3O DE AGOSTO – MIÉRCOLES –
21ª -
SEMANA DEL T. O. – A
Evangelio
según san Mateo 23, 27-32
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:
"¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que os
parecéis a los sepulcros encalados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por
dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera
parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crímenes.
¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros
a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo:
"¡Si
hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices
suyos en el asesinato de los profetas!"
Con esto atestiguáis en contra vuestra, que sois hijos de los
que asesinaron a los profetas.
¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!"
1. Jesús
insiste en denunciar el problema más grave que los representantes de la
religión le plantean a la misma religión. Se trata del problema de la claridad
y la transparencia.
La gravedad de este problema está en que los representantes
religiosos, al carecer, en tantos casos y en tantas personas, de claridad y de
transparencia, por eso mismo carecen también de credibilidad y autoridad.
La gravedad de este asunto consiste en que
hay muchísima gente que, al no fiarse
de los obispos y de los curas, en último término de quien no se fían es de
Dios. Al no creer en los curas, son muchos los que no creen en
Dios.
O lo que seguramente es peor: al desfigurarse la imagen de los clérigos, desfigura
igualmente la imagen de Dios.
2. Se
puede objetar que esto no tiene por qué ser así. Ni, de hecho, es así. En
teoría, por supuesto: se puede creer en Dios y no creer en el clero o en la iglesia.
Pero, en la práctica diaria de la vida, las cosas suceden de otra manera - ¿Por
qué?
Jesús les echa en cara, a los representantes
religiosos, que son sepulcros blanqueados": por fuera, pueden ser
auténticos monumentos; pero por dentro son muerte y putrefacción. Y lo malo es
que la gente lo nota y lo ve.
En la Iglesia es muy frecuente cuidar la imagen
externa, al tiempo que quien, aparece
como modelo de ejemplaridad y respeto, es en realidad un indeseable: orgulloso, egoísta, ambicioso, envidioso y
hasta mala persona.
Curias, sacristías y conventos saben mucho de
este tipo de conductas.
3. Y para
terminar, Jesús denuncia la contradicción que evidencian los que, al actuar o
hablar en público, se identifican con los antiguos profetas y con Jesús, pero
hacen eso precisamente cuando están cometiendo los mismos abusos y maldades que
denunciaron los profetas y Jesús.
Es el caso del que condena la hipocresía siendo
él un hipócrita. O del que denuncia el lujo de los ricos estando él vestido lujosamente
sobre un trono solemne.
Y peor aún: es frecuente oír homilías y sermones
en los que habla contra los ricos quien vive de sólidas
cuentas
corrientes que cotizan en bolsa, en las empresas financieras que nos han arruinado
a casi todos y aumentan sus capitales en los más seguros paraísos fiscales.
Quien vive de esa manera, -¿puede
permitirse la desfachatez de ponerse a
hablar de Jesús?
SANTA JUANA
JUGAN
Juana Jugan, nació el 25
octubre de 1792 en Cancale, un puerto pesquero situado en la costa del norte de
Bretaña (Francia). Cuando aún no tenía cuatro años su padre desapareció en el
mar como tantos otros marinos. Juana y sus hermanos aprendieron de su madre a
vivir en la pobreza con honestidad y valentía, en la fe y el Amor a Dios.
Trabajó como sirvienta y
cocinera en una casa cerca de Cancale y también como enfermera en un hospital
de Saint Servan, otra población de la costa bretona. Juana rechazó una
propuesta de matrimonio de un joven marinero diciendo: "Dios me quiere
para Él, me guarda para una obra desconocida, para una obra que aún no ha sido
fundada.". Estas palabras proféticas que pronunció a la edad de 24 años,
se realizaron 23 años después en Sain Servan, cuando un día de invierno de
1839, descubrió a una anciana ciega y paralítica que había sido abandonada; la
tomó en sus brazos, la llevo a su casa y le dio su propia cama.
Comedor
en St. Servant
Este gesto la
comprometería para siempre y a esta primera anciana le seguirían muchos más...
Pobre, ella misma, y obligada a trabajar duramente para vivir, Juana es
sensible a la miseria de los ancianos que encuentra en las calles y comparte
con ellos su salario, su pan y el tiempo de que dispone.
Juana
Jugan
Animada por un Hermano de
la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, inaugura la colecta y va a pedir por
y para los ancianos, para poder mantener así a su familia de adopción que crece
sin cesar.
A la Orden Hospitalaria
de San Juan de Dios, Juana Jugan debe también el "voto de
hospitalidad" por el cual el servicio de los Ancianos pobres es elevado a
la dignidad de un acto de la virtud de religión.
Ella quiere solamente
servir a Dios en el prójimo sobre todo en los pobres, manteniéndose fiel a su
ideal de imitar a Jesús y María, como San Juan Eudes enseñó a los miembros de la
Tercera Orden de la Madre Admirable, asociación fundada en el siglo XVII, a la
que Juana Jugan estaba unida desde los 25 años.
En 1843 Juana acogía ya a
40 ancianas y tres jóvenes compañeras se unieron a su causa escogiendo a Juana
como superiora de la pequeña asociación que se encaminaba hacia una auténtica
vida religiosa. Juana se convirtió en Sor María de la Cruz, pero no fue sólo en
su nombre de religión que ella llevó la Cruz, ya que pronto le robaron su obra
siendo destituida del cargo de superiora por un sacerdote que como Vicario
parroquial se había comprometido a seguir los inicios de esta pequeña familia,
proclamándose como fundador de la Obra y reduciendo la actividad de Juana a la
dura labor de la colecta.
A la injusticia Juana
responde con silencio, humildad y abandono. Poco a poco la sombra del olvido se
va extendiendo sobre Juana Jugan y ella deberá pasar los últimos 27 años de su
vida en la casa madre, sin ser conocida como la fundadora por las hermanitas,
las novicias y las postulantes con las que vivía y trabajaba, pero
transmitiendo providencialmente de esa manera, con su silenciosa influencia, el
carisma inicial y el auténtico espíritu de los orígenes. Ella fue el grano de
trigo que cae en tierra y muere percibiendo sin duda en su interior la unión
vital que existía entre esa muerte vivida en su interior, y la vida que brotaba
en su familia religiosa. Nadie le prestaba atención, pero ella veía crecer la
obra bendecida por Dios, alegrándose de su expansión misionera y sintiendo en
su interior un gozo profundo.
Habitación
donde murió
Falleció el 29 de agosto
de 1879 como una hermanita más y hasta 1902 no empezó a salir a la luz la verdad
respecto a los comienzos.
Beatificada el 3 de
octubre de 1982, por el Papa Juan Pablo II, anunciamos ya con profunda alegría
la fecha de su próxima canonización el 11 de octubre del 2009 en la ceremonia
presidida por el Santo Padre Benedicto XVI en Roma.
Su tumba en la Cripta de
la Capilla de la Casa Madre en Tour Saint Joseph (Saint Pern, Francia) atrae a
numerosos peregrinos que visitan también su casa natal de Cancale, la Mansarde
en Saint Servant en dónde acogió la primera anciana, y la también la casa
fundada en Saint-Servan (Francia).
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