28 DE OCTUBRE - VIERNES
30ª - SEMANA DEL T. O.- C
San Judas Tadeo y San Simón, apóstoles
Evangelio según san Lucas 14, 1-6
Un sábado entró Jesús en casa
de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando.
Jesús se encontró delante un hombre enfermo de
hidropesía y, dirigiéndose a los letrados y fariseos, preguntó:
"¿Es lícito curar los sábados o no?"
Ellos se quedaron callados.
Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió. Y a
ellos les dijo:
"Si a uno de vosotros se la cae al pozo el
burro o el buey, ¿no lo saca enseguida, aunque sea sábado?"
Y se quedaron sin respuesta.
1. Nos encontramos aquí con Jesús, con un notable y con un enfermo anónimo sin importancia (F. Bovon).
Los tres reunidos
en una misma casa y en un mismo banquete. Todo ello en un sábado.
- ¿Cómo reacciona Jesús
en una situación así?
- ¿De parte de
quién se pone?
- ¿Cómo actúa?
El breve relato lo
deja todo claro, meridianamente claro:
1) Jesús cura al
enfermo, por más que eso estuviera
prohibido en sábado.
2) Los fariseos estaban
espiando, lógicamente a Jesús y para actuar contra él.
3) Jesús les plantea
a los observantes religiosos la misma
pregunta que planteó en la sinagoga cuando
curó al hombre del brazo
atrofiado (Mc 3, 1-6; Mt 12, 9-14; Lc 6,
6-11).
4) Los fariseos,
ante la pregunta de Jesús, enmudecen, no tienen nada que decir y, además, no
dan la cara.
2. Por tanto, el fondo del asunto está en el enorme
y escandaloso contraste que recorre
una notable mayoría de los relatos de curaciones de enfermos.
Sabemos que, en no
pocos de esos relatos, se insiste en dos puntos capitales:
1) Jesús está siempre
a favor de la vida.
2) La religión y
sus representantes más cualificados anteponen siempre las normas religiosas y los rituales
religiosos a la plenitud de la vida y a la felicidad de la vida.
Además, las
situaciones se fueron presentando, a lo largo de los relatos evangélicos, de
forma que los defensores de la religión no tienen nada que decir.
En
consecuencia: Jesús da vida y felicidad.
Los hombres de la
religión "espían", "denuncian" y "anteponen" las
"observancias" y "rituales" religiosos a la vida y a la
felicidad humana.
3. Conclusión: Jesús se identifica con la vida,
con la plenitud de la vida y la felicidad de la vida.
La religión,
representada por sacerdotes, maestros de la Ley, fariseos (cada uno de estos grupos desde
sus diversas posiciones e intereses) se identifica con la sumisión, la
obediencia, el desinterés por el pueblo y hasta el desprecio del pueblo.
Esto supuesto (en
el conjunto de lo que se acaba de indicar), la cuestión capital, que
plantean los evangelios, no es la aceptación o el rechazo de la religión.
La cuestión está en
saber dónde y en qué ponemos lo central
y determinante de la religión.
- ¿Lo ponemos en la
"sumisión" a los jerarcas?
¿Lo ponemos en
"el comportamiento ético" con los demás, especialmente con los que se
ven peor tratados por la vida?
Sin olvidar que, si
asumimos como "proyecto de vida" el mismo proyecto que determinó la
vida de Jesús, eso representa un "proyecto revolucionario" que inevitablemente
entra en conflicto con el sistema establecido.
Es el conflicto que
puede cambiar este mundo,
En suma, humanizar
esta vida. Esta es la forma de vida que nos abre al horizonte de la esperanza.
San Simón, y San Judas Tadeo apóstoles
Fiesta
de los santos Simón y Judas, apóstoles, el primero apellidado Cananeo o
Zelotas, y el segundo, hijo de Jacob, llamado también Tadeo, y que en la última
cena preguntó al Señor acerca de su manifestación, recibiendo esta respuesta:
El que me ame, observará mi palabra, y el Padre mío le amará, y vendremos a él
y haremos nuestra mansión en él.
Vida de San Judas Tadeo apóstol
Judas Tadeo aparece
último en la lista de los doce Apóstoles de Jesucristo (Mateo 10:3, Marco
3:18). No sabemos cuándo ni cómo entró a formar parte de los discípulos. Lucas
le llama "Judas de Santiago" (Hechos 1:13). Juan aclara: "Judas,
no el Iscariote" (Juan 14:22). Esta distinción es necesaria dado a que el
Judas Iscariote fue quien traicionó a Jesús.
"Judas" es una palabra hebrea que
significa: "alabanzas sean dadas a Dios". Tadeo quiere decir: "valiente para proclamar su fe"
El
Apóstol Judas Tadeo, "el hermano de Santiago", era probablemente el
hermano de Santiago el Menor, se lo menciona así por la notoriedad de Santiago
en la Iglesia primitiva "¿No es éste -se preguntan maravillados los
habitantes de Nazaret, ante la fama que acompaña a Jesús- el carpintero . . .
el hermano de Santiago y de Judas?".
Después
de la Ultima Cena, cuando Cristo prometió que se manifestaría a quienes le
escuchasen, Judas le preguntó por qué no se manifestaba a todos. Cristo le
contestó que El y su Padre visitarían a todos los que le amasen:
"Vendremos a él y haremos en él nuestra morada" (Juan, 14, 22-23). No
sabemos nada de la vida de San Judas Tadeo después de la Ascensión del Señor y
la venida del Espíritu Santo.
Se
atribuye a San Judas una de las epístolas canónicas, que tiene muchos rasgos
comunes con la segunda epístola de San Pedro. No está dirigida a ninguna
persona ni iglesia particular y exhorta a los cristianos a "luchar
valientemente por la fe que ha sido dada a los santos. Porque algunos en el
secreto de su corazón son . . . hombres impíos, que convierten la gracia de
nuestro Señor Dios en ocasión de riña y niegan al único soberano regulador,
nuestro Señor Jesucristo". Es una severa amonestación contra los falsos
maestros y una invitación a conservar la pureza de la fe. Termina su carta con
esta bella oración: "Sea gloria eterna a Nuestro Señor Jesucristo, que es
capaz de conservarnos libres de pecados, y sin mancha en el alma y con gran
alegría".
San
Judas Tadeo es uno de los santos más populares a causa de los numerosos favores
celestiales que consigue a sus devotos que le rezan con fe, especialmente en
cuanto a conseguir empleo o casa. San Brígida cuenta en sus Revelaciones que
Nuestro Señor le recomendó que cuando deseara conseguir ciertos favores los
pidiera por medio de San Judas Tadeo.
Con
frecuencia se ha confundido a San Judas Tadeo con el San Tadeo de la leyenda de
Abgar y se ha dicho que murió apaciblemente en Beirut de Edessa. Según la
tradición occidental, tal como aparece en la liturgia romana, se reunió en
Mesopotamia con San Simón y que ambos predicaron varios años en Persia y ahí
fueron martirizados. Existe un presunto relato del martirio de los dos
Apóstoles; pero el texto latino no es ciertamente anterior a la segunda mitad
del siglo VI. Dicho documento se ha atribuido a un tal Abdías, de quien se dice
que fue discípulo de Simón y Judas y consagrado por ellos primer obispo de
Babilonia. Según dice la antigua tradición, a San Simón lo mataron aserrándolo
por medio, y a San Judas Tadeo le cortaron la cabeza con un hacha y por eso lo
pintan con un hacha en la mano. Por ello, la Iglesia de occidente los celebra
juntos, en tanto que la Iglesia de oriente separa sus respectivas fiestas.
Hay
varias leyendas sobre San Judas Tadeo propagadas por Eusebio que son poco
confiables.
El devoto
debe cuidarse de no caer ciertos abusos, como la "novena milagrosa" a
Judas Tadeo que ofrece al devoto grandes recompensas económicas con la
condición de que se hagan copias de ella y sean enviadas a un número de
personas. Esta novena raya en la superstición y está centrada más en interés
económico que en la búsqueda de la santidad.
Oración a San Judas Tadeo apóstol
Oración
para suplicar la intercesión del Apóstol San Judas sobre algún problema grave,
en la soledad, o en casos desesperados.
¡Santo
Apóstol, San Judas fiel siervo y amigo de Jesús! El nombre del traidor que
entregó a tu amado Maestro en las manos de sus enemigos, ha sido la causa de
que tú hayas sido olvidado por muchos; pero la Iglesia te honra e invoca universalmente,
como el patrón de los casos difíciles y desesperados.
Ruega por
mí. Estoy sin ayuda y tan solo. Haz uso, te imploro, del privilegio especial a
ti concedido, de socorrer pronto y visiblemente cuando casi se ha perdido toda
esperanza.
Ven en mi
ayuda en esta gran necesidad, para que pueda recibir consuelo y socorro del
cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente
(haga aquí su petición), y para que pueda alabar a Dios contigo y con todos los
elegidos por siempre.
Vida de San Simón apóstol
El
nombre de Simón el Cananeo figura en undécimo lugar en la lista de los
apóstoles. Lo único que sabemos de él es que nació en Caná de Galilea y que se
le daba el apodo de "Zelotes".
Simón
el Cananeo. También llamado el Zelote, es uno de los doce apóstoles. Antes de
unirse a Jesús habría pertenecido al grupo de los zelotes, que luchaban contra
Roma. Predicó en Egipto, Libia y, posiblemente, en Persia. Su atributo el
serrucho y una cruz
Historia
Simón
el cananeo fue uno de los doce discípulos de Jesucristo. También se le conoce
como Simón, llamado Zelotes. Su nombre aparece en Mateo 10 y Marcos 3 como
Simón el Cananeo y en Lucas 6, Simón, llamado Zelotes. La única otra mención de
él es después de que Jesús ascendió al Cielo, cuando los discípulos, entre
ellos Simón el Cananeo, los hermanos de Jesús, y varias mujeres que incluía a
la madre de Jesús, María, se reunieron en el alto aposento para orar.
Los
doce discípulos fueron llamados a predicar el Evangelio de Jesucristo, pero se
les prohibió ir a los gentiles o samaritanos. (Una visión dada a Pedro más
tarde permitiría que el evangelio sea enseñado a todos.) En lugar de eso,
fueron en busca de las ovejas perdidas de Israel. Ellos podían curar a los
enfermos y, a través del sacerdocio, realizaban muchos milagros.
Cuando
los discípulos viajaban, no llevaban nada con ellos, sino que debían depender
de Dios para conducirlos a los alimentos, vestido y vivienda o a los que se los
proporcionarían. Los que los aceptaban y les daban lo que necesitaban o
escuchaban sus enseñanzas iban a recibir las bendiciones de la paz en sus
hogares. Si eran rechazados, debían sacudir el polvo de sus pies al salir de la
casa.
Jesús
les advirtió que a menudo serían perseguidos a causa de su trabajo al servicio
de Jesucristo. Él les aseguró que los que perseveraban hasta el fin serían
salvos, y que eran de más valor que los gorriones. Dios conocía todos los
detalles del gorrión, por lo que no dejaba lugar a dudas que Él también era
consciente de ellos y de sus necesidades.
La
raíz hebrea para Zelote es Qana, y Jerónimo creyó erróneamente que esta palabra
venía de Caná o Canaán. Esta es la fuente de Canaán utilizado en las
traducciones de la Biblia para distinguir a este Simón de Simón Pedro. La
Biblia no tiene más información acerca de él, convirtiéndolo en el apóstol de
quien sabemos menos. Si bien hay leyendas de que sirvió en misiones a Egipto y
Glastonbury, y que fue asesinado, no hay ninguna evidencia real que nos diga algo
más sobre su vida aparte de que se desempeñó como uno de los doce discípulos
originales.
Su muerte
San
Judas Tadeo y Simón Zelote llegaron a Suamyr, gran ciudad de Persia. Los dos
Apóstoles se alojaron en casa de un discípulo llamado Semme. A la mañana
siguiente a su llegada, los sacerdotes idólatras de aquella ciudad, seguidos
por una gran multitud del pueblo, azuzados por las venenosas presiones de
Zaroes y de Artexat, rodearon la casa de Semme pidiendo a gritos la entrega de
los dos Apóstoles.
“Entréganos,
oh Semme, inmediatamente a los enemigos de nuestros dioses, o si no te
quemaremos la casa”. Ante estas amenazas que no admitían réplica, San Judas y
San Simón se pusieron en manos de aquellos malvados que los obligaron
inútilmente a adorar a sus falsos dioses; golpeados hasta la sangre,
encontraron aún fuerzas para mirarse a los ojos y San Judas, dirigiéndose a su
compañero de martirio le dijo: “Hermano, veo a Nuestro Señor Jesucristo que nos
llama”.
La
turba de los idólatras, ignorando estos coloquios celestiales, movida por un
insano furor, se arrojó con mayor encarnizamiento sobre los cuerpos ya
sangrantes de los dos Santos Apóstoles hasta destrozarlos: ¡la corona del
martirio brillaba sobre sus cabezas gloriosas! A San Simón lo mataron aserrándolo
por el medio, y a San Judas Tadeo le cortaron la cabeza con un hacha y por eso
lo representan con un hacha en la mano. Se cree que el martirio ocurrió en el
año 70 de la era cristiana, es decir, 36 años después de la Ascensión de
Jesucristo al Cielo. Como fueron martirizados juntos, la Iglesia celebra la
festividad el mismo día de su martirio para ambos: 28 de octubre.
Mientras
sus santas almas eran acogidas en la Patria celestial y colocadas a la derecha
del Padre, por el que habían ofrecido su vida en holocausto, el cielo de
Suamyr, escenario de aquel bárbaro martirio, se quebraba con terribles
fulgores, el templo idólatra se derrumbó y los dos sacerdotes, Zaroes y
Arfexat, autores del hecho, fueron fulminados por la justicia divina.
Oración de Simón el Cananeo
¡Oh
glorioso San Simón, que eres primo de Jesús y también un fiel seguidor devoto!
Te llaman "el Zelote" (el defensor) indicando que estaban dispuestos
a entregar tu vida por defender tu religión y dar tu libertad como persona
humana. Te pedimos nos obtenga la gracia de estar dispuestos a dar nuestra vida
por Cristo y a trabajar por la libertad y la paz que solamente Dios puede dar.
Ayúdanos a entregarnos a nosotros mismos a Dios aquí en la tierra y ser
recibido por él para gozar de la dicha eterna en el cielo. Amén.
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