20 - DE
JUNIO – LUNES –
12 – SEMANA
DEL T. O. – C –
SAN SILVERIO, papa
Lectura
del segundo libro de los Reyes (17,5-8.13-15a.18):
En aquellos días,
Salmanasar, rey de Asiria, invadió el país y asedió a Samaria durante tres
años. El año noveno de Oseas, el rey de Asiria conquistó Samaria, deportó a los
israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, junto al Jabor, río de Gozán, y en
las poblaciones de Media. Eso sucedió porque, sirviendo a otros dioses, los
israelitas habían pecado contra el Señor, su Dios, que los había sacado de
Egipto, del poder del Faraón, rey de Egipto; procedieron según las costumbres
de las naciones que el Señor había expulsado ante ellos y que introdujeron los
reyes nombrados por ellos mismos.
El Señor había advertido a Israel y Judá por medio de los profetas y
videntes:
«Volveos de vuestro mal camino, guardad mis mandatos y preceptos,
siguiendo la ley que di a vuestros padres, que les comuniqué por medio de mis
siervos, los profetas.»
Pero no hicieron caso, sino que se pusieron tercos, como sus padres, que no
confiaron en el Señor, su Dios. Rechazaron sus mandatos y el pacto que había
hecho el Señor con sus padres, y las advertencias que les hizo. El Señor se
irritó tanto contra Israel que los arrojó de su presencia. Sólo quedó la tribu
de Judá.
Palabra de Dios
Salmo:
59,3.4-5.12-13
R/.
Que tu mano salvadora, Señor, nos responda
Oh Dios, nos rechazaste
y rompiste nuestras
filas;
estabas airado,
pero
restáuranos. R/.
Has sacudido y
agrietado el país:
repara sus grietas,
que se desmorona.
Hiciste sufrir un
desastre a tu pueblo,
dándole a beber un
vino de vértigo. R/.
Tú, oh Dios, nos has
rechazado
y no sales ya con
nuestras tropas.
Auxílianos contra el
enemigo,
que la ayuda del
hombre es inútil.
Con Dios haremos
proezas,
él pisoteará a
nuestros enemigos. R/.
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (7,1-5):
En aquel tiempo, dijo
Jesús a sus discípulos:
«No juzguéis y no os juzgarán; porque os van a juzgar como juzguéis
vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros.
- ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas
en la viga que llevas en el tuyo?
- ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame que te saque la
mota del ojo", teniendo una viga en el tuyo?
Hipócrita; sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás
sacar la mota del ojo de tu hermano.»
Palabra del Señor
1. Las buenas relaciones entre personas solo son posibles cuando los
que se relacionan entre sí no se juzgan unos a otros. Cuando uno sabe o
sospecha que los demás le están juzgando, y le están juzgando mal, la relación
humana se complica, posiblemente se envenena, y termina por hacerse
insoportable.
Es muy duro ir por la vida sabiendo que hay gente que piensa mal de ti, que
te juzga, y te condena.
2. El verbo que el Evangelio pone en boca de Jesús es kríno, que
tiene un amplio abanico de significados. Se refiere a "juzgar",
"actuar de juez", "dictar sentencia". Ahora bien, uno que
se erige en juez de la vida de los otros y, además, se considera con
conocimientos y el suficiente criterio para condenarlos, lo que realmente hace
es usurpar el puesto y la tarea que corresponde a Dios.
Por eso es tan frecuente que las personas que se consideran más cercanas a
Dios y a los principios de la recta moral son los jueces más
implacables. Sin darse cuenta, le quitan el puesto a Dios.
Dejemos que Dios sea Dios y que Él tenga la última palabra.
3. Jesús debió ver, en esta inclinación que tenemos a juzgar a
otras personas, algo muy serio. Las hipérboles de la mota y la viga
son "un dardo clavado de un golpe dirigido al corazón del hombre que (piensa
que) sabe del bien y del mal" (D. Bonhoeffer).
Ideas y conductas distintas a las propias en todo lo relacionado con la
religión. Esto es ahora especialmente urgente, cuando la
sociedad es más plural y la convivencia resulta más complicada.
SAN SILVERIO, papa
LVIII Papa
Martirologio Romano: En la isla de
Palmaria, en Italia, tránsito de san Silverio, papa y mártir, el cual, no
queriendo rehabilitar a Antimo, obispo herético de Constantinopla depuesto por
su predecesor san Agapito, por orden de la emperatriz Teodora fue privado de su
sede y enviado al destierro, donde murió desgastado por los sufrimientos (537).
Etimología:
Silverio = Aquel que es un habitante de la selva, es
de origen latino.
Fechas de
nacimiento y muerte desconocidas.
BIBLIOGRAFIA
Fue hijo del Papa Hormisdas quien había sido casado antes de llegar a ser
uno del más alto clero. Silverio entró al servicio de la Iglesia y fue
subdiácono en Roma cuando el Papa Agapito murió en Constantinopla, el 22 de
Abril del año 536.La Emperatriz Teodora, quien favoreció a los Monofisitas
intentó inducir la elección como Papa del diácono romano Vigilio quien se
encontraba entonces en Constantinopla y le había dado las garantías deseadas en
cuanto a los Monofisitas.
Sin embargo, Teodato, Rey de los Ostrogodos, quien deseaba evitar la
elección de un Papa conectado con Constantinopla, la anticipó, y por su
influencia el subdiácono Silverio fue escogido. La elección de un subdiácono
como obispo de Roma era inusual. Consecuentemente, es fácil de entender que,
como el autor de la primera parte de la vida de Silverio en la "Liber
pontificalis" (ed. Duchesne, I, 210) relata, una fuerte oposición apareció
entre el clero. Ésta, sin embargo, fue reprimida por Teodato así que,
finalmente, después de que Silverio había sido consagrado obispo (probablemente
el 8 de Junio de 536) todos los presbíteros Romanos dieron su consentimiento
escrito a su elevación.
La afirmación hecha por el autor mencionado de que Silverio aseguró la
intervención de Teodato por el pago de dinero es injustificable, y se explica
por la opinión hostil del autor sobre el Papa y los Godos. El autor de la
segunda parte de la vida en la "Liber
pontificalis” está favorablemente inclinado a Silverio. El
pontificado de este Papa pertenece a un período desordenadamente inestable,
y él mismo cayó víctima de las intrigas de la Corte Bizantina.
Después de que Silverio había llegado a ser Papa la Emperatriz Teodora
intentó ganárselo para los Monofisitas. Ella deseaba especialmente hacerlo
entrar en comunión con el Patriarca Monofisita de Constantinopla, Antimo, quien
había sido excomulgado y depuesto por Agapito, y con Severo de Antioquia. Sin
embargo, el Papa en nada se comprometió y Teodora ahora resolvió derrocarlo y
ganar la sede papal para Vigilio. Tiempos tormentosos llegaron a Roma durante
la lucha que estalló en Italia entre los Ostrogodos y los Bizantinos después de
la muerte de Amalasuntha, hija de Teodorico el Grande. El rey Ostrogodo
Vitigio, quien ascendió al trono en Agosto de 536, sitió la ciudad. Las
iglesias sobre las catacumbas fuera de la ciudad fueron devastadas, las tumbas
mismas de los mártires en las catacumbas fueron abiertas y profanadas. En
Diciembre, de 536, el general Bizantino Belisario fortificó Roma y fue recibido
por el Papa de manera cortés y amistosa.
Teodora intentó usar a Belisario para llevar a cabo su plan de deponer a
Silverio, y poner en su lugar al diácono romano Vigilio (q.v.), anteriormente
apocrisiario en Constantinopla, quien ahora había ido a Italia. Antonina,
esposa de Belisario influenció a su esposo de actuar como Teodora deseaba. Por
medio de una carta falsificada acusaron al Papa de un acuerdo traicionero con
el rey gótico que sitiaba Roma. Se afirmaba que Silverio había ofrecido al rey
dejar una de las puertas de la ciudad secretamente abierta para permitir a los
Godos entrar. Silverio fue consecuentemente arrestado en Marzo de 537,
violentamente arrebatado de su vestimenta episcopal, dada la ropa de un monje y
llevado al exilio al Oriente. Vigilio fue consagrado Obispo de Roma en su lugar.
Silverio fue llevado a Licia donde fue a residir a Patara. El Obispo de
Patara muy pronto descubrió que el Papa exiliado era inocente. Él viajó a
Constantinopla y pudo poner ante el emperador Justiniano tales pruebas de la
inocencia del exiliado que el emperador escribió a Belisario ordenando una
nueva investigación del asunto. Si resultaba que la carta concerniente al
alegado plan a favor de los Godos era falsa, Silverio debería ser colocado una
vez más en posesión de la sede papal. Al mismo tiempo el emperador permitió a
Silverio regresar a Italia, y pronto entró al país, aparentemente en Nápoles.
Sin embargo, Vigilio arregló hacerse cargo de su predecesor ilegalmente
depuesto.
Evidentemente actuaba de acuerdo con la emperatriz Teodora y fue ayudado por
Antonina, la esposa de Belisario. Silverio fue llevado a la isla de Palmaria en
el mar de Tirreno y mantenido en confinamiento estricto. Aquí murió a
consecuencia de las privaciones y cruel trato que soportó. El año de su muerte
es desconocido, pero probablemente no vivió mucho después de llegar a Palmaria.
Fue enterrado en la isla, de acuerdo al testimonio de la "Liber
pontificalis” en Junio 20; sus restos nunca fueron sacados de Palmaria. De
acuerdo con el mismo testigo, él era invocado después de su muerte por los
creyentes que visitaban su tumba. En épocas posteriores fue venerado como
un santo. La más temprana prueba de esto es dada por una lista de santos del
siglo once (Mélanges d´archéologie et d´histoire, 1893, 169).
[Nota del Editor: De acuerdo a la Liber Pontificalis, el Papa San Silverio
fue exiliado no a Palmaria, sino más bien a la isla de Palmarola, una mucho más
pequeña y desolada isla cerca de Ponza, Italia, en la Bahía de Nápoles.]
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