viernes, 10 de noviembre de 2017

Párate un momento: El Evangelio del dia 11 DE NOVIEMBRE - SÁBADO 31ª- SEMANA DEL T.O.-A SAN MARTIN DE TOUR





11  DE NOVIEMBRE  - SÁBADO
31ª-  SEMANA   DEL T.O.-A
SAN  MARTIN  DE  TOUR

Lectura del Santo evangelio segun san Lucas 16,9-15
    En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos:
"Ganaos amigos con el dinero injusto, para que cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El que es de fiar en lo menudo, también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo, tampoco en lo importante es honrado.
Si no fuisteis de fiar en el vil dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras?
Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos amos: porque o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. 
No podéis servir a Dios y al dinero".
Oyeron esto unos fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de él.
Jesús les dijo:
"Vosotros presumís de observantes delante de la gente, pero Dios os conoce por dentro.
    La arrogancia con los hombres, Dios la detesta".

1.  La afirmación con que empieza este evangelio es sobrecogedora, cuando se entiende en su verdadero significado. Y confirma lo que se ha dicho en la parábola anterior.
El dinero es necesario como instrumento de cambio. Y el capital es bueno, si se entiende como medio y proceso para la productividad y el progreso. Pero progreso de todos, no de algunos solamente.
El capital es criminal cuando se organiza y se gestiona para que solo algunos acumulen, a costa de las carencias, el hambre y la muerte de otros. Eso es lo que está ocurriendo ahora: la crisis de la economía mundial ha sido causada por personas y grupos muy concretos, pero las consecuencias las están pagando los más
débiles, los que se han   quedado sin trabajo y todos aquellos a quienes la vida se les ha hecho imposible.

2.  Jesús no fue un "comunista prematuro".  Jesús fue un hombre honesto y libre. El término "mamona"   aparece en los evangelios solo en boca de Jesús; y
siempre asociado a la injusticia o la iniquidad (Mt 6, 24 par; Lc 16, 9. 11. 16).
Es el dinero que se asocia con la adquisición no honrada de bienes o con el afán de obtener ganancias lucrativas, que no rinden para bien de la colectividad,
sino del propio interesado.

3.  La Iglesia, la gente religiosa, especialmente la gente rica, todos los que vivimos en tales ámbitos de creencias y modos de vida, tendríamos que entender que el afán de lucro y beneficios es incompatible con la fe en Dios.
Hasta que llegue el día en que los cristianos entendamos, así las cosas, este mundo no tiene arreglo. Los cristianos somos muchos millones. Y vivimos (la
mayoría) en los países más poderosos del mundo, al menos hasta ahora.  O cambiamos de mentalidad en el tema del capital y las ganancias, o el número de gente que se muere de hambre irá en aumento cada año. Esto es duro. Pero es así.
Por eso, ahora tiene más sentido que nunca la pregunta: - ¿qué pintamos los cristianos en el mundo?

SAN  MARTIN  DE  TOUR


San Martín nació en Panonia, Hungría, el 316. Sus padres eran paganos. Estudia en Pavía, donde conoce el Cristianismo. Su padre, que era tribuno militar, para desviarle del cristianismo, le obliga a ingresar en el ejército. Martín concilia sus deberes militares con sus aspiraciones cristianas. Vida ejemplar de monje y soldado: valentía y vida santa y caritativa.
Siendo militar sucedió el hecho tan tratado en la iconografía. Era invierno, y al entrar en Amiens, encuentra un mendigo casi helado, sin ropa. Divide su clámide en dos partes y entrega una al pobre. Cristo se le aparece vestido con la media capa: "Martín, catecúmeno, me ha cubierto con este vestido".
Pronto recibe el bautismo. Deja la milicia para seguir a Cristo. San Hilario de Poitiers quiere ordenarle de diácono. Él se queda de exorcista. Vuelve a su patria, convierte a su madre. De nuevo en Poitiers, funda Ligugé, auténtico monasterio misional. Allí pasa once años, feliz en su ambiente. Preguntado más adelante por qué profesiones había ejercido respondía: "fui soldado por obligación y por deber, y monje por inclinación y para salvar mi alma". Por eso hay quien resume la vida de Martín así: "soldado por fuera, obispo a la fuerza, monje por gusto".
Sulpicio Severo escribió Cartas y Diálogos y sobre todo la Vida de San Martin. Pocos libros habrán sido más leídos que éste, que ha servido de fuente para llevar por todas partes a través de cantares y poemas, representaciones teatrales, la pintura y la escultura la imagen de este Santo "el más popular y conocido de toda Europa".
Un historiador ha contado en Francia 3.667 parroquias dedicadas a él y 487 pueblos que llevan su nombre. Un buen número hay también en Alemania, Italia y España. Es simpático el párrafo en que Don Quijote enseña a Sancho la imagen de San Martín y le explica el caso de la capa.
Martín vivía feliz en Ligugé. Pero Tours se había quedado sin obispo. Un día del año 371, fue invitado a Tours con el pretexto de que lo necesitaba un enfermo grave, pero era que el pueblo quería elegirlo obispo. Apenas estuvo en la catedral toda la multitud lo aclamó como obispo de Tours, y por más que él se declarara indigno de recibir ese cargo, lo obligaron a aceptar. Establece cerca, para su humilde residencia, el monasterio de Marmoutiers, centro misionero de donde saldrán San Patricio y San Paulino de Nola. Desde allí parte para sus agotadoras correrías apostólicas, durante 35 años, por toda la Galia. Nada le retiene. Acusa a emperadores, reprime a los herejes, defiende a los débiles y a los condenados a muerte, realiza innumerables milagros, y entre ellos se le atribuye la resurrección de varios muertos. Su fama es indescriptible. Es llamado "el apóstol de las Galias" nadie hizo tanto como él por Francia católica y San Gregorio de Tours le invoca como "Patrón especial del mundo entero".
Tan intensos viajes apostólicos, tanta obra de caridad, hasta vaciarse totalmente, agotaron sus fuerzas físicas. Se veía morir. Sus discípulos le piden que no les deje huérfanos. Martín contestó: "Señor, si aún soy necesario, no rehúso el trabajo. Sólo quiero tu voluntad". La liturgia comenta: "¡Oh feliz varón, que ni temió morir, ni recusó la vida”!
Los discípulos querían colocarle más cómodo. "Dejadme así, les dijo, mirando al cielo, para dirigir mi alma en dirección hacia Dios". El demonio no dejaba de importunarle. "¿Qué haces ahí, gritó Martín, bestia sanguinaria? No hay nada en mí que te pertenezca, maldito. El seno de Abrahán me espera". Y entregó su alma a Dios. Era el 8 de noviembre del año 397.
Martín fue un asceta, un apóstol, un hombre de oración, muy influyente en toda la espiritualidad medieval. Su faceta principal, la caridad. El gesto de Amiens, dar media capa, fue superado, cuando siendo obispo, entregó su túnica entera a un mendigo gesto menos conocido. Sus mismos milagros, como los de Cristo, fueron milagros de caridad. Pasó haciendo el bien.






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