1 DE DICIEMBRE - JUEVES
1ª - SEMANA DE ADVIENTO
SAN NAHÚN, profeta
Evangelio
según san Mateo 7, 21. 24-27
En aquel tiempo dijo Jesús a sus
discípulos:
"No todo el que me dice: ¡Señor, Señor!, entrará en el
Reino de los Cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el
cielo. El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a
aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se
salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no
se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se
parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se
salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió
totalmente".
1. La expresión
“Señor, Señor" es la manifestación de una persona piadosa. Y si, además,
se dice de forma repetida, lo más probable es que se trata de un ritual. Por
tanto, lo que aquí quiere decir Jesús es que la religiosidad, que se expresa en
piedad y rituales, eso solo no es medio de salvación. Lo que nos salva es
nuestra conducta, la coherencia de nuestra vida, nuestra honradez y nuestra
bondad.
En definitiva, el que pone en práctica lo que
Jesús ha enseñado en el sermón del monte.
Pues bien, Jesús afirma, por tanto, que para
entrar en el Reino de Dios, lo decisivo es "hacer" lo
que Jesús nos dejó dicho que tenemos que hacer. En eso consiste el proyecto de
Jesús.
Es más, la sola piedad y la sola religiosidad
suele producir dos efectos:
1) El que vive ese tipo de experiencia, por
eso mismo se suele sentir tranquilo en su intimidad y hasta es posible que se
vea a sí mismo como una persona ejemplar.
2)
Además, puede ocurrir que incluso menosprecie (sin darse cuenta) a
quienes no viven ese tipo de experiencias religiosas.
2.
Jesús establece una contraposición tajante entre los que "edifican
sobre roca" y los que "edifican sobre arena". Los que edifican
sobre roca (oikodoméin épí ten pétran) (Mt 7, 24) son "los que escuchan
estas palabras mías y las ponen en práctica".
Es decir, para Jesús, edificar sobre roca es
lo mismo que tener una fe consecuente. O sea, tiene fe de verdad el que escucha
o lee el sermón del monte y lo pone en práctica.
Eso es "ser prudente" (phrónimos),
el que hace lo que tiene que hacer, o sea el que ama, perdona, respeta, jamás
se aprovecha de nadie, está dispuesto a poner la otra mejilla, nunca utiliza la
venganza, siempre hace el bien a todos, etc.
El que hace eso (dentro de las limitaciones
humanas) es el que tiene fe. Y el que no lo hace, no es creyente,
por más piadoso, observante y ortodoxo, que sea.
3. Cuando Jesús, según el mismo evangelio de
Mateo, le dijo a Pedro que “sobre la roca edificaría" su Iglesia (Mt 16,
18), utiliza exactamente la misma expresión: "oikodoméin épí ten
pétran". Si es que, efectivamente, Jesús dijo esas palabras, cosa que
discuten los especialistas (véase Ulrich Luz, vol. II, 591-594; J. D. G. Dunn,
587-588), lo que el evangelio de Mateo quiere decir es que la Iglesia de
Jesucristo se edifica, no sobre un hombre (aunque sea Pedro), sino sobre la fe
de aquellos que escuchan a Jesús y hacen lo que él nos dejó dicho.
SAN NAHÚN, profeta
Conmemoración
de san Nahúm (o San Nahún), profeta, que predicó a Dios como el que gobierna el
devenir de los tiempos y juzga con justicia a los pueblos. s. V a. C
Se
supone que nació en Elcas, que según san Jerónimo, se identifica con El Kauze o
Cafarnaú, para otros nació en tierras de Judá, en el Negueb. Una tercera
tradición lo sitúa al norte de Mosul, sobre el Tigris, donde se dice que se
conserva su tumba.
Su
breve profecía está dirigida contra Nínive y parece que fue escrita entre el
668 a. C y el 612 a. C.
Fue
un gran profeta, defensor del pueblo, amante de la equidad y pregonero de la
santidad y de la justicia de Dios, entendida como venganza por los males hechos
por Nínive a los pueblos sometidos, especialmente al pueblo hebreo. Vivió, como
había predicho, para ver la destrucción de Nínive en el 612 a. C.
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