jueves, 18 de enero de 2018

Párate un momento: El Evangelio del dia 19 DE ENERO - VIERNES – 2ª- SEMANA DEL T.O. - B Beato Marcelo Spínola




19  DE ENERO - VIERNES –
2ª- SEMANA DEL  T.O. - B

Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 13-19
      En aquel tiempo, Jesús subió a la montaña, llamó a los que quiso y se fueron con él. A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quien dio el sobrenombre de Boanerges —los Truenos—, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote que lo entregó.

1.  Los acontecimientos importantes, que nos   relata la Biblia, tienen algún tipo de relación con una   montaña. Aquí, Jesús sube a la montaña. Como
Moisés subió al Sinaí, antes de la Alianza. En el Pentateuco, esta referencia al ascenso a la montaña es importante (Ex 19, 24-34; Nm 27; Dt 9-10. 32) (Marcus Joel). Prueba de ello es que la misma expresión se repite hasta 24 veces en la traducción de los LXX (D. C. Allison). La proximidad a Dios (expresada en la
altura) es el anuncio de algo decisivo. En este caso, lo decisivo va a ser la elección de los Doce. Algo que llama la atención.
Antes de la venida del Espíritu, se pensaba que el grupo de los Doce tenía que estar completo. Por eso   cuando faltó Judas, se suplió su ausencia con la elección de Matías (Hch 1, 15-26). Pero después, cuando fueron desapareciendo los Doce, nadie sintió la necesidad de perpetuar aquel grupo, tal como aparece estructurado en los evangelios.

2.  Y es que la finalidad de aquellos primeros Doce era:
1) Estar con Jesús consistió no solamente en orar y tener una intensa espiritualidad, sino además en llevar una vida lo más parecida (que fue posible) a la vida que llevó Jesús.
2) Predicar, o sea comunicar lo que enseñaba Jesús y hacer eso como lo hacía Jesús, con la humanidad, la sencillez y la libertad con que siempre habló Jesús. En cuanto a expulsar demonios, se trataba, en aquel tiempo, de curar enfermos, ya que algunas enfermedades se atribuían a los malos espíritus.
3.  Los doce hombres que escogió Jesús eran muy distintos. Por ejemplo, Mateo había sido publicano, es decir, de los que colaboraban con el régimen. Por el contrario, hay quienes piensan que Simón Cananeo era de los revolucionarios que más tarde fueron llamados "fanáticos" (del partido zelota). Y Judas Iscariote, parece que perteneció a los "sicarios", la banda armada   de los subversivos contra el poder romano, aunque esto es puesto en duda por algunos exegetas. 
En todo caso, lo que quiso Jesús es que fueran    hombres serios y entregados, sin importarle las ideas o la opción política de cada cual. Lo verdaderamente importante era (y es) vivir el Evangelio.

Beato Marcelo Spínola


Obispo y Fundador de la
Congregación de las Esclavas del Divino Corazón

Martirologio Romano: En la ciudad de Sevilla, en España, beato Marcelo Spínola y Maestre, obispo, que fundó círculos de obreros para mejorar la sociedad humana, trabajó por la verdad y la equidad, y abrió su casa a los menesterosos (1906).
Hijo del V Marqués de Spínola, de profesión marino de guerra, el joven Marcelo Spínola y Maestre, nacido en Cádiz el 14 de enero de 1835, empezó su andadura profesional ejerciendo de abogado en Huelva, tras licenciarse en Derecho por la Universidad de Sevilla. Le llamaban el “abogado de los pobres”, por el empeño que puso, durante su estancia en la ciudad onubense, en ayudar a los más pobres, a los que no cobraba la minuta.
En paralelo, la devoción que sentía desde niño hacia el Sagrado Corazón iba en aumento y tuvo mucho que ver en su vocación tardía al sacerdocio, que culminó con su ordenación en 1864. Tras diversos destinos como párroco en diferentes localidades andaluzas -Sanlúcar de Barrameda fue una de ellas-, recaló en Sevilla como párroco de la Iglesia de San Lorenzo.
Allí fue a verle, un día de 1874, Celia Méndez, una sevillana que había enviudado recientemente. Le pedía ayuda espiritual. El diálogo espiritual de ambos desembocó en la creación, diez años más tarde, de las Esclavas del Divino Corazón en Coria, primera diócesis de la que fue titular el Beato Marcelo. Como su nombre indica, la espiritualidad de esta Congregación está centrada en el culto al Sagrado Corazón de Jesús y en el anuncio de su Amor y se plasma en colegios, residencias universitarias y fundaciones culturales en España y en una quincena de países.
Una propensión a participar en la vida pública -era el final del siglo XIX, época cuajada de desafíos para la Iglesia- que el Beato Marcelo Spínola volvió a impulsar, a partir de 1896, como arzobispo de Sevilla. Por ejemplo, a través de la creación del Correo de Andalucía. Una fiel aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia y, de forma muy especial, de la encíclica Rerum Novarum, publicada por León XIII en 1891. Un Papa que coronó la labor del Beato Marcelo Spínola nombrándole cardenal en 1905. Fue el rey Alfonso XIII quien le impuso el birrete el 31 de diciembre de 1905. Veinte días después, el 19 de enero de 1906, fallecía. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1986.

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