divino y la fe que vence al mundo, y lo agrega al papel de pastores santos. Concesión por su intercesión para que podamos perseverar en la fe y el amor y ser partícipes de su gloria. Amén




jueves, 27 de octubre de 2016

Párate un momento: El Evangelio del día 28 DE OCTUBRE - VIERNES 30ª - SEMANA DEL T. O.- C San Judas Tadeo y San Simón, apóstoles




28 DE OCTUBRE    - VIERNES
30ª - SEMANA    DEL T. O.- C
San Judas Tadeo y San Simón, apóstoles

Evangelio según san Lucas 14, 1-6
       Un sábado entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando.
Jesús se encontró delante un hombre enfermo de hidropesía y, dirigiéndose a los letrados y fariseos, preguntó:
"¿Es lícito curar los sábados o no?"
    Ellos se quedaron callados.
Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió. Y a ellos les dijo:
"Si a uno de vosotros se la cae al pozo el burro o el buey, ¿no lo saca enseguida, aunque sea sábado?"
Y se quedaron sin respuesta.

1.  Nos encontramos aquí con  Jesús, con un notable y con un  enfermo anónimo sin importancia   (F. Bovon).
Los tres reunidos en una misma casa y en un mismo banquete. Todo ello en un sábado.   
- ¿Cómo reacciona Jesús en una situación así?
- ¿De parte de quién se pone?
- ¿Cómo actúa?
El breve relato lo deja todo claro, meridianamente claro:
1) Jesús cura al enfermo, por más que  eso estuviera prohibido  en sábado. 
2) Los fariseos estaban espiando, lógicamente a Jesús y para actuar contra él.
3) Jesús les plantea a los observantes religiosos la misma  pregunta que  planteó en la sinagoga   cuando  curó al hombre  del brazo atrofiado  (Mc 3, 1-6; Mt 12, 9-14; Lc 6, 6-11).
4) Los fariseos, ante la pregunta de Jesús, enmudecen, no tienen nada que decir y, además, no dan la cara.

2.  Por tanto, el fondo del asunto está en el enorme y  escandaloso contraste  que recorre  una  notable mayoría de los  relatos de curaciones de  enfermos.   
Sabemos que, en  no  pocos de esos relatos, se insiste en dos puntos capitales:
1) Jesús está siempre a favor de la vida.
2) La religión y sus representantes más cualificados anteponen siempre  las normas religiosas y los rituales religiosos a la plenitud de la vida y a la felicidad de la vida.
Además, las situaciones se fueron presentando, a lo largo de los relatos evangélicos, de forma que los defensores de la religión no tienen nada que decir. 
En consecuencia:  Jesús da vida y felicidad.
Los hombres de la religión "espían", "denuncian" y  "anteponen" las "observancias" y "rituales" religiosos a la vida y a la felicidad humana.

3.  Conclusión: Jesús se identifica con la vida, con la plenitud de la vida y la felicidad de la vida.
La religión, representada por sacerdotes, maestros de la Ley, fariseos (cada  uno de estos grupos  desde   sus diversas posiciones e intereses) se identifica con la sumisión, la obediencia, el desinterés por el pueblo y hasta el desprecio  del pueblo.
Esto supuesto (en el   conjunto de lo que se  acaba de indicar), la cuestión capital, que plantean los evangelios, no es la aceptación o el rechazo de la religión.
La cuestión está en saber dónde  y en qué ponemos lo central y determinante de la religión.
- ¿Lo ponemos en la "sumisión" a los jerarcas?
¿Lo ponemos en "el comportamiento ético" con los demás, especialmente con los que se ven peor tratados por la vida?
Sin olvidar que, si asumimos como "proyecto de vida" el mismo proyecto que determinó la vida de Jesús, eso representa un "proyecto revolucionario" que inevitablemente entra en conflicto con el sistema establecido.
Es el conflicto que puede cambiar este mundo,
En suma, humanizar esta vida. Esta es la forma de vida que nos abre al horizonte de la esperanza.

San Simón, y San Judas Tadeo apóstoles

Fiesta de los santos Simón y Judas, apóstoles, el primero apellidado Cananeo o Zelotas, y el segundo, hijo de Jacob, llamado también Tadeo, y que en la última cena preguntó al Señor acerca de su manifestación, recibiendo esta respuesta: El que me ame, observará mi palabra, y el Padre mío le amará, y vendremos a él y haremos nuestra mansión en él.

Vida de San Judas Tadeo apóstol

Judas Tadeo aparece último en la lista de los doce Apóstoles de Jesucristo (Mateo 10:3, Marco 3:18). No sabemos cuándo ni cómo entró a formar parte de los discípulos. Lucas le llama "Judas de Santiago" (Hechos 1:13). Juan aclara: "Judas, no el Iscariote" (Juan 14:22). Esta distinción es necesaria dado a que el Judas Iscariote fue quien traicionó a Jesús.

"Judas" es una palabra hebrea que significa: "alabanzas sean dadas a Dios". Tadeo quiere decir: "valiente para proclamar su fe"
El Apóstol Judas Tadeo, "el hermano de Santiago", era probablemente el hermano de Santiago el Menor, se lo menciona así por la notoriedad de Santiago en la Iglesia primitiva "¿No es éste -se preguntan maravillados los habitantes de Nazaret, ante la fama que acompaña a Jesús- el carpintero . . . el hermano de Santiago y de Judas?".
Después de la Ultima Cena, cuando Cristo prometió que se manifestaría a quienes le escuchasen, Judas le preguntó por qué no se manifestaba a todos. Cristo le contestó que El y su Padre visitarían a todos los que le amasen: "Vendremos a él y haremos en él nuestra morada" (Juan, 14, 22-23). No sabemos nada de la vida de San Judas Tadeo después de la Ascensión del Señor y la venida del Espíritu Santo.
Se atribuye a San Judas una de las epístolas canónicas, que tiene muchos rasgos comunes con la segunda epístola de San Pedro. No está dirigida a ninguna persona ni iglesia particular y exhorta a los cristianos a "luchar valientemente por la fe que ha sido dada a los santos. Porque algunos en el secreto de su corazón son . . . hombres impíos, que convierten la gracia de nuestro Señor Dios en ocasión de riña y niegan al único soberano regulador, nuestro Señor Jesucristo". Es una severa amonestación contra los falsos maestros y una invitación a conservar la pureza de la fe. Termina su carta con esta bella oración: "Sea gloria eterna a Nuestro Señor Jesucristo, que es capaz de conservarnos libres de pecados, y sin mancha en el alma y con gran alegría".
San Judas Tadeo es uno de los santos más populares a causa de los numerosos favores celestiales que consigue a sus devotos que le rezan con fe, especialmente en cuanto a conseguir empleo o casa. San Brígida cuenta en sus Revelaciones que Nuestro Señor le recomendó que cuando deseara conseguir ciertos favores los pidiera por medio de San Judas Tadeo.
Con frecuencia se ha confundido a San Judas Tadeo con el San Tadeo de la leyenda de Abgar y se ha dicho que murió apaciblemente en Beirut de Edessa. Según la tradición occidental, tal como aparece en la liturgia romana, se reunió en Mesopotamia con San Simón y que ambos predicaron varios años en Persia y ahí fueron martirizados. Existe un presunto relato del martirio de los dos Apóstoles; pero el texto latino no es ciertamente anterior a la segunda mitad del siglo VI. Dicho documento se ha atribuido a un tal Abdías, de quien se dice que fue discípulo de Simón y Judas y consagrado por ellos primer obispo de Babilonia. Según dice la antigua tradición, a San Simón lo mataron aserrándolo por medio, y a San Judas Tadeo le cortaron la cabeza con un hacha y por eso lo pintan con un hacha en la mano. Por ello, la Iglesia de occidente los celebra juntos, en tanto que la Iglesia de oriente separa sus respectivas fiestas.
Hay varias leyendas sobre San Judas Tadeo propagadas por Eusebio que son poco confiables.

El devoto debe cuidarse de no caer ciertos abusos, como la "novena milagrosa" a Judas Tadeo que ofrece al devoto grandes recompensas económicas con la condición de que se hagan copias de ella y sean enviadas a un número de personas. Esta novena raya en la superstición y está centrada más en interés económico que en la búsqueda de la santidad.

Oración a San Judas Tadeo apóstol
Oración para suplicar la intercesión del Apóstol San Judas sobre algún problema grave, en la soledad, o en casos desesperados.

¡Santo Apóstol, San Judas fiel siervo y amigo de Jesús! El nombre del traidor que entregó a tu amado Maestro en las manos de sus enemigos, ha sido la causa de que tú hayas sido olvidado por muchos; pero la Iglesia te honra e invoca universalmente, como el patrón de los casos difíciles y desesperados.
Ruega por mí. Estoy sin ayuda y tan solo. Haz uso, te imploro, del privilegio especial a ti concedido, de socorrer pronto y visiblemente cuando casi se ha perdido toda esperanza.
Ven en mi ayuda en esta gran necesidad, para que pueda recibir consuelo y socorro del cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente (haga aquí su petición), y para que pueda alabar a Dios contigo y con todos los elegidos por siempre.


Vida de San Simón apóstol

 El nombre de Simón el Cananeo figura en undécimo lugar en la lista de los apóstoles. Lo único que sabemos de él es que nació en Caná de Galilea y que se le daba el apodo de "Zelotes".
Simón el Cananeo. También llamado el Zelote, es uno de los doce apóstoles. Antes de unirse a Jesús habría pertenecido al grupo de los zelotes, que luchaban contra Roma. Predicó en Egipto, Libia y, posiblemente, en Persia. Su atributo el serrucho y una cruz

Historia
Simón el cananeo fue uno de los doce discípulos de Jesucristo. También se le conoce como Simón, llamado Zelotes. Su nombre aparece en Mateo 10 y Marcos 3 como Simón el Cananeo y en Lucas 6, Simón, llamado Zelotes. La única otra mención de él es después de que Jesús ascendió al Cielo, cuando los discípulos, entre ellos Simón el Cananeo, los hermanos de Jesús, y varias mujeres que incluía a la madre de Jesús, María, se reunieron en el alto aposento para orar.
Los doce discípulos fueron llamados a predicar el Evangelio de Jesucristo, pero se les prohibió ir a los gentiles o samaritanos. (Una visión dada a Pedro más tarde permitiría que el evangelio sea enseñado a todos.) En lugar de eso, fueron en busca de las ovejas perdidas de Israel. Ellos podían curar a los enfermos y, a través del sacerdocio, realizaban muchos milagros.
Cuando los discípulos viajaban, no llevaban nada con ellos, sino que debían depender de Dios para conducirlos a los alimentos, vestido y vivienda o a los que se los proporcionarían. Los que los aceptaban y les daban lo que necesitaban o escuchaban sus enseñanzas iban a recibir las bendiciones de la paz en sus hogares. Si eran rechazados, debían sacudir el polvo de sus pies al salir de la casa.
Jesús les advirtió que a menudo serían perseguidos a causa de su trabajo al servicio de Jesucristo. Él les aseguró que los que perseveraban hasta el fin serían salvos, y que eran de más valor que los gorriones. Dios conocía todos los detalles del gorrión, por lo que no dejaba lugar a dudas que Él también era consciente de ellos y de sus necesidades.
La raíz hebrea para Zelote es Qana, y Jerónimo creyó erróneamente que esta palabra venía de Caná o Canaán. Esta es la fuente de Canaán utilizado en las traducciones de la Biblia para distinguir a este Simón de Simón Pedro. La Biblia no tiene más información acerca de él, convirtiéndolo en el apóstol de quien sabemos menos. Si bien hay leyendas de que sirvió en misiones a Egipto y Glastonbury, y que fue asesinado, no hay ninguna evidencia real que nos diga algo más sobre su vida aparte de que se desempeñó como uno de los doce discípulos originales.

Su muerte
San Judas Tadeo y Simón Zelote llegaron a Suamyr, gran ciudad de Persia. Los dos Apóstoles se alojaron en casa de un discípulo llamado Semme. A la mañana siguiente a su llegada, los sacerdotes idólatras de aquella ciudad, seguidos por una gran multitud del pueblo, azuzados por las venenosas presiones de Zaroes y de Artexat, rodearon la casa de Semme pidiendo a gritos la entrega de los dos Apóstoles.
“Entréganos, oh Semme, inmediatamente a los enemigos de nuestros dioses, o si no te quemaremos la casa”. Ante estas amenazas que no admitían réplica, San Judas y San Simón se pusieron en manos de aquellos malvados que los obligaron inútilmente a adorar a sus falsos dioses; golpeados hasta la sangre, encontraron aún fuerzas para mirarse a los ojos y San Judas, dirigiéndose a su compañero de martirio le dijo: “Hermano, veo a Nuestro Señor Jesucristo que nos llama”.
La turba de los idólatras, ignorando estos coloquios celestiales, movida por un insano furor, se arrojó con mayor encarnizamiento sobre los cuerpos ya sangrantes de los dos Santos Apóstoles hasta destrozarlos: ¡la corona del martirio brillaba sobre sus cabezas gloriosas! A San Simón lo mataron aserrándolo por el medio, y a San Judas Tadeo le cortaron la cabeza con un hacha y por eso lo representan con un hacha en la mano. Se cree que el martirio ocurrió en el año 70 de la era cristiana, es decir, 36 años después de la Ascensión de Jesucristo al Cielo. Como fueron martirizados juntos, la Iglesia celebra la festividad el mismo día de su martirio para ambos: 28 de octubre.
Mientras sus santas almas eran acogidas en la Patria celestial y colocadas a la derecha del Padre, por el que habían ofrecido su vida en holocausto, el cielo de Suamyr, escenario de aquel bárbaro martirio, se quebraba con terribles fulgores, el templo idólatra se derrumbó y los dos sacerdotes, Zaroes y Arfexat, autores del hecho, fueron fulminados por la justicia divina.

Oración de Simón el Cananeo
¡Oh glorioso San Simón, que eres primo de Jesús y también un fiel seguidor devoto! Te llaman "el Zelote" (el defensor) indicando que estaban dispuestos a entregar tu vida por defender tu religión y dar tu libertad como persona humana. Te pedimos nos obtenga la gracia de estar dispuestos a dar nuestra vida por Cristo y a trabajar por la libertad y la paz que solamente Dios puede dar. Ayúdanos a entregarnos a nosotros mismos a Dios aquí en la tierra y ser recibido por él para gozar de la dicha eterna en el cielo. Amén.