27 DE MARZO – VIERNES –
4 – SEMANA DE CUARESMA – A –
Stª – LIDIA
Lectura
del libro de la Sabiduría (2,1a.12-22):
SE decían los impíos, razonando equivocadamente:
«Acechemos al justo, que nos resulta fastidioso: se opone a nuestro modo de
actuar, nos reprocha las faltas contra la ley
y nos reprende contra la educación
recibida; presume de conocer a Dios y se llama a sí mismo hijo de Dios.
Es un reproche contra nuestros criterios, su sola presencia nos resulta
insoportable.
Lleva una vida distinta de todos los demás y va por caminos diferentes.
Nos considera moneda falsa
y nos esquiva como a impuros.
Proclama dichoso el destino de los
justos, y presume de tener por padre a Dios.
Veamos si es verdad Jo que dice, comprobando cómo es su muerte.
Si el justo es hijo de Dios, él lo auxiliará y lo librará de las manos de
sus enemigos.
Lo someteremos a ultrajes y torturas, para conocer su temple y comprobar su
resistencia.
Lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues, según dice, Dios lo salvará».
Así discurren, pero se equivocan, pues los ciega su maldad.
Desconocen los misterios de Dios, no esperan el premio de la santidad, ni
creen en la recompensa de una vida intachable.
Palabra de Dios
Salmo:
33,17-18.19-20,21.23
R/.
El Señor está cerca de los atribulados
V/. El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias. R/.
V/. El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo libra el Señor. R/.
V/. Él cuida de todos sus huesos,
y ni uno solo se quebrará.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él. R/.
Lectura
del santo evangelio según san Juan (7,1-2.10.25-30):
EN aquel tiempo, recorría Jesús Galilea, pues no quería
andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta
judía de las Tiendas.
Una vez que sus hermanos se hubieron
marchado a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a
escondidas.
Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron:
«¿No es este el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y
no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que este es el
Mesías? Pero este sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando
llegue, nadie sabrá de dónde viene».
Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó:
«A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por
mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo
conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado».
Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque
todavía no había llegado su hora.
Palabra del Señor
1. La fiesta de los Campamentos (o de las Chozas)
se celebraba en otoño, cuando los campesinos habían terminado de recoger la
vendimia. Era una fiesta de agricultores
que daban gracias a Dios por la cosecha. Duraba una semana y a ella acudía
mucha gente. Pero lo más importante era la fuerte carga religiosa que se vivía
esos días que servían para excitar las esperanzas mesiánicas del judaísmo (Lv
23, 33-36; Zac14,16.19; 9, 9).
Si a Jesús se le
veía como una posible promesa o una amenaza, se comprende que acudiera a la fiesta clandestinamente.
2. Tiene que ser fuerte sentirse vigilado,
controlado y amenazado de muerte. Jesús sabía que lo iban a matar. En tales
condiciones, acudir a una fiesta tan nacionalista y de tanta exaltación
religiosa era evidentemente correr un riesgo. Podía pasar cualquier cosa.
Jesús tuvo que
echarle valor a aquel viaje. Pero no se dejó dominar por el miedo. Subió a
Jerusalén, se fue derecho al Templo y allí se puso a hablar e incluso a gritar.
Y gritó de tal manera que intentaron matarlo entonces mismo. Pudo escapar porque
no le había llegado su hora.
3. Para hablar de Dios, como lo hizo Jesús, hay
que ser muy libre. Y tener valor para vencer el miedo. Y es que hablar de Dios,
como se debe hablar, es un asunto muy peligroso.
Hablar del
"Dios" que les conviene a los poderes de este mundo es una cosa que
da poder y prestigio.
Hablar del Dios que
cuestiona a esos poderes, sobre todo al poder y a los intereses de los hombres
de la religión, es peligroso, en ello se juega uno hasta la misma vida.
Stª – LIDIA
Martirologio Romano: Conmemoración de santa Lidia de Tiatira, vendedora de púrpura, que fue la
primera que creyó en el Evangelio en Filipos, en Macedonia, cuando lo predicó
el apóstol san Pablo (s. I).
Ser el
primero en hacer algo es un modo seguro de hacer que tu nombre figure en el
libro de los récords. La primera persona en dar la vuelta al globo. La primera
persona en correr la milla en menos de tres minutos. La primera persona en
llegar al Polo Sur. Lidia también fue una de las primeras. Su familia fue la
primera en Europa en convertirse al cristianismo y ser bautizada.
Lidia
era una comerciante de púrpuras. Eso podría no significar mucho para nosotros
hoy en día, pero en el siglo primero eso significaba que era una mujer muy
rica. Dado que el tinte de la púrpura se extraía con muchas dificultades de
cierto molusco, sólo una elite podía permitirse tener telas teñidas de ese
color. Una mercader que vendiera ese tinte tan extremadamente costoso era rica,
se mirase como se mirase.
La
riqueza se cita a menudo como uno de los principales obstáculos al crecimiento
espiritual.
Se nos
advierte que "es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja
que para un rico entrar en el Reino de los Cielos". Eso no significa, sin
embargo, que ser pobre te haga mejor automáticamente. Una persona pobre que
acumula unas pocas posesiones no es mejor que una persona rica que acumula
muchas. No hay indicaciones de que Lidia abandonara su negocio tras convertirse
al cristianismo. Pero hay muchas pruebas de que utilizó su fortuna sabiamente.
Entendió
que el valor real de la riqueza reside en el modo en que la usas, no en cuánto
tienes.
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