23 DE ABRIL -
LUNES –
4ª – SEMANA DE
PASCUA – B
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (11,1-18):
En aquellos días, los apóstoles y los hermanos de Judea se enteraron
de que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Cuando Pedro
subió a Jerusalén, los de la circuncisión le dijeron en son de reproche:
«Has entrado en casa de incircuncisos y has comido con ellos».
Pedro entonces comenzó a exponerles los hechos por su orden,
diciendo:
«Estaba yo orando en la ciudad de Jafa, cuando tuve en éxtasis una
visión: una especie de recipiente que bajaba, semejante a un gran lienzo que
era descolgado del cielo sostenido por los cuatro extremos, hasta donde yo
estaba. Miré dentro y vi cuadrúpedos de la tierra, fieras, reptiles y pájaros
del cielo.
Luego oí una voz que me decía:
“Levántate, Pedro, mata y come”.
Yo respondí:
«De ningún modo, Señor, pues nunca entró en mi boca cosa profana o
impura”.
Pero la voz del cielo habló de nuevo:
«Lo que Dios ha purificado, tú no lo consideres profano”.
Esto sucedió hasta tres veces, y de un tirón lo subieron todo de
nuevo al cielo.
En aquel preciso momento llegaron a la casa donde estábamos tres
hombres enviados desde Cesarea en busca mía. Entonces el Espíritu me dijo que
me fuera con ellos sin dudar. Me acompañaron estos seis hermanos, y entramos en
casa de aquel hombre.
Él nos contó que había visto en su casa al ángel que, en pie, le
decía:
“Manda recado a Jafa y haz venir a Simón, llamado Pedro; él te dirá
palabras que traerán la salvación a ti y a tu casa”.
En cuanto empecé a hablar, bajó sobre ellos el Espíritu Santo, igual
que había bajado sobre nosotros al principio; entonces me acordé de lo que el
Señor había dicho:
“Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu
Santo”.
Pues, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros, por
haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para oponerme a Dios?».
Oyendo esto, se calmaron y alabaron a Dios diciendo:
«Así pues, también a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión
que lleva a la vida».
Palabra de Dios
Salmo: 41,2-3;42,3.4
R/. Mi alma tiene sed de ti, Dios vivo
Como busca la cierva corrientes de agua,
así mi alma
te busca a ti, Dios mío;
mi alma tiene
sed de Dios, del Dios vivo:
¿cuándo
entraré a ver el rostro de Dios? R/.
Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me
guíen
y me
conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada.
R/.
Me acercaré al altar de Dios,
al Dios de mi
alegría,
y te daré
gracias al son de la cítara,
Dios, Dios
mío. R/.
Lectura del santo evangelio según san Juan (10,1-10):
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
"Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de
las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que
entra por la puerta es pastor de las ovejas.
A este le abre el guarda y las ovejas
atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca
fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas y las ovejas
lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán
de él, porque no conocen la voz de los extraños".
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué
les hablaba. Por eso añadió Jesús: "Os aseguro que yo soy la puerta de las
ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las
ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entra por mí, se salvará, y podrá entrar y
salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar, y hacer
estrago: yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante".
1. La
simple lectura de este texto sugiere una reflexión lógica y elemental: si uno
ve una casa en la que quienes entran y salen de ella no lo hacen por
la
puerta, sino que saltan por las ventanas y los balcones, cualquiera que
presencie una cosa tan rara, pensará que los que así entran y salen de la casa
son
ladrones o están locos de remate. No usar la puerta en una casa rompe la lógica
de la normalidad y nos mete de lleno en lo extravagante.
Pues bien, Jesús dice:
"Yo soy la puerta".
Quien no entra por esta puerta, es decir quien
no se ajusta a la vida de Jesús, a su Evangelio, - ¿qué busca en la comunidad
cristiana o en la Iglesia? - ¿No
parecemos, muchas veces, gente extraña?
2. Pero
también aquí tropezamos con una dificultad inevitable: si para la salvación no
hay más puerta que Jesús, - ¿no es eso condenar a la gran mayoría de la
humanidad? - ¿No es eso tanto como despreciar a quienes tienen otras creencias
o han nacido en otras culturas con sus
religiones?
Jesús termina diciendo: Yo he venido para que
tengan vida. En los evangelios no consta que Jesús fundara una religión. Lo que
Jesús quiso es que todos tengamos vida. Una vida plenamente humana y feliz.
Jesús es la puerta, el acceso, a todas las
religiones o proyectos de vida que hacen que este mundo sea más humano y más habitable. Por eso, y solo por
eso, Jesús puede ser el acceso a la plenitud total de la vida.
SAN JORGE
El nombre
de Jorge viene del griego y significa: "agricultor, que trabaja en la
tierra". A pesar de la popularidad de San Jorge, se conocen muy pocos
datos de él, y casi todas sus noticias se basan en leyendas y tradiciones que
han pasado de boca en boca a lo largo de los siglos. Todos los historiadores y
escritores de libros de santos suelen coincidir en que fue un soldado romano,
nacido en el siglo III en Capadocia (Turquía) y que falleció a principios del
IV, probablemente en la ciudad de Lydda, la actual Lod de Israel. Sus padres,
según la tradición, eran labradores y tenían mucho dinero. En otras versiones
de la historia de San Jorge, se nos dice que su padre era militar y que por ese
motivo su hijo quiso seguir sus pasos.
La leyenda del dragón
La leyenda
más difundida de San Jorge es sin duda la del dragón, en la cual se nos presenta
a nuestro santo como un soldado o caballero que lucha contra un ser monstruoso
(el dragón) que vivía en un lago y que tenía atemorizada a toda una población
situada en Libia. Dicho animal exigía dos corderos diarios para alimentarse a
fin de no aproximarse a la ciudad, ya que desprendía un hedor muy fuerte y
contaminaba todo lo que estaba vivo.
Al final
ocurrió que los ganaderos se quedaron casi sin ovejas y decidieron que se le
entregara cada día una persona viva, que sería escogida bajo un sorteo. Un buen
día, le toco la "suerte" a la hija del rey, pero, cuando el monstruo
iba a comérsela, San Jorge la salvó. Es por ese motivo que, en Cataluña, San
Jorge (Sant Jordi) es el patrón de los enamorados. La leyenda de San Jorge fue
escrita en el siglo XIII por Santiago de la Vorágine en su célebre obra
"La Leyenda dorada".
En ella,
podemos descubrir que todos estamos llamados a ser un caballero, no solamente
para salvar princesas bonitas como la que se nos narra!, si no para salvar a
aquellas personas que tanto sufren en nuestra sociedad. El dragón simboliza el
mal de nuestro mundo: pobreza, insolidaridad, hipocresía ... Cabe decir, que la
tradición catalana de esta leyenda del dragón, no se ambienta en el país de
Libia, sino en Cataluña mismo, concretamente en la ciudad de Montblanc
(Tarragona). Cada 23 de abril, en esta ciudad hacen una gran representación,
como también en Alcoi (Alicante), donde se escenifica la ayuda del santo a sus
ciudadanos para que no fueran atacados por los moriscos.
El cristianismo de San Jorge
Después de
unos años en el ejército romano, San Jorge se da cuenta que su verdadero
ejército es el de Jesucristo, reparte sus bienes entre los pobres, renuncia a
su carrera militar y se enfrenta a las autoridades romanas. Es de destacar que
las actas del martirio de nuestro santo se perdieron y solamente podemos saber
algo de ellas a partir de la tradición popular. Por tanto, nos encontramos ante
el hecho que, pese a existir históricamente un martirio de San Jorge, no se
pueden tomar como históricas tales tradiciones. De todas formas, dichas
narraciones son un símbolo de los ideales y de las convicciones de aquellos
cristianos que lo dieron todo por su fe en Jesucristo. San Jorge sufrió el
martirio en la actual ciudad de Lod (Israel) a principios del año 300 en tiempo
de los emperadores Diocleciano y Maximiliano. Fue el mismo Santiago de la
Vorágine que en su obra "La Leyenda dorada" difundió el martirio de
San Jorge.
¿Qué nos enseña el martirio de San Jorge?
Como en
tantos otros relatos populares de martirios, detrás de lo que son las
inexactitudes históricas, se oculta la intuición de verdades muy profundas.
Así, en el caso del martirio de San Jorge, aparece con mucha claridad, por un
lado, la dimensión evangelizadora de su testimonio, y, por el otro, el ejemplo
de caridad ardiente que muestra con su conducta. Joan Llopis, en el libro
"San Jorge" editado por el Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona,
explica muy acertadamente que lo que mueve interiormente al santo a dejar su
vida de soldado y dedicarse a la de predicador, es la fuerza de su fe cristiana
que tiene necesidad de comunicar a los demás las convicciones propias, aunque
esto le lleve finalmente a la muerte. Escribe textualmente Joan Llopis:
"El martirio es, ciertamente, un testimonio de la fe. Pero es,
sobre todo, un testimonio de la caridad. La biografía popular de San Jorge se
complace en destacar el hecho de la generosa distribución de los bienes a los
pobres que el invicto mártir lleva a cabo antes de dedicarse a la defensa
pública de la fe cristiana. Es un modo plástico de insistir en una verdad que
siempre ha formado parte del núcleo esencial del mensaje cristiano: no se puede
separar la fe en Dios y el amor práctico y concreto a los hermanos".
La Cruz de San Jorge
En las
estampas que se difunden sobre el santo, hay un detalle que no nos puede pasar
por alto: el escudo. En él, hay una cruz roja sobre fondo blanco. En otras
estampas, sale representada en el escudo del santo caballero. Esta cruz es la
conocida "Cruz de San Jorge" y figura en muchas representaciones
gráficas de Jesucristo resucitado, donde sale victorioso del sepulcro:
"Cristus Rex". Si hacemos un estudio del tema, podemos decir que la
cruz, símbolo de derrota y de muerte, se convierte en el caso de Cristo y de
sus mártires, en signo de victoria y de vida. En este caso, la cruz es signo de
victoria. Hay algunos teólogos, que aprovechando que la fiesta de San Jorge cae
siempre dentro del tiempo pascual, relacionan la muerte pascual del mártir con
la muerte pascual de Jesús.
La Cruz de
San Jorge es muy popular también en Cataluña: "La Creu de Sant
Jordi". Muchos escudos de entidades y ciudades lo llevan. Tenemos dos
ejemplos claros: el escudo de la ciudad de Barcelona y el del Futbol Club
Barcelona (el Barça). Incluso, la Generalitat (Gobierno de Cataluña) distingue
cada año a personajes populares que han hecho algo positivo para Cataluña con
la distinción de la "Creu de Sant Jordi" (Cruz de San Jorge)
Culto y tradiciones. El día del libro
El culto a
San Jorge surgió poco tiempo después de su muerte, primero entre las
comunidades cristianas de Oriente y después entre las de Occidente. Su
popularidad era tan grande que recibió el calificativo de "gran
mártir". Muy pronto se alzan templos en su honor. Pero es curioso destacar
que, en la diócesis de Girona, solamente hay una iglesia parroquial dedicada a
él, la de Sant Jordi Desvalls y sólo tres ermitas o capillas situadas en
Calonge, Lloret de Mar y Sant Llorenç de la Muga. En Cataluña el día de su
onomástica es considerada como una auténtica fiesta, aunque caiga en día
laborable. Es "El día del libro y de la rosa". En todas las
poblaciones catalanas hay paradas con libros y rosas. Tal y como ya te he
comentado en el principio, los catalanes celebran por San Jorge el día de los
enamorados. El hombre regala una rosa a su persona querida, y ésta, le regala
un libro. Los estudiantes son los primeros en querer "hacer el
agosto", ya que montan sus paradas para sacar así un dinerito para el
viaje de fin de curso.
Cabe decir
que la coincidencia del Día del Libro con la festividad de San Jorge no tiene
nada que ver con el santo. El Día del Libro comenzó a celebrarse el 7 de
octubre de 1926 en conmemoración del día de nacimiento de Miguel de Cervantes.
La idea fue del escritor y editor valenciano, afincado en Barcelona, Vicent
Clavel Andrés que la propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona. El 6
de febrero de 1926, el gobierno español presidido por Miguel Primo de Rivera lo
aceptó y el rey Alfonso XIII firmó el Real decreto que instituía la “Fiesta del
Libro Español”. En 1930 se acordó cambiar la fecha trasladándola al 23 de
abril, día de la muerte de Cervantes. Cabe decir que Miguel de Cervantes estuvo
muy bien relacionado con Barcelona, ciudad de la que dedicó grandes elogios en
su obra “Don Quijote de la Mancha” y en la que su protagonista visitaba una
imprenta. En 1995, la UNESCO instituyó el 23 de abril como el Día Mundial del
Libro y del derecho de autor. Se calcula que más de 80 países del mundo
celebran el Día del Libro por esta fecha, aunque Gran Bretaña e Irlanda lo
festejen el 14 de marzo. Cabe recordar también que un 23 de abril de 1981,
fallecía un gran escritor catalán como fue Josep Pla y que en 1616 lo haría el
célebre dramaturgo inglés William Shakespeare.
Patronazgo y protección
Es el
patrón de Cataluña, junto a Nuestra Señora de Montserrat. También lo es de
Aragón y de los siguientes países: Georgia, Grecia, Inglaterra, Lituania,
Polonia, Portugal, Rusia y Serbia. También es el patrón de los caballeros y de
los "Boy Scouts", y, en Cataluña, de los enamorados y de algunos
campesinos que le imploran por sus campos de cebada. Se le invoca para bendecir
una casa nueva y contra las arañas.
Oración a San Jorge
San Jorge,
queremos recordarte como te recuerda la antigua tradición. Tú abandonaste los
éxitos militares y distribuiste tus bienes entre los pobres. Tú abandonaste a
los dioses poderosos del Imperio para seguir al Mesías crucificado. Tú
abandonaste la seguridad de tu linaje para unirte a la comunidad de los
cristianos. Tú diste la vida por amor al Evangelio.
San Jorge,
mártir, compañero fiel de Jesús. Nos gusta recordarte en la luz de la primavera
y de la Pascua; nos gusta recordarte potente en el combate contra todo dolor y
toda esclavitud.
San Jorge,
mártir, compañero fiel de Jesús. Ayúdanos a enamorarnos del Evangelio, ayúdanos
a vivir esa fe que tú tan intensamente viviste, ayúdanos a hacer posible que
todo el mundo pueda sentir la felicidad de la primavera.
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