5 DE MAYO – MARTES –
4ª - SEMANA DE PASCUA – A –
San Ángel de Sicilia
Lectura del libro de los Hechos de los
apóstoles (11,19-26):
En
aquellos días, los que se habían dispersado en la persecución provocada por lo
de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la palabra
más que a los judíos. Pero algunos, naturales de Chipre y de Cirene, al llegar
a Antioquía, se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles la Buena
Nueva del Señor Jesús. Como la mano del Señor estaba con ellos, gran número
creyó y se convirtió al Señor.
Llegó la noticia a oídos de la Iglesia de
Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la
gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a seguir unidos al Señor con todo
empeño, porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y una
multitud considerable se adhirió al Señor.
Bernabé salió para Tarso en busca de Saulo;
cuando lo encontró, se lo llevó a Antioquía. Durante todo un año estuvieron
juntos en aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por
primera vez los discípulos fueron llamados cristianos.
Palabra
de Dios
Salmo: 86,1-3.4-5.6-7
R/. Alabad al Señor, todas las naciones
Él la
ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios! R/.
«Contaré
a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí».
Se dirá de Sión: «Uno por uno
o dos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado». R/.
El
Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí».
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti». R/.
Lectura del evangelio según san Juan
(10,22-30):
Se
celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y
Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón.
Los judíos, rodeándolo, le preguntaban:
«¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso?
Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente».
Jesús les respondió:
«Os lo he dicho, y no creéis; las obras que
yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mí. Pero vosotros no
creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las
conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para
siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
Lo que mi Padre me ha dado es más que todas
las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre
somos uno».
Palabra
del Señor
1. Cuando se trata de cargos o
tareas civiles (políticas, sociales, de enseñanza...), cada cual se autentifica
por los títulos, documentos, nombramientos y otros papeles que puede enseñar a quien se los pida.
Cuando se trata de actuar en nombre de
Dios y para representar a Dios, no hay más credenciales que la propia vida, la
vida que uno lleva, las obras que hace y los frutos que produce. Por
eso dice Jesús: Las obras que yo hago, dan testimonio de mí.
2. En la cultura antigua se
decía que la coordinación entre ergon (tarea, obra) y lógos (palabra) expresa
la unidad y armonía de la persona (Jenofonte, Epicteto,
Edo 3, 8; 4 Mac 5, 38; Josefo).
Cuando una persona habla defendiendo unas
creencias y se comporta al revés de lo que dice, - ¿qué credibilidad
puede tener para que la gente acepte su enseñanza? Y tiene que
ser así.
Porque las verdaderas convicciones de una
persona se manifiestan en lo que hace (cómo vive, lo que hace, cómo lo
hace...), no en lo que dice.
3. De lo dicho se sigue una
consecuencia fuerte: la predicación religiosa tendría que plantearse de forma
que el predicador se dedicara y se limitara a explicar su propia vida. O sea,
decirle a la gente, en catequesis, homilías y sermones:
"Mirad, yo vivo así y hago lo
que hago porque creo en el Evangelio y lo he tomado en serio.”
Solo así se podría asegurar y garantizar
la unidad y armonía entre el lógos (la palabra) y el ergon (la tarea y la
conducta). Eso es lo que hizo Jesús. Dar un testimonio de su vida.
En realidad, el Sermón del Monte no fue
sino una explicación de lo que Jesús hacía y de cómo vivía. No se trata de ser
ingenuamente vanidoso, hablando uno de sí mismo. Se trata de que la propia vida
sea una transparencia del Evangelio, en el que está patente lo mismo la
grandeza de Jesús que la pequeñez de publicanos y pecadores. Jesús transmitió
conocimientos, que fueron la explicación de su propia vida.
San Ángel de Sicilia
Nació
en Jerusalén, en el seno de una familia de judíos conversos.
A la
temprana muerte de su hermano gemelo, San Ángel decide ingresar a la Orden
Carmelita, y es admitido en el monasterio en el Monte Carmelo, en Palestina.
En
el siglo trece, los Carmelitas pasaron de ser una orden contemplativa a ser una
orden de mendicantes; recordemos que era el siglo de la revolución espiritual
de San Francisco de Asís y de Santo Domingo de Guzmán.
San
Ángel es enviado eventualmente a Roma, para llevar un mensaje al papa Honorio
III. A continuación, recibe la encomienda de dirigirse a Sicilia, para ayudar a
predicar contra la herejía de los cátaros, que habían tomado control de la
isla.
Sin
embargo, a poco de haber desembarcado en Sicilia, San Ángel fue asesinado a
traición con cinco puñaladas por la espalda, ordenadas por el líder de los
herejes. En el sitio donde murió se edificó una iglesia, y su sepulcro se
convirtió muy pronto en sitio de peregrinación.
La
Orden Carmelita venera a San Ángel como santo por lo menos desde 1456. En 1459,
el papa Pío II aprobó su culto.
Ángel
se cuenta entre los primeros Carmelitas que vinieron del Monte Carmelo a
Sicilia, donde, según las fuentes tradicionales dignas de fe, murió apuñalado a
muerte en Licata a manos de hombres impíos, en la primera mitad del siglo XIII.
Venerado
como mártir, muy pronto se edificó una iglesia sobre el lugar de su martirio, y
allí fue colocado su cuerpo.
Sólo
en 1662 sus restos mortales fueron trasladados a la iglesia de los Carmelitas
de Licata.
El
culto a san Ángel se difundió por toda la Orden y también entre el pueblo. Él y
san Alberto de Trápani son considerados los "padres" de la Orden por
ser los dos primeros santos que recibieron culto en la Orden, y por esto fueron
representados muchas veces en la iconografía medieval al lado de la Virgen
María.
En
Sicilia existen muchos lugares que tienen a san Ángel como patrono, y el pueblo
lo invoca en las necesidades, dirigiéndose a él con mucho afecto y cariño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario