domingo, 1 de octubre de 2017

Parate un momento: el evangelio de dia 2 DE OCTUBRE - LUNES 26ª - SEMANA DEL T. O.-A SANTOS ANGELES CUSTODIOS




2  DE OCTUBRE  -  LUNES
26ª - SEMANA   DEL   T. O.-A

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9,46-50
      En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante. Jesús, advirtiendo lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo:
"El que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante". 
Juan tomó la palabra y dijo:
"Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios   en tu nombre, y, como no es de los nuestros, se lo hemos   querido impedir'.
Jesús le respondió:
"No se lo impidáis: el que no está contra vosotros, está a favor vuestro".

1.  Si los discípulos discutían quién era el más importante, es porque el tema de la importancia les interesaba y seguramente también les preocupaba. O
sea, tenían apetencias de estar, cada uno de ellos, por delante (o por encima) de los demás.  
Además, discutir no es dialogar. Ni es hablar   serenamente. Toda discusión es un enfrentamiento. Por tanto, está claro que los discípulos estaban enfrentados entre ellos, por causa de sus apetencias de primacía y de
situaciones privilegiadas.

2.  Es de suponer que aquellos discípulos tendrían otros defectos, además de sus apetencias de estar por encima de los demás.  Pero en lo que más insisten los evangelios es precisamente en este problema. Un    problema con el que Jesús siempre cortó de manera tajante.  
Queda así claro lo que más apetecemos los mortales. Y lo que más rechaza Jesús.
Sin duda alguna, el Evangelio ve que aquí es donde tenemos más peligro de enfrentarnos y generar conflictividad.

3.  Jesús no era proselitista. Ni quería tener la exclusiva de la verdad, el bien y la bondad. Por eso no acepta la pretensión de prohibir al exorcista espontáneo que siguiera con su tarea. Esta pretensión es también   motivo de frecuentes conflictos entre grupos religiosos y confesiones distintas.
El proselitismo, el exclusivismo, todos los elitismos son la expresión de mecanismos torpes y desviados que Jesús no tolera. Los intolerantes no son tolerados por el Evangelio.

SANTOS  ANGELES  CUSTODIOS


El 2 de octubre la Iglesia celebra la fiesta de los Santos Ángeles Custodios, los ángeles encomendados por Dios «para que te cuiden en todos tus caminos», se lee en el salmo 90. Hoy, en su fiesta, nos remontamos hasta el siglo V para conocer los orígenes de esta fiesta que el Papa Clemente X estableció de forma oficial el 2 de octubre de 1670
«Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, no me dejes solo que me perdería». Millones de niños en todo el mundo han recitado y recitan esta oración junto con sus padres antes de irse a dormir. El 2 de octubre se celebra la fiesta de los Santos Ángeles Custodios, una festividad que se universalizó en el siglo XVII, y que conmemora a los ángeles de la guarda
Los custodios aparecen ya en el salmo 90: «No te alcanzará ningún mal, ninguna plaga se acercará a tu carpa, porque él te encomendó a sus ángeles para que te cuiden en todos tus caminos». Aunque los primeros vestigios de la fiesta aparecen en el siglo V, en España y Francia, donde ya se celebraba de forma particular.
La historia de los Santos Ángeles Custodios se fue extendiendo poco a poco y apareció de nuevo de forma generalizada en el año 800 en Inglaterra. Fue en 1670 cuando el Papa Clemente X estableció oficialmente el 2 de octubre como el día de la celebración de la fiesta para los Santos Ángeles de la Guarda, la fiesta de los ángeles particulares de cada persona.
Uno de los grandes santos que tuvo un especial peso en la difusión de la fiesta fue san Bernardo, quien en el año 1010 hizo un famoso sermón acerca del Ángel de la Guarda. San Bernardo asegura que los cristianos, sobre los ángeles de la guarda, respetamos su presencia, agradecemos sus favores y confiamos en su ayuda.





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