18 - DE
FEBERO – MARTES –
6ª-
SEMANA DE T.O. – C
Beato Fray Angélico
Lectura del libro del Génesis
6,5-8;7,1-5.10:
Al ver el Señor que la maldad del hombre crecía sobre la tierra y que todos
los pensamientos de sus corazón tienden siempre y únicamente al mal, el Señor
se arrepintió de haber creado al hombre en la tierra, y le pesó de corazón.
Dijo, pues, el Señor:
«Voy a borrar de la superficie de
la tierra al hombre que he hecho. junto con los cuadrúpedos, reptiles y aves,
pues me pesa de haberlos hecho».
Pero Noé obtuvo el favor del Señor.
El Señor dijo a Noé:
«Entra en el arca con toda tu
familia, pues tú eres el único justo que he encontrado en tu generación. De
cada animal puro toma siete parejas, macho y hembra; de los no puros, una
pareja, macho y hembra; y lo mismo de los pájaros, siete parejas, macho y hembra,
para que conserven la especie en la tierra.
Dentro de
siete días haré llover sobre la tierra cuarenta días con sus noches, y borraré
de la superficie del suelo a todos los vivientes que he hecho».
Noé hizo todo lo que le mandó el Señor.
Pasados siete días, las aguas del
diluvio cubrieron la tierra.
Palabra de Dios
Salmo 28,
1a.2.3ac-4.3b.9c-10:
R/. El Señor bendice a su pueblo con la
paz.
Hijos de Dios, aclamad al Señor, aclamad la gloria del nombre del Señor, postraos
ante el Señor en el atrio sagrado. R/.
La voz del Señor sobre las aguas, el Señor sobre las aguas torrenciales. La
voz del Señor es potente, la voz del Señor es magnífica. R/.
El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: “¡Gloria!”
El Señor se sienta sobre las
aguas del diluvio, el Señor se sienta como rey eterno. R/.
Lectura del santo evangelio según san Marcos
(8,14-21):
En aquel
tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían más que un pan
en la barca.
Jesús les recomendó:
«Tened cuidado con la levadura de los
fariseos y con la de Herodes.»
Ellos comentaban:
«Lo dice porque no tenemos pan.»
Dándose cuenta, les dijo Jesús:
«¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No
acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis,
y los oídos si no oís?
A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogisteis
cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os acordáis?»
Ellos contestaron:
«Doce.»
«¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis
cuando repartí siete entre cuatro mil?»
Le respondieron:
«Siete.»
Él les dijo:
«¿Y no acabáis de entender?»
Palabra del Señor
1.- La primera lectura de este día nos cuenta algo que es frecuente en
muchas culturas de Oriente Medio: el diluvio universal. La descripción narra de
forma antropomórfica la reacción de Dios ante el mal de los hombres. Hay que
tener en cuenta que las expresiones que se usan no se pueden tomar al pie de la
letra. Dios no puede arrepentirse ante el mal del hombre. Equivaldría aceptar
que tuvo un fallo al crearlo. No puede ser. Dios es la perfección misma y el
arrepentimiento no tiene sentido en Él.
2.-
Lo que contraviene la creación de Dios
es el hombre que, como recuerda el Papa Francisco es capaz de destruir todo lo
que Dios ha hecho… El hombre parece ser más poderoso que Dios, porque es capaz
de destruir las cosas buenas que Él ha hecho. El relato nos dice que «la maldad
del hombre crecía sobre la tierra». Es la realidad del mal que a lo largo de la
historia destruye con su presencia el orden establecido por Dios. Ante la
existencia del mal, el narrador quiere destacar algo importante: el mal tiene
consecuencias que se dan en la creación. Sin embargo, esta lectura no se puede
tomar literalmente como un castigo que golpea a justos y pecadores por igual.
La intención divina, como tantas veces en la historia, es recrear el mundo
“renovar la faz de la tierra”, pese a la reiteración del mal de los hombres.
3.- Es interesante destacar
cómo, a pesar de tanto mal, siempre hay un “resto”, un pequeño grupo,
representado por Noé y los suyos, que permanece fiel y rechaza el mal,
respondiendo así a la llamada de Dios. De ese “resto” se vale Dios para llevar
a cabo ese restaurar la creación y establecer una nueva alianza con los
hombres.
Una vez más percibimos la bondad y la
misericordia de Dios. No deja al hombre perdido en la noche del mal, le
devuelve su primera condición a través de su gracia.
4.- La narración del evangelio de
hoy parte de un hecho sin importancia: los discípulos se han olvidado de llevar
pan suficiente para el grupo. Solo llevan uno. Todo ello nos da el contexto
donde Jesús reprocha a sus discípulos su incapacidad para comprender el milagro
de la multiplicación de los panes y los peces, avisándolos, a su vez, de tener
precaución ante personajes cuyo ejemplo no es el mejor camino hacia Dios: la
levadura de los fariseos y de Herodes.
Ante
el consejo de que tengan cuidado con la levadura de los fariseos y de Herodes,
los discípulos interpretan que es una alusión al poco pan que llevan consigo.
Jesús les echa en cara su poca comprensión para el milagro que acaba de
realizar. “¿Es que tenéis embotada la mente…es que ya no os acordáis” del
milagro de la multiplicación?
5.- Ese milagro tenía un
objetivo: alentar su fe en Jesús como Mesías de Dios, ya que al revelarles el
secreto mesiánico les descubría su personalidad. Ellos no lo habían entendido
así, pese a “tener ojos y oídos”, que es lo que les reprocha Jesús. Entendemos que
el proceso de ir descubriendo su persona va a costarles un tiempo y, aun así,
ya sabemos cómo se desarrollaron los
hechos.
¿Qué quiere decir Jesús
con lo de la levadura de los fariseos y la levadura de Herodes? La levadura es
un elemento mínimo, sencillo, pero que puede hacer fermentar en bien o en mal a
toda una masa de pan. La levadura en este contexto ha de entenderse en sentido
simbólico: una levadura buena o mala, dentro de una comunidad, la puede
enriquecer o destruir. Jesús quiere que sus discípulos eviten la levadura de
los fariseos y de Herodes. Esa “levadura” es equivalente a hipocresía,
legalismo, superficialidad. De todo eso quiere Jesús que se aparten sus
discípulos. Por eso, comenta el Papa Francisco, los invita a reflexionar sobre
la pasada multiplicación de los panes y de los peces, y los llama a tener
confianza, al mismo tiempo que les recomienda la vigilancia para no
contaminarse con el mal.
Concretando
un poco más, esa levadura no es otra cosa que el rechazo permanente que estas
figuras tuvieron hacia Jesús, hasta condenarlo al suplicio de la Cruz.
¿Dónde percibo, en este momento, la
levadura criticada por Jesús? ¿Qué hago para que esa levadura no contamine mi
vida?
Beato Fray Angélico
Beato Angélico, fraile dominico
pintor, del “quattrocento” italiano (1395-1455). Vivió, la mayor parte de sus
días en el convento dominicano de San Marcos, de Florencia. Ha pasado a la
historia como alguien que supo reflejar maravillosamente el mundo espiritual, a
través del arte de la pintura.
Morirá en Roma el 18 de febrero de 1455.
Fue beatificado por Juan Pablo II en
1982.
Origen
La vida de fray Angélico, nacido en torno al año 1400 cerca
de Vicchio, en Mugello (Toscana italiana), se desenvuelve en dos ambientes
distintos y complementarios: el conventual y el artístico. Resumimos brevemente
ambos, encuadrándolos dentro de un marco histórico-biográfico.
Carecemos de documentación sobre sus primeros años y su entorno
familiar, y son escasas las noticias que pueden ofrecerse de su primera
formación humana, religiosa y artística. En torno a 1417 se adiestra en
talleres de Florencia como miniaturista y pintor, y se incorpora como un
miembro más a la «Compañía de San Nicolás» en la Iglesia del Carmen.
Ingreso en los dominicos
Atraído por la predicación del beato Juan Dominici, ingresa
en 1420 en la Orden dominicana—junto con su hermano Benedetto—, en el nuevo
convento de Santo Domingo, Fiésole, en la periferia de Florencia. Se somete a
la vida de observancia regular en ese convento reformado por el beato Dominici,
que enarbola el humanismo cristiano frente a la cultura paganizante del
renacimiento florentino.
Al ser recibido a la profesión religiosa, Guido cambia su nombre por
el de Fra Giovanni di san Domenico, e inicia su carrera sacerdotal. Alterna la
vida de observancia regular y de estudio con su innata vocación artística, y
crea el taller y estudio de arte.
Durante este período fiesolano (1425-1438) pinta las tablas de la
«Anunciación» (Museo del Prado) y la «Coronación» (Museo de Louvre) para los
altares laterales de la iglesia del convento; minia, junto con su hermano
Benedetto, los Libros Corales (Museo de San Marcos); recibe ofertas para pintar
tablas destinadas a organismos e iglesias florentinas y a la iglesia-convento
de santo Domingo de Cortona.
Fra Angelico en San Marcos de Florencia
Se incorpora a la nueva comunidad dominicana de San Marcos de
Florencia. Su prior y maestro es San Antonino de Florencia, insigne moralista y
profesor, cuya Suma de Moral le brinda el marco doctrinal (junto a la Suma de
Santo Tomás) de su magisterio teológico-artístico. En este segundo período
florentino (hasta 1445) sus obras se multiplican; es el más
fecundo. Lleva a cabo la ejecución de los célebres frescos del «Claustro»,
«Sala Capitular», «Pasillos» y «Celdas» de San Marcos, alternando el oficio de
pintor con el de administrador del convento.
Encargos en Roma
Comienza su período artístico en Roma en 1445. El Papa
Eugenio IV lo llama para que se haga cargo de la decoración muralista
de la Capilla, hoy desaparecida, del Stmo. Sacramento en la basílica de San
Pedro. Es la fecha en que, vacante la sede de Florencia, le proponen nombrarle
arzobispo, cargo que declina a favor de su prior San Antonino. Interrumpe su
estancia en Roma y comienza en verano los frescos que decoran la «Capilla de
San Brizio» en la catedral de Orvieto (1447). Y después vuelve a continuar los
frescos del estudio del Papa Nicolás V, conocido por «Capilla Nicolina», con el
tema de San Esteban y San Lorenzo, obra que finalizaría en 1449.
Con motivo de la muerte de su hermano Benedetto, regresa a Fiésole y
lo eligen prior del convento en 1450. Allí no acepta ya nuevos encargos, como
el de afrescar la catedral de Prato. Tres años después regresa de nuevo a Roma,
al convento de Minerva, llamado por el cardenal Torquemada para decorar el
claustro. En ese convento fallece el 18 de febrero de 1455. Su cuerpo fue
inhumado en la nave izquierda, junto al presbiterio de Santa María Sopra
Minerva (Roma).
Una remodelación moderna, a modo de «Capilla del Beato Angélico»,
acoge la austera lápida de mármol blanco en que se talló su efigie-retrato y
una inscripción de caracteres góticos que reza así: Aquí yace el venerable
pintor fray Juan de Florencia de la Orden de Predicadores, 1455.
(Fuente:
Domingo ITURGAIZ, Beato Angélico. Patrono espiritual de los artistas,
en "Retablo de Artistas", Caleruega 1987)
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