miércoles, 23 de agosto de 2017

Párate un momento: El Evangelio del dia 24 DE AGOSTO - JUEVES – 20ª - SEMANA DEL T. O. - A SAN BARTOLOME APOSTOL




24  DE AGOSTO - JUEVES –
20ª - SEMANA  DEL T. O. - A

Lectura del libro del Apocalipsis (21,9b-14):
El ángel me habló así:
«Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero.»
Me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel.
A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas. La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.

Salmo 144,10-11.12-13ab.17-18

R/. Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y la majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.

Evangelio según san Juan (1,45-51):
En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice:
«Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret.»
Natanael le replicó:
«¿De Nazaret puede salir algo bueno?»
Felipe le contestó:
«Ven y verás.»
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.»
Natanael le contesta:
«¿De qué me conoces?»
Jesús le responde:
«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.»
Natanael respondió:
«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
Jesús le contestó:
- «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has ver cosas mayores.»
Y le añadió:
«Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»

1.  - ¿Pero qué fascinación tenía su palabra?
- ¿Qué fuerza se asomaba a su mirada?
El encuentro con Jesucristo cambia, de arriba abajo, a las personas. Llega Natanael (Bartolomé), y se produce el cambio.
De una actitud insolente, casi agresiva:
- "¿De Nazaret puede salir algo bueno?", a una rendida confesión de fe:
"Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".
2.   Lo atestigua la historia: Zaqueo, de usurero a amigo de Jesús; la Samaritana, de mujer frívola a pregonera evangélica; el centurión romano, de pagano a confesar: "
Verdaderamente este era Hijo de Dios".
Y tantos nombres: Agustín, Javier,...
Todo brotó de un testimonio, de la mediación de Felipe: "
Ven, y verás".
El apóstol Bartolomé, plasmado en esta perícopa, ilumina nuestro vivir.

3.   Es el apóstol apenas conocido; por no saber, hasta dudamos de su nombre; y, sin embargo, forma parte de la roca y cimiento de la Iglesia. Los protagonismos, los triunfalismos, la espectacularidad -¡que sí, que se dan entre nosotros!- no dicen con el Evangelio.
Por otra parte, Jesús mismo hace el elogio de Bartolomé:
"Un israelita de verdad en el que no ha engaño".
- ¿No creéis que, en nuestro camino, nos encontramos con gentes que se creen poseedoras exclusivas de la verdad?
Es más difícil ser buscadores de la verdad, y estar dispuestos a ser fieles a la misma, incluso hasta sentir el desprecio y abandono de muchos. Todo, para ser apóstol, misionero. Los apóstoles lo oyeron de labios de Jesús:
Id y predicad, bautizad y perdonad, curad y sanad. La misión primera de la Iglesia es evangelizar.

4.   Los apóstoles acabaron su vida en el martirio. Fueron testigos de verdad. Fieles hasta la muerte. La tradición dice que a San Bartolomé le martirizaron quitándole la piel. En todo caso, aquí sí que se cumple la expresión popular y deportiva:
"Hay que dejarse la piel en el campo".

SAN  BARTOLOME  APOSTOL


Bartolomé es uno de los 12 Apóstoles (Mt 10,3).
El apóstol Felipe lo llevó a Jesús. Bartolomé es la misma persona que Natanael, mencionado en el Evangelio de San Juan, donde nos dice que era de Caná. (Jn 21,2)
Los Hechos de los Apóstoles mencionan también su presencia en Pentecostés (1,13).
Según la tradición, después de la ascensión del Señor, predicó el Evangelio en la India, donde recibió la corona del martirio.
Felipe dice a Natanael que han encontrado al Mesías esperado. Natanael al principio duda al saber que Jesús es de Nazaret. Felipe insistió: «Ven y lo verás.» (v.46). Es entonces que ocurre el encuentro entre Jesús y Natanael.
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.» -Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?» -Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.» -Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» -Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.» (Jn 1:47-51)
Según la Martiriología Romana, Bartolomé predicó en la India y en Armenia, donde murió mártir. Todavía con vida le arrancaron la piel y fue decapitado por el Rey Astyages en Derbend. Según la tradición este martirio ocurrió en Abanopolis, en la costa occidental del Mar Caspio, después de haber predicado también en Mesopotamia, Persia y Egipto.
Las reliquias de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a Roma donde ahora están en la Iglesia de San Bartolomé, en la "Isola San Bartolomeo" del río Tiber. Se dice que la Reina Emma, la esposa del Rey Canute entregó uno de sus brazos a Canterbury en el siglo XI.
En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo (utilizado en su martirio).
San Bartolomé es patrón de los carniceros, fabricantes de libros, guantes, pieles, zapateros, sastres, mercaderes de queso, viñadores, albañiles y otros. Se le invoca contra desórdenes nerviosos.

Oración a San Bartolomé apóstol
Oh, Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan venerable día con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé, concede a tu Iglesia amar lo que el creyó, y predicar lo que él enseñó. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén




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