miércoles, 4 de octubre de 2017

Párate un momento: El Evangelio del dia 5 DE OCTUBRE - JUEVES 26ª- SEMANA DEL T. O.-A SAN FROILAN




5 DE OCTUBRE - JUEVES
26ª- SEMANA DEL  T. O.-A
SAN   FROILAN

Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 1-12
    En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:
"La mies es abundante y los obreros pocos: rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.
¡Poneos en camino!  Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero:
"Paz a esta casa".
Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan: porque el obrero merece su salario.
No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decir:
"está cerca de vosotros el Reino de Dios".
Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid:
"Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el Reino de Dios".
Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo".

1.  Hay quienes piensan que es dudoso que este segundo envío de los setenta y dos a la misión ocurriera tal como aquí se relata.   - ¿Hubo realmente un segundo   envío o una segunda misión?
Hasta se cree más probable que Lucas recogió en su evangelio dos encargos misionales procedentes de dos tradiciones distintas: una, tomada de Marcos; la otra, de la fuente Q (J. A. Fitzmyer), posiblemente para prefigurar la doble misión, a los judíos y a los gentiles (J. D. G.  Dunn).

2.  No se trata aquí de resolver estas cuestiones propias de estudiosos.
Leyendo este relato desde el punto de vista de quien   pretende integrarlo en su propia vida, se puede pensar razonablemente que el Evangelio nos propone, en primer lugar, la misión de los Doce (Mt 9, 35 - 10, 15 par). Y luego, Lucas presenta la misión de los setenta (y dos), número de plenitud. Con lo cual el Evangelio parece estar indicando que, en la mente de Jesús, estaba presente la idea de que la misión no es exclusiva de los apóstoles, sino que es tarea de todos.
El creyente, por el solo hecho de ser creyente, está llamado por Jesús, no solo para ser él buena persona y salvarse, sino además para trabajar en la mies, que es mucha, en tanto que los trabajadores son pocos.

3.  En los tiempos que vivimos, como sabe todo el    mundo, cada día hay menos vocaciones al ministerio pastoral en la Iglesia.
En este momento, más de la mitad de las parroquias del mundo no tienen párroco residente. Los católicos tenemos la creencia de que, si no hay sacerdote, no puede predicarse la palabra de Dios, no se enseña el Evangelio, no se administran sacramentos,
no se puede celebrar la eucaristía, etc. Ya es hora de que los fieles despertemos del "sueño teológico", en que hemos vivido durante siglos. Ha llegado la hora de la responsabilidad de todos.  
Donde no se celebra la eucaristía porque no hay cura, los fieles pueden comentar el Evangelio y celebrar la eucaristía.
Hubo un tiempo en que el clero se apropió el privilegio de la Palabra y los Sacramentos.  Si falta el clero, los fieles deben hacerse responsables de su fe.

SAN   FROILAN

(Regueiro dos Hortos, Lugo, 833 - Lugo, 905) Prelado asturleonés. Eremita en el monte Curueño, en el año 900 fue consagrado obispo de León, ciudad de la que es patrón.
Numerosos datos acerca de su vida han sido conocidos gracias al descubrimiento de un texto biográfico intercalado en una Biblia gótica del año 920, escrita por Juan Diácono y conservada en el archivo de la catedral de León. San Froilán inició pronto la vida eremítica, que alternó con la evangelización del campesinado y la predicación en diversas ciudades de Galicia, Asturias y León. Retirado en el monte Cucurrino (actual Curueño), admitió como discípulo a San Atilano (futuro obispo de Zamora), y, a petición de sus feligreses, se instaló en la ciudad de Viseo, donde fundó un monasterio.
Fue en este lugar donde San Froilán recibió a los embajadores del rey Alfonso III de Asturias, quien requería su presencia en la Corte de Oviedo. Una vez en esta ciudad, el monarca le otorgó amplios poderes y costeó la fundación de diversos monasterios, entre ellos el de Távara y el de Moreruela, ambos en Zamora. Debido a la presión del rey y de los leoneses, aceptó la sede episcopal de León. San Froilán y San Atilano fueron consagrados el día de la Pascua de Pentecostés del año 900 como obispos de León y de Zamora, respectivamente, acto que se llevó a cabo en la primitiva catedral leonesa siguiendo el rito mozárabe.
Sus restos fueron depositados en un sepulcro que Alfonso III había hecho labrar para sí mismo en la catedral de Santa María y San Cipriano de León, de donde fueron trasladados en 916 por orden de Ordoño II a la nueva catedral. Cuando Almanzor saqueó la ciudad (990-992), las reliquias del santo fueron a parar, tras recorrer diversos monasterios asturianos, a la iglesia de San Juan de Valdecésar, y de allí pasaron, sin que se sepa el motivo, al monasterio cisterciense de Moreruela.
Los leoneses, que consideraron este traslado como un despojo, solicitaron en 1191 la mediación del legado papal Jacinto, gracias a la cual los restos pudieron ser repartidos. En 1614, el consistorio lucense acordó solicitar a Moreruela alguna reliquia, petición que fue respondida con el envío de una tibia y unos corporales que permanecen conservados en un brazo relicario. Fue declarado patrono de Lugo y de León; su fiesta se celebra el 5 de octubre.



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