lunes, 29 de junio de 2020

Párate un momento: El Evangelio del dia 1 DE JULIO – MIÉRCOLES – 13ª – SEMANA DEL T. O. – A – Santa Esther




1 DE JULIO – MIÉRCOLES –
13ª – SEMANA DEL T. O. – A –
Santa Esther

Lectura de la profecía de Amós (5,14-15.21-24):
Buscad el bien y no el mal, y viviréis, y así estará con vosotros el Señor Dios de los ejércitos, como deseáis. Odiad el mal, amad el bien, defended la justicia en el tribunal. Quizá se apiade el Señor, Dios de los ejércitos, del resto de José.
«Detesto y rehúso vuestras fiestas –oráculo del Señor–, no quiero oler vuestras ofrendas. Aunque me ofrezcáis holocaustos y dones, no me agradarán; no aceptaré los terneros cebados que sacrificáis en acción de gracias. Retirad de mi presencia el estruendo del canto, no quiero escuchar el son de la cítara; fluya como el agua el juicio, la justicia como arroyo perenne.»
Palabra de Dios

Salmo: 49

R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios
«Escucha, pueblo mío, que voy a hablarte;
Israel, voy a dar testimonio contra ti;
"yo, Dios, tu Dios".» R/.
«No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños.» R/.
«Pues las fieras de la selva son mías,
y hay miles de bestias en mis montes;
conozco todos los pájaros del cielo,
tengo a mano cuanto se agita en los campos.» R/.
«Si tuviera hambre, no te lo diría:
pues el orbe y cuanto lo llena es mío.
¿Comeré yo carne de toros,
beberé sangre de cabritos?» R/.
«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?» R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,28-34):
En aquel tiempo, llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino.
Y le dijeron a gritos:
 «¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios?
¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?»
Una gran piara de cerdos a distancia estaba hozando. Los demonios le rogaron:
«Si nos echas, mándanos a la piara.»
Jesús les dijo:
«Id.»
Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo y se ahogó en el agua. Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados. Entonces el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país.
Palabra de Señor

1.   Se discute el lugar o ciudad en el que ocurrió este episodio. Pudo ser Gerasa, Gadara o Gergesa (Warren Carter). En cualquier caso, fue en un país
que tenía otras costumbres y otras creencias religiosas, distintas de las que se tenían en Israel.
Jesús no teme, ni duda, ir también a visitar y convivir con otros pueblos, otras culturas y otras religiones. Para Jesús, las fronteras nacionales, culturales y religiosas, que nos dividen, han de ser   superadas.
Son frecuentes los enfrentamientos de violencia y   muerte que se producen cuando se traspasan las fronteras. Lo estamos viendo en los conflictos con
los inmigrantes que intentan pasar de África a Europa.  O los "espaldas mojadas" que, desde México, quieren entrar en Estados Unidos.  Estas dificultades se plantean con los pobres. Los ricos no tienen problemas para circular por todo el mundo.

2.   Según este relato, los demonios son fuerzas de muerte (salen del cementerio) y de violencia (eran furiosos y nadie se atrevía a acercarse a ellos).
Al expulsar a los demonios, Jesús muestra con vigor que su proyecto es acabar con la muerte y la violencia que son origen de tanto sufrimiento. La postura, tan frecuente, de quienes asumen una posición de pasividad o de imposible neutralidad ante los poderes de muerte y violencia, que actúan a sus anchas en nuestra sociedad, es una forma de comportamiento más cercano a lo   demoníaco que a Jesús.

3.   El episodio de los cerdos no se limita al obvio significado económico que tiene, ya que una piara de miles de cerdos era una inmensa fortuna. Pero, además del interés de las gentes de aquella región por sus cerdos, al interpretar este extraño relato, hay que recordar también que los cerdos eran utilizados en ritos religiosos con los que se buscaba la protección divina para la producción agraria (E. Firmage,  F. J. Stendebach).
Al permitir que los demonios se metiesen en los cerdos, Jesús expresaba su oposición a los extraños rituales que tenían un carácter mágico. Y así tranquilizaban las conciencias de gentes que, como suele ocurrir, querían llevarse bien con la religión y con el dinero.
Una conducta así es indigna del Evangelio de Jesús.

Santa Esther



Personaje bíblico: reina de Persia e intercesora del pueblo Judío, al que salvó del exterminio. Prefiguración de la Virgen María como auxilio del Pueblo de Dios.


Vida de Santa Ester o Esther

El libro de Ester contiene una de las más emocionantes escenas de la Historia Sagrada. Habiendo el rey Asuero (Jerjes) repudiado a la reina Vasti, la judía Ester vino a ser su esposa y reina de Persia. Ella, confiada en Dios y sobreponiéndose a su debilidad, intercedió por su pueblo cuando el primer ministro Amán concibió el proyecto de exterminar a todos los judíos, comenzando por Mardoqueo, padre adoptivo de Ester. En un banquete, Ester descubrió al rey su nacionalidad hebrea y pidió protección para sí y para los suyos contra su perseguidor Amán. El rey concedió lo pedido: Amán fue colgado en el mismo patíbulo que había preparado para Mardoqueo, y el pueblo judío fue autorizado a vengarse de sus enemigos el mismo día en que según el edicto de Amán, debía ser aniquilado en el reino de los persas. En memoria de este feliz acontecimiento los judíos instituyeron la fiesta de Purim (Fiesta de las Suertes).
El texto masorético que hoy tenemos en la Biblia hebrea, sólo contiene 10 capítulos, y es más corto que el originario, debido a que la Sinagoga omitió ciertos pasajes religiosos, cuando la fiesta de Purim, en que se leía este libro al pueblo, tomó carácter mundano. San Jerónimo añadió los últimos capítulos (10, 4-16, 24), que contienen los trozos que se encuentran en la versión griega de Teodoción, pero faltan en la forma actual del texto hebreo.
El carácter histórico del libro siempre ha sido reconocido, tanto por la tradición judaica, como por la cristiana. Un hecho manifiesto nos muestra la historicidad del libro, y es la existencia de la mencionada fiesta de Purim, que los judíos celebran aún en nuestros días. Sin embargo, han surgido no pocos exégetas, sobre todo acatólicos, que relegan el libro de Ester a la categoría de los libros didácticos o le atribuyen solamente un carácter histórico en sentido lato. Es éste un punto que debe estudiarse a la luz de las normas trazadas en la Encíclica "Divino Afflante Spiritu". Hasta aclararse la cuestión damos preferencia a la opinión tradicional.
En cuanto al tiempo de la composición se deciden algunos por la época de Jerjes I (485-465 a. C.), otros por el tiempo de los Macabeos.
La canonicidad del libro de Ester está bien asegurada. El Concilio de Trento ha definido también la canonicidad de la segunda parte del libro de Ester (cap. 10, vers. 4 al cap. 16, vers. 24), mientras los judíos y protestantes conservan solamente la primera parte en su canon de libros sagrados.
Los santos Padres ven en Ester, que intercedió por su pueblo, una figura de la Santísima Virgen María, auxilium christianorum. Lo que Ester fue para su pueblo por disposición de Dios, lo es María para el pueblo cristiano.



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