24 - DE MARZO – JUEVES –
3ª SEMANA DE CUARESMA – C
SANTA CALINA
DE SUECIA,
virgen
Lectura del libro de Jeremías (7,23-28):
ESTO dice el
Señor:
«Esta fue la orden que di a mi pueblo:
“Escuchad mi voz, Yo seré vuestro Dios y
vosotros seréis mi pueblo. Seguid el camino que os señalo, y todo os irá bien”.
Pero no escucharon ni hicieron caso. Al
contrario, caminaron según sus ideas, según la maldad de su obstinado corazón.
Me dieron la espalda y no la cara.
Desde que salieron vuestros padres de Egipto hasta hoy, os envié a mis siervos,
los profetas, un día tras otro; pero no me escucharon ni me hicieron caso. Al
contrario, endurecieron la cerviz y fueron peores que sus padres.
Ya puedes repetirles este discurso, seguro que no te escucharán; ya puedes
gritarles, seguro que no te responderán.
Aun así les dirás:
“Esta es la gente que no escuchó la voz
del Señor, su Dios, y no quiso escarmentar. Ha desaparecido la sinceridad, se
la han arrancado de la boca”».
Palabra de Dios
Salmo 94,1-2.6-7.8-9
R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón»
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R/.
Entrad,
postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R/.
Ojalá
escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras». R/.
Lectura del santo evangelio según
san Lucas (11,14-23):
EN aquel
tiempo, estaba Jesús echando un demonio que era mudo.
Sucedió que, apenas salió el demonio,
empezó a hablar el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron:
«Por arte de Belzebú, el príncipe de los
demonios echa los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían
un signo del cielo.
Él, conociendo sus pensamientos, les
dijo:
«Todo reino dividido contra sí mismo va
a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido
contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo
los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el
poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos
mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de
Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado
guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo
asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín.
El que no está conmigo está contra mí;
el que no recoge conmigo desparrama».
Palabra del Señor
1. Desde los tiempos del
destierro en Babilonia, los judíos asimilaron la teología de los
"demonios", que procedía del sincretismo iranio-caldeo. Según esta
teología extraña, los demonios son por excelencia los malos espíritus que
llevan al ser humano a la perdición (O. Bócher).
La referencia a Belzebú era un ataque
directo al poder divino del Espíritu Santo, que es el que capacita a Jesús para
la lucha contra la fuerza del mal, personificada en Satanás (W. Foerster).
2. En este episodio, Jesús
libera del demonio liberando de la mudez. Se puede "ser"
mudo o "estar como" mudo. El que calla cuando tendría que
hablar, "está como" mudo. Y, por desgracia, hay silencios que son
cómplices de muchas maldades. Los llamados medios de "comunicación"
son, con frecuencia, medios de "incomunicación". Porque no
dicen la verdad. O porque callan lo que tendrían que decir. A eso,
antiguamente, se le llamaba "estar endemoniado". Ahora, de esas
conductas, se dice que son lo "políticamente correcto". ¡Conductas
satánicas!, que perpetúan la maldad y el sufrimiento de los desgraciados.
Con frecuencia, ocurre que los clérigos
condenan los pecados contra la conducta sexual, al tiempo que se callan
cuando se trata de delitos contra la economía. Por eso vemos,
con frecuencia, que los obispos condenan más a los homosexuales que a los
gobernantes corruptos.
A los homosexuales no les temen los
hombres de Iglesia. A los políticos, les temen. Porque los políticos tienen
poder para quitarle a la Iglesia sus privilegios. Todo esto son conductas
"satánicas".
3. Por otra parte, la división y la confrontación, incluso entre demonios, es signo evidente de autodestrucción. Una familia dividida, un país en el que viven unos ciudadanos enfrentados contra otros, una Iglesia rota y fracturada en grupos que no se quieren o incluso se odian..., todo eso es presencia satánica y anuncio de muerte.
SANTA CALINA DE
SUECIA,
virgen
A Catalina
de Suecia o de Vadstena nació alrededor del año 1331 del matrimonio formado por
el príncipe Ulf Gudmarsson y Brigitta Birgesdotter; fue la cuarta de ocho
hermanos. La educaron, como era frecuente en la época, al calor del monasterio;
en este caso lo hicieron las monjas de Riseberga.
Contrajo
matrimonio con el buen conde Egar Lyderson van Kyren con quien acordó vivir su
matrimonio en castidad; ambos influyeron muy positivamente en los ambientes
nobles plagados de costumbres frívolas y profanas.
Brígida,
su madre, ha tenido la revelación de fundar la Orden del Santísimo Salvador que
tenga como fin alabar al Señor y a la Santísima Virgen según la liturgia de la
Iglesia, reparar por las ofensas que recibe de los hombres, propagar la oración
contemplativa -preferentemente de la Pasión- para la salvación de las almas.
Madre
e hija se encuentran juntas en Roma. Cuando Catalina tiene planes de regresar a
su casa junto al esposo, Brígida comunica a su hija otra revelación
sobrenatural de Dios: ha muerto su yerno. Esto va a determinar el rumbo de la
vida de Catalina desde entonces. Ante el lógico dolor y la depresión anímica
que sufre, es sacada de la situación por la Virgen. Es en estas circunstancias
cuando muestra ante su madre la firme disposición interna a pasar toda suerte
de penalidades y sufrimientos por Jesucristo. Las dos juntas y emprenden una
época de oración intensa, de mortificación y pobreza extrema; sus cuerpos no
conocen sino el suelo duro para dormir; visitan iglesias y hacen caridad. La
joven viuda rechaza proposiciones matrimoniales que surgen frecuentes, llegando
algunas hasta la impertinencia y el acoso. Peregrinan a los santuarios famosos
y organizan una visita a Tierra Santa para empaparse de amor a Dios en los
lugares donde padeció y murió el Redentor.
En
el año 1373 han regresado, muere en Roma Brígida y Catalina da sepultura
provisional en la Ciudad Eterna al cadáver de su madre en la iglesia de san
Lorenzo. El traslado del cuerpo en cortejo fúnebre hasta Suecia es una continua
actividad misionera por donde pasa. Catalina habla de la misericordia de Dios
que espera siempre la conversión de los pecadores; va contando las revelaciones
y predicciones que Dios hizo a su santa madre.
Söderkoping
es el lugar patrio que recibe la procesión en 1374 como si fuera un acto
triunfal. Se relatan conversiones y milagros que se suceden hasta depositar los
restos en el monasterio de Vadstena, donde entra y se queda Catalina,
practicando la regla que vivió durante veinticinco años con su madre.
Un
segundo viaje a Roma durará cinco años; tendrá como meta la puesta en marcha
del proceso de canonización de la futura santa Brígida y la aprobación de la
Orden del Santísimo Salvador. A su regreso a Vadstena, muere el 24 de marzo de
1381.
Aparte
de las revelaciones que tuvo y de las predicciones sobrenaturales que hizo la
santa, se cuenta de ella la finura de alma que le llevó a la confesión diaria
durante veinticinco años -no por ser escrupulosa- y que consiguió la confesión
arrepentida de impenitentes a punto de morir. También se habla de luces que
rodean el cuerpo inerte después de su muerte, de una estrella que pudo verse
por un tiempo señalando el lugar del reposo y de luminosidades que refulgían
junto al sarcófago. No es extraño que la leyenda haya querido dejar su huella
intentando hacer que los sentidos descubran la magnanimidad de su alma que sólo
es perceptible por lo externo. Por eso dijeron que nunca mamó la leche de la
nodriza mundana mientras buscaba el pecho de su madre santa y de otras mujeres
honestas. Igualmente contaron que libró a Roma de inundación entrando sus pies
en el Tiber y hablaron de la liberación de una posesa.
De
todos modos, los santos de ayer y de hoy, siempre han sido puntos de inflexión
de la gracia para el bien de todos los hombres.
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