jueves, 21 de diciembre de 2017

Párate un momento: El Evangelio del dia 22 DE DICIEMBRE - VIERNES – 3ª - SEMANA DE ADVIENTO – B San Francisca Cabrini




22  DE DICIEMBRE -  VIERNES –
3ª - SEMANA DE ADVIENTO – B
San Francisca Cabrini

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 46-56
    En aquel tiempo, María dijo: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo. Y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
      Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia   para siempre'.
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

1.  La fe y la humanidad (que se da en la vida y en la conducta de quienes se comportan como     auténticamente humanos), brotan de la experiencia que vivía María, la madre de Jesús. Es una experiencia que no se limita o se reduce a "lo
religioso", sino que abarca e invade la totalidad de la conducta.  Es honradez, honestidad, buen trato y respeto con todos; es delicadeza, sinceridad, servicialidad, sensibilidad especial hacia quienes sufren o lo pasan mal en la vida.

2.  Y esto es lo que expresa María en el llamado himno del "Magníficat", que recoge los sentimientos y los deseos de María. Son los sentimientos de los llamados (en aquel tiempo) los anawim, los "pobres de Yahvé".
Estas gentes eran los más humildes y necesitados de aquella sociedad. Personas que no tenían motivos humanos para esperar un futuro y una vida mejor, una vida digna, segura, con sus derechos garantizados, con esperanza y alegría.
Sin embargo, María reconoce que ella tiene todo eso porque es lo que brota de su fe, de su
libertad, de la fuerza interior que le daba la presencia de Jesús en su vida.

3.  Entre los cristianos de mentalidad tradicional, se habla de "devoción a María".
Esta "devoción" se puede expresar en oraciones, plegarias, ritos, costumbres relacionadas con "lo sagrado", etc.
Todo eso es bueno, por supuesto. Pero con tal que todo eso no sirva de tapadera que oculte formas   de conducta que son la contradicción más repugnante con los sentimientos que María expresó en su "Magníficat".  
- ¿De qué nos sirve la devoción a María, si somos egoístas, tenemos orgullo, vivimos apegados al dinero y a la riqueza, no tratamos con respeto a los demás, sobre todo si se trata de personas pobres,
ignorantes, débiles, marginadas, excluidas?
 Con este tipo de cristianismo no vamos a ninguna parte. Eso no es devoción a la Virgen. Eso es egoísmo y hasta una forma de ateísmo disfrazado de "piedad madama".

San Francisca Cabrini

Fundadora el Instituto de Misioneras
del Sacratísimo Corazón de Jesús

Vida
En Chicago, del estado de Illinois, en los Estados Unidos de Norteamérica, santa Francisca Javiera Cabrini, virgen, que fundó el Instituto de Misioneras del Sacratísimo Corazón de Jesús, y con eximia caridad se dedicó al cuidado de los emigrantes.
Nació en la Lombardía italiana, en Sant´Angelo Logidiano el 15 de Julio de 1850, de Agustín y Stela; la penúltima de once hermanos. Es una familia corriente de campesinos cristianos. La niña se confirma con ocho años y hace la primera comunión a los nueve.
Cursa sus estudios y el primer trabajo como maestra es en el pueblo que se llama Vidardo. Allí desempeña además una importante labor apostólica y social.
Luego la vemos como superiora en el Hospicio de la Providencia en Codoño. Pero fue una aventura que duró poco y acabó mal porque el obispo tuvo que disolver aquella fundación: eran pocas y mal avenidas. Con este motivo, el obispo que conocía sus posibilidades, su inclinación a las misiones y la rectitud de su vida le recomienda que haga una fundación misionera.
Han nacido las Misioneras del Sagrado Corazón. En 1907 obtiene la aprobación Pontificia y comienzan siete profesas.
En poco tiempo se multiplican sobremanera; cuando muere Francisca Javiera a los sesenta y siete años ha fundado personalmente sesenta y siete casas entre Europa (Italia, Francia, Inglaterra, España), EE. UU. (Nueva York, Nueva Orleáns, Los Ángeles, Chicago, Filadelfia), y América Central (Costa Rica, Panamá, Nicaragua...).
Ella siempre alimentó en su alma impulsiva, generosa y valiente la posibilidad de llevar y extender el Evangelio en las tierras de Oriente Lejano, concretamente en China. Quizá por eso de niña se divertía haciendo barquitos de papel y al ponerlos en el río para que los llevara adelante la corriente les decía ¡A China! No pudo hacerlo. Fue el propio papa León XIII quien le sugirió un cambio de ciento ochenta grados encaminándola a la atención misionera en América centrándose en los emigrantes italianos que pasaban dificultades de todo tipo a principios de siglo. Esos emigrantes salieron ganando: hospitales, orfanatos, colegios, asilos... les llegaron con Francisca Javiera y las Misioneras. Y, sobre todo, instrucción, formación religiosa, el cariño testimonial de la caridad. Bueno, en realidad no fueron sólo los emigrantes italianos... la iglesia entera se enriqueció.
Murió el 22 de diciembre del año 1917 y la canonizó el papa Pío XII en 1943.




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