2 DE AGOSTO - MIÉRCOLES –
17ª - SEMANA DEL T. O.-A
Ntra. Señora de los Angeles de la
Porciúncula
Evangelio según san Mateo 13, 44-45
En aquel tiempo, dijo Jesús
a la gente:
"El Reino de los Cielos se parece a un
tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno
de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo".
"El Reino de Cielos se parece también a
un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran valor, se va a
vender todo lo que tiene y la compra.
1. Lo que Jesús
aporta a este mundo es algo tan valioso, que se compara con un enorme tesoro y
con una perla tan singularmente única que, para el que lo encuentra, se le
convierte en una oferta irresistible.
Un tesoro inmenso,
una perla de mucho valor, son cosas que ofrecen riqueza y bienestar. Está
demostrado que, al menos en la cultura actual, el poder de la "seducción"
es más fuerte que el poder de la "coacción". Y Jesús viene a decir
aquí que el Evangelio del Reino tiene un poder seductor que, a quien lo encuentra,
le llena la vida hasta el extremo de que se entrega a ese
proyecto con la convicción de que su vida tiene
un sentido pleno y para siempre.
2. Por otra parte,
sabemos de sobra que la oferta de gratificación inmediata, que hace la sociedad
del bienestar (en los países avanzados o sus paraísos restringidos en los
países pobres), se centra en la satisfacción de las necesidades que se pueden
cubrir con dinero y "buena vida". Y todos sabemos que eso no basta
para hacernos felices. Pero, al mismo tiempo, no pensamos que con promesas de
eternidad dichosa en el "otro mundo" o en la "otra vida",
con eso nada más, la gente se va a sentir atraída como el que, en tiempos
antiguos, daba con un tesoro.
No. El tesoro y la
perla, que ofrece Jesús, tienen que ser la respuesta a "necesidades de
totalidad".
Tiene que ser un
tesoro que solo en la relación interpersonal encuentra la respuesta a nuestros
anhelos más profundamente humanos e incluso que trascienden lo humano.
3. Aquí encontramos el
tesoro del Reino de Dios, que abarca y entraña la alteridad —la relación al
otro y a los otros— en toda la plenitud en que la vivió Jesús. Y tal como el
mismo Jesús nos enseñó a vivirla.
Solo la experiencia
mística nos da una idea de algo de lo que esto representa.
Es la genialidad que
supo expresar Juan de la Cruz en el Cántico Espiritual.
Ntra. Señora de los Ángeles de la
Porciúncula
Historia de la Porciúncula
A 5 km de
Asís, Italia, en el valle, se encuentra Santa María de los Ángeles, hermosa
basílica construida sobre LA PORCIUNCULA
La pequeña
capilla de la Porciúncula fue donde San Francisco fundó la Orden de los Frailes
Menores en el 1209, confiándola a la protección de la Virgen Madre de Cristo, a
quien le ha sido dedicada la iglesia.
Recibió
de los Benedictinos la capilla para hacerlos centro de su comunidad.
Aquí vivió
San Francisco con sus primeros hermanos.
El 28 de
marzo de 1211 Clara de Favarone de Offreduccio, recibió aquí el hábito
religioso de manos de San Francisco, dando inicio a la Orden de las Damas
Pobres (Clarisas).
En el
1216, en una visión, Francisco obtuvo de mismo Jesús la indulgencia conocida como
"la indulgencia de al Porciúncula" o "el Perdón de Asís",
la cual fue aprobada por el papa Honorio III.
Aquí san
Francisco reunía cada año a sus frailes en los capítulos (reuniones generales).
Aquí
murió san Francisco.
Entre las
reliquias que se encuentran en Santa María de los Angeles:
- el cordón de San Francisco,
-la estatua del santo con las palomas que siempre allí anidan,
-las rosas sin espinas fruto del milagro cuando el santo se tiró
sobre ellas para rechazar una tentación,
- la capilla de las lágrimas donde San Francisco rezaba por la
Pasión de Cristo y por los pecadores...
Santa María de los Ángeles, Nuestra Señora de
los Ángeles bajada temporalmente del techo de la basílica por daño del
terremoto, Peregrinación SCTJM, 1998
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