12 DE FEBRERO – MIÉRCOLES –
5ª – SEMANA DEL T. O. – A –
Lectura
del primer libro de los Reyes (10,1-10):
En aquellos días, la reina de Sabá oyó la fama de
Salomón y fue a desafiarle con enigmas. Llegó a Jerusalén con una gran caravana
de camellos cargados de perfumes y oro en gran cantidad y piedras preciosas.
Entró en el palacio de Salomón y le propuso todo lo que pensaba. Salomón
resolvió todas sus consultas; no hubo una cuestión tan oscura que el rey no
pudiera resolver.
Cuando la reina de Sabá vio la sabiduría de Salomón, la casa que había
construido, los manjares de su mesa, toda la corte sentada a la mesa, los
camareros con sus uniformes sirviendo, las bebidas, los holocaustos que ofrecía
en el templo del Señor, se quedó asombrada y dijo al rey:
«¡Es verdad lo que me contaron en mi país de ti y tu sabiduría! Yo no
quería creerlo; pero ahora que he venido y lo veo con mis propios ojos, resulta
que no me habían dicho ni la mitad. En sabiduría y riquezas superas todo lo que
yo había oído.
¡Dichosa tu gente, dichosos los cortesanos que están siempre en tu
presencia, aprendiendo de tu sabiduría!
¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que, por el amor eterno que tiene a Israel,
te ha elegido para colocarte en el trono de Israel y te ha nombrado rey para
que gobiernes con justicia!»
La reina regaló al rey cuatro mil quilos de oro, gran cantidad de perfumes
y piedras preciosas; nunca llegaron tantos perfumes como los que la reina de
Saba regaló al rey Salomón.
Palabra de Dios
Salmo:
36,5-6.30-31.39-40
R/.
La boca del justo expone la sabiduría
Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho, como el mediodía. R/.
La boca del justo expone la sabiduría,
su lengua explica el derecho:
porque lleva en el corazón la ley de su
Dios,
y sus pasos no vacilan. R/.
El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva,
porque se acogen a él. R/.
Lectura
del santo evangelio según san Marcos (7,14-23):
En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les
dijo:
«Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre
impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. El que tenga
oídos para oír, que oiga.»
Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les
explicara la parábola.
Él les dijo:
«¿Tan torpes sois también vosotros? ¿No comprendéis?
Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el
corazón, sino en el vientre, y se echa en la letrina.»
Con esto declaraba puros todos los alimentos.
Y siguió:
«Lo que sale de dentro, eso sí mancha al hombre. Porque de dentro, del
corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos,
homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia,
difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al
hombre impuro.»
Palabra del Señor
1.
La enseñanza central que Jesús propone en esta declaración, que fue
pronunciada con cierta solemnidad, es esta: "Escuchad y entended
todos" el ser humano no se acerca a Dios (o se aleja de Él) por lo que es
exterior al propio ser humano. Por tanto, ni por los alimentos que come, ni por
los lugares que visita, ni por las vestimentas que se pone, ni por el cargo que
ocupa, ni por el sitio en que vive..., por nada de eso o por cualquier cosa que
no pueda salir corazón, nadie se acerca o se aleja de Dios.
Esto ha sido importante siempre. Pero
lo es más ahora. Porque ahora se han súper-desarrollado los medios
de propaganda, de publicidad, la cultura de la imagen, el simple hecho de hacer
fotografías y enseñarlas a todo el mundo, el interés por el "parecer",
sea como sea el "ser"...
2.
Esta tesis, tan radical, la completa Jesús diciendo: "Lo que sale
del corazón del hombre, eso es lo que mancha, es decir, nos aleja de
Dios".
Jesús, por tanto, defiende una
religiosidad interior. De forma que solamente los comportamientos que brotan de
la interioridad son los que nos acercan o alejan de Dios.
En última instancia, esto equivale a
defender una religiosidad laica. Es decir, una religiosidad que se basa en algo
que es común a todo el "pueblo" o "población" (Iciós).
Por otra parte, es también una
religiosidad que no se basa en nada externo o en la "imagen social"
que cada cual proyecta, sino en lo que cada cual lleva en la intimidad de su
corazón y se traduce en comportamientos de honradez, bondad, respeto, generosidad,
deseo de igualdad, exclusión de todo fanatismo o intolerancia, etc.
3.
Este planteamiento de la religiosidad debió ser tan novedoso y tan
difícil de entender que, ya en los evangelios se suaviza: si se compara Mc 7,
21-22 con Mt 15, 19, se advierte que Mt suaviza el problema.
Por otra parte, la idea de que Jesús
declaró puros todos los alimentos no fue aceptada ni por Pedro (Hech 10, 14;
11, 8) y fue objeto de serios problemas en la Iglesia primitiva. Es más, todavía
hay personas que siguen haciendo problema de si se puede comer carne o pescado
en determinados días de cuaresma o de Semana Santa...
Sin duda alguna, somos más religiosos
que cristianos.
STª. EULALIA DE BARCELONA
290 - 303
Santa
Eulalia fue una niña nacida en Barcino (Hispania), lo que hoy es Barcelona, en
el año 290.
El 12 de febrero de 303 fue la fecha de su martirio. Es
patrona de Barcelona desde tiempos inmemoriales y desde 1868 Santa Eulalia
comparte el patronazgo de Barcelona con la Virgen de la Merced y, en honor a
ella, la ciudad celebra en el mes de septiembre su principal fiesta mayor. La
cultura popular atribuye a las lágrimas de Santa Eulalia, triste por el olvido
de los barceloneses, las lluvias que a menudo deslucen las celebraciones de La
Merced.
La
fiesta de Santa Eulalia se celebra el 12 de febrero. En el marco de la
celebración, tiene lugar la Procesión de las Laias, un desfile por las calles
en el que participan gigantas de la ciudad. Entre ellas, las bautizadas en
honor a la patrona, como la Eulàlia, de los Gegantons Vells del Pi, cuyo origen
se remonta a 1780, o la Gegantona Laia, que reproduce la iconografía de la
mártir.
Asimismo,
con motivo de esta festividad, se iza en el balcón principal de la Casa de la
Ciudad de Barcelona la histórica Bandera de Santa Eulalia de Barcelona
Historia de su vida
La
historia de la que se tiene constancia a partir del siglo VII, se remonta a la
época romana. Según la tradición cristiana, Eulalia fue una niña, educada en el
cristianismo, que vivió en las afueras de la ciudad de Barcino (Hispania), en
lo que hoy es Sarriá, a finales del siglo III. Con 13 años, durante el período
de persecuciones a los cristianos del emperador Diocleciano (284-305 d C),
Eulalia se escapó de su hogar y fue a buscar al gobernador de Barcino, para
recriminarle las represiones. El gobernador, ante la negativa de la niña a
renunciar a la fe cristiana, la condenó a trece martirios, tantos como años
tenía.
La
tradición afirma que las trece ocas blancas que hay de forma permanente en la
catedral simbolizan sus trece años y su pureza.
Según
la tradición, como primer tormento fue encarcelada en una prisión oscura, para
posteriormente ser azotada. En el ecúleo le fue desgarrada la carne con
garfios. Luego fue puesta de pie sobre un brasero ardiendo y le fueron quemados
los pechos. Las heridas le fueron fregadas con piedra tosca, para luego
arrojarles aceite hirviendo y plomo fundido, además de lanzarla a una fosa de
cal viva.
El
noveno tormento, uno de los más conocidos popularmente, consistió en ponerla
desnuda dentro de un tonel lleno de cristales, clavos y otros objetos
punzantes, siendo lanzada por una calle en bajada.
Posteriormente,
fue encerrada en un corral lleno de pulgas. Finalmente, fue paseada desnuda por
las calles de la ciudad hasta el lugar del suplicio donde fue crucificada en
una cruz en forma de aspa. Según la leyenda, durante su crucifixión se produjo
una nevada, tapando la pureza de su cuerpo desnudo. También según la tradición
popular, al final de su oración de que el Señor la tomara a Su Reino, la gente
vio salir de su boca volando hacia el cielo una paloma blanca.
Eulalia
de Barcelona fue canonizada en 633 y se convirtió en patrona de la capital
catalana, donde se encuentran sus restos. Tras largo tiempo desaparecidos, los
restos de Santa Eulalia fueron localizados en 878 por el obispo Frodoino en la
iglesia de Santa María de las Arenas -que hoy es la Basílica de Santa María del
Mar-, organizándose un solemne traslado a la catedral. En el siglo XIII las
reliquias pasaron a la cripta de la Seo, reposando dentro de un nuevo sarcófago
gótico de estilo pisano.
Anualmente,
coincidiendo con la semana del 12 de febrero, Barcelona celebra las Fiestas de
Santa Eulalia. A los actos litúrgicos e institucionales, cuya celebración se
remonta al siglo XVIII, se han añadido, desde los años 1980, múltiples festejos
populares en las calles, que han convertido esta celebración en fiesta mayor de
invierno de la ciudad. La mayoría de los actos, que se concentran en Ciutat
Vella, son de tipo tradicional, como correfocs, pasacalles, bailes de sardanas
o castellers.
Abundante
presencia de Santa Eulalia en Barcelona en la Cripta en la Catedral de
Barcelona
La representación de Santa Eulalia está
presente en varios monumentos y edificios barceloneses, así como en espacios
urbanos vinculados a su tradición, entre los que se encuentran los siguientes:
La
Catedral de Barcelona, que se encuentra bajo advocación de esta santa. En su
cripta reposan las reliquias de la santa, siendo su sepulcro una obra maestra
de la escultura gótica (1327-1339). La Catedral atesora varias obras de arte
dedicadas a Santa Eulalia.
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