14
DE FEBRERO - MARTES –
6ª
- SEMANA DEL T.O.-A
SANTOS
CIRILO METODIO,
PATRONOS
DE EUROPA
Evangelio según san Marcos 8, 14-21
En aquel tiempo a los discípulos se les
olvidó llevar pan, y no tenían más que un pan en la barca. Jesús les recomendó:
"Tened cuidado con la
levadura de los fariseos y con la de Herodes".
Ellos comentaban:
"Lo dice porque no
tenemos pan. Dándose cuenta, les
dijo Jesús:
"¿Por qué comentáis
que no tenemos pan? ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os
sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís?
A ver, ¿cuántos cestos de
sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os
acordáis?"
Ellos contestaron:
"Doce".
“¿Y cuántas canastas de sobras
recogisteis cuando repartisteis siete entre cuatro mil?"
Le respondieron:
"Siete".
Él les dijo:
“¿Y no acabáis de
entender?".
1. La levadura (zymé) no significa lo mismo que
fermento, cosa que en tiempos antiguos era poco frecuente. La nueva masa se fermentaba mezclándola con una pequeña porción de masa de la semana anterior, que se había guardado con el fin de que se convirtiera en levadura,
tal y como hoy se hace con el yogur de la cocción anterior. De ahí que la
palabra "levadura", en este texto, puede significar
aproximadamente como "pan con
levadura" o fermentado (cf. Lv 7, 13) (Marcus Joel, L. I. Robinowitz).
Esta
sencilla explicación ayuda a comprender que, por más que fuera poco frecuente
el uso de nuestra levadura actual, podía utilizarse como metáfora para
referirse a conductas que tenían
poder de transformación de
la realidad.
2. Esto supuesto, Jesús les advierte a los
discípulos que tengan cuidado con la levadura de los fariseos y de Herodes.
Por
tanto, Jesús les advierte a sus seguidores (los de entonces y los de ahora) que
tengan cuidado con la influencia (normalmente negativa) que una persona o un
mensaje puede
tener.
Esta
imagen se utilizaba como advertencia (Lev 2, 11; Mt 13, 13; 1 Cor 5, 6-8; Gal
5, 9) (H. Windisch).
¿Por
qué esta advertencia en este caso?
Los
fariseos y la gente de Herodes aparecen, en el evangelio de Marcos, asociados nada
menos que para matar a Jesús (Mc 3, 6).
Jesús
advierte a los discípulos del peligro de ceguera, que les puede llevar a
situarse en contra de él.
¿Por
qué?
3. Porque no acababan de fiarse de Jesús. Y por
eso mismo, no creían de verdad en él.
En
este caso: no creían en la fuerza que tiene la decisión de ir por la vida compartiendo lo que se tiene. Por tanto, no
creían que quien
comparte lo que tiene,
jamás se verá falto de lo que necesita. O sea, aquellos hombres no creían en la
fuerza de cambio que tiene la solidaridad.
Por
eso mismo, lo que realmente les pasaba es que no creían en Jesús. Esto ocurre
demasiadas veces en la
vida: "no terminamos de creer -en serio y de verdad- en Jesús".
No
estamos persuadidos de que, viviendo
como él vivió, la vida cambia por completo. En esto radica nuestro mayor
problema.
PATRONOS
DE EUROPA
Hoy 14 de febrero es fecha fecunda en la
celebración de importantes santos patronos de la vida de la Iglesia, los que lo
son de Europa, San Cirilo y San Metodio.
Cirilo (también llamado
Constantino) y Metodio son dos hermanos, nacidos en Tesalónica, en Grecia, y
aunque acostumbre a llamárseles en este orden, Cirilo y Metodio, lo cierto es
que Metodio es de los dos el mayor, nacido en 826, y Cirilo el pequeño, nacido
en 827. Pertenecientes a una familia senatorial, reciben una esmerada
educación, Cirilo en Constantinopla donde ocupa el cargo de bibliotecario de
Santa Sofía, mientras Metodio alcanza la dignidad de gobernador de una
provincia bizantina.
En 855 sin embargo, ambos abandonan la vida
pública, toman las órdenes, y se retiran a un monasterio en Bitinia, desde
donde son enviados a evangelizar a los cátaros de Crimea, aprendiendo su idioma
y logrando muchas conversiones.
A petición del Príncipe
Ratislao, en 863 Cirilo y Metodio pasan a Moravia, entre cuyos habitantes
trabajaban ya aunque con escaso éxito misioneros alemanes. Hay que señalar que,
aunque son enviados por Constantinopla, Roma, con la que en ese momento reina
la armonía, confirma los nombramientos.
El gran conocimiento lingüístico de los
hermanos conducirá a que Cirilo acabe inventando un alfabeto para la
transcripción de los evangelios y de los libros litúrgicos al idioma moravo, el
que aún hoy utilizan la mayoría de las lenguas eslavas, llamado no por
casualidad “cirílico”, trabajo que realizará con la ayuda de Metodio y con el
que se convierten no sólo en evangelizadores de los eslavos sino también en
padres de su lengua y de su literatura. En Moravia permanecen cuatro años y
medio en los que despiertan los recelos de sus compañeros alemanes en la
misión.
Convocados a Roma por el Papa Nicolás I, a su
llegada a Roma se lo encuentran muerto y son recibidos por su sucesor, Adriano
II, quien aprueba sus trabajos entre los moravos, sanciona la liturgia en
eslavo y los consagra obispos, un empleo que Cirilo ejercerá por poco tiempo
pues el 4 de febrero del 869 rinde la vida, siendo enterrado en la iglesia de
San Clemente.
Adriano II funda la Archidiócesis de Moravia
y Panonia, con sede en Sirmium, independizándola de la Iglesia alemana, cuyo
primer obispo será precisamente Metodio, el cual habrá de sufrir todavía los
sinsabores de la incomprensión. Así, apenas un año después, los obispos
alemanes lo convocan a un sínodo en Ratisbona donde lo deponen y lo encierran
en prisión. Liberado por orden del Papa Juan VIII se reintegrará a su diócesis,
desde donde trabaja en la evangelización de bohemios y polacos.
Convocado de nuevo a Roma por las acusaciones
del alemán Wiching, Juan VIII ratifica la liturgia en eslavo, eso sí,
decretando que el Evangelio se lea en latín en las iglesias antes de hacerlo en
eslavo.
De vuelta en Constantinopla, Metodio completa
la traducción de las Santas Escrituras, todo el Antiguo Testamento a excepción
de los Libros de los Macabeos, así como el “Nomocanon”, es decir el código de
derecho canónico griego. El 6 abril de 885 es él el que rinde la vida.
Canonizados en 1880 por el Papa León XIII y
conocidos como “los apóstoles de los eslavos”, se estuvo celebrando la fiesta
de ambos el 9 marzo, hasta que Pio IX la traslada al 5 julio en la que aún hoy
se celebra en Chequia y en Eslovaquia, donde por cierto es fiesta nacional.
Pablo VI traslada la fiesta al 14 de febrero, fecha en la que la Iglesia
Ortodoxa conmemora a San Cirilo, mientras celebra a los dos hermanos el 11 de
mayo. León XIII dedica a los hermanos su encíclica “Grande Munus” de 30
septiembre, 1880.
Cirilo y Metodio son elevados a santos
patronos de Europa, -una categoría que comparten con San Benito de Nursia,
nombrado por Pablo VI en 1964- por Juan Pablo II, que lo hace mediante la
“Carta Apostólica Egregiae Virtutis” de 31 de diciembre de 1980 con estas
palabras:
“Con nuestro pleno conocimiento y madura
deliberación, con la plenitud de la potestad apostólica, en virtud de esta
Carta y para siempre, constituyo y declaro celestes Copatronos de toda Europa
junto a Dios a los Santos Cirilo y Metodio”.
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