lunes, 18 de abril de 2016

Párate un momento: Evangelio del día 19 DE ABRIL – MARTES - 4ª ~ SEMANA DE PASCUA San León, IX, papa





19 DE ABRIL – MARTES -
4ª ~ SEMANA DE PASCUA
San León, IX, papa

       Evangelio  según san Juan 10, 22-30

       En aquel tiempo, se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del Templo.
       Era invierno y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón.  Los judíos rodeándolo, le preguntaban:
       “¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso?  Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente”.
       Jesús les respondió:
       “Os lo he dicho y no creéis: las obras que yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mi.  Pero vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías.  Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano.  Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre.  Yo y el Padre somos uno”.

       1.   La fiesta de la Dedicación del Templo, llamada fiesta de Hanukkah, que caía aproximadamente en las fechas en que nosotros celebramos la Navidad, era el tiempo de más frío en Jerusalén (cf. R. A. Brown).  Lo que se conmemoraba en esta fiesta era la consagración del altar y la nueva consagración del Templo, que se hizo en tiempo de los Macabeos, en el 164 antes de Cristo.  Era, pues, la fiesta del reconocimiento y exaltación de “lo sagrado”, en contraposición a “lo profano”.  Y era por eso el “punto de encuentro” de “lo humano” con “lo divino”.

       2.   Jesús, en este evangelio, establece el contraste, que marca la diferencia radical entre el Evangelio y la religión.  El centro de la religión es el Templo (con el altar y lo sagrado, que lo determinan).  El centro del Evangelio son “las obras” que hacía Jesús.
¿De qué “obras” se trataba?

       3.   El término griego “ergon” (“obra”) significa, tanto en el N. T. como en el griego profano (Aristófanes, Jenofonte, Epicteto), trabajo, tarea, de forma que la coordinación entre “ergon” y “lógos” (“palabra”) (Josefo, Ant. XVII, 220) entraña la unidad del comportamiento humano (2 Cor 10, 11; Col 3, 17; 1 Jn 3, 18).
       Es la armonía de “lo que se dice” con “lo que se hace”.  Cuando “predicar” y “dar trigo” coinciden y vienen a ser la misma cosa, entonces es cuando nuestra vida es exactamente como la de Jesús.  Esto ya es importante.  Pero lo más fuerte, que hay en este relato, es que Jesús  afirmó allí, en el mismo lugar santo, que el centro de la religión ya no es el Templo (con su altar y sus ceremonias), sino la vida, toda nuestra vida. Pero a condición de que en nuestra vida coincidan las palabras con los hechos, lo que decimos y lo que hacemos. De ahí, la gran pregunta:  ¿cuándo nos atreveremos a decir y predicar sola y únicamente, aquello que hacemos, lo que vivimos y cómo vivimos?  Ese día sobrarán los templos. Porque toda la vida será la imponente catedral de la bondad, la justicia, la honradez. La armonía, la felicidad. El sueño de nuestros anhelos hecho realidad.

San León, IX, papa



San León IX nació en 1002 en Alsacia, que formaba entonces parte del Sacro Romano Imperio. A los cinco años, Bruno, como se llamaba el futuro León IX, fue a estudiar a la escuela de Bertoldo, Obispo de Toul. En ella empezó a mostrar su talento excepcional. Terminados sus estudios, fue nombrado canónigo de la iglesia de San Esteban de Toul. Cuando el obispo de Toul murió fue elegido por el pueblo para que le sucediese. El día de la Ascención en 1027, Bruno fue consagrado y gobernó la diócesis durante veinte años, introduciendo una disciplina más estricta entre su clero tanto secular como regular, logrando así reavivar la disciplina y el fervor de los grandes monasterios de su diócesis e introdujo en ella la reforma de Cluny. En 1048 fue nombrado sucesor del Papa Dámaso II, tomando el nombre de León IX. Durante su pontificado luchó fuertemente contra la simonía y lanzó severos decretos contra la decadencia del celibato eclesiástico. Asimismo, ayudó a promover entre el clero de Roma la vida comunitaria, así como la predicación y el canto sagrado. Murió el 19 de abril de 1054.

No hay comentarios:

Publicar un comentario