domingo, 11 de noviembre de 2018

Párate un momento: El Evangelio del dia 12 de Noviembre – LUNES – 32ª – Semana del T.O. – B – San Josafat Kuncewicz



12 de Noviembre – LUNES –
32ª – Semana del T.O. – B –

Comienzo de la carta del apóstol san Pablo a Tito (1,1-9):
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, para promover la fe de los elegidos de Dios, y el conocimiento de la verdad, según la piedad apoyada en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, había prometido esa vida desde tiempos inmemoriales; al llegar el momento, la ha manifestado abiertamente con la predicación que se me ha confiado, según lo dispuso Dios, nuestro salvador.
Querido Tito, verdadero hijo mío en la fe que compartimos; te deseo la gracia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, salvador nuestro. Mi intención al dejarte en Creta era que pusieras en regla lo que faltaba y establecieses presbíteros en cada ciudad, siguiendo las instrucciones que te di. El candidato, que sea un hombre sin tacha, fiel a su única mujer, con hijos creyentes, que no sean indóciles ni acusados de mala conducta. Porque el obispo, siendo administrador de Dios, tiene que ser intachable, no arrogante ni colérico, no dado al vino ni pendenciero, ni tampoco ávido de ganancias. Al contrario, ha de ser hospitalario, amigo de lo bueno, prudente, justo, fiel, dueño de sí. Debe mostrar adhesión a la doctrina cierta, para ser capaz de predicar una enseñanza sana y de rebatir a los adversarios.

Palabra de Dios

Salmo: 23,1-2.3-4ab.5-6

R/. Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.
Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,1-6):
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: "Lo siento", lo perdonarás.»
Los apóstoles le pidieron al Señor:
«Auméntanos la fe.»
El Señor contestó:
«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar." Y os obedecería.»

Palabra del Señor

1.  El skandalon griego significa una trampa que hace caer.  Según este significado general, el problema del escándalo depende del sentido que tenga la caída. En los evangelios, se dice que Jesús era motivo de escándalo (Mt 11, 6; 13, 57; 26, 31. 33...). Es decir, había quien tropezaba en el camino que Jesús iba trazando con su vida.
En este texto, el escándalo se refiere a los que "son
causa de ruina para alguien" (G. Stáhlin).
Concretamente, Jesús se refiere a los que causan el escándalo para los niños, los pequeños e indefensos.

2.  La recomendación sobre el perdón para el que ofende, se ha de entender a partir de su paralelo en Mt 18, 15. 21-22. No se trata de ir por la vida reprendiendo a todo el que molesta o dice algo desagradable o hiriente. Se trata de la reconciliación que se ha de conceder, sin límite alguno, a todo el que nos ofende, de la forma que sea. Jesús quiere que haya unión y se superen las diferencias o divisiones, por muy graves o repetidas que sean.

3.  Los apóstoles aparecen aquí, una vez más, como     hombres de una fe débil, limitada o inexistente.  De los discípulos dicen los evangelios que no tenían fe (Mc 4, 40) o que eran "increyentes" (Mt 17, 17) o que eran lentos para creer (Lc 24, 25).
Lo que más se repite de aquellos hombres es que tenían una fe insignificante (oligopistoi) (Mt 8, 26; 14, 31; 16, 8; Lc 12, 28).
Por más extraño que parezca, de los apóstoles no se dice, en los sinópticos, ni una sola vez que fueran   hombres de fe. Este dato es un motivo de esperanza: si ni siquiera los primeros apóstoles tuvieron claro lo de la fe, ¿qué de particular tiene que nosotros tengamos    dudas y oscuridades?

 San Josafat Kuncewicz

Su nombre de bautismo fue Juan Kunsevich. Nació en Vladimir de Volhinia (actual Polonia) hacia el 1581. En 1601 ingresó en el monasterio de la Santísima Trinidad de Vilna y 13 años después fue nombrado abad de Vilna. Católico en tierra de cisma, intenta descubrir a su pueblo la fe de la Iglesia universal. Cuando es nombrado, contra su querer, por el Papa Paulo V, Arzobispo de Polotsk, se hace inconmensurable su celo y caridad en una archidiócesis infestada por el cisma. Su actividad, su fuerza moral y su vida interior suscita envidias y celos porque la Rusia blanca, rejuvenecida, se está pasando al lado de Roma. En 1623, un tumulto invade su domicilio y es asesinado y arrojado su cuerpo al río. El arzobispo rival de Josafat, Melecio, una vez convertido, hará profesión de fe católica en Roma el 26 de Febrero del año 1627 ante el papa.

Vida de San Josafat Kuncewicz
El Cisma de Oriente fue en Julio del 1054. Rusia y las regiones a ella sometidas fueron adhiriéndose al cisma en el decurso del siglo XV. La unión de los rutenos con Roma tuvo lugar a fines del siglo XVI (1595-1596), justo cuando Juan —que así se llamaba el santo— tenía unos 15 años. Había nacido en Vlodimir (Volinia) el año 1580, en el seno de una familia noble. Se bautizó en la Iglesia bizantina separada de Roma.
Pasa a Vilna a formarse y, como es aficionado a la lectura y toma sus preferencias por los temas religiosos, conoció la verdad católica y se adhirió a ella, aunque en Vilna, eran aún pocos los unidos a Roma. Desde este descubrimiento van aumentando en él los deseos de que su pueblo abrace la unión con Roma, heredera de la fe y autoridad de Pedro sobre la que Cristo fundó su Iglesia.
Decide entrar en el monasterio de San Basilio. Ahora ha cambiado el nombre, mantiene la "J" de Juan y se llama Josafat. Desea de modo vehemente la unión de los disidentes con Roma y quiere dedicar todos sus esfuerzos a esta tarea. Vive con mortificación intensa y mucha oración.
Se ordena sacerdote. Por su celo, unos le llaman "el azote de los herejes" y otros "el raptor de almas". Los disidentes fanáticos urden tramas contra él; alguna vez la abofetean. Ejerce el ministerio en varias poblaciones: Zyrowiecz, Byten y Pinsk. Reanima las casas de la Orden y queda sólidamente restablecidos los monasterios de monjas y monjes basilianos.
Nombrado archimandrita de la Santísima Trinidad, de Vilna, en 1614. Por las pocas vocaciones, hace de todo: gobierno del monasterio, predicador, confesor, administrador, cantor y visitador de religiosas. Entre los jóvenes busca vocaciones para la vida monástica. Da impulso unionista en su monasterio renovado.
Cuando es nombrado, contra su querer, por el Papa Paulo V, Arzobispo de Polotsk, se hace inconmensurable su celo y caridad en una archidiócesis infestada por el cisma. En vez de acobardarse ante las dificultades, se crece: arrecia en penitencia y oración. El ejemplo de su austeridad conmueve; la primera autoridad eclesiástica vive de tal modo que, en determinada ocasión, tiene que empeñar su manto episcopal para aliviar a una viuda necesitada. Entregado a su ministerio pastoral, rehuye inmiscuirse en política, restaura la catedral, edifica iglesias, erige monasterios, escribe ilustrando el Primado de Pedro y defiende el patrimonio de la Iglesia. Su actividad, su fuerza moral y su vida interior suscita envidias y celos porque la Rusia blanca, rejuvenecida, se está pasando al lado de Roma.
Hasta tal punto llama la atención lo que está sucediendo en torno a Josafat que el Patriarca disidente de Jerusalén, Teófanes, viaja de incógnito y consagra obispos cismáticos en secreto para situarlos en sedes rutenas unidas ya a Roma con el fin de contrarrestar la actividad exitosa de Josafat. En Polotsk se sitúa a Melecio Smotricio que recibe el encargo de entorpecer, disminuir y eliminar si fuera posible la eficiencia unionista de Josafat. Aumentan las calumnias y las intrigas. Las armas que utiliza el arzobispo en la presente guerra a muerte entre disidentes y unionistas son la oración, la humildad sincera, la caridad exquisita y las frecuentes visitas pastorales para animar a los fieles y alentar a los pusilánimes. En una de ellas encontrará la muerte. En la que hace a Vitebsk. Aquí se urde una trama para asesinarlo en su propio domicilio. Un tumulto de mujerzuelas y populacho enloquecido invade su domicilio donde es lastimosamente ultrajado, vapuleado y tratado a hachazos; los promotores del alboroto han sido un presbítero llamado Elías con la complicidad de clérigos cismáticos. Sacado a rastras a la calle le rematan con dos disparos de lombarda en la cabeza. Su cuerpo fue arrojado al río Duna atadas sendas piedras a los pies y a la cabeza. Al cabo de cinco días son rescatados sus restos del agua, trasladados a la catedral de Vitebsk y poco después a la sede arzobispal de Polotsk. El arzobispo rival de Josafat, Melecio, una vez convertido, hará profesión de fe católica en Roma el 26 de Febrero del año 1627 ante el papa.
La persecución contra la Iglesia Católica y contra Roma en las regiones de Rusia y Rusia blanca, no es sólo cosa de los siglos XIX y XX. La fe de los rutenos y ucranianos, dentro y fuera del país, son el puntal más fuerte de la Iglesia católica oriental unida a Roma y la esperanza del retorno a la unión.

Fuente: http://www.archimadrid.es/princi/princip/otros/santoral/santora

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