viernes, 15 de marzo de 2019

Párate un momento: El Evangelio del dia 16 de MARZO – SABADO – 1ª – SEMANA DE CUARESMA – C – Santo Patriarca Abraham




16 de MARZO – SÁBADO –
1ª – SEMANA DE CUARESMA – C –

Lectura del libro del Deuteronomio (26,16-19):

MOISÉS habló al pueblo, diciendo:
«Hoy el Señor, tu Dios, te manda que cumplas estos mandatos y decretos. Acátalos y cúmplelos con todo tu corazón y con toda tu alma.
Hoy has elegido al Señor para que él sea tu Dios y tú vayas por sus caminos, observes sus mandatos, preceptos y decretos, y escuches su voz. Y el Señor te ha elegido para que seas su propio pueblo, como te prometió, y observes todos sus preceptos.
Él te elevará en gloria, nombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho, y serás el pueblo santo del Señor, tu Dios, como prometió».

Palabra de Dios

Salmo: 118,1-2.4-5.7-8

R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor

 Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la ley del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón. R/.

   Tú promulgas tus mandatos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus decretos. R/.

 Te alabaré con sincero corazón
cuando aprenda tus justos mandamientos.
Quiero guardar tus decretos exactamente,
tú no me abandones. R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,43-48):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

Palabra del Señor

1.  Amar al amigo y odiar al enemigo es lo normal. Porque es lo que da de sí la condición humana, siempre mezclada y fundida con la inhumanidad, tan frecuente entre los seres humanos. Por eso se ha dicho, con razón, que el precepto del amor a los enemigos es uno de los textos cristianos fundamentales. Es "lo propio y nuevo en el cristianismo". Esto es lo que se dijo desde los primeros escritores cristianos (Justino,Tertuliano... Cf. Ulrich Luz).
Un cristiano, que no es capaz de amar y hacer el bien a sus enemigos, no es
cristiano.

2.  Amando al enemigo, al que me cae mal, al que me ha hecho daño y del que sé que me odia, así -y solamente así- es como demostramos que "somos hijos de Dios". Con frecuencia, se suele decir que, por el sacramento del bautismo, empezamos a ser "hijos de Dios". Jesús no pensaba así. Nuestra relación con Dios no depende de un "ritual", ni es asunto de "religión". Es asunto de "conducta".  Los hijos se parecen a los padres.  Un hijo de Dios es el que se parece al Padre del cielo, en su conducta.

3.  El amor es una pasión. Así lo explicaron los grandes teólogos (Tomás   de Aquino, Suárez...). Una pasión que se apodera del sujeto a partir de dos componentes: la "pasividad" y la "totalidad". El amor es una atracción que seduce y se apodera de la totalidad de la persona. Por eso no es posible dejarse
dominar por la atracción de Dios (presente en Jesús) y por aquello que   Dios rechaza. Eso sería vivir en la contradicción total. Cada "hijo de Dios" tiene que "unificar" su mundo pasional, lo que la atrae y le arrastra. Y lo que rechaza y no soporta. La armonía y coherencia de nuestra vida se consigue cuando se unifica y no se dispersa lo que más nos seduce en nuestra vida.

Santo Patriarca Abraham


Abraham es el patriarca de las tres grandes religiones monoteístas. Gran profeta del Antiguo Testamento

Vida de Santo Patriarca Abraham

La historia de Abraham se encuentra en el primer libro de la Biblia, el Libro del Génesis.
Con Abraham fundó Dios en el mundo la verdadera religión.
Vivía en la ciudad de Hur, cerca de los ríos Tigris y Eufrates, cuando Dios le pidió el sacrificio de alejarse de su tierra, que era muy fértil, y de su hermosa ciudad e irse a un país desconocido y desértico, lejos de familiares y amigos. Abraham aceptó este sacrificio, y Dios en pago le prometió que sus descendientes poseerían por siempre aquel país.
Abraham deseaba tener un hijo que prolongara su familia, y Dios permitió que su esposa fuera estéril y que a la edad de 90 años Abraham todavía no lograra tener el hijo que tanto deseaba. Sin embargo, Nuestro Señor le prometió que su descendencia sería tan numerosa como las arenas del mar y Abraham creyó a esta promesa de Dios, y esta fe le fue apreciada y recompensada.
Dios se le aparece en forma de viajero peregrino (acompañado de dos ángeles disfrazados también) y Abraham los atiende maravillosamente bien. Dios le promete que dentro de un año tendrá un hijo. Sara la esposa, que está oyendo detrás de una cortina, se ríe de esta promesa, porque le parece imposible ya que ellos dos son muy viejos. Dios manda que al niño le pongan por nombre "Isaac", que significa "el hijo de la sonrisa". Y cuando el jovencito tiene 12 años, Dios pide a Abraham que vaya a un monte y le ofrezca el hijo en sacrificio. Abraham acepta esto que le cuesta muchísimo y cuando ya va a matar a Isaac, un ángel le detiene la mano y oye una voz del cielo que le dice: "He visto cuán grande es tu generosidad. Ahora te prometo que tu descendencia nunca se acabará en el mundo". Y luego ve un venado enredado entre unas matas de espinas y lo ofrece en sacrificio a Dios.
Los enemigos atacaron a la ciudad donde vivía Lot, el sobrino de Abraham, llevándose a todos prisioneros. Entonces el patriarca reunió a sus obreros (318) y atacó por sorpresa a los enemigos y libertó a todos los cautivos. En acción de gracias llevó a Melquisedec, sacerdote de Jerusalén, la décima parte de todo lo que había conseguido. Desde entonces quedó la costumbre de dar para Dios y para los pobres el diezmo, o sea la décima parte de lo que cada uno gana.
Nuestro Señor le comunicó a su amigo Abraham que iba a destruir a Sodoma por que en esa ciudad se cometían pecados de homosexualidad. Abraham le rogó a Dios que no la destruyera si había allí siquiera diez personas buenas. Pero como no las había, cayó una lluvia de fuego y los mató a todos. Solo se salvó Lot, por ser el sobrino de Abraham. Pero la mujer de Lot desobedeció la orden de los ángeles y al salir de la ciudad se puso a mirar hacia atrás y quedó convertida en estatua de sal.
Abraham fue padre de Isaac, del cual nacieron Esaú y Jacob. Los hijos de Jacob se llaman los doce Patriarcas, de los cuales se formó el pueblo de Israel. Dios le cambió el nombre de Abrán, que significa "padre", por el nombre de "Abraham", que significa: padre de muchos pueblos.
La Sta. Biblia alaba a Abraham porque creyó contra toda esperanza y porque nunca dudó de que Dios sí cumple lo que promete, aunque parezca imposible.
Santo Patriarca Abraham, pídele a Dios que nos conceda una fe tan grande como la tuya, y el perseverar fieles a nuestra religión hasta la muerte.

Fuente: http://www.churchforum.org.mx

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