domingo, 7 de enero de 2018

Parate un momento: El Evangelio del dia 8 DE ENERO - LUNES – 1ª - SEMANA DEL T.O.- B San Máximo de Pavía, Obispo





8 DE  ENERO  - LUNES –
1ª - SEMANA  DEL  T.O.- B

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 14-30
      Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:
"Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed la Buena Noticia'.
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo:
"Venid conmigo y os haré pescadores de hombres'.
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

1.  El evangelio de Marcos inicia el relato de la vida pública de Jesús. Y lo inicia con dos datos que    impresionan. En primer lugar, Jesús se va a Galilea.
Es sabido que Galilea era la región pobre, subdesarrollada, y cuyos habitantes eran mal vistos por la sociedad instalada, que vivía en la capital, Jerusalén. O sea, Jesús vio que, para empezar, lo primero que tenía que hacer era irse, no con los poderosos e influyentes, sino con los marginados y atrasados, los sencillos trabajadores pobres y para los pobres. Lo primero que vio Jesús es que los cambios profundos vienen de abajo.

2.  El segundo dato, que impresiona en este relato, es que Jesús se fue a Galilea cuando se enteró de que a Juan Bautista lo habían metido en la cárcel.
Arrestar a Juan fue decisión de Herodes Antipas, el hijo de Herodes el Grande, el tirano que reinaba cuando Jesús vino a este mundo. Los poderes totalitarios de aquel tiempo no necesitaban muchos argumentos, ni jueces, ni juicios, para meter a uno en la cárcel. Y, si se les antojaba, para matar a cualquier preso o incluso a cualquier ciudadano.  Por otra parte, se sabe que Galilea vivía, ya entonces, en un ambiente político-religioso de agitación, revueltas, grupos inquietos y sospechosos, que no tardaron en organizarse para la lucha. Tal fue el caso de los "zelotas", que estaban empezando a preparar el movimiento violento (y desastroso), del que nos informa el historiador judío Flavio Josefo.
Pues bien, Jesús fue a meterse en aquel peligroso ambiente. Para anunciar su proyecto. Jesús unió su suerte y su destino a los pobres más amenazados.

3.  Y este relato nos informa que lo primero, que Jesús se puso a organizar, fue un grupo de "seguidores".  Su proyecto no era reunir un movimiento de gente violenta o algo parecido. El problema, que apunta   aquí ya el Evangelio, es mucho más serio y profundo.
Los numerosos relatos de "seguimiento", que los evangelios, nos proponen una lección teológica que mucha gente ni se imagina. Todo se centra en este hecho:  Solamente viviendo con Jesús y como Jesús se puede aprender quién es Jesús y en qué consiste su mensaje. El “seguimiento" es constitutivo de la "cristología". En la Iglesia abunda la gente que no se ha enterado de esto.

San Máximo de Pavía, Obispo

Martirologio Romano: En la ciudad de Pavía, Italia, san Máximo, obispo. c. 514.
Sucedió en la diócesis de Pavía a san Epifanio y a él le sucedió Ennodio, que le hizo un elogio genérico en su “Dictio in dedicatione missa Maximo episcopo”, que ha llegado hasta hoy. Fue sepultado en la iglesia de San Giovanni in Borgo fundada por el santo.

En dicho elogio, hace alusión a su origen noble, y cuenta que, antes de ser llamado por Dios al episcopado, se desempeñó en la magistratura civil, como el servidor que fue fiel en lo poco, se le confió finalmente un encargo de mayor valor, que es precisamente el de apacentar el rebaño de Pavia.
En esta tarea hizo gala, siempre según el elogio, de toda clase de virtudes, entre ellas la de pacificador, así como de padre misericordioso que penetraba en la conciencia de los pecadores moviéndolos al arrepentimiento y la conversión.
Hay dos obispos de Pavía llamados Máximo, ambos santos; el que se venera hoy es el segundo, aunque hay que decir que hay un error de transcripción en la lista episcopal de la antigua ciudad de Pavía, y en realidad solamente hay un sólo obispo de Pavía, llamado Máximo, y que es recordado dos veces. Actualmente en la diócesis se le recuerda el 7 de enero.
  


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