31 DE ENERO - MIÉRCOLES-
4ª- SEMANA DEL T. O. - B
Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 1-6
En aquel tiempo, fue Jesús a su tierra en
compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la
sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: " - ¿De dónde
saca todo eso? - ¿Qué sabiduría es esa que le han enseñado? - ¿Y esos milagros de sus manos? - ¿No es este el carpintero, el hijo de María,
hermano de Santiago y José y Judas y Simeón? Y sus hermanas, - ¿no viven con nosotros
aquí?"
Y desconfiaban de él.
Jesús les decía:
"No desprecian a un profeta más que en
su tierra, entre sus parientes y en su casa".
No pudo hacer allí ningún milagro, solo curó
algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y
recorría los pueblos de alrededor enseñando.
1. Lo más claro, que se destaca en este relato,
es que en Nazaret la gente no valoraba ni a Jesús, ni a María. Jesús era un
trabajador manual sin cultura y al
que los vecinos consideraban incapaz de hablar
bien en público. Además, si se extrañan de los milagros que le salían de las
manos, es que sospechaban que practicaba actos de magia, lo que aumentaba el
descrédito.
Para los vecinos del
pueblo, Jesús era un tipo que hacía cosas raras. Y que, entre quienes bien lo
conocían, no merecía crédito, estima o aprecio. Así lo ve el evangelio de
Marcos.
2. Jesús tenía hermanos y hermanas. No eran
parientes, sino hijos de la misma madre.
En todo el Nuevo Testamento, siempre que aparece la palabra
griega adelphoi, para señalar relaciones de
parentesco, significa hermanos de sangre, sin que haya ni una sola excepción.
Es este un tema que ha sido bien estudiado por los especialistas en el estudio
de los evangelios (John P. Meier).
3. Jesús se sintió despreciado en su pueblo,
entre sus parientes y en su casa. Es duro esto. Es posible que, al decir eso,
estuviera repitiendo un refrán de aquel
tiempo.
En cualquier caso, ya sabemos que los parientes de Jesús pensaban que
estaba loco (Mc 3, 21).
El problema de fondo
está en que cuando una persona no se acomoda a lo que los demás esperan de
ella, esa persona cae en desgracia. La "conducta desviada" (G.
Theissen) de los profetas tiene un costo
muy alto y les acarrea desprecio, rechazo,
persecución y hasta puede ocurrir que los maten.
Sin duda alguna, las
relaciones de Jesús con su familia no fueron ni fáciles, ni gratificantes.
Verse despreciado es siempre algo muy duro de soportar. Pero si el desprecio
viene de los seres más queridos, el sufrimiento es mayor.
SAN JUAN BOSCO
(Becchi, 1815 - Turín,
1888)
Santo y sacerdote italiano, también llamado Don
Bosco. Su niñez fue dura, pues después de perder a su padre, tuvo que trabajar
sin descanso para sacar adelante la hacienda familiar. Se cuenta que aprendió a
leer en cuatro semanas; quería estudiar para ser sacerdote, por lo que tenía
que hacer todos los días a pie unos diez kilómetros (a veces descalzo, por no
gastar zapatos) para ir a estudiar en el liceo de Chieri. Con el fin de pagar
sus estudios trabajó en toda clase de oficios.
San Juan Bosco
Ordenado en 1841 y preocupado por la suerte de los
niños pobres, particularmente por su imposibilidad de acceso a la educación, a
partir de 1842 fundó el Oratorio de San Francisco de Sales. Estableció luego
las bases de la Congregación de los sacerdotes de San Francisco de Sales, o
salesianos (1851), aprobada en 1860, y de su rama femenina, el Instituto de
Hijas de María Auxiliadora. Tales instituciones, dedicadas a la enseñanza de
los niños pobres (a los que se formaba en diversos oficios y en la vida
cristiana), se desarrollaron con rapidez gracias al impulso de uno de los
grandes pedagogos del siglo XIX.
La orden salesiana alcanza hoy en día 17.000
centros en 105 países, con 1.300 colegios y 300 parroquias, mientras que el
instituto femenino de María Auxiliadora (las Hermanas Salesianas) posee 16.000
centros en 75 países, dedicados a la educación de la juventud pobre. Ya en vida
de Don Bosco las instituciones por él fundadas llegaron a reunir más de cien
mil niños pobres bajo su protección.
Además de su labor educadora y fundadora, San Juan
Bosco publicó más de una cuarentena de libros teológicos y pedagógicos, entre
los cuales cabe destacar El joven instruido, del que se llegaron a publicar más
de cincuenta ediciones y un millón de ejemplares sólo en el siglo XIX. El
propio santo se encargó también de compilar y editar los llamados Sueños de Don
Bosco, un total de 159 sueños en ocasiones premonitorios que tuvo a lo largo de
su vida, el primero de ellos a los nueve años.
San Juan Bosco murió la madrugada del 31 de enero
de 1888 en Turín. Durante tres días, la ciudad piamontesa desfiló ante su
capilla ardiente, a cuyo entierro acudieron más de trescientos mil fieles. Fue
beatificado en 1929 y canonizado en 1934; para su canonización se presentaron
seiscientos cincuenta milagros obrados por él. Su festividad se conmemora el
día de su fallecimiento, el 31 de enero.
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