viernes, 6 de septiembre de 2019

Párate un momento: El Evangelio del dia 7 de SEPTIEMBRE – SÁBADO – 22ª – SEMANA DEL T. O. – C – Santa Regina, mártir




7 de SEPTIEMBRE – SÁBADO –
22ª – SEMANA DEL T. O. – C –

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (1,21-23):

Antes estabais también vosotros alejados de Dios y erais enemigos suyos por la mentalidad que engendraban vuestras malas acciones; ahora, en cambio, gracias a la muerte que Cristo sufrió en su cuerpo de carne, Dios os ha reconciliado para haceros santos, sin mancha y sin reproche en su presencia. La condición es que permanezcáis cimentados y estables en la fe, e inamovibles en la esperanza del Evangelio que escuchasteis. En el mismo que se proclama en la creación entera bajo el cielo, y yo, Pablo, fui nombrado su ministro.

Palabra de Dios

Salmo: 53,3-4.6.8

R/. Dios es mi auxilio

Oh Dios, sálvame por tu nombre,
sal por mi con tu poder.
Oh Dios, escucha mi súplica,
atiende a mis palabras. R/.

Pero Dios es mi auxilio,
el Señor sostiene mi vida.
Te ofreceré un sacrificio voluntario,
dando gracias a tu nombre, que es bueno. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,1-5):

Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano.
Unos fariseos les preguntaron:
«¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?»
Jesús les replicó:
«¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros.»
Y añadió:
«El Hijo del hombre es señor del sábado.»

Palabra del Señor

1.  Si algo ha caracterizado a los judíos, hasta el día de hoy, ha sido su estricta fidelidad al descanso del Shabbat, el sábado.  En el enorme volumen, La
voz de la Thorah, se dice:
"El Shabbat confiere nobleza al trabajo y corona la gloria del descanso" (pg. 14).
Para el judío observante, esto es la cuestión capital de su religiosidad. Esta convicción les da fuerza a las familias y cohesión a la comunidad religiosa. De ahí, el afán y empeño de una observancia intocable.

2.  Pero esta observancia intocable   produce una "mentalidad sumisa" del
hombre religioso. Una mentalidad que se adueña de las costumbres en alimentación, vestimenta, uso del   tiempo, privación de cosas que nadie sabe para qué sirven ni por qué se mandan o se prohíben.
En el fondo, el problema está en lo dicho: mantener a raya la mentalidad sumisa, que es el medio indispensable para perpetuar el poder de la religión. El poder sobre la conciencia, el santuario de la intimidad donde nadie más que la religión puede mandar, hasta conseguir que uno se vea a sí mismo como una buena persona o, por el contrario, como un perverso y un canalla.

3.  Se comprende así, que Jesús no pudo transigir con semejante forma de
pensar y de organizar a vida.
Lo más notable es que Jesús no se enfrentó a semejante tinglado mediante   discursos o teorías, sino con los hechos: él y sus discípulos violaron las normas de los rabinos sobre el sábado, siempre que la observancia entraba en conflicto con las necesidades de las personas (el hombre, en este caso) o con la salud de los enfermos (la curación en sábado).
Jesús fue siempre consecuente, sin fisuras ni concesiones:  lo primero en la vida es el bien del ser humano.  No hay más camino que ese para encontrar a Dios.
El cristianismo entiende a Dios presente en cada ser humano, el que
sea.

Santa Regina, mártir


Santa Regina fue una doncella virgen mártir que entregó su vida defendiendo su castidad por amor a Dios. Nació en Autun, Francia, de un pagano llamado Clemente.
Su madre murió en su nacimiento y su padre la repudió. Luego fue a vivir con una enfermera cristiana que la bautizó. Santa Regina ayudó cuidando a las ovejas. Ella se comunicaba con Dios en la oración y meditaba en las vidas de los santos.
Estaba prometida al procónsul Olybrius, pero se negó a renunciar a su fe para casarse con él, por lo que fue torturada y decapitada en Alesia, en la diócesis de Autun.
Santa Regina es considerada la patrona de las pastoras, de las víctimas de la tortura y contra la pobreza.

Vida de Santa Regina de Autun

Los niños piden -al menos así lo hacían en tiempos pasados- a los mayores que les cuenten un cuento a la hora de dormir. La condescendencia de los que les quieren, procurando su bien dormir, les lleva a ilustrar su imaginación con historias que unas veces son sólo producto del genio humano y otras... adornan la verdad de hechos ocurridos en la ordinariez de la vida con amplificaciones que hacen fantástica, amable y hasta apasionante la historia real. No sé si la historia de Regina servirá para rellenar esos momentos previos al descanso nocturno de los pequeños, pero no me cabe duda de que sí servirán a los adultos para que detengamos un momento nuestro ardoroso caminar.

Regina es palabra latina que se vierte al castellano por Reina. Así se llamaba nuestra protagonista de hoy. Fue una francesita hija de padre romano y de madre gala. Era el tiempo del Imperio. Cuando tenía quince años conoció a Cristo y le entregó su corazón, se bautizó y decidió darle para siempre su virginidad.

Es hermosa en demasía. El prefecto romano se enamoró de ella al verla. En su presencia, Regina confiesa su fe.

Desde este momento comienzan las dificultades para la fidelidad. Fue puesta en la cárcel y con una amenaza: al regreso del prefecto, que necesariamente ha de ausentarse, ella debe haber cambiado de religión o conocerá el furor romano.

Sucede a la vuelta del personaje lo previsible con la gracia de Dios. Ella se niega a sacrificar a los ídolos, llegan las torturas, los hierros arañan y cortan su carne. También hay prodigios del Cielo: se producen terremotos, se oyen voces celestiales... hasta una paloma se acerca para consolarla, darle ánimos y curarla.

El ejemplo es tan llamativo que la gente se convierte a centenares. Por fin, es degollada.

La candidez de la historia narrada, pletórica de elementos hiperbólicos y de adornos donados por la fantasía, expone un drama común y diario de mucha gente que bien merece la atención y el mimo del poeta, me refiero a todos esos que están dispuestos en serio a dar la vida por la fe que tienen y, llegado el momento, darla.

(Fuente: archimadrid.es)

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