jueves, 14 de marzo de 2024

Párate un momento: El Evangelio del dia 16 DE MARZO – SÁBADO – 4ª – SEMANA DE CUARESMA - B SAN HERIBERTO

 


 

16 DE MARZO – SÁBADO –

4ª – SEMANA DE CUARESMA - B

SAN   HERIBERTO

 

  Lectura del libro de Jeremías (11,18-20):

 

EL Señor me instruyó, y comprendí, me explicó todas sus intrigas. Yo, como manso cordero, era llevado al matadero; desconocía los planes que estaban urdiendo contra mí:

«Talemos el árbol en su lozanía, arranquémoslo de la tierra de los vivos, que jamás se pronuncie su nombre».

Señor del universo, que juzgas rectamente, que examinas las entrañas y el corazón, deja que yo pueda ver cómo te vengas de ellos, pues a ti he confiado mi causa.

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 7,2-3.9bc-10.11-12

R/. Señor, Dios. mío, a ti me acojo

 

Señor, Dios mío, a ti me acojo,

líbrame de mis perseguidores y sálvame;

que no me atrapen como leones

y me desgarren sin remedio. R/.

 Júzgame, Señor, según mi justicia,

según la inocencia que hay en mí.

Cese la maldad de los culpables,

y apoya tú al inocente,

tú que sondeas el corazón y las entrañas,

tú, el Dios justo. R/.

 Mi escudo es Dios,

que salva a los rectos de corazón.

Dios es un juez justo,

Dios amenaza cada día. R/.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (7,40-53):

 

EN aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían:

«Este es de verdad el profeta».

Otros decían:

«Este es el Mesías».

Pero otros decían:

«¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?».

Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.

Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.

Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron:

«¿Por qué no lo habéis traído?».

Los guardias respondieron:

«Jamás ha hablado nadie como ese hombre».

Los fariseos les replicaron:

«También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos».

Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo:

«¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?».

Ellos le replicaron:

«¿También tú eres galileo?

Estudia y verás que de Galilea no salen profetas».

Y se volvieron cada uno a su casa.

 

Palabra del Señor

                                                                

1.   El contraste, que presenta este relato, da que pensar: a Jesús lo comprendía y lo seguía el "óchlos" (Jn 7, 49), la plebe ignorante, los "nadies", los ignorantes, los muertos de hambre, "el pelotón de los torpes", (H. Bietenhard).

Estas pobres gentes encontraban en Jesús la solución de sus vidas. Sin embargo, los sacerdotes, los maestros de la Ley, los sabios teólogos del Templo, no solo no entendían a Jesús, sino que lo despreciaban y ni lo soportaban.

 

2.   En contraste con lo dicho, no creían en Jesús ni los "jefes", ni los "fariseos".  Es decir, ni los "poderosos", ni los "observantes" aceptaban a Jesús. Y buscaban las razones más pintorescas para justificar su rechazo. Por ejemplo, que el Mesías no podía ser galileo; o que tendría que haber nacido en Belén. Razones que no tienen peso teológico alguno.  La religión se resiste al Evangelio y lo rechaza con la "verdad falseada", tan frecuente en los ambientes de gente tan cercana a la religión como alejada del dolor del pueblo.

 

3.   Resulta patente la conclusión, que es tan clara como la luz: son los últimos de este mundo los que sintonizan con Jesús. Sin duda alguna, la Iglesia naciente -lo mismo en los evangelios sinópticos que en el evangelio de Juan expresa la preferencia de Jesús, de Dios, por los que están abajo en la sociedad y en la historia. Al igual que la sintonía de los últimos con el Evangelio de Jesús. 

No se trata de una cuestión social. Es un problema más profundo, que se resume en esta pregunta:

- ¿con quién sintonizamos en nuestra vida?

- ¿Con los que fracasan o con los que triunfan?

Aquí nos jugamos el "ser" o el "no-ser" de nuestra realidad de seguidores de Jesús.

 

SAN   HERIBERTO

 


 

Heriberto nació en Worms en el año 970, siendo hijo de Hugo y Gräfin, duques de esta ciudad. Estudió en la escuela de la catedral de Worms y en el monasterio benedictino de Gorza y, por su linaje fue nombrado rector de la catedral de Worms. En el 994 fue ordenado sacerdote y nombrado canciller del reino alemán en Italia por el emperador Otón III, del que fue gran amigo, consejero y compañero de sus viajes a Roma. En el 999, con 29 años, estando aún en Roma con el emperador, fue elegido arzobispo de Colonia (antes había rechazado, por humildad el arzobispado de Würzburg), por el pueblo, al morir el anterior obispo.

El clero prefería a otro, pero se impuso la voluntad popular y el polémico Papa Silvestre II le impuso el palio arzobispal, siendo consagrado ya en Colonia, ese mismo año. Realizó misiones diplomáticas, creó la diócesis de Bamberg y logró la pacificación de Luxemburgo. Se distinguió por su vida de estudio de la Sagrada Escritura, la oración, el celo pastoral y la especial atención a los pobres. En 1002 asistió al emperador en su lecho de muerte en Paternó y acompañó sus restos mortales a Alemania. En este viaje fue apresado por el nuevo emperador, Enrique II, porque Heriberto se había opuesto a apoyarle en su pretensión al trono, pero había acatado su reinado luego de su elección. Luego de profesar su obediencia fue liberado y sirvió fielmente a Enrique, aconsejándolo y sirviéndolo, hasta que, casi 20 años más tarde, este reconoció su error y le pidió perdón de rodillas, delante de todo el pueblo, (a tiempo, porque ese mismo año moriría Heriberto). Al morir, el santo obispo fue enterrado en la iglesia del monasterio de Deutz, donde se veneran aún sus reliquias. Su proceso de canonización lo comenzó en 1073 el papa San Gregorio VII (25 de mayo), y su culto se aprobó en 1175, fijando su fiesta para el mismo día de su fallecimiento, el 16 de marzo.

Fue oficialmente canonizado en 1626, por Urbano VIII. Es intercesor para obtener la lluvia y se le suele representar con una paloma, pues en una procesión penitencial contra la sequía y la peste consecuente, una volaba sobre él, protegiéndolo y anunciando el fin de la plaga.

 

 

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