jueves, 14 de diciembre de 2017

Párate un momento: El Evangelio del dia 15 DE DICIEMBRE – VIERNES - 2ª - SEMANA DE ADVIENTO - B SAN VALERIANO





15  DE DICIEMBRE – VIERNES -
2ª - SEMANA DE  ADVIENTO - B

Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 16-19
      En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: “¿A quién se parece esta generación?
      Se parece a los niños sentados en la plaza que gritan a otros:
"Hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemos cantado lamentaciones y no habéis llorado”.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen:
"Tiene un demonio".
      Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen:
"Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Pero los hechos dan razón a la Sabiduría de Dios".

1.  Cuando los evangelios utilizan la expresión esta generación, con eso hacen un reproche a la gente que oyó a Juan y que oía también a Jesús. Pero el hecho
es que aquella gente no le hizo caso ni a Juan ni a Jesús. Y buscaron excusas para justificar el rechazo de Juan, del que dijeron que estaba endemoniado y el rechazo de Jesús, del que dijeron que era un comilón y un borracho. 
Es frecuente, en la vida de mucha gente, maquillar nuestros rechazos inconfesables utilizando insultos y ofensas. Cuando no estamos de acuerdo con alguien,
pero no tenemos argumentos para refutarle, lo que hacemos es insultarle o, de alguna manera, ofenderlo.

2.  El Evangelio explica la diferencia entre Juan Bautista y Jesús contando el juego que hacían dos grupos de niños en la plaza de un pueblo. 
Uno de los grupos tocaba la flauta, imitando una boda; el otro grupo cantaba lamentaciones, imitando un entierro. Pero en el centro de la plaza había otros chiquillos que no querían entrar en el juego, ni en el de la boda ni en el del entierro.
Es decir, había "una generación", un grupo perverso, malo, que no quería ni boda ni entierro. Estos no querían nada más que ser ellos mismos y hacer lo
que a ellos les interesaba. De manera que, como no podían dar explicaciones de por qué no querían nada con nadie, lo que hacían era insultar y ofender, tanto a los que jugaban a boda como a los que imitaban un entierro.
¿Por qué contó Jesús esta historia que, a primera vista, no parece tener importancia?

3.  Jesús echó mano de este cuento para dejar clara la diferencia entre la religión que predicó Juan Bautista y la que vivió y explicó él mismo.
La boda es la fiesta de la vida. El entierro es la memoria de la muerte.
La humanidad de Jesús es vida, gozo, alegría y disfrute de vivir. La figura y la predicación tremenda    y dura de Juan es dolor, lágrimas y muerte. La felicidad y la tristeza se contagian. Y lo que Jesús quiere es que nuestra forma de ser y de vivir contagiando felicidad y haciendo dichosos a quienes conviven con nosotros. 
La religión de Juan Bautista se centró en el problema del pecado y los castigos contra los pecadores. 
La religión de Jesús se centró en la felicidad y el gozo de vivir, que contagió siempre Jesús, curando   enfermos, comiendo con toda clase de personas, acogiendo con bondad y cariño a los marginados y excluidos.  Y nunca olvidemos que hacer lo que hizo Jesús es mucho más duro y costoso que ponerse una   vestimenta extraña y comer poco y de mala manera.

SAN   VALERIANO



Conmemoración de san Valeriano, obispo de Abbensa, en África Proconsular, que, siendo más que octogenario, en la persecución vandálica fue conminado por el rey arriano Genserico a que entregara los utensilios de la Iglesia y, al rehusar constantemente hacerlo, fue expulsado de la ciudad con orden de que nadie le dejara vivir ni en su casa ni en el campo, y durante mucho tiempo estuvo a la intemperie, en la vía pública, acabando así su vida bienaventurada como confesor de la verdad ortodoxa (c. 460).

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