martes, 29 de agosto de 2017

Párate un momento: El Evangelio del dia 3O DE AGOSTO – MIÉRCOLES – 21ª - SEMANA DEL T. O. – A SANTA JUANA JUGAN





3O DE AGOSTO – MIÉRCOLES –
21ª -  SEMANA  DEL T. O. – A

      Evangelio según san Mateo 23, 27-32
      En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:
"¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros encalados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crímenes.
¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo:
      "¡Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas!"
Con esto atestiguáis en contra vuestra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas.
¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!"

1.  Jesús insiste en denunciar el problema más grave que los representantes de la religión le plantean a la misma religión. Se trata del problema de la claridad y la transparencia.
La gravedad de este problema está en que los representantes religiosos, al carecer, en tantos casos y en tantas personas, de claridad y de transparencia, por eso mismo carecen también de credibilidad y autoridad.
La gravedad de este asunto consiste en que hay   muchísima gente que, al no fiarse de los obispos y de los curas, en último término de quien no se fían es de Dios. Al no creer en los curas, son muchos los que no creen en
Dios. O lo que seguramente es peor: al desfigurarse la imagen de los clérigos, desfigura igualmente la imagen de Dios.
2.    Se puede objetar que esto no tiene por qué ser así. Ni, de hecho, es así. En teoría, por supuesto: se puede creer en Dios y no creer en el clero o en la iglesia. Pero, en la práctica diaria de la vida, las cosas suceden de otra manera   - ¿Por qué?
Jesús les echa en cara, a los representantes religiosos, que son sepulcros blanqueados": por fuera, pueden ser auténticos monumentos; pero por dentro son muerte y putrefacción. Y lo malo es que la gente lo nota y lo ve.
En la Iglesia es muy frecuente cuidar la imagen externa, al tiempo que  quien, aparece como modelo de ejemplaridad y respeto, es en realidad un indeseable:  orgulloso, egoísta, ambicioso, envidioso y hasta mala  persona.
Curias, sacristías y conventos saben mucho de este tipo de conductas.

3.  Y para terminar, Jesús denuncia la contradicción que evidencian los que, al actuar o hablar en público, se identifican con los antiguos profetas y con Jesús, pero hacen eso precisamente cuando están cometiendo los mismos abusos y maldades que denunciaron los profetas y Jesús.
Es el caso del que condena la hipocresía siendo él un hipócrita. O del que denuncia el lujo de los ricos estando él vestido lujosamente sobre un trono solemne.
Y peor aún: es frecuente oír homilías y sermones en los que habla contra los ricos quien vive de sólidas
cuentas corrientes que cotizan en bolsa, en las empresas financieras que nos han arruinado a casi todos y aumentan sus capitales en los más seguros paraísos fiscales.
Quien vive de esa manera,   -¿puede permitirse  la desfachatez de ponerse a hablar de Jesús?

SANTA  JUANA  JUGAN


Juana Jugan, nació el 25 octubre de 1792 en Cancale, un puerto pesquero situado en la costa del norte de Bretaña (Francia). Cuando aún no tenía cuatro años su padre desapareció en el mar como tantos otros marinos. Juana y sus hermanos aprendieron de su madre a vivir en la pobreza con honestidad y valentía, en la fe y el Amor a Dios.
Trabajó como sirvienta y cocinera en una casa cerca de Cancale y también como enfermera en un hospital de Saint Servan, otra población de la costa bretona. Juana rechazó una propuesta de matrimonio de un joven marinero diciendo: "Dios me quiere para Él, me guarda para una obra desconocida, para una obra que aún no ha sido fundada.". Estas palabras proféticas que pronunció a la edad de 24 años, se realizaron 23 años después en Sain Servan, cuando un día de invierno de 1839, descubrió a una anciana ciega y paralítica que había sido abandonada; la tomó en sus brazos, la llevo a su casa y le dio su propia cama.

Comedor en St. Servant
Este gesto la comprometería para siempre y a esta primera anciana le seguirían muchos más... Pobre, ella misma, y obligada a trabajar duramente para vivir, Juana es sensible a la miseria de los ancianos que encuentra en las calles y comparte con ellos su salario, su pan y el tiempo de que dispone.

Juana Jugan
Animada por un Hermano de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, inaugura la colecta y va a pedir por y para los ancianos, para poder mantener así a su familia de adopción que crece sin cesar.
A la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Juana Jugan debe también el "voto de hospitalidad" por el cual el servicio de los Ancianos pobres es elevado a la dignidad de un acto de la virtud de religión.
Ella quiere solamente servir a Dios en el prójimo sobre todo en los pobres, manteniéndose fiel a su ideal de imitar a Jesús y María, como San Juan Eudes enseñó a los miembros de la Tercera Orden de la Madre Admirable, asociación fundada en el siglo XVII, a la que Juana Jugan estaba unida desde los 25 años.
En 1843 Juana acogía ya a 40 ancianas y tres jóvenes compañeras se unieron a su causa escogiendo a Juana como superiora de la pequeña asociación que se encaminaba hacia una auténtica vida religiosa. Juana se convirtió en Sor María de la Cruz, pero no fue sólo en su nombre de religión que ella llevó la Cruz, ya que pronto le robaron su obra siendo destituida del cargo de superiora por un sacerdote que como Vicario parroquial se había comprometido a seguir los inicios de esta pequeña familia, proclamándose como fundador de la Obra y reduciendo la actividad de Juana a la dura labor de la colecta.
A la injusticia Juana responde con silencio, humildad y abandono. Poco a poco la sombra del olvido se va extendiendo sobre Juana Jugan y ella deberá pasar los últimos 27 años de su vida en la casa madre, sin ser conocida como la fundadora por las hermanitas, las novicias y las postulantes con las que vivía y trabajaba, pero transmitiendo providencialmente de esa manera, con su silenciosa influencia, el carisma inicial y el auténtico espíritu de los orígenes. Ella fue el grano de trigo que cae en tierra y muere percibiendo sin duda en su interior la unión vital que existía entre esa muerte vivida en su interior, y la vida que brotaba en su familia religiosa. Nadie le prestaba atención, pero ella veía crecer la obra bendecida por Dios, alegrándose de su expansión misionera y sintiendo en su interior un gozo profundo.

Habitación donde murió
Falleció el 29 de agosto de 1879 como una hermanita más y hasta 1902 no empezó a salir a la luz la verdad respecto a los comienzos.
Beatificada el 3 de octubre de 1982, por el Papa Juan Pablo II, anunciamos ya con profunda alegría la fecha de su próxima canonización el 11 de octubre del 2009 en la ceremonia presidida por el Santo Padre Benedicto XVI en Roma.
Su tumba en la Cripta de la Capilla de la Casa Madre en Tour Saint Joseph (Saint Pern, Francia) atrae a numerosos peregrinos que visitan también su casa natal de Cancale, la Mansarde en Saint Servant en dónde acogió la primera anciana, y la también la casa fundada en Saint-Servan (Francia).


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