domingo, 19 de noviembre de 2017

Párate un momento: El Evangelio del dia 20 DE NOVIEMBRE - LUNES 33ª- SEMANA DEL T.O.-A SAN CRISPIN, Obispo y mártir


20 DE NOVIEMBRE - LUNES
33ª- SEMANA DEL T.O.-A

Lectura del santo evangelio según san Lucas18, 35-43
        En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello; y le explicaron:
"Pasa Jesús Nazareno'.
Entonces gritó:
"¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!"
Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte:
"¡Hijo de David, ten compasión de mí!"
       Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó:
“Qué quieres que haga por ti?"
Él dijo:
"Señor, que vea otra vez".
Jesús le contestó:
"Recobra la vista, tu fe te ha curado".
Enseguida recobró la vista y siguió glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.

1.  Para comprender debidamente la importancia   de este relato, conviene tener presente que el mismo    episodio se cuenta en los otros evangelios sinópticos (Mc 10, 46-52; Mt 9, 27-31; 20, 29-34).
Como es lógico, si esta curación se repite varias veces, sin duda, es que en la Iglesia naciente se vio como un hecho especialmente significativo.
Esto sucedió en Jericó, una ciudad que está cerca de Jerusalén, en donde Jesús terminó su vida de forma violenta.
Así pues, la curación de este ciego está indicando que Jesús "pasó haciendo el bien y curando" (Hec 10, 38) hasta el final de sus días.

2.  El efecto inmediato que produjo esta curación del ciego es que "todo el pueblo alababa a Dios". Siempre y en todas partes, lo mismo entonces que ahora, lo que más motiva a la gente para acercarse a Dios y creer en Él es ver y palpar que se alivia el dolor de los que sufren, que se les devuelve la vista a quienes van por la vida como ciegos y no ven lo que tienen que ver.
La ortodoxia doctrinal, la imposición de normas o de prohibiciones, la dureza del gobierno religioso, todo eso, normalmente, lo que consigue es asustar y alejar a los fieles. O impedir que los alejados se acerquen. 
¿Cuándo se aprenderá esto en la Iglesia?

3.  Tendríamos que haber aprendido ya que el pueblo no se acerca a Dios cuando ve poder, cuando   advierte rigidez y palpa intolerancia.
Los humanos nos acercamos a Dios donde y cuando encontramos misericordia, respeto, tolerancia, estima y cariño.
¿Cuándo aprenderemos estas cosas tan elementales en la Iglesia?

SAN  CRISPIN, Obispo y mártir


Martirologio Romano: En la ciudad de Écija en Andalucía en España, san Crispín, obispo y mártir. c. 310.
Obispo de Écija, fue decapitado durante la persecución de Maximiano Hercúleo. En el breviario mozárabe es honrado con un oficio especial.
Crispín (siglo III) fue obispo de Écija, y fue decapitado en aquella célebre Colonia Iulia Firma Astigitana, sobre el territorio de los Túrdulos, por no renunciar a la fe en Cristo.
La conmemoración del mártir San Crispín tuvo un puesto especial de resalte en la liturgia mozárabe; mientras que dos hermanos mártires del siglo III, San Crepino y San Crepiniano, llamados también San Crispín y San Crispiniano, han sido recordados en su fiesta del 25 de octubre, especialmente por la artesanía del calzado.



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