26 de OCTUBRE – SÁBADO –
29ª – SEMANA DEL T. O. – C –
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,1-11):
Ahora no pesa condena alguna sobre los que están unidos a Cristo
Jesús, pues, por la unión con Cristo Jesús, la ley del Espíritu de vida me ha
librado de la ley del pecado y de la muerte.
Lo
que no pudo hacer la Ley, reducida a la impotencia por la carne, lo ha hecho
Dios: envió a su Hijo encarnado en una carne pecadora como la nuestra,
haciéndolo víctima por el pecado, y en su carne condenó el pecado. Así, la
justicia que proponía la Ley puede realizarse en nosotros, que ya no procedemos
dirigidos por la carne, sino por el Espíritu. Porque los que se dejan dirigir
por la carne tienden a lo carnal; en cambio, los que se dejan dirigir por el
Espíritu tienden a lo espiritual.
Nuestra
carne tiende a la muerte; el Espíritu, a la vida y a la paz. Porque la tendencia
de la carne es rebelarse contra Dios; no sólo no se somete a la ley de Dios, ni
siquiera lo puede. Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios.
Pero vosotros no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el
Espíritu de Dios habita en vosotros.
El
que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo. Pues bien, si Cristo está
en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la
justificación obtenida.
Si
el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros,
el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros
cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.
Palabra
de Dios
Salmo: 23,1-2.3-4ab.5-6
R/.
Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus
habitantes:
él la fundó sobre los
mares,
él la afianzó sobre los
ríos. R/.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el
recinto sacro?
El hombre de manos
inocentes y puro corazón,
que no confía en los
ídolos. R/.
Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios
de salvación.
Éste es el grupo que
busca al Señor,
que viene a tu
presencia, Dios de Jacob. R/.
Lectura
del santo evangelio según san Lucas (13,1-9):
En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los
galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.
Jesús
les contestó:
«¿Pensáis
que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron
así?
Os
digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo.
Y
aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que
eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén?
Os
digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.»
Y
les dijo esta parábola:
«Uno
tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo
encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya ves: tres años llevo viniendo a
buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar
terreno en balde?"
Pero
el viñador contestó:
"Señor,
déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da
fruto. Si no, la cortas."»
Palabra
del Señor
1.
Dos razones explican la indignación popular ante este hecho perpetrado
por el personaje brutal, que fue Pilato: la mezcla de la sangre humana con la
sangre de animales; y el hecho de haber
cometido aquel crimen en el espacio sagrado del Templo (J. Blinzler; F. Bovon).
Por lo demás, carecemos de información
sobre este suceso: quiénes eran aquellos galileos y por qué Pilato mandó
asesinarlos. Con todo, aun siendo tan extraño y tan grave el incidente en sí
mismo, lo que más interesa al lector actual
del evangelio es cómo reacciona
Jesús y la enseñanza que da a sus oyentes con
este motivo.
2.
Como es lógico, el hecho -que tuvo que ser ampliamente comentado en la
capital y su entorno-, no solo daba pie para hacer una denuncia contra la
brutalidad del ejército de ocupación, sino que
además exigía tal denuncia.
Como es lógico, callarse (ante semejante
atropello) podía equivaler a una complicidad cobarde con las tropas imperiales
de ocupación. Y, sin embargo,
Jesús no dice ni palabra contra la barbarie de
Pilato y sus legionarios.
- ¿Por qué hizo eso Jesús?
- ¿Fue cobarde?
- ¿Se le puede tachar de cómplice
político de Roma?
Y, en definitiva, - ¿cómo entendía
Jesús la responsabilidad ética y religiosa ante las violencias del poder
político-militar?
3.
Jesús no puso el problema en la maldad (abuso de poder) de Pilato.
Jesús -si hemos de creer a Lucas- vio
claramente que el problema, y la raíz de todos los problemas, está en que los
ciudadanos y los creyentes no tomamos
conciencia de que la responsabilidad de lo mal que está el mundo y la
vida es de
todos nosotros.
Por supuesto, los gobernantes, y los
políticos en general, tienen una enorme responsabilidad en lo bien o mal que
están las cosas. Pero la responsabilidad
última, de todo lo que no depende de las responsabilidades humanas, está
en la conciencia de los ciudadanos, de todos los ciudadanos.
Y a eso nos remite Jesús en el
Evangelio: "Si no os convertís...".
Es decir, si no cambiáis y sois más
honrados y más responsables, esto no tiene arreglo.
Los problemas públicos no se resuelven
cambiando a los políticos, sino cambiando las conciencias. Por eso, da igual
que una desgracia pública esté causada por la decisión criminal de un tirano o
por el descuido de los que no se preocuparon de que la "torre de
Siloé" estuviera más protegida y asegurada. A
fin de cuentas, desgracias de muerte que
tienen unos responsables.
Vamos a pensar seriamente en nuestra
responsabilidad al emitir nuestro voto en las elecciones.
- ¿Somos conscientes de la dimensión,
más que "religiosa", sencillamente "humana", que tiene
nuestra decisión "política"?
San Evaristo papa
San Evaristo papa
Judío de origen griego, pastoreó la iglesia sucediendo al papa
Anacleto. Fue humilde y docto en la predicación y defendió la fe de los errores
gnósticos.
Vida
de San Evaristo papa
Nació
por los años 60, de una familia judía asentada en tierras griegas. Recibió
educación judía y aprendió en los liceos helénicos.
No se
conocen datos de su conversión al cristianismo, pero se le ve ya en Roma como
uno de los presbíteros muy estimados por los fieles que, lleno de celo, eleva
el nivel de la comunidad de cristianos de la ciudad, entregándose por completo
a mostrarle a Jesucristo. Amplio conocedor de la Sagrada Escritura, es docto en
la predicación y humilde en el servicio.
Muerto
mártir el Papa Anacleto, sucesor de Clemente, la atención se fija en Evaristo.
Por humildad se resistió con todas las fuerzas posibles a asumir la dignidad
que comportaba tan alto servicio. El día 27 de Julio del año 108 tuvo la
Iglesia por Papa a Evaristo.
Atendió
cuidadosamente las necesidades del rebaño: Defiende la verdadera fe contra los
errores gnósticos. Establece normas que afectan a la consagración y trabajo
pastoral de los Obispos y de los diáconos. Manda la celebración pública de los
matrimonios. Se ocupa de la vida de los fieles, esbozándose ya una cierta
administración territorial, para su mejor atención y gobierno. También escribió
cartas a los fieles de África y de Egipto.
Murió
mártir, siendo Trajano emperador, hacia el 117.
(Fuente: catholic.net)
No hay comentarios:
Publicar un comentario