13 DE MAYO – MIÉRCOLES –
5ª - SEMANA DE PASCUA – A –
Bienaventurada Virgen María de Fátima
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (15,1-6):
EN aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los
hermanos que, si no se circuncidaban conforme al uso de Moisés, no podían
salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé;
y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más de entre ellos subieran a
Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre esta controversia.
Ellos, pues, enviados por la Iglesia provistos de lo necesario, atravesaron
Fenicia y Samaría, contando cómo se convertían los gentiles, con lo que
causaron gran alegría a todos los hermanos. Al llegar a Jerusalén, fueron
acogidos por la Iglesia, los apóstoles y los presbíteros; ellos contaron lo que
Dios había hecho con ellos.
Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, se
levantaron, diciendo:
«Es necesario circuncidarlos y ordenarles que guarden la ley de Moisés».
Los apóstoles y los presbíteros se reunieron a examinar el asunto.
Palabra de Dios
Salmo: 121,1-2.4-5
R/. Vamos alegres a la casa del Señor
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R/.
Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.
Lectura del santo evangelio según san Juan (15,1-8):
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que
no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más
fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en
mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así
tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él,
ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece
en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los
echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que
deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis
discípulos míos».
Palabra del Señor
1. Los "frutos" son el resultado de lo que da de sí la
vida. Y son enteramente necesarios para mantener la vida. Por eso existe una
conexión directa entre "fruto" y "vida". De tal manera que,
como explica Jesús en el sermón del monte, por el fruto se ve la autenticidad
del árbol o de la planta (Mt 7, 16 par; Lc 6, 44; Mt 7,17...), lo que es
acentuado por el mismo Jesús, en Mt 7, 21 ss.
La calidad de cada persona se ve por los resultados que da su vida. Hay
gente que se pasa la vida consumiendo los frutos que otros
producen. Como hay personas que rinden más de lo que uno se
puede imaginar.
2. Lo que dice Jesús sobre la vid y los sarmientos, con el fruto
que se ha de
esperar, se suele aplicar a la vida espiritual y a la religiosidad. Pero no
se piensa en la "productividad" en el trabajo, en la vida en general.
Es conocido el tema de Max Weber
cuando explica cómo la propia profesión se debe vivir como la vocación a la
que Dios llama a cada cual. Está fuera de duda que los países del Norte de
Europa, de matriz protestante, han fomentado una religiosidad que les ha
llevado a entender la propia profesión como la vocación, mientras que los
países del Sur de Europa, más condicionados por la tradición católica, han
derivado la religiosidad hacia las prácticas de piedad y ritos sacramentales.
El resultado ha sido el contraste entre la riqueza de los países del Norte
y la pobreza de los países del Sur. Las consecuencias que estamos palpando en la
actual crisis económica están a la vista de todos.
3. Sin duda alguna, tenemos que repensar cómo y hasta qué punto
nuestra
fe cristiana influye en nuestra productividad, en los frutos que damos,
para que este mundo sea más habitable y en él haya menos sufrimiento. La
responsabilidad laboral, profesional, ciudadana, hasta en la honradez de
nuestra ética económica y financiera, todo eso, entra -tendría que entrar- de
lleno en la meditación de la vid y los sarmientos.
Bienaventurada Virgen María de Fátima
Memoria de la Bienaventurada Virgen María de Fátima, en Portugal. En la
localidad de Aljustrel, la contemplación de la que, en el orden de la gracia,
es nuestra Madre clementísima, suscita en muchos fieles, no obstante, las
adversidades, la oración por los pecadores y la profunda conversión de los
corazones.
Vida de Bienaventurada Virgen María de Fátima
Desde el 13 de mayo de 1917 la Stma. Virgen María se apareció en seis
ocasiones en Fátima (Portugal) a tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta.
En un hermoso libro titulado "Memorias de Lucía" (cuya lectura
recomendamos) la que vio a la Virgen cuenta todos los detalles de esas
apariciones.
El 13 de mayo se produjo el siguiente diálogo: - ¿De dónde es su merced? -
Mi patria es el cielo.
¿Y qué desea de nosotros? - Vengo a pedirles que vengan el 13 de cada
mes a esta hora (mediodía). En octubre les diré quién soy y qué es lo que
quiero.
¿Y nosotros también iremos al cielo? - Lucía y Jacinta sí.
¿Y Francisco?
Los ojos de la aparición se vuelven hacia el jovencito y lo miran con
expresión de bondad y de maternal reproche mientras va diciendo: - El también
irá al cielo, pero antes tendrá que rezar muchos rosarios. Y la Stma. Virgen
continuó diciéndoles:
¿Quieren ofrecerse al Señor y estar prontos para aceptar con generosidad los
sufrimientos que Dios permita que les lleguen y ofreciéndolo todo en desagravio
por las ofensas que se hacen a Nuestro Señor?
Sí, Señora, queremos y aceptamos.
Con un gesto de amable alegría, al ver su generosidad, les dijo:
Tendrán ocasión de padecer y sufrir, pero la gracia de Dios los fortalecerá
y asistirá.
Segunda aparición: 13 de Junio de 1917.
La Stma. Virgen les dice a los tres niños: "Es necesario que recen el
rosario y aprendan a leer".
Lucía le pide la curación de un enfermo y la Virgen le dice: "Que se
convierta y el año entrante recuperará la salud".
Lucía le suplica: "Señora: ¿quiere llevarnos a los tres al
cielo?".
Sí a Jacinta y a Francisco los llevaré muy pronto, pero tú debes quedarte
aquí abajo, porque Jesús quiere valerse de ti para hacerme amar y conocer. El
desea propagar por mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María.
¿Y voy a quedarme solita en este mundo?
¡No hijita! ¿Sufres mucho? Pero no te desanimes, que yo no te abandonaré. Mi
corazón inmaculado será tu refugio y yo seré el camino que te conduzca a Dios.
Tercera aparición: 13 de julio de 1917.
Ya hay 4,000 personas. Nuestra Señora les dice a los videntes: "Es
necesario rezar el rosario para que se termine la guerra. Con la oración a la
Virgen se puede obtener la paz. Cuando sufran algo digan: ‘Oh Jesús, es por tu
amor y por la conversión de los pecadores’". La Virgen abrió sus manos y
un haz de luz penetró en la tierra y apareció un enorme horno lleno de fuego, y
en él muchísimas personas semejantes a brasas encendidas, que levantadas hacia
lo alto por las llamas volvían a caer gritando entre lamentos de dolor. Lucía
dio un grito de susto. Los niños levantaron los ojos hacia la Virgen como
pidiendo socorro y Ella les dijo:
¿Han visto el infierno donde van a caer tantos pecadores? Para salvarlos, el
Señor quiere establecer en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María.
Si se reza y se hace penitencia, muchas almas se salvarán y vendrá la paz. Pero
si no se reza y no se deja de pecar tanto, vendrá otra guerra peor que las
anteriores, y el castigo del mundo por sus pecados será la guerra, la escasez
de alimentos y la persecución a la Santa Iglesia y al Santo Padre. Vengo a
pedir la Consagración del mundo al Corazón de María y la Comunión de los
Primeros Sábados, en desagravio y reparación por tantos pecados. Si se acepta
lo que yo pido, Rusia se convertirá y vendrá la paz. Pero si no una propaganda
impía difundirá por el mundo sus errores y habrá guerras y persecuciones a la
Iglesia. Muchos buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá que sufrir
mucho. Varias naciones quedarán aniquiladas. Pero al fin mi Inmaculado Corazón
triunfará.
Y añadió Nuestra Señora: Cuando recen el Rosario, después de cada
misterio digan: "Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego
del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas
de tu misericordia".
Cuarta aparición: Agosto 1917.
Cuarta aparición. Esta no fue posible el 13 de agosto, porque ese día el
alcalde tenía prisioneros a los 3 niños intentando hacerlos decir que ellos no
habían visto a la Virgen. Aunque el alcalde[ma1] [ma2] no logró su
propósito, la aparición sucedió unos días después.
La Stma. Virgen les dijo en la 4ª. Aparición: "Recen, recen mucho y
hagan sacrificios por los pecadores. Tienen que recordar que muchas almas se
condenan porque no hay quién rece y haga sacrificios por ellas". (El Papa
Pío XII decía que esta frase era la que más le impresionaba del mensaje de
Fátima y exclamaba: "Misterio tremendo: que la salvación de muchas almas
dependa de las oraciones y sacrificios que se hagan por los pecadores).
Desde esta aparición los tres niños se dedicaron a ofrecer todos los sacrificios
posibles por la conversión de los pecadores y a rezar con más fervor el
Rosario.
Quinto aparición: 13 de Septiembre 1917.
Ya hay unas 12,000 personas. Nuestra Señora les recomienda a los videntes
que sigan rezando el Rosario y anuncia el fin de la guerra. Lucía le pide por
varios enfermos. La Virgen le responde que algunos sí curarán, pero que otros
no, porque Dios no se confía de ellos, y porque para la santificación de
algunas personas es más conveniente la enfermedad que la buena salud. E invita
a todos a presenciar un gran milagro el próximo 13 de octubre.
Sexta y última aparición. 13 de octubre de 1917.
En este día hay 70.000 personas. La aparición dice a los tres niños:
"Yo soy la Virgen del Rosario. Deseo que en este sitio me construyan un
templo y que recen todos los días el Santo Rosario".
Lucía les dice los nombres de bastantes personas que quieren conseguir salud
y otros favores muy importantes. Nuestra Señora le responde que algunos de esos
favores serán concedidos y otros serán reemplazados por favores mejores. Y
añade: "Pero es muy importante que se enmienden y que pidan perdón por sus
pecados".
Y tomando un aire de tristeza la Stma. Virgen dijo estas sus últimas
palabras de las apariciones: QUE NO OFENDAN MÁS A DIOS QUE YA ESTÁ MUY OFENDIDO
(Lucía afirma que, de todas las frases oídas en Fátima, esta fue la que más le
impresionó).
La Stma. Virgen antes de despedirse señaló con sus manos hacia el sol y
entonces los 70,000 espectadores presenciaron un milagro conmovedor, un
espectáculo maravilloso, nunca visto: la lluvia cesó instantáneamente (había
llovido desde el amanecer y era mediodía) las nubes se alejaron y el sol
apareció como un inmenso globo de plata o de nieve, que empezó a dar vueltas a
gran velocidad, esparciendo hacia todas partes luces amarillas, rojas, verdes,
azules y moradas, y coloreando de una manera hermosísima las lejanas nubes, los
árboles, las rocas y los rostros de la muchedumbre que allí estaba presente. De
pronto el sol se detiene y empieza a girar hacia la izquierda despidiendo luces
tan bellas que parece una explosión de juegos pirotécnicos, y luego la multitud
ve algo que la llena de terror y espanto.
Ven que el sol se viene hacia abajo, como si fuera a caer encima de todos
ellos y a carbonizarlos, y un grito inmenso de terror se desprende de todas las
gargantas. "Perdón, Señor, perdón", fue un acto de contrición dicho
por muchos miles de pecadores. Este fenómeno natural se repitió tres veces y
duró diez minutos. No fue registrado por ningún observatorio astronómico porque
era un milagro absolutamente sobrenatural.
Luego el sol volvió a su sitio y los miles de peregrinos que tenían sus
ropas totalmente empapadas por tanta lluvia, quedaron con sus vestidos
instantáneamente secos. Y aquel día se produjeron maravillosos milagros de
sanaciones y conversiones.
Y nosotros queremos recordar y obedecer los mensajes de la Stma. Virgen
en Fátima: "Rezar el Rosario. Hacer oración y sacrificios por la
conversión de los pecadores y NO ofender más a Dios, que ya está muy
ofendido".
Apariciones del Ángel de La Paz
Un tiempo antes de la manifestación de Nuestra Señora de Fátima, los niños
Videntes, tuvieron tres apariciones de un Ángel. La primera tuvo lugar en la
primavera de 1916 en la cueva "Loca de Cabeco".
El Ángel les dijo: " No teman. Soy el Ángel de la Paz. Recen
conmigo."
Luego se arrodillo en la tierra, se inclinó y dijo: "Mi Dios, Yo creo
en ti, Yo te adoro y Yo te amo. Te pido perdón por todos aquellos que no creen,
que no te adoran y no te aman."
Lo repitió tres veces, se levantó y le dijo a los pequeños "Recen de
esta manera. Los corazones de Jesús y María están atentos a sus súplicas."
Luego desapareció.
En la segunda aparición, entre otras cosas, el Ángel les dijo: "Yo soy
el Ángel de su guardia, el Ángel de Portugal. Sobre todo, acepten y soporten
con sumisión el sufrimiento que el Señor les envíe".
En la tercera aparición: El Ángel nuevamente se apareció en la cueva Loca de
Cabeco, llevaba consigo un cáliz y sostuvo sobre él, una Hostia. Repitió tres
veces esta oración:
"Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el
preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos
los tabernáculos del mundo, en acto de reparación por los sacrilegios, ultrajes
e indiferencia por la cual Él Mismo es ofendido. Y mediante los méritos
infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, yo le
pido la conversión de los pobres pecadores."
Después le dio la Hostia a Lucía y ofreció el contenido del Cáliz a Jacinta
y Francisco para que lo bebieran. Repitió la oración y se marchó.
Un observador de los hechos el Doctor Garrett, profesor de la Facultad de
Ciencias de Coimbra, Portugal, relato lo sucedido así:
"El cielo, que había estado nublado todo el día, súbitamente se aclaró; la
lluvia paró y parecía como si el sol estuviera a punto de llenar de luz el
campo que la mañana invernal había vuelto tan lóbrego. Yo miraba el lugar de
las apariciones en un estado sereno, aunque frío, en espera de que algo pasara,
y mi curiosidad disminuía, pues ya había transcurrido bastante tiempo sin que
pasara nada que llamara mi atención. Unos momentos antes, el sol se había
abierto paso entre una capa gruesa de nubes que lo escondían y brillaba
entonces clara e intensamente. De repente escuché el clamor de miles de voces,
y vi a la multitud desparramarse en aquel vasto espacio a mis pies ... darle la
espalda a aquel lugar, que hasta ese momento había sido el foco de sus
expectativas, y mirar hacia el sol en la otra dirección. Yo también di la
vuelta hacia el punto que atraía su atención y pude ver el sol, como un disco
transparente, con su agudo margen, que brillaba sin lastimar la vista. No se
podía confundir con el sol que se ve a través de una neblina (en ese momento no
había neblina), pues no estaba velado ni opaco. En Fátima, el sol conservó su
luz y calor, y se destacó claramente en el cielo, con un margen agudo, parecía
una mesa de juego. Lo más sorprendente era que se podía mirar directamente al
disco solar, sin que los ojos se lastimaran o se dañara la retina. Durante ese
tiempo, el disco del sol no permaneció inmóvil, se mantuvo en un movimiento
vertiginoso, pero no como el titilar de una estrella con todo su brillo, pues
el disco giraba alrededor de sí mismo en un furioso remolino ...".
El Secreto de Fátima
Nuestra Señora de Fatima. En la tercera aparición la Santísima Virgen les
contó un secreto a los Videntes, éste está dividido en tres partes, las dos
primera han sido públicamente reveladas en el libro "Memorias de
Lucía" en la década de 1940. Y son: La Visión del infierno, el anunció de
una futura guerra, la petición de la Santísima Virgen sobre la Consagración de
Rusia, como condición para la paz mundial y la práctica de la comunión de los
primeros sábados.
La Tercera parte o Tercer Secreto: Se hizo público el 13 de mayo del 2000.
Lucía Dos Santos
Nació en Aljustrel, a casi 1 kilómetro de Fátima, Portugal. El 22 de marzo de
1907, hija de Antonio y María Rosa Dos Santos. Prima de Francisco y Jacinta.
Desde la primera aparición de la Virgen tuvo que soportar muchos sufrimientos,
porque era criticada y se dudaba de ella. Los sacerdotes de la parroquia de
Fátima insinuaron que ella podría ser un "pequeño instrumento del
demonio". Por todo esto la niña sentía mucho temor en regresar al lugar de
las apariciones, pero pudo vencerlo ante el pedido de sus primos y regresó a la
Cova de Iría, como la Santísima Virgen se lo había solicitado. Uno de sus
mayores dolores fue cuando a Virgen le dijo que se llevaría muy pronto al Cielo
a Francisco y a Jacinta y le expresó que ella permanecería en la tierra, para
difundir la devoción al Corazón Inmaculado de María.
En 1921, Lucía fue enviada al convento de las Hermanas Doroteas de Villar en
Oporto, por decisión del Obispo de Leiria, tenía entonces 14 años. En 1928, se
convirtió en religiosa y en 1946, ingresó al convento de las Hermanas
Carmelitas de Coimbra, Portugal. Tomo el nombre de María Lucía del Inmaculado
Corazón, pero es más conocida como la Hermana Lucía. La Santísima Virgen María
se manifestó a Lucía cuando ella era postulante, y le reveló la promesa de los
Cinco Primeros Sábados, cinco años después, en Junio del 1929, tuvo la visión
de la Trinidad, con la petición de la consagración de Rusia.
Beato Francisco Marto
Videntes de Fátima. Nació en Aljustrel, a casi 1 kilómetro de Fátima,
Portugal. El 11 de junio de 1908, era hijo de Manuel y Olimpia de Jesús Marto,
hermano de Jacinta y primo de Lucía.
Cuando ocurrieron los acontecimientos de Fátima, éste pequeño tenía nueve
años.
Durante de la primera aparición, Lucía preguntó si Francisco iría al Cielo,
y la Señora contesto: "Sí, va a ir al Cielo, pero tendrá que rezar muchas
veces el Rosario."
Después de las apariciones Francisco mostraba poco interés en ir a la
escuela, frecuentemente les decía a Lucía y a Jacinta al momento de aproximarse
al colegio: "Sigan, que yo voy a ir a la iglesia a hacerle compañía al
Jesús escondido" (ésta expresión se refiere al Santo Sacramento).
A fines de 1918, Francisco y su hermanita, enfermaron gravemente por
una epidemia de bronconeumonía y el 4 de abril de 1919, el niño falleció. Lucía
escribió en su libro "Memorias... " al narrar sobre su primo:
"Voló al Cielo en los brazos de Nuestra Madre Celestial."
Beata Jacinta Marto
También nació en Aljustrel, a casi un kilómetro de Fátima, Portugal. El 11
de marzo de 1910. Era hija de Manuel y Olimpia de Jesús Marto, hermana de
Francisco y prima de Lucía.
Cuando ocurrieron los sucesos de Fátima, tenía siete años, era la menor de
los tres niños. Jacinta después de haber tenido la visión del infierno, se
ofreció completamente a la salvación de las almas.
Poco tiempo después de las apariciones enfermo, primero junto su hermano en
la epidemia de bronconeumonía, después se le declaró una pleuresía purulenta,
luego de dos meses de internación la llevaron nuevamente a su hogar, pero los
médicos encontraron que tenía una inflamación abierta y ulcerosa en el pecho.
Más tarde le diagnosticaron tuberculosis. Fue internada en el hospital de
Lisboa en donde la Santísima Virgen se le apareció en varias oportunidades.
Jacinta en su agonía ofrecía sus sufrimientos por los pecadores. Falleció en la
noche del 20 de febrero de 1920.
Francisco y Jacinta Martos estuvieron enterrados en el cementerio municipal
de Fátima, hasta que los trasladaron a la Basílica de Nuestra Señora a
principios de la década de 1950.
Los Cinco Primeros Sábados
El 10 de diciembre de 1925, Lucía era postulante en el Convento de las
Doroteas en España, cuando de repente tuvo la manifestación de la Virgen María
y del Niño Jesús.
Nuestra Señora le habló así:
"Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas, que los hombres ingratos me
clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura
consolarme y di que a todos que durante cinco meses en el primer sábado se
confiesen, reciban la Sagrada Comunión, reciten el Rosario y hágame compañía
durante 15 minutos, al mismo tiempo mediten sobre los quince misterios del
Rosario, con un espíritu de expiación, que Yo les prometo asistirlos a la hora
de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación de sus
almas."
Párrafo de una carta que escribió la Hermana Lucía en 1927, acerca de la
devoción expiatoria de los cinco sábados al Corazón Inmaculado de María:
"La devoción consiste en esto: Durante cinco meses, el Primer Sábado, recibir
a Jesús en la Comunión, recitar el Rosario, hacerle compañía a Nuestra Señora durante
quince minutos mientras se medita sobre los misterios del Rosario y confesarse.
La confesión puede hacerse unos días antes, y si en esta confesión previa usted
ha olvidado la intención (obligatoria), se puede ofrecer la siguiente
intención, siempre y cuando uno reciba la Santa Comunión en estado de gracia el
primer Sábado, con el propósito de expiar las ofensas contra la Santísima
Virgen y que afligen Su Inmaculado Corazón."
La Visión de la Trinidad
El 13 de Junio de 1929, en Tuy, España, Lucía tuvo una visión que
representaba a la Santísima Trinidad.
La Hermana Lucía habló así acerca de lo sucedido: "...entendí que era
el Misterio de la Santa Trinidad que se me enseñó, y yo recibí luces acerca de
este misterio, que no se me permite revelar".
En ese instante Nuestra Señora le dijo: "el momento ha llegado para que
Dios le pida al Santo Padre que lleve a cabo, en unión de todos los obispos del
mundo, la consagración de Rusia a Mi Inmaculado Corazón. De esta manera, El
promete salvar a Rusia."
La Basílica
Fue iniciada en 1928 y consagrada el 7 de Octubre de 1953. Tiene quince
altares que corresponden a las quince decenas del Rosario en honor de Nuestra
Señora, quien en ese lugar declaró:
"Yo soy la Señora del Rosario". EL edificio está construido de piedra
caliza sólida, y tiene una torre de 65 metros. Las tumbas de Francisco y
Jacinta, están ubicadas detrás del Altar Mayor. El cuadro del altar mayor
simboliza el mensaje de Nuestra Señora a los niños, preparados por el Ángel de
Portugal, por medio del encuentro con Jesús en la Eucaristía. Los vitrales
representan escenas de las apariciones y algunas invocaciones de la Letanía de
la Virgen. El órgano, fue instalado en 1952, tiene cerca de 12 mil tubos.
En la entrada del Santuario, por la parte sur de la Rectoría, se encuentra,
un monumento inaugurado el 13 de agosto de 1994, que contiene una porción del
Muro de Berlín, demolido a partir del 9 de Noviembre de 1989.
La Capilla
Fue el primero edificio construido en Cova de Iría, y es precisamente el
lugar de las apariciones de Nuestra Señora. Hay una columna de mármol sobre la
cual está colocada la Imagen de Virgen.
Está compuesto por 15 capillitas, catorce recordando la Pasión del Señor y
una décima quinta por su Resurrección. El Vía Crucis comienza en la rotonda de
Santa Teresa y recorre parte del camino entre Aljutrel y el lugar de las
apariciones en Cova de Iría.
Por debajo del Calvario hay una Capilla dedicada a San Esteban. Las primeras
14 estaciones, fueron inauguradas el 12 de Mayo de 1964, la 15ª, el 13 de
octubre de 1992.
Monumento del Sagrado Corazón de Jesús: Se eleva en el centro de la plaza y
sobre un pozo, cuya agua ha sido el medio de muchas gracias.
Fechas importantes después del milagro de
Fátima:
28 de abril de 1919: Comienza la Construcción de la Capillita.
13 de octubre de 1921: Se permite por primera vez celebrar la
Santa Misa.
3 de mayo de 1922: El Obispo de Leiría, manda instaurar el
proceso canónico, sobre los acontecimientos de Fátima.
10 de diciembre de 1925: Lucía era postulante en el Convento de
las Doroteas en España, cuando tuvo la manifestación de la Virgen María y del
Niño Jesús.
13 de Junio de 1929, Tuy, España: Lucía tuvo una visión que representaba
a la Santísima Trinidad.
13 de octubre de 1930: El Obispo de Leiria declara, dignas de
fe las apariciones y autoriza el culto de Nuestra Señora de Fátima.
13 de mayo de 1931: Se consagra por primera vez a Portugal,
al Inmaculado Corazón de María.
31 de octubre de 1942: Pío XII, hablando en portugués por la
radio, consagra el mundo al Inmaculado Corazón de María.
2 de enero de 1944: La hermana Lucía puso por escrito la tercera parte
del Secreto de Fátima.
13 de mayo de 1946: La Imagen de Nuestra Señora de Fátima de la
capillita es coronada por el Cardenal Marsella.
21 de noviembre de 1964: El Papa Pablo VI, cuando clausura
la tercera sesión del Concilio Ecuménico, anuncia, la concesión de la Rosa de
Oro al Santuario de Fátima, la que entregaría el Cardenal Cento, el día 13 de
mayo de 1965.
13 de mayo de 1967: S.S. Pablo VI, viaja a Fátima en el cincuentenario
de la primera aparición de Nuestra Señora.
12 y 13 de mayo de 1982: S.S. Juan Pablo II viaja a Fátima como
peregrino, para agradecer el haber sobrevivido del brutal atentado, sufrido un
año antes en la plaza de San Pedro y consagra a la Iglesia, a los hombres y a
los pueblos, al Inmaculado Corazón de María.
25 de marzo de 1984: En la plaza de San Pedro en Roma, delante de la
Imagen de la Virgen, Juan Pablo II consagra una vez más, el mundo, al
Inmaculado Corazón de María, en unión con todos los Obispos del Mundo.
12 y 13 de mayo de 1991: El Santo Padre Juan Pablo II,
vuelve a Fátima por segunda vez, como peregrino, en el décimo aniversario de su
atentado.
13 mayo de 2000: El Santo Padre preside la ceremonia de beatificación
de Jacinta y Francisco Marto.
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