jueves, 3 de noviembre de 2016

Párate un momento: El Evangelio del dia 4 DE NOVIEMBRE - VIERNES 31ª SEMANA DEL T. O.- C SAN CARLOS BORROMEO




4 DE NOVIEMBRE   -  VIERNES
31ª    SEMANA DEL T. O.- C
SAN CARLOS BORROMEO

Evangelio según san Lucas 16, 1-8
        En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es lo que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido".
El administrador se puso a echar sus cálculos:  ¿Qué voy a hacer ahora que mi amo  me quita el empleo?
Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza.
    Ya sé lo que voy a hacer para que cuando me echen de la administración, encuentre
    quién me reciba en su casa".
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo, y le dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi amo?" Este respondió: "Cien barriles de aceite".
    Él le dijo: "Aquí está tu recibo: Aprisa, siéntate y escribe "Cincuenta".
Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?" Él contestó: "Cien fanegas de trigo". Le dijo: "Aquí está tu recibo: escribe "Ochenta".
Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido.
Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con sus gentes que los hijos de la luz".

1.  ¿Qué  quiere decir esta parábola?
Resulta inexplicable que Jesús ponga como ejemplo a un ladrón que roba a su amo y, además, lo engaña.
¿Jesús poniendo como ejemplo a un indeseable que roba por dos veces?
¿No había otro ejemplo para ponderar que los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz?
Vivimos en tiempos de crisis económica y política. Urge entender este asunto.

2.  Jesús no elogia ni el robo, ni la mentira. Tampoco pretende poner tales vicios como ejemplos de astucia.
Se ha pensado que la explicación más lógica es la que toma como   clave de interpretación, no la tramposa conducta del administrador, sino los criterios que rigen el pensamiento del rico. Y es así. Pero esto necesita una aclaración.
El administrador, tal como lo presenta el relato, era un sinvergüenza.
Pero más sinvergüenza era el rico, que no solo había acumulado una fortuna, en un país donde   la mayoría de la población se moría de hambre, sino que además era un tipo que valoraba sumamente el negocio (incluso sucio) y la ganancia. Y no contento con eso, además elogiaba al canalla que le había robado.
Para el rico, lo único que tiene valor en la vida es ganar, aunque eso se haga con trampas, falsificando documentos   y mintiendo a todas horas.

3.  La riqueza pervierte a las personas. Y cuando el beneficio es lo único que interesa en la vida, peor aún.
La canallada del sistema ha llegado a tal extremo, que los que más roban son los que más votos ganan cuando llegan unas elecciones.
En el fondo, todos estamos elogiando al administrador injusto.
Esta manera de pensar es la que nos ha hundido en la crisis. Porque es la manera de pensar que ve razonable —y lo pone como ejemplo— el modo   de pensar de los banqueros y los magnates de las mayores fortunas del mundo.
Sabemos que eso se hace cometiendo injusticias, aumentando desigualdades y humillando personas.
¿Y lo ponemos como ejemplo?
Repetimos la parábola todos los días. Y encima nos creemos inteligentes y honrados.
Es lo peor que el sistema ha hecho con nosotros.

SAN CARLOS BORROMEO
 
San Carlos cuyo nombre significa "hombre prudente" ha sido uno de los santos extraordinariamente activos a favor de la Iglesia y del pueblo que sobresale admirablemente. San Carlos Borromeo, un santo que tomó muy en serio aquella frase de Jesús: "Quien ahorra su vida, la pierde, pero el que gasta su vida por Mí, la ganará", murió relativamente joven porque desgastó totalmente su vida y sus energías por hacer progresar la religión y por ayudar a los más necesitados. Decía que un obispo demasiado cuidadoso de su salud no consigue llegar a ser santo y que a todo sacerdote y a todo apóstol deben sobrarle trabajos para hacer, en vez de tener tiempo de sobra para perder.
Nació en Arona (Italia) en 1538. Desde joven dio señales de ser muy consagrado a los estudios y exacto cumplidor de sus deberes de cada día. A los 21 años obtuvo el doctorado en derecho en la Universidad de Milán. Un hermano de su madre, el Cardenal Médicis, fue nombrado Papa con el nombre de Pío IV, y éste admirado de sus cualidades nombró a Carlos como secretario de Estado. Más tarde, renunció a sus riquezas, se ordenó de sacerdote, y luego de obispo y se dedicó por completo a la labor de salvar almas.
San Carlos fundó 740 escuelas de catecismo con 3,000 catequistas y 40,000 alumnos. Fundó además 6 seminarios para formar sacerdotes bien preparados, y redactó para esos institutos unos reglamentos tan sabios, que muchos obispos los copiaron para organizar según ellos sus propios seminarios. Fue amigo de San Pío V, San Francisco de Borja, San Felipe Neri, San Félix de Cantalicio y San Andrés Avelino y de varios santos más.
Murió cuando tenía apenas 46 años, el 4 de noviembre de 1584. En Arona, su pueblo natal, le fue levantada una inmensa estatua que todavía existe.
San Carlos fue oficialmente canonizado por Paulo V el 1de noviembre de 1610.


No hay comentarios:

Publicar un comentario