10 DE NOVIEMBRE
- VIERNES
31ª - SEMANA DEL
T.O.-A
SAN LEON
MAGNO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 16,
1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la
denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué
es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido".
El administrador se puso a echar sus cuentas: "¿Qué voy a
hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas;
mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que cuando me echen de
la administración, encuentre quien me reciba en su casa".
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo, y dijo al
primero:
"¿Cuánto debes a mi amo?"
Este respondió:
"Cien barriles de aceite".
Él le dijo:
"Aquí está tu recibo: aprisa, siéntate y
escribe cincuenta".
Luego dijo a otro:
"Y tú, ¿cuánto debes?"
Él contestó:
"Cien fanegas de trigo".
Le dijo:
"Aquí está tu recibo: Escribe ochenta".
Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido.
Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su
gente que los hijos de la luz".
1. Para entender el significado de esta
parábola, hay que tener en cuenta el sitio en el que Lucas la coloca. En el capítulo 16 de su evangelio, Lucas recuerda
dos parábolas que se refieren a un mismo tema: el dinero. Se trata de la
parábola del administrador perverso (Lc 16, 1-8) y la del rico comilón y el pobre Lázaro (Lc 16, 19-31).
Pero justamente entre
estas dos parábolas, el mismo Lucas
puso la sentencia tajante de Jesús: "No podéis servir a Dios y al
dinero".
El significado de
este bloque de enseñanzas, sobre la
incompatibilidad entre Dios y el dinero, viene a completar lo que el mismo Jesús
ha enseñado en las tres parábolas de la misericordia, en el capítulo anterior del
evangelio de Lucas. Lo cual quiere decir que donde hay misericordia, no puede haber complicidad con el afán de acumular
riqueza.
2. Por tanto, lo primero que es necesario
deducir, de lo dicho, es que la parábola del administrador perverso no se puede
interpretar en el sentido de que debemos administrar bien la "riqueza
espiritual" que Dios nos concede (J. D. M. Cerrett).
Una interpretación
al servicio de la tranquilidad de conciencia de todos los perversos, que
pretenden conciliar sus perversiones ambiciosas con las fortunas que acumulan.
Fortunas que, tal como están las cosas, se acumulan a base de empobrecer a
miles de gentes desamparadas y sin
posibilidad de defenderse.
3. Entonces, ¿qué sentido tiene esta extraña
parábola? La parábola no pretende
elogiar la sinvergonzonería del
administrador. Y menos aún, esta parábola pretendería decirnos que "el
hombre rico", que elogió al sinvergüenza, es la imagen de Dios.
¿Pero no hemos quedado
en que Dios es incompatible con el afán de riqueza?
No. Lo que la
parábola viene a enseñar es que el dinero pervierte de tal manera, que, tanto
el rico propietario como el administrador de sus propiedades, por causa de su
apego al dinero eran tan canallas, que consideraban digno de elogio al que
miente, engaña y hace trampas.
O sea, la enseñanza de Jesús es tan clara como
fuerte y dura: la riqueza pervierte los criterios y la mentalidad de la gente hasta
el extremo de que elogia a los canallas. Cabe decir: de la misma manera que quien
anda siempre metido en ambientes de prostitución,
termina siendo un impuro; el que anda a diario en ambientes de riqueza, termina
siendo un corrupto.
¿Por qué somos más indulgentes
con la riqueza que con la impureza?
Hoy las cosas están
cambiando. Y esta mentalidad también cambia. Pero aún nos queda mucho camino por
andar.
SAN LEON
MAGNO
Lo
llaman "Magno porque fue grande en obras y en santidad. San León Magno. Es
el Pontífice más importante de su siglo.
Tuvo que
luchar fuertemente contra dos clases de enemigos: los externos que querían
invadir y destruir a Roma, y los internos que trataban de engañar a los
católicos con errores y herejías.
Nació en
Toscana, Italia; recibió una esmerada educación y hablaba muy correctamente el
idioma nacional que era el latín.
Llegó a
ser Secretario del Papa San Celestino, y de Sixto III, y fue enviado por éste
como embajador a Francia a tratar de evitar una guerra civil que iba a estallar
por la pelea entre dos generales. Estando por allá le llegó la noticia de que
había sido nombrado Sumo Pontífice. Año 440.
Desde el
principio de su pontificado dio muestra de poseer grandes cualidades para ese
oficio. Predicaba al pueblo en todas las fiestas y de él se conservan 96
sermones, que son verdaderas joyas de doctrina. A los que estaban lejos los
instruía por medio de cartas. Se conservan 144 cartas escritas por San León
Magno.
Su fama
de sabio era tan grande que cuando en el Concilio de Calcedonia los enviados
del Papa leyeron la carta que enviaba San León Magno, los 600 obispos se
pusieron de pie y exclamaron: "San Pedro ha hablado por boca de
León".
En el
año 452 llegó el terrorífico guerrero Atila, capitaneando a los feroces Hunos,
de los cuales se decía que donde sus caballos pisaban no volvía a nacer la
yerba. El Papa San León salió a su encuentro y logró que no entrara en Roma y
que volviera a su tierra, de Hungría.
San León MagnoEn el año 455 llegó otro enemigo
feroz, Genserico, jefe de los vándalos. Con este no logró San León que no
entrara en Roma a saquearla, pero sí obtuvo que no incendiara la ciudad ni
matara a sus habitantes. Roma quedó más empobrecida, pero se volvió más
espiritual.
San León
tuvo que enfrentarse en los 21 años de su pontificado a tremendos enemigos
externos que trataron de destruir la ciudad de Roma, y a peligrosos enemigos
interiores que con sus herejías querían engañar a los católicos. Pero su
inmensa confianza en Dios lo hizo salir triunfante de tan grandes peligros. Las
gentes de Roma sentían por él una gran veneración, y desde entonces los obispos
de todos los países empezaron a considerar que el Papa era el obispo más
importante del mundo.
Una
frase suya de un sermón de Navidad se ha hecho famosa. Dice así: "Reconoce
oh cristiano tu dignidad, El Hijo de Dios se vino de cielo por salvar tu
alma".
Murió el
10 de noviembre del año 461.
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