miércoles, 31 de enero de 2018

Párate un momento: El Evangelio del dia 1 DE FEBRERO – JUEVES - 4ª- SEMANA DEL T. O. -B SAN CECILIO





1 DE FEBRERO – JUEVES -
4ª- SEMANA DEL T. O. -B
SAN  CECILIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 7-13
      En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforjas, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió:
      "Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa'.
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

1.  Este relato no empieza hablando de "potestad", sino de "autoridad.  Pero la "autoridad" que Jesús da a sus discípulos no es para enseñar, sino para curar.
En las ideas que la gente tenía en aquellos tiempos, entraba que los "espíritus inmundos" era el nombre que se les ponía a algunas enfermedades.  En los evangelios está claro que a Jesús le preocupaba más la salud de la gente que las ideas que cada uno tuviera. Y, sobre todo, lo que más llama la atención es que el interés de Jesús se centraba en la salud (lo profano), no en la religión (lo sagrado). Jesús veía claro que a Dios lo encontramos en la humanidad.  Por eso, para salvar al mundo, Dios se hizo humano, se encarnó en un ser humano, en Jesús.

2.  Para la misión, es decir, para curar, para sanar, para dar vida, a juicio de Jesús, no se necesita dinero ni aparecer como personas importantes. Jesús no quería que fueran pobres, sino que fueran libres. Porque los bienes atan, crean dependencias y hasta esclavizan. Y así, desde luego, se podrán organizar muchas cosas, pero vida y felicidad no se da mucha o quizá ninguna.

3.  La libertad de los discípulos no debe dejarles atarse a nada.  Donde no les reciban, no deben insistir. Lo que recomienda Jesús es que se vayan a otra parte. Jesús quería (y quiere) hombres siempre libres como las aves del cielo.
Es el ideal utópico del Evangelio, que tendría que marcar los caminos de todo el que pretenda enseñar la Buena Noticia, transmitir esperanza y contagiar
felicidad. Solo así podemos encontrar a Dios.

SAN  CECILIO

Primer Obispo de Granada,
San Cecilio fue el primer obispo de Granada cuando, bajo la dominación romana, se llamaba todavía Illíberis. Fue uno de los que la tradición llama "varones apostólicos" enviados a España por San Pedro y San Pablo a predicar el evangelio. Los otros seis son: Torcuato, Segundo, Indalecio, Tesifonte, Eufrasio y Hesiquio. La vida de todos ellos está oculta tras los velos de la leyenda transmitida oralmente. Se sabe a ciencia cierta qué San Cecilio fue obispo de Illíberis, que escribió algunos tratados para instrucción de los fieles y que sufrió martirio bajo la dominación de Nerón, supuestamente quemado en el monte Illipulitano. Pero la larga dominación árabe destruyó todos los rastros de cristianismo. Granada estuvo bajo los sarracenos casi ochocientos años; no los suficientes para perderse la memoria y la tradición, pero sí para no quedar ni rastro de documentos ni reliquias. San Cecilio es patrón de Granada, y su fiesta se celebra el 1 de febrero.
Otro santo con este nombre conmemora la Iglesia: San Cecilio presbítero de Cartago. Su fiesta se celebra el 3 de junio. La divina Providencia puso en sus manos la conversión del gran San Cipriano. Su bautizo tuvo lugar el 18 de abril del año 246. Poco después, al morir el obispo Donato, fue elegido Cipriano, el discípulo de Cecilio, para ocupar la sede episcopal, llegando a ser uno de los más grandes obispos que tuvo la diócesis de Cartago.

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