martes, 22 de marzo de 2022

Párate un momento: El Evangelio del dia 24 - DE MARZO – JUEVES – 3ª SEMANA DE CUARESMA – C SANTA CALINA DE SUECIA, virgen

 

 


24 - DE MARZO – JUEVES –

3ª SEMANA DE CUARESMA – C

SANTA CALINA DE SUECIA,

virgen

 

    Lectura del libro de Jeremías (7,23-28):

 

ESTO dice el Señor:

«Esta fue la orden que di a mi pueblo:

“Escuchad mi voz, Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo. Seguid el camino que os señalo, y todo os irá bien”.

Pero no escucharon ni hicieron caso. Al contrario, caminaron según sus ideas, según la maldad de su obstinado corazón. Me dieron la espalda y no la cara.

Desde que salieron vuestros padres de Egipto hasta hoy, os envié a mis siervos, los profetas, un día tras otro; pero no me escucharon ni me hicieron caso. Al contrario, endurecieron la cerviz y fueron peores que sus padres.

Ya puedes repetirles este discurso, seguro que no te escucharán; ya puedes gritarles, seguro que no te responderán.

Aun así les dirás:

“Esta es la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios, y no quiso escarmentar. Ha desaparecido la sinceridad, se la han arrancado de la boca”».

 

Palabra de Dios

 

Salmo 94,1-2.6-7.8-9

 

R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:

«No endurezcáis vuestro corazón»

 

 Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias,

aclamándolo con cantos. R/.

Entrad, postrémonos por tierra,

bendiciendo al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo,

el rebaño que él guía. R/.

Ojalá escuchéis hoy su voz:

«No endurezcáis el corazón como en Meribá,

como el día de Masá en el desierto;

cuando vuestros padres me pusieron a prueba

y me tentaron, aunque habían visto mis obras». R/.

 

    Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,14-23):

 

EN aquel tiempo, estaba Jesús echando un demonio que era mudo.

Sucedió que, apenas salió el demonio, empezó a hablar el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron:

«Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios echa los demonios».

Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo.

Él, conociendo sus pensamientos, les dijo:

«Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.

Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín.

El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama».

 

Palabra del Señor

 

1.  Desde los tiempos del destierro en Babilonia, los judíos asimilaron la teología de los "demonios", que procedía del sincretismo iranio-caldeo. Según esta teología extraña, los demonios son por excelencia los malos espíritus que llevan al ser humano a la perdición (O. Bócher).

La referencia a Belzebú era un ataque directo al poder divino del Espíritu Santo, que es el que capacita a Jesús para la lucha contra la fuerza del mal, personificada en Satanás (W. Foerster).

 

2.  En este episodio, Jesús libera del demonio liberando de la mudez.  Se puede "ser" mudo o "estar como" mudo.  El que calla cuando tendría que hablar, "está como" mudo. Y, por desgracia, hay silencios que son cómplices de muchas maldades. Los llamados medios de "comunicación" son, con frecuencia, medios de "incomunicación".  Porque no dicen la verdad. O porque callan lo que tendrían que decir. A eso, antiguamente, se le llamaba "estar endemoniado". Ahora, de esas conductas, se dice que son lo "políticamente correcto". ¡Conductas satánicas!, que perpetúan la maldad y el sufrimiento de los desgraciados.

Con frecuencia, ocurre que los clérigos condenan los pecados contra la conducta sexual, al tiempo que se callan cuando se trata de delitos contra la economía.  Por eso vemos, con frecuencia, que los obispos condenan más a los homosexuales que a los gobernantes corruptos.

A los homosexuales no les temen los hombres de Iglesia. A los políticos, les temen. Porque los políticos tienen poder para quitarle a la Iglesia sus privilegios. Todo esto son conductas "satánicas".

 

3.  Por otra parte, la división y la confrontación, incluso entre demonios, es signo evidente de autodestrucción.  Una familia dividida, un país en el que viven unos ciudadanos enfrentados contra otros, una Iglesia rota y fracturada en grupos que no se quieren o incluso se odian..., todo eso es presencia satánica y anuncio de muerte.

 

SANTA CALINA DE SUECIA,

virgen

 


A Catalina de Suecia o de Vadstena nació alrededor del año 1331 del matrimonio formado por el príncipe Ulf Gudmarsson y Brigitta Birgesdotter; fue la cuarta de ocho hermanos. La educaron, como era frecuente en la época, al calor del monasterio; en este caso lo hicieron las monjas de Riseberga.

Contrajo matrimonio con el buen conde Egar Lyderson van Kyren con quien acordó vivir su matrimonio en castidad; ambos influyeron muy positivamente en los ambientes nobles plagados de costumbres frívolas y profanas.

Brígida, su madre, ha tenido la revelación de fundar la Orden del Santísimo Salvador que tenga como fin alabar al Señor y a la Santísima Virgen según la liturgia de la Iglesia, reparar por las ofensas que recibe de los hombres, propagar la oración contemplativa -preferentemente de la Pasión- para la salvación de las almas.

Madre e hija se encuentran juntas en Roma. Cuando Catalina tiene planes de regresar a su casa junto al esposo, Brígida comunica a su hija otra revelación sobrenatural de Dios: ha muerto su yerno. Esto va a determinar el rumbo de la vida de Catalina desde entonces. Ante el lógico dolor y la depresión anímica que sufre, es sacada de la situación por la Virgen. Es en estas circunstancias cuando muestra ante su madre la firme disposición interna a pasar toda suerte de penalidades y sufrimientos por Jesucristo. Las dos juntas y emprenden una época de oración intensa, de mortificación y pobreza extrema; sus cuerpos no conocen sino el suelo duro para dormir; visitan iglesias y hacen caridad. La joven viuda rechaza proposiciones matrimoniales que surgen frecuentes, llegando algunas hasta la impertinencia y el acoso. Peregrinan a los santuarios famosos y organizan una visita a Tierra Santa para empaparse de amor a Dios en los lugares donde padeció y murió el Redentor.

En el año 1373 han regresado, muere en Roma Brígida y Catalina da sepultura provisional en la Ciudad Eterna al cadáver de su madre en la iglesia de san Lorenzo. El traslado del cuerpo en cortejo fúnebre hasta Suecia es una continua actividad misionera por donde pasa. Catalina habla de la misericordia de Dios que espera siempre la conversión de los pecadores; va contando las revelaciones y predicciones que Dios hizo a su santa madre.

Söderkoping es el lugar patrio que recibe la procesión en 1374 como si fuera un acto triunfal. Se relatan conversiones y milagros que se suceden hasta depositar los restos en el monasterio de Vadstena, donde entra y se queda Catalina, practicando la regla que vivió durante veinticinco años con su madre.

Un segundo viaje a Roma durará cinco años; tendrá como meta la puesta en marcha del proceso de canonización de la futura santa Brígida y la aprobación de la Orden del Santísimo Salvador. A su regreso a Vadstena, muere el 24 de marzo de 1381.

Aparte de las revelaciones que tuvo y de las predicciones sobrenaturales que hizo la santa, se cuenta de ella la finura de alma que le llevó a la confesión diaria durante veinticinco años -no por ser escrupulosa- y que consiguió la confesión arrepentida de impenitentes a punto de morir. También se habla de luces que rodean el cuerpo inerte después de su muerte, de una estrella que pudo verse por un tiempo señalando el lugar del reposo y de luminosidades que refulgían junto al sarcófago. No es extraño que la leyenda haya querido dejar su huella intentando hacer que los sentidos descubran la magnanimidad de su alma que sólo es perceptible por lo externo. Por eso dijeron que nunca mamó la leche de la nodriza mundana mientras buscaba el pecho de su madre santa y de otras mujeres honestas. Igualmente contaron que libró a Roma de inundación entrando sus pies en el Tiber y hablaron de la liberación de una posesa.

De todos modos, los santos de ayer y de hoy, siempre han sido puntos de inflexión de la gracia para el bien de todos los hombres.

 

 

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