16 - DE
AGOSTO – LUNES –
20ª –
SEMANA DEL T. O. – B –
San
Roque
Lectura del libro de los
Jueces (2,11-19):
En
aquellos días, los israelitas hicieron lo que el Señor reprueba, dieron culto a
los ídolos; abandonaron al Señor, Dios de sus padres, que los había sacado de
Egipto, y se fueron tras los otros dioses, dioses de las naciones vecinas, y
los adoraron, irritando al Señor. Abandonaron al Señor y dieron culto a Baal y
a Astarté. El Señor se encolerizó contra Israel: los entregó a bandas de
saqueadores que los saqueaban, los vendió a los enemigos de alrededor, y los
israelitas no podían resistirles.
En todo lo que
emprendían, la mano del Señor se les ponía en contra, exactamente como él les
había dicho y jurado, llegando así a una situación desesperada. Entonces el Señor hacía surgir jueces, que
los libraban de las bandas de salteadores; pero ni a los jueces hacían caso,
sino que se prostituían con otros dioses, dándoles culto, desviándose muy
pronto de la senda por donde habían caminado sus padres, obedientes al Señor.
No hacían como ellos.
Cuando el Señor hacía
surgir jueces, el Señor estaba con el juez; y, mientras vivía el juez, los salvaba
de sus enemigos, porque le daba lástima oírlos gemir bajo la tiranía de sus
opresores. Pero, en cuanto moría el juez, recaían y se portaban peor que sus
padres, yendo tras otros dioses, rindiéndoles adoración; no se apartaban de sus
maldades ni de su conducta obstinada.
Palabra de
Dios
Salmo:
105,34-35.36-37.39-40.43-44
R/. Acuérdate de mí, Señor,
por amor a tu pueblo
No
exterminaron a los pueblos
que el Señor les había mandado;
emparentaron con los gentiles,
imitaron sus costumbres. R/.
Adoraron
sus ídolos y cayeron en sus lazos;
inmolaron a los demonios sus hijos y sus hijas. R/.
Se
mancharon con sus acciones
y se prostituyeron con sus maldades.
La ira del Señor se encendió contra su pueblo,
y aborreció su heredad. R/.
Cuántas
veces los libró;
más ellos, obstinados en su actitud,
perecían por sus culpas;
pero él miró su angustia,
y escuchó sus gritos. R/.
Lectura del santo evangelio
según san Mateo (19,16-22):
En aquel
tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó:
«Maestro, ¿qué tengo
que hacer de bueno para obtener la vida eterna?»
Jesús le contestó:
«¿Por qué me preguntas
qué es bueno? Uno solo es Bueno.
Mira, si quieres entrar
en la vida, guarda los mandamientos.»
Él le preguntó:
«¿Cuáles?»
Jesús le contestó:
«No matarás, no
cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y
a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo.»
El muchacho le dijo:
«Todo eso lo he
cumplido. ¿Qué me falta?»
Jesús le contestó:
«Si quieres llegar
hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres –así tendrás un
tesoro en el cielo– y luego vente conmigo.»
Al oír esto, el joven
se fue triste, porque era rico.
Palabra del
Señor
1. Jesús no establece aquí
una distinción entre dos clases de cristianos: los que viven sin dinero (que
serían los sacerdotes y religiosos) y los que se quedan con su dinero (los laicos). Ni Jesús
quiso decir eso, ni eso sucede en la vida. Porque la mayoría de los clérigos
tienen más seguridad económica y mejor nivel de vida que millones de laicos.
Jesús se refiere a dos clases de seres
humanos: los que llegan a lo más, hasta lo último, a lo mejor (téleios) y los
que se quedan a medias y no llegan hasta donde tendrían que llegar.
2. Lo que distingue a unos y
otros es asunto de dinero. No se trata de que unos roben y los otros no. Jesús
habla con un hombre que no roba, y lo que le exige a ese hombre es que, además, se
desprenda de sus bienes y se los dé a los pobres.
- ¿Es esto realista? -
¿Se puede hacer semejante cosa?
En el cristianismo primitivo, la
aplicación que esto podía tener, sin duda se refería a los "carismáticos
itinerantes", que, efectivamente, lo dejaban todo y se iban a anunciar el
Reino, el mensaje de Jesús.
3. En nuestro tiempo, si
hablamos de dinero, nos tenemos que referir al tema económico dominante:
el capitalismo. Un sistema que es injusto porque crea enormes
desigualdades, privilegia a los ricos y margina a los trabajadores y a los
pobres, además favorece "lo privado" (lo que es para unos cuantos
potentados), al tiempo que dificulta "lo público" (lo que es igual
para todos), pervierte a muchas personas erigiendo al capital en el nuevo
"dios" que manda en el mundo.
Así las cosas, la aplicación que
razonablemente debe tener hoy exigencia de Jesús es:
1) Dominar y moderar el consumo propio.
2) Denunciar las injusticias que cometen
los poderes capitalistas.
3) Favorecer los grupos alternativos,
que buscan formas de comercio y consumo más humano e igualitario.
4) Potenciar "lo público" sobre todo en la sanidad y en la educación.
San Roque
San Roque es un de los
grandes santos populares que ha suscitado devoción en todo el mundo. Existen
levantadas muchísimas capillas y en diferentes iglesias tienen una imagen de
él, gracias a los favores que a lo largo de los siglos ha concedido,
principalmente en épocas de enfermedades y de peste.
Sus primeros años y el deseo de
ser pobre.
Según el gran
historiador de vidas de santos, Martirià Brugada, uno de los textos más
fidedignos que nos narra la vida de este buen amigo es el "Acta
Brevoria", un escrito anónimo y posiblemente redactado en la zona italiana
de la Lombardía hacia el 1430. Para este sacerdote gerundense, de este texto
derivan las narraciones posteriores, en las que según ellas, el nacimiento de
Roque habría sido fruto de un voto hecho por sus padres que sufrían por no
tener hijos.
Cuenta la historia que
Roque habría nacido por el año 1.300 en la ciudad francesa de Montpellier.
Quedó huérfano muy pronto y vendió toda la herencia familiar para entregar los
beneficios a los pobres. De alguna manera, nuestro santo habría hecho realidad
aquella cita del evangelio de Mateo que dice: "Vende lo que tienes, da el
dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en el cielo y luego vente
conmigo". Con este deseo de seguir en la pobreza a Jesús y también de
enseñar la fe cristiana, inició su peregrinación a Roma.
En la zona de la
Toscana, Roque se hospedó en la ciudad de Acquapendente y, en el hospital, se
puso a servir a todas aquellas personas que estaban infectadas de la peste,
logrando, cómo no, curaciones admirables e inexplicables. Seguramente, San
Roque aprendió nociones de Medicina en su ciudad natal, que puso luego en
práctica durante sus peregrinaciones. Recordemos, amigo cibernauta, que
Montpellier es una de las ciudades más prestigiosas de Europa en temas médicos,
allí hay la reconocida Universidad de Montpellier, que fue fundada en el siglo
XIII. Se cuenta que en la ciudad italiana de Cesanea, antes de llegar a Roma,
nuestro santo curó a un cardenal, y que este lo presentó luego al Papa.
Cuando se dispuso a
regresar a su país, pasó por Rímini, hoy convertida en una de las grandes zonas
"pijas" de veraneo de Italia. Allí, Roque no se dedicó a tomar el sol
en la playa, ni a tomar helados, ni tampoco a tomar copas en una terraza de un
bar, sino que predicó el evangelio y continuó curando de la peste a aquellas
personas que podía. Tantas curaciones y tanto contacto con los infectados,
propició que en la ciudad de Piacenza él mismo quedara contagiado y se viera
obligado a retirarse en un bosque de las afueras de la ciudad.
El perro y San Roque
Seguro que tus padres o
tus abuelos te habrán ya contado la preciosa narración del perro de San Roque.
Si te fijas en la estampa, nuestro santo va acompañado de un simpático chucho.
¿Quién fue este perro?. Pues ... fue su salvador. Cuando hoy en día, sobre todo
en verano, se abandonan por las calles tantos perros que nos han mostrado su
cariño a lo largo del año, bueno será explicarles a aquellos que hacen este
tipo de salvajadas la historia de este animal que le salvó la vida a un santo
tan importante como fue Roque.
Se explica, que cuando
nuestro santo se trasladó al bosque para no infectar de esta manera a los
vecinos de Piacenza, recibía cada día la visita de un perro que le llevaba un
panecillo. El animalito lo tomaba cada día de la mesa de su amo, un hombre bien
acomodado llamado Gottardo Pallastrelli, el cuál, después de ver la escena
repetidamente, decidió un día seguir a su mascota. De esta forma, penetró en el
bosque donde encontró al pobre moribundo. Ante la sorpresa, se lo llevó a casa,
lo alimentó y le hizo las curaciones oportunas. El mismo Gottardo, después de
comprobar la sencillez de aquél hombre y de haber escuchado las palabras del
evangelio que le enseñó, decidió peregrinar como el. La curación definitiva de
Roque fue gracias a un ángel que se le apareció. Cabe decir que otras versiones
populares afirman que fue el mismo perro quien le curó, después de lamerle la
herida de su pierna varias veces cuando el santo estaba en el bosque. También
cabe añadir, que para algunos historiadores, el redactor de la "Acta
brevoria" sería el mismo Gottardo.
Una vez curado, Roque
decidió volver definitivamente a Montpellier, pero en el norte de Italia, en el
pueblo Angera, a orillas del lago Maggiore, unos soldados, acusándolo de espía,
lo arrestaron. Fue encerrado y moriría en prisión entre los años 1376 y 1379.
Algunos cuentan que tenía 32 años de edad.
Cabe decir que San
Roque había pertenecido a la Tercera Orden de los franciscanos, una rama de
esta congregación reservada a las personas laicas que quieren vivir bajo la
espiritualidad de San Francisco de Asís. Así lo reconoció el Papa Pío IV en
1547.
Otras versiones de la vida de San
Roque
A pesar de todo,
la historia de San Roque es bastante difusa. Ya te he comentado anteriormente
que el texto más fidedigno es la "Acta brevoria" y que aproxima su
nacimiento a mediados del año 1.300. Pero, a lo largo de los años se han
publicado diferentes textos biográficos. Por ejemplo, el veneciano Francesco
Diedo redactó en 1478 una biografía en la que San Roque habría nacido en 1295 y
muerto en 1327. Pero para muchos, dicha tesis, que es la más popular y la más
difundida, es un error, ya que la gran peste en la que Roque se vio involucrado
no empezó hasta 1347.
Las leyendas cuentan
que Roque era hijo del gobernador del rey de Mallorca en Montpellier llamado
Juan y que, en el momento del nacimiento, llevaba una cruz roja en el pecho
prefigurando su destino. Su madre se llamaba Liberia. Otros investigadores como
A. Maurino sitúa la vida del santo entre el 1345 y 1376 y A. Fliche lo hace
entre el 1350 y 1379.
También es confuso el
lugar de su muerte, mientras que para algunos fue en Angera tal y como hemos
visto, otros la sitúan en la misma Montpellier. En esta ciudad francesa, que
antes de 1349 había pertenecido a la Corona de Aragón y al Reino de Mallorca, fue
arrestado por mendigo y estuvo 5 años en la cárcel hasta que murió de flaqueza.
Se cuenta que el mismo tío de Roque, entonces gobernador de Montpellier, al ver
que aquel moribundo era su sobrino hizo levantar un templo en su honor.
Es todavía más dudosa la
ubicación de su tumba, aunque con toda probabilidad Roque falleció en Anguera,
una hipótesis señala que su cuerpo habría sido trasladado a Venecia en 1485.
Otros historiadores del sur de Francia vuelven a reafirman en que el santo
habría retornado a Montpellier para morir en su ciudad natal y que habría sido
sepultado en un convento de los hermanos dominicos y que sus reliquias se
trasladaron más tarde a Arles. Lógicamente, y está comprobado, el Convento de
los Trinitarios de Arles y la ciudad de Venecia fueron dos de los centros de
más veneración a San Roque.
Después de tantas
confusiones, nos tiene que quedar claro que San Roque nació en Montpellier y
que fue un peregrino que se desplazó a Roma. Que recorrió Italia y que se
dedicó a curar a todos los infectados de la peste y que falleció en olor a
santidad. Su vida la tenemos que fechar con toda seguridad, a partir de la
mitad del siglo XIV según el texto más fidedigno, las "Acta brevoria"
y que su muerte, lo más probable es que fuera en Anguera, a pesar de la
hipótesis de Montpellier.
El culto y la devoción
Aunque la documentación
que se tiene de San Roque lleve a confusiones, no hay que negar que la devoción
hacia él fue muy rápida a partir del siglo XV. Desde Venecia se extendió el
culto hacia el mundo germánico y a los Países Bajos. En 1477, en ocasión de otra
epidemia de peste, se fundó en Venecia una cofradía que bajo su honor se dedicó
al hospedaje de enfermos de peste y que fue conocida como Confraternità o
Scuole di San Rocco. Dicha agrupación fomentó la devoción al santo construyendo
capillas y más centros de acogida por toda Italia. Una de las iglesias
conocidas que le están dedicadas es en París, muy cerca del museo del Louvre,
que hizo edificar Luis XIV en 1563. Y como no... toda Europa quedó sembrada de
templos que le fueron dedicadas, incluso en la América Latina.
Desde finales del siglo
XIV, se convierte en uno de los santos más populares para pedir su intercesión
ante Dios. Es el abogado por excelencia contra la peste y todo tipo de
epidemias. El Papa Gregorio XIII lo declaró santo en el siglo XVI y en muchos
pueblos y ciudades lo veneran con gran devoción después de que él haya
intercedido entre los habitantes. Tal y como he comentado al principio, son
muchas las iglesias parroquiales que tienen una imagen de San Roque en los
altares. Si en tu iglesia existe una, hay un 80% de posibilidades que los
vecinos de tu pueblo lo invocaran hace siglos ante una epidemia e hiciesen un
voto de villa, un acto que consiste en hacer una promesa al santo si éste les
concede una petición.
En la diócesis de
Girona, a pesar de existir muchas imágenes suyas en las iglesias parroquiales,
solamente hay una que le esté dedicada y que está situada en Olot. Hay también
4 ermitas emplazadas en los pueblos de Gaüses, Massanes y Sant Aniol de
Finestres. También cabe destacar la de Vilablareix, construida en el siglo XV.
El 21 de julio del 2002 se inaguraron los trabajos de rehabilitación que
permite restituir el culto al templo después de 60 años en desuso. Se celebra
un "aplec" el segundo domingo de Cuaresma.
Los dos principales
templos de todo el mundo dedicados a San Roque están en Montpellier y en
Venecia, a parte del ya mencionado de París. También en muchas poblaciones hay
pequeñitas hornacinas con la imagen del santo que en forma de capillitas están
instaladas en las calles.
Tradiciones
La voz popular ha
creado tradiciones sin fundamento alguno pero que han contribuido muy
positivamente a fomentar la devoción. Muchas de estas tradiciones quieren
aproximar un santo a la vida misma del pueblo y no nos ha de extrañar que se
diga que el propio San Roque hizo el camino de Santiago, que visitó Compostela
o que incluso pisó Barcelona. Se cuenta que cuando San Roque entró en la ciudad
catalana, todos los infectados de peste se recuperaron.
Según cuenta el
"Costumari Català" de Joan Amades, hace siglos, en la ciudad de
Barcelona, se tenía una gran devoción al perro del santo. El día después de la
onomástica de San Roque, se continuaban llevando cirios a los templos que
tenían una imagen suya, pero con la diferencia de que dichos cirios votivos no
iban dedicados a San Roque, sino ¡al perro!. Se cantaban oraciones, gozos y
todo tipo de intenciones para el "chucho". Era tanta la devoción al
perro de San Roque, que incluso, aquél día estaba permitida la entrada de estos
animales en las iglesias de Barcelona. Claro está, que estamos hablando de hace
muchos siglos. Este aprecio venía apoyado gracias a una leyenda que decía que
en el día de San Roque el perro del santo visitaba la ciudad condal y que los
otros canes que tenían la rabia, marchaban velozmente al verlo. Se cuenta que
quien maltrata a un perro, se atrae toda la antipatía de San Roque para
siempre.
En algunas poblaciones
de Catalunya, la verdad es que no conozco el motivo, era tradición hace mucho
tiempo, que el día de la fiesta del santo, las parejas de novios anunciaran
oficialmente su compromiso a los padres. ¡Pobre San Valentín. Espero que no
cogiera celos!.
También en algunas
zonas de Lleida, tenían a San Roque por patrón contra la gandulería. Hace
muchos años, en el pueblo de Prat de Compte y en otras villas vecinas, los
hombres tenían el derecho de poder levantar de la cama a aquellas mujeres que
no eran bastante madrugadoras a juicio del vecindado masculino. A primera hora
de la mañana, los hombres, divididos en grupos, uno de solteros y otro de
casados, iban por las casas. Llegaban hasta la cama y tenían el derecho de
llevarse las mantas y de hacer levantar a aquellas mozas que aún estaban
durmiendo. Por cierto ... ¡los hombres casados se encargaban de levantar a las
casadas y los solteros a las solteras, supongo con la supervisión de algún
miembro de la familia!. Este acto, hace ya muchos años que se ha perdido. Pero
... ¿a que es guay?. Y yo me pregunto ... ¿que tiene que ver San Roque con todo
eso?.
Onomástica y patronazgo
San Roque es junto a
San Sebastián el abogado por excelencia contra la peste y todo tipo de
epidemias. San Antonio Abad, patrón de los animales, y debido al gran trabajo
que tiene en proteger a los muchos que hay en el mundo, da permiso a San Roque
para que se ocupe de los perros, es por ese motivo que es el protector de todos
los canes. Se le puede pedir amparo para que no sean abandonados ni
maltratados. También en algunos países es el patrón de los picapedreros y
marmolistas. La onomástica es el 16 de agosto.
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