5
DE JUNIO - VIERNES -
9a SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Mc
12,35-37
En
aquel tiempo, mientras enseñaba en e/templo, Jesús preguntó:
"¿Cómo dicen los letrados que el Mesías es hijo de David? El
mismo David, movido por el Espíritu Santo, dice: “Dijo el Señor
ami Señor: siéntate a mi derecha y haré de tus enemigos estrado de
tus pies". Si el mismo David lo llama Señor, ¿cómo puede ser
hijo suyo?”
La
gente, que era mucha, disfrutaba escuchándolo.
1. Hay
quienes piensan que este texto no procede de Jesús, sino que fue
introducido por el propio Marcos. Pero esto no está demostrado. No
pasa de ser una mera hipótesis, nacida de la mera suposición de que
Jesús no pudo
desautorizar al Salmo 110.
¿Qué
hay detrás de todo este asunto?
2. Efectivamente,
en las Escrituras, que manejaban y explicaban los letrados, había
textos que presentaban al Mesías como perteneciente a la dinastía
del rey David (2 Sm 7, 16; Is 9,6; 11, 1; Ez 34,24). Además, el
pueblo entusiasmado
había aclamado a Jesús, en su entrada en Jerusalén, como el
realizador del reinado de David (Mc 11, 10). Y antes lo había
aclamado igualmente el ciego de Jericó (Mc 10, 47). Todo esto
suponía que los letrados le enseñaban a la gente que el Mesías
tenía que ser, como David, un rey guerrero, victorioso y
nacionalista, que vendría para expulsar a los romanos, si era
necesario, con violencia.
3. Pues
bien, todo esto es lo que desmonta con su pregunta y con un sencillo
razonamiento que desautoriza la teología mesiánica que presentaban
los letrados. La reacción de la gente, que disfruta al oír a Jesús,
puede ser una interpretación que añade Marcos. En cualquier caso,
pone al descubierto lo impopulares que eran los letrados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario