viernes, 29 de abril de 2016

Párate un momento: El Evangelio del día 30 DE ABRIL – SÁBADO – 5ª ~ SEMANA DE PASCUA ~ C San Pío ~ V, papa






30 DE ABRIL – SÁBADO –
5ª ~ SEMANA DE PASCUA ~ C
San Pío ~ V, papa

       Evangelio según san Juan 15, 18-21

       En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
       “Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros.  Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.
       Recordad lo que os dije:
       “No es el siervo más que su amo.  Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi Palabra, también guardarán la vuestra.  Y todo esto lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió”.

       1.   Aunque no se entienda a primera vista, el hecho es que quien ama a todos los humanos, y los ama siempre, por eso mismo se hace objeto y motivo de odio.
       Jesús les dejó a sus seguidores el extraño “mandamiento del amor a todos”.   Y ahora nos damos cuenta de que quien toma eso en serio y, por tanto, ama a todos de verdad, por eso mismo se hace motivo y objeto de odio.  ¿Por qué?  ¿Cómo se explica que el amor sin restricciones genere el odio y la persecución?

       2.   Amar a todos los humanos.  Y amarlos con todas sus consecuencias, es una opción en la vida, que lleva derechamente a tener que soportar el odio de muchos.
       ¿Por qué? Porque el amor universal no soporta las desigualdades, los sufrimientos, las humillaciones, las privaciones de los derechos fundamentales de las personas.
       El mandato de Jesús sobre el amor universal lleva consigo tener que soportar el odio, la persecución y la violencia de los más poderosos, de los más ricos, de los causantes del sufrimiento y las desigualdades.  
       Amar a todos es ponerse de parte de quienes son menos apreciados, menos valorados, menos queridos.
       Por más extraño que parezca, lo que menos quieren los causantes del sufrimiento es que haya personas que creen seriamente en el Evangelio.   Y personas, sobre todo, que están dispuestas a aplicar las exigencias del Evangelio en la sociedad y en la vida de todos y para todos.

       3.   Todo esto supuesto, una de las consecuencias más duras, que se siguen de este evangelio, es que la Iglesia y los hombres de Iglesia no han tomado en serio el Evangelio.   Cuando la Iglesia se ve bien aceptada en la sociedad, aceptada, pagada y privilegiada por los poderes públicos, tiene que preguntarse cómo y por qué es tan aceptada por quienes causan tanto dolor a los más débiles, a los más ignorantes, a los pobres y a los “sin papeles”.        Cuando la Iglesia es privilegiada en la sociedad, eso nos está diciendo a gritos que no ama a quienes más sufren en la sociedad y no son atendidos debidamente por quienes privilegian a obispos, curas, frailes y monjas.
       Los poderes (políticos y económicos) que privilegian a la Iglesia no hacen eso por amor a la Iglesia.  Lo hacen para taparle la boca a la Iglesia. 
       ¿Por qué la Iglesia, en casi toda Europa, se ha callado en los duros años de la crisis económica?   Solo con Cáritas, no se resuelve el sufrimiento de los más desamparados.  ¿No lo vemos claro?

San Pío ~ V, papa

Antonio Ghislieri nace el 17 de enero de 1504 en Alessandría (Italia), Hijo de Pablo Ghislieri y Dominica Augeria. En 1521, a sus diecisiete años, profesa en la Orden de Predicadores, en Vigevano, tomando el nombre de Miguel. Realiza su "currículum" filosófico - teológico en Bolonia. Posteriormente cumple el ministerio de Lector de Filosofía y de Teología en Pavía.
A los cuarenta y siete años, en 1551 es llamado a Roma por Julio III y designado Comisario General del Santo Oficio, donde trabaja por la difusión y la pureza de la fe. Pablo IV le nombra obispo de Sutri y Nepi en 1556, y cardenal en 1557. El mismo Pablo IV, en 1560, le traslada a Mondovi (Piamonte), diócesis que se encuentra en lamentable estado, donde se empeña por acercarla al Evangelio de Jesucristo.
Descubierto por San Carlos Borromeo, el cardenal fray Miguel Ghislieri es elegido Papa en 1566 a los sesenta y dos años de edad. No es un príncipe, sino un asceta el que la Orden de Santo Domingo presta al papado de Roma. Pío V - así se llamará- lleva el estilo de la Orden a la Curia Romana. El nuevo Papa ofrece a la Iglesia el Breviario y Misal Romanos para que alimente su oración: también se esfuerza por confirmar a toda la Iglesia en la misma fe. Así publica el "Catecismo" del Concilio de Trento, llamado "Catecismo Romano"
Su corazón se inquieta frente a las nuevas situaciones pastorales. Por una parte, mundos recientemente descubiertos que es necesario evangelizar; y por otra, países protestantes que comienzan a nacer. A fin de abordar tales problemas crea dos congregaciones cardenalicias que serán base de la posterior Sagrada Congregación "De Propaganda Fide" (creada en 1622). Proclama a Tomás de Aquino "Doctor de la Iglesia" e impulsa la "Opera Omnia" conocida como "Piana".
Se esfuerza por hacer coincidir la sociedad terrena con el Reino de Dios. Ve destrucción y muerte sobre Europa con la inminente invasión de los otomanos. Por eso, propicia entre los príncipes la liga de España y Venecia para detenerlos. Se alcanza la victoria en Lepanto el día 7 de octubre de 1571, mientras el Papa se encuentra en oración a María, la Madre de Dios, en su devoción al rosario; por ello instituye para este día la fiesta con el título de Nuestra Señora de la Victoria que en 1573 se denominará "del Rosario".
San Pio V murió santamente en Roma el 1 de mayo de 1572, a sus sesenta y ocho años y siete de papado. Beatificado por Clemente X, fue canonizado por Clemente XI el 22 de mayo de 1721. Su cuerpo se venera en la capilla del Santísimo Sacramento de la basílica romana de Santa María la Mayor.



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