lunes, 21 de agosto de 2017

Párate un momento: El Evangelio del dia 22 DE AGOSTO - MARTES – 20ª - SEMANA DEL T. O. - A Stª. María Reina




22  DE AGOSTO - MARTES –
20ª - SEMANA DEL T. O. - A

Evangelio según san Mateo19, 23-30
       En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Creedme: difícilmente entrará un rico en el Reino de los Cielos.
Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de los Cielos".
Al oírlo, los discípulos dijeron espantados:
"Entonces, ¿quién puede salvarse?"
Jesús se les quedó mirando y les dijo:
para los hombres es imposible, pero Dios lo puede todo".
Entonces le dijo Pedro:
"Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.
-       ¿Qué nos va a tocar?"
Jesús les dijo:
"Creedme, cuando llegue la renovación, y el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos, para regir a las doce tribus de Israel.
El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.
Muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros".

1.  Este diálogo de Jesús con sus discípulos es la continuación del relato conocido del joven rico, que no fue capaz de renunciar a su riqueza para seguir a Jesús.
En tal situación, la sentencia de Jesús es muy dura: a los ricos les resulta imposible entrar en el reinado de Dios. Lo cual es perfectamente comprensible: el reinado de Dios supone, por lo menos, no querer para los demás lo que uno no quiere para sí mismo. 
Ahora bien, tal como funciona este mundo, hay pobres porque hay ricos: Es decir, hay mucha gente que se muere de hambre porque hay algunos que tienen de sobra y despilfarran en la abundancia.
El Evangelio es el proyecto que pretende cambiar de raíz este "desorden institucional" en el que vivimos y del que muchos nos aprovechamos. 
El ejemplo más elocuente, que estamos viviendo   ahora mismo, es la contradicción en que vive Europa. El continente, en el que primero se expandió el  cristianismo, en el que está el centro de gestión del cristianismo, en  el que se ha configurado la cultura y la tradición cristiana, los Derechos Humanos, la Ilustración, la Modernidad..., es el continente de las guerras mundiales, de la industria de la violencia y el latrocinio (América, África, gran parte de Asia...).
- ¿Qué hemos hecho con Jesús y su Iglesia?
- ¿Qué ha hecho la Iglesia con nosotros?

2.  Pero aquí tropezamos con la natural inclinación humana a poseer y acumular. Porque eso nos da seguridad, satisface nuestros deseos y caprichos, y nos da prestigio y estima ante mucha gente. Por eso se comprende la negativa del joven aquel para seguir a Jesús. Y por eso se entiende también el espanto de los discípulos cuando Jesús aseguró que los ricos no pueden entrar en el Reino de Dios.

3.  Por eso Jesús afirma que para Dios es posible lo que para nosotros resulta imposible.
La ética de la igualdad para todos, supera lo que da de sí la condición humana.  Por eso, cuando vemos que el Evangelio insiste tanto en la ética que privilegia a los pequeños y a los últimos, a los que sufren y a los pobres, eso no significa que el Evangelio es un mero proyecto social.
El proyecto social y ético del Evangelio, si no es a base de una experiencia religiosa muy honda y de una mística consecuente, no es posible.
Esto es capital para entender el Evangelio.

Stª. María Reina


"La Virgen Inmaculada ... asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial fue ensalzada por el Señor como Reina universal, con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de señores y vencedor del pecado y de la muerte".
(Conc. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, n.59).

El pueblo cristiano, movido de un certero instinto sobrenatural, siempre reconoció la regia dignidad de la Madre del "Rey de reyes y Señor de señores".  Padre y Doctores, Papas y teólogos se hicieron eco de ese reconocimiento y la misma halla sublime expresión en los esplendores del arte y en la elocuente catequesis de la liturgia.
Al ser Madre de Dios, María vióse adornada por Él con todas las gracias, prescas y títulos más nobles. Fue constituida Reina y Señora de todo lo creado, de los hombres y aún de los ángeles. Es tan Reina poderosa como Madre cariñosa, asociada como se halla en la obra redentora y a la consiguiente mediación y distribución de las gracias.
Quiere la Iglesia que oigamos la voz de María pregonando agradecida a Dios los singulares privilegios de que la colmó. El Evangelio anuncia el Reino de Cristo, de donde fluye también el reinado universal de María.
Esta fiesta litúrgica fue instituida por Pío XII, y se celebra ahora en la octava de la Asunción, para manifestar claramente la conexión que existe entre la realeza de María y su asunción a los cielos. La piedad del medievo fue la que comenzó en Occidente a saludar con el título de Reina a la Santísima Virgen Madre de Dios, invocándola con las palabras: Salve, Reina caelorum; Reina caeli, laetare. Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Tí llamamos los desterrados hijos de Eva; a Tí suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

HIMNO
Reina y Madre, Virgen pura,
que sol y cielo pisáis,
a vos sola no alcanzó
la triste herencia de Adán.
¿Cómo en vos, Reina de todos,
si llena de gracia estáis,
pudo caber igual parte
de la culpa original?

De toda mancha estáis libre:
¿y quién pudo imaginar
que vino a faltar la gracia
en donde la gracia está?
Si los hijos de sus padres
Toman el fuero en que están,
¿cómo pudo ser cautiva
quien dio a luz la libertad? Amén.

ORACIÓN

Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos.
Reina dignísima del mundo, María Virgen perpetua, intercede por nuestra paz y salud, tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos.
Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.


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