jueves, 19 de octubre de 2017

Párate un momento: El Evangelio del dia 20 DE OCTUBRE -VIERNES 28ª - SEMANA DEL T.O.-A SAN CORNELIO, centurión





20 DE OCTUBRE -VIERNES
28ª - SEMANA DEL  T.O.-A

Evangelio según san Lucas 12, 1-7
      En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos:
"Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea con la hipocresía. Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que oigáis de noche, se repetirá a pleno día, y lo que digáis al oído en el sótano, se propagará desde la azotea.
A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más.
Os voy a decir a quién tenéis que temer: temed al que tiene poder para matar y después echar en el fuego. A ese tenéis que temer, os lo digo yo.
¿No se venden cinco gorriones por dos cuartos? Pues ni de uno solo se olvida Dios. Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados.
Por lo tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones".

1.   Jesús quiere claridad y transparencia. El creyente en Jesús debe vivir de tal manera que no tenga nada que ocultar.
Porque, si es que hay algo que tiene que ocultar, no le queda más remedio que vivir en la hipocresía. Y lo que es peor: vivir hipócritamente y además con la convicción de que es eso lo que tiene que hacer. Por eso, en la vida, hay que evitar a toda costa estar en sitios o situaciones en las que no hay más remedio que ocultar, tapar, callar lo que nunca se debe callar. Porque tales sitios o situaciones nos colocan inevitablemente al margen del Evangelio.

2.   Al decir esto, no se trata de que el creyente en Jesús tenga que ir por la vida aireando su privacidad. Es de sentido común, según las costumbres de cada cultura, que hay cosas que cada persona tiene derecho a mantener en el ámbito de lo privado. Pero, en todo caso, lo que jamás se debe hacer es verse obligado a tener que ocultar lo que nunca se tendría que ocultar.
Cuando una persona tiene conciencia de que en lo que vive (o en lo que maneja) hay cosas que se tienen que tapar, esa persona tiene motivos muy serios para preocuparse. Su forma de vida no coincide con lo que quiere el Señor de la luz y la claridad.

3.  Como   es lógico, para vivir en la transparencia y la sinceridad (sin ocultamientos de ningún tipo), hay que superar la tentación del miedo. Vivimos en un tipo de sociedad y de cultura que, en gran medida, se sostiene sobre la base del ocultamiento y del miedo.
Hay mucha gente que, por ejemplo, en asuntos tan vitales como la economía, las relaciones personales, o el   mundo de sus creencias, no tienen más remedio que llevar una especie de "doble vida".
Una persona que vive así, por más que lo haga con el convencimiento de que es eso lo que tiene que hacer, esa persona se sitúa al margen de lo que Jesús quiere.
Este tipo de comportamientos es lo que hace que tanta gente desconfíe de la religión, de la Iglesia, del clero... Porque la gente intuye pronto que se trata de vidas que no son, ni pueden ser, transparentes. Y donde no hay transparencia, no está el Señor de la luz y la sinceridad.

SAN   CORNELIO, centurion
 
Martirologio Romano: Conmemoración de san Cornelio, centurión, que en la ciudad de Cesarea, en Palestina, fue bautizado por el apóstol san Pedro, como primicia de la Iglesia de los gentiles.  s. I.
Jesús curó a su criado. Centurión de la cohorte Itálica convertido por san Pedro en Joppe (At 10). Las Actas dicen: "Hombre temeroso de Dios, que hacía muchas limosnas a los pobres y muchas oraciones al Señor".
Fue el primer gentil bautizado y la tradición le hace el primer obispo de Cesarea. Hizo derrumbar un templo pagano que sepultó bajo sus escombros a la esposa e hijo del gobernador de Cesarea.



No hay comentarios:

Publicar un comentario