14 DE OCTUBRE - VIERNES
28ª . SEMANA DEL T. O.-C
San Calixto I , papa y
mártir
Evangelio según san Lucas 12, 1-7
En aquel tiempo, miles y
miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros.
Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus
discípulos:
“Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con
la hipocresía. Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay
escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que digáis de noche, se repetirá
a pleno día, y lo que digáis al oído en el sótano, se pregonará desde la
azotea.
A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a
los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más. Os voy a decir a quien
tenéis que temer: temed al que tiene poder para matar y después echar en el fuego.
A ese tenéis que temer, os lo digo yo.
¿No se venden cinco gorriones por dos cuartos? Pues
ni de uno solo se olvida Dios.
Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados.
Por lo tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los
gorriones”.
1. El tema central de la denuncia, que hace aquí
Jesús, es la hipocresía de los fariseos, que Jesús ve como la fuerza (el
“fermento”) determinante de la perversión de aquellos hombres.
La “hipocresía” (“hypokrisis)
pertenece, en su origen, al lenguaje teatral. La “representación teatral” vino
a significar luego —en sentido negativo— “hipocresía”. Pero, en el N. T.,
enlaza (en la traducción de los LXX) con el término hebreo “hánéf” (Job 34, 30;
36, 13), que se refiere a una persona que no permite que su conducta esté
determinada por Dios y que, por tanto, es un impío.
De ahí que “hypokrisis”
puede traducirse por “impiedad” (H. Giesen; H. Frankemólle).
2. La denuncia de Jesús, en este caso, es
tremenda. A los hombres, que aparecían
ante la opinión pública como los más piadosos, las
personas más cercanas a Dios, Jesús les dice que su vida es pura “teatralidad”,
que no tiene ningún valor ante ese Dios del que ellos aseguran que lo buscan
siempre. Son, por tanto, unos indeseables, que viven engañados y engañando. Eso
es lo que saben hacer: ir por la vida como unos auténticos comediantes. Quizá
sin darse cuenta, ni tomar conciencia, de
que semejante papel es el que desempeñan en este
mundo.
3. Por eso Jesús añade: “Nada hay cubierto que
no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse” (Lc 12,
2).
En el evangelio de
Lucas, esta sentencia invita a los discípulos, ante miles de gentes, a no
actuar como los fariseos, cuya hipocresía quedará desenmascarada (F. Bovon).
La claridad, la
transparencia, la ausencia de cualquier forma de ocultamiento, todo eso es lo
propio del Evangelio.
Cuando una persona
(o una institución) tiene que andar ocultando muchas cosas,
eso es el indicador más elocuente de que esa persona
o esa institución están muy lejos de Jesús y su proyecto.
Si pensamos
despacio en los discursos de Jesús, tal como los presentan los relatos
evangélicos,
-¿no producen la
impresión de que Jesús
fue un hombre imprudente y que, precisamente por
eso, se metió en problemas y
se buscó complicaciones sin necesidad?
No. Para Jesús, esta transparencia es constitutiva
del Evangelio. Donde no hay transparencia, no hay Evangelio.
San Calixto I , papa y
mártir
Nació
en Roma en uno de los barrios pobres. Fue esclavo y como tal, pasó una dura
juventud y mocedad. Recorrió varios lugares donde llevó una vida muy dura. Una
vez puesto en libertad se retiró cerca de Roma a una especie de desierto y allí
pasó unos diez años entregado al estudio y a la meditación.
Maduró
Calixto durante aquellos años y su nombre empezó a sonar entre los ambientes
cristianos. Llegó hasta los oídos del Papa San Ceferino, quien le llamó a su
presencia Quedó prendado de aquellas cualidades que aparecían visiblemente en
aquel hombre maduro y conocedor profundo de la fe cristiana.
Reconociendo
estas cualidades y su gran ingenio, le encomendó la ampliación y construcción
en la Vía Appia del Cementerio o Catacumbas que después y para siempre
llevarían su nombre.
Los
cristianos de su tiempo reconocieron las ilustres cualidades que adornaban al
diácono Calixto y no sólo en cuestiones financieras o de construcción de
catacumbas, sino en el terreno de la ciencia, de prudencia, de piedad y de
dotes de gobierno. Por ello al morir el Papa Ceferino pusieron los ojos en
Calixto y lo eligieron para sucederle como Obispo de Roma y Sumo Pontífice.
Algunas
herejías empezaban a pulular por aquel entonces y contra ellas luchó con
valentía el nuevo Papa. Las dos principales eran éstas:
El
"SABELIANISMO" que casi no ponía distinción entre las Personas de la
Santísima Trinidad, con confusiones que rayaban en la herejía y los
"MONTANISTAS" que eran los que defendían un rigorismo exagerado de
costumbres y, sobre todo, con los que habían sido algo débiles durante las
persecuciones y ahora querían volver, arrepentidos, a la Iglesia Católica. San
Calixto siempre quiso ser más padre que juez. Más defensor que condenador. Esto
le atrajo muchos insultos y contradicciones, pero siempre los soportó con gran
entereza y gran caridad.
San
Calixto estaba convencido de una verdad sobre todo: la bondad de Dios y su gran
misericordia para con los pecadores arrepentidos. Tertuliano y sus secuaces se
levantaron contra el Papa y le hicieron sufrir muchísimo, hasta que fue coronada
su preciosa vida con la palma del martirio, que recibió probablemente el año
222.
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