miércoles, 15 de febrero de 2017

Párate un momento: El evangelio del dia 16 DE FEBRERO - JUEVES – 6ª - SEMANA DEL T.O.-A Beato José Allamano



16 DE FEBRERO - JUEVES –
6ª - SEMANA DEL   T.O.-A
Beato José Allamano

Evangelio según san Marcos 8, 27-33
       En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino preguntó a sus discípulos:
"¿Quién dice la gente que soy yo?"
Ellos le contestaron:
"Unos, Juan Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas".
Él les preguntó:
"Y vosotros, ¿quién decís que soy?"
Pedro le contestó:
"Tú eres el Mesías".
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y empezó   a instruirlos:
"El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los senadores, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar a los tres días".
Se lo explicaba con toda claridad.
Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo.
Jesús se volvió, y de cara a los discípulos increpó a Pedro:
"¡Quítate de mí vista, Satanás!
 ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!"

1.  Este relato es central en los cuatro evangelios. Porque, con formulaciones distintas, es el momento en el que los discípulos, representados por su portavoz (Pedro), reconocen y confiesan que Jesús es  el Mesías (Mt 16, 13-20; Mc 8, 27-30; Lc 9, 18-21; in 6, 66-69).
Por eso, este episodio marca un antes y un
después en el conjunto del Evangelio (J. D. G. Dunn).
A partir de este momento, el gran relato del Evangelio se orienta hacia el destino final de Jesús en Jerusalén: su conflicto definitivo, su fracaso y su muerte.

2.  Pero el relato está redactado de manera que aquí se nos presentan dos hechos y dos momentos que son literalmente contradictorios. Porque, en primer lugar, se relata la confesión de la fe de Pedro. Y, en segundo lugar, se nos presenta a Pedro como "Satanás", como algo que Jesús no quiere ni ver.
¿Por qué esta contradicción? 
Porque Pedro reconoce a Jesús como Mesías. Pero no tolera que Jesús sea un Mesías que termina fracasando. 
Pedro, por lo visto, quería un Mesías triunfante y glorioso. Pero el proyecto de Jesús era exactamente lo contrario.
Jesús sabía y aceptaba que iba a morir como un delincuente ajusticiado, o sea en el fracaso total.

3.  Y en esto tenemos el dato más elocuente de este relato. En el enfrentamiento directo de Jesús con Pedro, aparece que Pedro fue quien con más fuerza manifestó su oposición al fracaso final de Jesús.
Y a él fue a quien Jesús rechazó como si fuera el mismísimo Satanás. Lo cual quiere decir que las pretensiones de poder son pretensiones satánicas. Es lo que con más energía, y de forma más tajante rechaza Jesús. Por el contrario, las pretensiones de Jesús son de cercanía y de identificación con quienes carecen de poder.  La verdadera revolución del   movimiento de Jesús consiste en esto. Hasta tal
punto que, solo desde esta toma de postura, decidida y decisiva en la vida, es posible entender a Jesús, asumir su Evangelio, y poder comunicarlo a otros.
Querer explicar el Evangelio, y la fe en él, desde pretensiones de poder o desde posiciones de privilegio, es lo mismo que intentar hacer posible la cuadratura del círculo.
Hacer eso es vivir en la contradicción. Es lo que vemos en la Iglesia, en el Vaticano, en las catedrales, en las curias episcopales, en no
pocas parroquias, etc.
¿Y nos sorprende que la Iglesia se vea marginada, desautorizada, sin credibilidad?

Beato José Allamano

José Allamano nace en Castelnuovo d'Asti un 21 de enero de 1851 en el seno de una familia campesina. Fue el cuarto de cinco hijos, a los tres años se quedaron huérfanos de padre. Además de la madre, tres personas tienen un papel fundamental en su formación: su maestra Benedetta Savio, San José Cafasso (su tío) y San Juan Bosco.
El 20 de septiembre de 1873 se ordena sacerdote. Tiene 22 años. Los seis primeros años de sacerdote los pasa de formador en el seminario, pero su mayor deseo es ir a una parroquia.
En 1880 se le abren nuevos caminos... el arzobispo busca un rector para el Santuario de la Consolata, patrona de Turín y piensa en él.
En 1882, junto a su amigo el p. Santiago Camisassa, comienza la recuperación del Santuario y del Convictorio eclesiástico, donde se formarán los jóvenes sacerdotes.
En 1900 cae gravemente enfermo, y gracias al empuje del Cardenal Richelmy y las oraciones a la Consolata se cura milagrosamente. Diez años antes Allamano había escrito una carta pidiendo la fundación de un instituto misionero... Pero la autorización no llegó hasta el 29 de enero de 1901, justo un año después de su milagrosa curación.
Rondando los 20 años de edad parten los cuatro primeros misioneros para Kenia: P. Gays, Hno. L. Falda, P. F. Perlo, Hno. C. Lusso.
La fundación de las Misioneras de la Consolata será nueve años más tarde, el 29 de enero de 1910. La audiencia con el Papa Pío X, en 1909, le ayudó a ver claramente la voluntad de Dios "...si no tiene vocación para fundar religiosas, te la doy yo". A mediados de 1913, sale ya el primer grupo de monjas para las misiones.
Hoy día los dos institutos están formados por hombres y mujeres unidos por la misma vocación misionera, el mismo fundador, la misma madre -la Consolata- el mismo fin: la evangelización.

Consagrados para la evangelización en la obediencia, castidad y pobreza para la formación de comunidades adultas, visita a las familias, diálogo, promoción humana, justicia y paz, comunión...
La Eucaristía y María Consolata son el centro de nuestra espiritualidad que se centra en el "Espíritu de familia, Espíritu de fe, Espíritu de caridad, Espíritu de sacrificio". Y se resume en palabras del Beato José Allamano: "primero santos, después misioneros".


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